₊ ꒰ ୨🪓୧ ꒱ ₊ Capítulo 6: Improvisado
—¡Deja de molestar mi trasero que aún duele!- el castaño chilló, dándole golpes en la cabeza a su tonto y calenturiento alfa.
El rubio lo llevaba cargado, era más cómodo que caminar, pero sus manos no se estaban quietas y apretaban bastante su dolorido trasero, en parte no era que odiara ser manoseado por el rubio, lo hacía sentirse deseado por él y su Omega se regocijaba por eso.
Pero dolía, después de muchas rondas sudorosas de "amor", ya no podía más, habían pasado dos días más en la carpa de la cascada, fue agotador, pero el agua también ayudaba a relajarlo un poco.
También se sentía lleno, su vientre se sentía pesado, y estaba más que seguro que ya pronto le estaría creciendo.
Estaba feliz y un poco abrumado, sentía que estaba haciendo una vida muy rápido, además, ni siquiera sabía en donde estaba exactamente, no sabía en donde estaba su madre o amigos, y debía averiguar eso pronto.
—Oye Koo-.. ¡Auch!, ¿Qué fue eso?- el rubio quien estaba caminando de manera rápida se detuvo de repente haciendo que chocará su cabeza con él.
El rubio parecía mirar todo detalladamente buscando algo en los alrededores. Parecía un lobo atento a cualquier movimiento de una presa, hasta que escuchó una pequeña ramita romperse.
Taehyung también se quedó en silencio, podría ser cualquier animal salvaje que los esté acechando, por eso, solo se dejó llevar con cuidado cuando el rubio caminó lentamente hacia el origen del sonido.
Jungkook incluso lo bajó lentamente de su espalda, el castaño solo se dejó hacer y miró curioso como el rubio seguía caminando sigilosamente.
—¡¿Tú quien vergas eres!?- escuchó el grito del rubio, aunque no entendió nada, pero lo que si reconoció fue un grito que escuchó después.
—¡¡Espera Kookie, no lo mates!!- Taehyung ignoró los dolores de su cuerpo para correr hacia donde estaba el alfa y detenerlo.
Cierto Omega de cabellos amarillos estaba acorralado contra un árbol y un alfa estaba al frente suyo muy confundido, también algo atónito.
—¿¡T-Taehyung!?- exclamó incrédulo el Omega de ojos ámbar, que segundos después se puso lloroso y se lanzó sobre el castaño para abrazarlo.— ¡Taehyung, no sabes lo preocupado que estuve!
—¡Yo también estuve preocupado!- Taehyung estaba muy feliz, se había reencontrado con su amigo de infancia, en realidad quería saber donde estaban los demás también y su madre, pero estaba feliz de encontrarse con un rostro conocido después de tanto.
Jungkook no sabía que hacer, de un momento a otro de estar confrontando a un intruso en su territorio, a estar viendo como su Omega chillaba y lloraba de felicidad mientras se abrazaba con el desconocido, que también era Omega.
Fue como un golpe para su nariz, el aroma de dos omegas eufóricos y muy felices, nunca pensó oler algo así, instintivamente él también se relajaba, era extraño pero placentero.
Los escuchaba hablar en su idioma, no entendía mucho, pero por el tono de voz que tenían solo estaban ansiosos por haberse encontrado, o algo parecido, la verdad no sabía ni que hacer, así que solo miraba.
—¡Taeyang se pondrá feliz cuando le cuentes de que estás bien!- el Omega rubio dijo mientras se frotaba los ojos.— todo pasó tan rápido, cuando distrajiste aquellos guardias para que pudiéramos huir, ella pensó lo peor y ha estado muy triste.
Taehyung lo escuchó, y fue como si eso lo hubiera hecho recordar, "¿Guardias?", Era cierto, habían oído rumores que los reinos de lado a lado estaban en guerra y ellos estaban en un bosque en medio de ellos.
No recuerda exactamente cuál Reino fue que atacó a su aldea, pero ellos, los guardias con sus armaduras de metal, habían destruido todo, los alfas de su aldea habían intentado hacerles frente, mientras que los omegas huían.
