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7. Decisiones del rey.



❝Al caer la noche, regreso al mismo suelo otra vez. 

Frente a mí, un santo sostiene lino negro. Teya Dora—  Džanum ❞

━━ ˓ ֹ 𖥻 HA PRIMERA HORA EL REY ORGANIZÓ UNA REUNIÓN. Los que asistieron eran los hombres leales a la causa, sin embargo, hubo nuevos rostros que se integraron a los pocos minutos; Aegon por ser esposo de la próxima reina, la reina Alicent que se dispuso a prestar presencia, Daemon que para muchos creyeron que retornaría a Pentos o a Marcaderiva pero, yacía allí con una sonrisa regodiento de triunfo y al costado de este mismo, el Bufón de la corte o más conocido como Champiñón.

— Mi leal Mano nos ha dejado demasiado pronto.—El rey se incorporó apenas duras se mantenía de pie mientras dirigía la mirada a cada uno de los miembros.— Su partida es una advertencia que los dioses nos han entregado aun así, la ausencia no debe detenernos. Mi hija, mi heredera, me ha hecho revaluar el panorama del reino sin Ser Otto Hightower... por lo tanto, el puesto que dejo vació será ocupado.

La reina carraspeó la garganta.

— Me disculpa, mi amor.— Interrumpió ágilmente. La consorte reflejaba una indudable tristeza que satisfacía a Rhaenyra.— Pero, es muy pronto para que alguien ocupe la posición de mi padre dado que debemos analizar al candidato perfecto para el cargo.

El rey suavizo la mirada cuando la mujer intervino, quizás, era por el dolor que esta transitaba. 

— La princesa Rhaenyra se ha encargado de todo el embrollo, mi reina.— Declaró esbozando una sonrisa repleta de orgullo que otorgó indiscublemente a la mencionada.— A partir de este momento, el búfon de la corte, Champiñón será mi Mano.

Alicent armonizó una mueca ; era como si la mascara cayera directo al suelo. Buscó ayuda en el hijo mayor pero él se encontraba igual que ella o peor, desvió el mirar directo a Rhaenyra quien lucia victoriosa con la noticia.

— Además.—Retomó la conversación el rey pese a los susurros.— El príncipe Daemon Targaryen, mi hermano, por petición de la princesa retornara al desembarco del rey para liderar las capas doradas y regresar el orden a nuestra ciudad.

Y, con lo ultimó la balanza se inclinó. Daemon levantó la copa en señal de aceptación p como burla al más pesado enemigo e inmediatamente Aegon Targaryen, el primer hijo varon delmrey Viserys, también imitó la acción, cosa que consterno a Rhaenyra.

— Quisiera un escudero de confianza.— Pidió sin más y Alicent levantó su mirada con rapidez, una rapidez que a Aegon le dio risa.

— Claro, puedes tener a...— Aegon lo interrumpió.

— No, quisiera escogerlo por mí mismo. Ser Criston Cole ha sido tan amable de hablarme de ciertas personas que lo podrían ser. — La princesa enarcó la ceja ante la repentina petición.

Tal parecía que su esposo solía ser más interesante de lo que aparentaba. El corazón le revoloteó con fuerza al momento que Ser Criston Cole le entregó un sobre al rey provocando que Rhaenyra observara a Aegon.

Simplemente curiosidad...

Cuya incertidumbre que la enervaba al no tener el control u hecha de nervios por la siniestra sonrisa de la reina.

— ¿Por qué no me comentaste nada, esposo? — Susurró por muy debajo con la intención que el menor solo escuchara.

Sin embargo, la mención de Robb Stark aturdió a la princesa. Había historias que desconocía del norte pero, durante la danza de dragones el nombre de Cregan y Robb fueron reconocidos o eso escucho en los chismorreos de la corte aludiendo que, este último concebía secretos cuál la mujer nunca logro conocer debido a la muerte prematura que tuvo, no obstante, los rumores eran suficiente para helar los huesos hasta el más osado.

Ni verde, ni negro.

 — Suena buena idea, hijo, me alegra tu elección junto a mi escudero. — Comentó Alicent por primera vez demostrando el orgullo que empezaba a tener por su hijo mayor.

Rhaenyra frunció el ceño. ¿Qué carajos ocurrió?, aquella decisión significaba un problema grave pues, si el norte acogía a Aegon quizás, en una rebelión, él sería su señor y ella no tendría el inmenso apoyo obtuvo en la vida anterior.

— Prepara una reunión Aegon, preséntalo ante mí y decidiré.— Puntualizó el rey.

Rhaenyra observó a Daemon y Daemon a Rhaenyra; totalmente desconcertados por él cambió tan drástico a lo que la princesa se levantó apresando la atención de la servidumbre.

— ¿Quieres que mi esposo se vaya al norte padre? — inquirió con fuerza.— Sabemos que traer a Robb debe ser por acto de presencia.

— Criston Cole puede ser mensajero.—Sugirió Viserys

La reina intervino.

— No, Ser Criston es mi escudero. Tiene que permanecer a mi lado.— Alicent destilo desconfianza y  Rhaenyra se complació tras verla vulnerable sin el escudero.

Pero, lo que salió luego de la boca de la reina le desagradó por completo, provocando que la sonrisa decayera abruptamente.

 — Que Aegon vaya, sería una estadía de aprendizaje y para que conozca más a fondo a su escudero, mi amor. Un tiempo... a solas, le hace falta recordando que es todavía un adolescente. 

Rhaenyra en reflejo entrelazó las manos con él dando un apretó, buscando seguridad u consuelo o tal vez, un rechazo a la idea tan  insensata; los nervios se floraron por el rumbo que había tomado la reunión.

 — Claro no se podrá escapar de todas sus responsabilidades, contando que ahora tiene tres— Opinó Champiñón haciendo que el aire se vuelva tenso y la mirada de la reina vaya con rapidez hacia él. 

 — ¿Tres de que hablas?— Pregunto frunciendo el entrecejo y todos pudieron notar como Daemon bajaba su mirada y apretaba los labios sujetando una carcajada al entender. 

 — Los tres niños, mi alteza. Jacaerys, Lucerys y Joffrey ahora son parte de la vida de Aegon. Dejo de ser un adolescente ahora es un padre de familia y un esposo.— Le recordó el bufón y Alicent lo miro con enojo. 

 — Ellos no son su responsabilidad.— Gruñó.

— Esta vez estoy de acuerdo con la reina, Ser Mano. — Dijo la princesa observando fijamente a la Hightower.— Laenor Velaryon continua con vida, aun así, mi esposo es de vital importancia en la fortaleza.

— Seguro está jugando a las espadas con su escudero.—Alardeó con desagrado Alicent y Viserys la reprendió, todos se quedaron callados en silencio. 

Rhaenyra se encontraba más que enfurecida por las calumnias que se empezaba a gestionar, lo aborrecía. Ni las viles disculpas de Champiñón lograron aplacar la ira aireada de la princesa, aun así, la atención recayó ante las escurridizas palabras de su padre; —Aegon irá junto a un guardia real al norte, en tres días partira. Luego regresara  en un año con Robb Stark y teniendo todo lo que necesita. — Ordenó Viserys dando como concluida la reunión, al grado que ignoro las réplicas de la princesa.

Rhaenyra se divisó vulnerable delante de todos más encima el malestar se detecto cuando la decisión estaba tomada.

— Ya era hora que mostrara tu hombría, sobrino.— Daemon intercedió colocando una mano encima del hombro de la mujer.— No te preocupes que tu esposa estará bien, yo la protegeré.

Rhaenyra suspiró frustrada  adado que conociendo a su tío estaba consciente que haría hasta lo imposible para sacar las casillas de Aegon incluso se asombró la brusquedad con la que la soltó, ni le dio tregua para detenerlo simplemente rabioso se marcho.

—  Tío. — Enfatizo con profundidad.— Estoy tratando que mi matrimonio este estable.

— Es un niño, sobrina. — Recordó rápidamente queriendo aproximarse más con en anhelo de obtener un poco de ella.

— Lo es.— Reconoció. Daemon era el cruel recordatorio de lo que jamás seria suyo por que así los dioses jugaron con la voluntad.— Pero, extrañamente es astuto y hábil, no lo provoques por que has de despertar a una bestia enjaulada y prefiero dominarla antes de que atraviesen las garras.

La princesa se fue dejando en duda al príncipe, sin embargo, ni opto por dirigirse a su esposo al contrario debía meditar con lo ocurrido. Estaba en boca del huracán con el cuestionamiento  de la paternidad de Ser Laenor, la muerte de Otto, la repentina ida de Aegon y lo rencorosa de Alicent ¿que haría? no podría domesticar al hijo mayor de su ex- mejor amiga. 

Ser cruel.

Obligada  a honrar el renombre del apodo que sus enemigos le colocaron, "Rhaenyra la cruel." Por lo tanto, en los próximos días ni se inmuto a ir al aposento cual compartía con su esposo al contrario pasaba las noches en las habitaciones de sus hijos creyendo que las pesadillas se consumirían en lo inexistente, sin embargo, una tras otras retornaban siendo más macabras.

Se aferraba a ellos incluso se aseguraba que estuvieran allí con vida y no despellejados en el campo de batalla.

Rhaenyra siempre temió perderlos y cuando ocurrió lo inevitable en cierta manera murió en vida; no lloro a cuerpos, ni permitió llevar el luto en tranquilidad por que siempre sucedía más tragedias.

Más dolores.

Más advertencias.

— Papá Aegon me enseñó a tener más control de la espada, madre.— Anunció Lucerys una mañana.

La princesa se sobresalto, aterrada.

— Laenor es tú padre, hijo mío.—Acentuó con el horror al escuchar como llamó al despreciable hombre.

— Aegon ha tratado de estar con nosotros, madre, además ha de calmar al pequeño Joffrey — Interpuso Jacaerys.— Papá Laenor no viene prefiere estar atendiendo otros asuntos.

La mujer acobijo a los niños en un maternal abrazo.

— Su padre los ama ¿de acuerdo? esta ocupado pero pronto volverá.

Ni la más sutil respuesta logro detener la inocencia.

— Al menos, Aegon nos recordara en su viaje del norte.— Murmuró con tristeza Jace.— Nos prometió los mejores juguetes a su regresó en verdad no quiero que se vaya.

— Jace...

Una conversación que dejo en la cúspide de la amargura a Rhaenyra, en consecuencia durante el transcurso de la mañana la princesa corrió a sus aposentos sabiendo que su esposo se encontraría allí dispuesto a irse a una nueva aventura. Algo en ella la oprimía, un sentimiento que desconocía por completo y en todos los asepcetos ella aborrecía lo que empezaba a generar.

— ¡Aegon! — Llamó apenas atravesó la puerta.

— Si lo que te preocupa es los niños, me despedí y les prometí obsequios. Intenta mandarle una carta a Laenor, no son mi responsabilidad — Espeto de golpe ni siquiera mirándola.

Con eso, no se tardo en voltearse al notar el silenció. Cuando los orbes violáceos se confrontaron con los suyos los recuerdos avivaron. Él no era ese idiota que conocía, de hecho, no conocía al nuevo él; era un ser distinto ¿acaso ella lo cambio al modificar el destino de él? poco a poco se lleno de vitalidad al estas consciente que si actuaba con la cabeza podía arrebatarle ese Aegon a Alicent.

 — ¿Que quieres?— Pregunto desconcertado al no recibir una respuesta.

— Tonto niño — dijo de repente acercándose.— No sé cual sea la razón del malhumor tuyo aun sí, pese a las diferencias  escríbeme ¿si? no hagas nada estúpido y si Robb es demasiado peligroso regresa al desembarco.

Acogió el rostro del adolescente entre las manos, lo observó fijamente.

» Recuerda la bestia que es.« Puntualizo internamente.

Pero sus acciones decían más que las correcciones del interior; beso castamente la frente del joven


ENTRE MÁS VOTOS Y COMENTARIOS SALDRA EL PROXIMO CAPITULO.

Quede destruida con las imágenes promocionales de Jace y Nyra aaaa.

Mi pregunta más cuestionable es: ¿Que piensan del Rhaegon en este fanfic.

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