Sabía cómo sería, ellos tomarían todo, sus comidas y las cosas que tendrían, a los alfas los matarían y a los omegas los volverían esclavos. Había escuchado que el reino del oeste era una miseria para los omegas y éstos solo eran usados, por los alfas.
Taehyung sintió como sus ojos se llenaron de lágrimas, pero ésta vez eran de tristeza. Ese día, habían destruido todo, y los omegas corrían por el bosque tratando de escapar de la guardia que los perseguía, Taehyung había hecho que todos se ocultaron mientras que el llamaba la atención de los guardias.
Cuando estuvieron a punto de atraparlo cayó al río, las corrientes fuertes y el cansancio en su cuerpo, no le dejaron nadar bien, se golpeó en el agua con más de una roca, y al final sólo pudo sujetarse de un tronco que flotó cerca suyo. Fue doloroso y angustiante.
Pero al parecer el plan había salido bien, pues Jimin estaba al frente suyo y en el territorio de los bárbaros.
Jimin al ver como estaba llorando lo quiso abrazar, pero unos brazos más grandes le rodearon antes, además de que el aroma del alfa rubio se apaciguó y le ayudó a relajarse.
—¿P-por que él...?- Jimin dejó su pregunta en el aire, notando en ese momento el aroma del pecoso mezclado con el del alfa rubio, estaban enlazados.— ¿Es tu alfa?
Preguntó aún sin creerlo, la verdad el creía que sería el primero, de Taehyung y el, en conseguir un enlace con algún alfa, pero al parecer se equivocó.
—Si lo es,- murmuró el castaño sintiendo como su rostro se volvía rojizo.— Kookie me ayudó cuando estuve herido y me ha cuidado desde entonces.
—Ya veo, es muy grande...- ahora que lo detallaba bien, estaba un poco asustado, ese era el alfa más grande que había visto en su vida.— a mamá Taeyang le dará un infarto. ¡Cierto tengo que decirle a los demás!
Fue como si la iluminación hubiera llegado al Omega de cabellos rubios, Taehyung se emocionó de nuevo, y arrastró consigo al alfa para ir hacia donde estaban los demás.
Una media hora después, se sorprendió cuando vio un tipo de campamento improvisado, unos quince omegas y algunos betas estaban allí.
Ellos al verlos llegar dejaron todo lo que estaban haciendo y fueron hacia ellos. Estaban todos sus amigos allí, Jin, Yugyeom, Hoseok, Mark. Le dolía no ver otros rostros que conocía bastante, no saber donde estaban o si ya no estaban en ese mundo dolía aún más.
Vio salir a la omega que lo trajo a la vida de una choza improvisada, Taehyung corrió hacia ella y la abrazó con fuerza.
—T-Taehyung.... M-mi pequeño, creí que te había perdido.- el castaño podía oler el aroma a tristeza y dolor pegado en su madre, ella debió sufrir mucho pensado que ya había muerto.
—E-estoy bien mamá, no me pasó nada, personas buenas me ayudaron.- Taehyung se separó un poco de su madre y sonrió mientras quitaba las lágrimas que caían por sus mejillas, pudo notas algunas ojeras bajos sus ojos verdes cansados, eso también le dolió en su pecho.
La mayor le sonrió y le miró como si aún no creyera que estaba allí el frente de ella. La castaña pasó la mano derecha por su rostro, la acunó allí un momento y después la bajó por su cuello, el castaño hizo una mueca de dolor cuando rozó su marca, y ella lo notó.
—T-Taehyung...- ella abrió los ojos con sorpresa, y el castaño se sonrojó hasta las orejas, sonrió nerviosamente y volteó un poco para señalar al alfa que no estaba muy lejos de ellos.
Quien se miraba ahora algo agobiado y confundido al extremo al estar rodeado de tantas personas, sobre todo omegas, arrugaba la nariz abrumado.
—E-Él es Jeon Jungkook, mi alfa, bueno, es una historia algo confusa de cómo llegamos a esto.- Taehyung se rascó el cuello de manera nerviosa, su madre no dejaba de mirar al rubio y después a el.
—P-pero, p-pero...- el castaño ya se estaba alarmado, su madre parecía como si se fuese a desmayar en cualquier momento ahí mismo.
Taehyung la ayudó a sentarse y le echaba un poco de aire, la mayor respiraba de manera lenta y profunda para tranquilizarse. El castaño solo la dejó ser y miró a los lados, los demás estaban mirando de lejos y curiosos con el rubio, todo el lugar parecía haber sido construido no hace mucho y no parecía ser muy cómodo.
—¿C-cómo llegaron aquí, que pasó con los demás?- tenía miedo de oír la respuesta, pero no había de otra, Taehyung odiaba las guerras, y se vieron involucrados en una que no pidieron, ni hicieron.
—No quedó nada, la aldea fue destruida por completo y solo quedamos nosotros.- el Omega sintió su corazón estrujar se nuevamente, ya no tenían a un lugar a donde volver, el sitio donde creció ya no existía.— viajamos río abajo porque encontramos un trozo de tu ropa en la orilla de éste y creímos que te podríamos encontrar, pero, después de un día de camino creímos lo peor.
—Creo que estuve a punto de morir, pero los de la aldea de Kookie me salvaron y cuidaron de mí, ellos son muy amables. Vamos con ellos, estoy seguro que ellos nos van a recibir.- Taehyung habló más decidido, no dejaría a nadie allí en esas condiciones.
Si no había lugar a donde volver, entonces empezarían una nueva vida, desde cero con nuevas personas, no les quedaba de otra en ese momento. Taehyung miró a la pequeña Eri, estaba siendo cargada por su mamá, y a juzgar desde su ángulo, podía notar una mancha gris en su cuello. Su marca ya no estaba, la mamá de Eri había perdido a su alfa, y Eri a su padre.
Era muy duro, pero el pasado ya no se podía cambiar. Por eso debían ser fuertes, e Taehyung sabía que lo eran, ellos eran fuertes a pesar de todo, tenían una ligera sonrisa en sus rostros y estaban felices de que el estuviera bien, por eso se enorgullece de ser un druida.
—¡Oye Kookie!- el pecoso llamó y pareció ser que el rubio le entendió pues se acercó a su lado rápidamente y lo miraba atentamente.— hay que ponerse a trabajar...
Para cuando volvieron a la tribu, era tarde, el sol se estaba poniendo y rayos naranjas alumbraban el cielo. Los demás se pusieron alerta cuando vieron a tantas personas acercarse, pero rápidamente sus caras agresivas se volvieron de sorpresa cuando vieron a los que llegaron.
Jungkook no sabía cómo sentirse exactamente, por un lado estaba feliz, pues no era tan idiota como para no saber que el pecoso se había encontrado con su familia.
Pero lo que no sabía era que había pasado para que se separaran y además de meterse en su territorio. Debió ser algo grande, Jungkook odiaba no hablar igual que ellos y no entenderlos. Quería saber que era lo que ocurrió y ver si podía ayudar.
Sin embargo, no podía hacer mucho, más que solo mirar y ayudar en algo que pudiera entender en ese momento. Los demás de su tribu estaban confundidos y muy curiosos, no sabían de donde habían salido tantos omegas y la verdad no era como si se fueran a quejar.
—¿Quiénes son?- preguntó Yoongi que llegó a su lado, viendo como los desconocidos eran guiados por el pecoso hasta el centro del lugar.
—Es la familia de mi Omega, al parecer ellos estaban refugiándose en nuestro territorio.- Yoongi asintió dudoso, aún así miraba con curiosidad a los omegas, y parecía que se fijaba más en el Omega a quien había encontrado TaeTae primero.— la mayoría son omegas.
—Si, nunca había sentido tantos aromas dulces juntos.- murmuró el alfa de dientes filosos mirando como los demás se acercaban intrigados con los extraños.— ¿Crees que sea algún tipo de bendición de los dioses?
Jungkook miró a su amigo fastidioso, no podía negar que el creía lo mismo, era como una bendición a su aldea, muchos omegas para ellos, pero también sabía que iba a ser difícil estar juntos.
—No lo sé Yoongi, pero trátenlos bien, o se las verán conmigo.- el rubio dijo mirando serio al peli-rojo, éste solo asintió con una sonrisa.
Jungkook miraba la felicidad pintada en el rostro de su pareja, sabía que de ahora en adelante debía hacer todo lo posible para hacer que esa felicidad siguiera allí.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro