Capitulo 8: Te tengo miedo
Narra Renata:
Luego de el almuerzo Aylan quedó dormido, una de las niñeras que Alexander había contratado se lo llevó a su habitación, está debía estar en la habitación aunque el niño este dormido, según mi mate por si le pasa algo, para mí es exagerado.
Pase la tarde en la oficina de Alexander que este me explicaba algunas cosas de la manada, sus tradiciones, antiguas constumbres y también algunos tratados con otras manadas.
- Puedo opinar algo - preguntó.
- Claro mi luna - responde.
- Sería bueno que la gente deje de tenerte miedo - le digo.
- Reni ellos me tienen respecto, ellos no son iguales que nosotros - responde.
- Claro que son iguales que nosotros, no somos más por nuestros títulos - le digo.
- Lo pensare pero no prometo nada, soy así - dice.
- No se para que te pido que cambies si se que no lo harás, que incluso yo te tengo miedo - le digo bajo pero se que este me escucha.
Este se levanta de su escritorio, para darle la vuelta y sentarse sobre el escritorio frente donde yo me encontraba.
- Eso no mi luna - dice tratando de llegar a mi altura.
Por qué si el es muchísimo más alto, en cambio yo soy muy pequeña.
- No quiero que me tengas miedo, quiero que me ames, como mi lobo y yo lo hacemos - responde.
- Alexander sabes te odio, me usaste, ese recuerdo sigue presente en mi mente - le respondo.
- Que puedo hacer para que me perdones - pregunta.
- Nada, pero para llevar la fiesta en paz deberías cambiar, esta mañana ibas asustar a Aylan con tu berrinche - le respondo.
- Luke tomo el control, me odia, pero está bien por el niño no volverá a suceder, lo que menos quiero es que mi hijo también me odie - responde.
Cuando iba a decir algo entra una chica pelirroja con una pequeña panza de embarazo, haciendo un escándalo.
- Meloncito - grita.
Pero antes que se le acerque Nicolás la detiene de un grito de Alpha.
- Alto ahí Amanda - le dice.
- Pero que te pasa meloncito, te extrañe - dice con una voz chillante.
- Pues yo no Amanda, he encontrado a mi luna, ella es mi mate, la Luna de Lunas Renata Moore de Smith - recalca.
- Que quieres decir - pregunta.
- Que me he casado, y tenemos un hijo a mi primogénito - responde tomándome de la mano para levantarme y pegarme a su pecho.
- Pero nosotros que - pregunta la chica.
- Sabes que lo nuestro nunca fue algo serio, para mí solo me importa mi luna e hijo - dice Alex.
- Y que pasa con nuestro bebito - pregunta.
Cuando dijo eso para mí loba y para mí fue como un balde de agua fría, aunque odie a Alexander es mi mate, es imposible que también no sienta amor por él.
Y saber que tendrá un bebé con otra me mata, mi loba está triste, se que Emma está hablando con Luke ahora.
- Ese bastardo no es mío - grita Alexander, más bien Luke por qué tiene los ojos amarillos.
- Luke - le digo.
- Mi luna no te preocupes - dice dándome un beso en la cabeza.
Haciendo que la chica de enoje y empiece a gritar.
- Nuestro hijo merece un hogar, a su padre y está Barbie no me lo quitará - gritara.
No soportaba que me llamarán Barbie, yo no era ninguna plástica ni teñida como ella.
- Tu a mi no me gritas, ni me insultas, lo escuchas bien, soy tu luna, por derecho a mi hijo a mi hijo le corresponde este hogar - le digo con voz de Alpha, aunque ya no soy alpha, mi loba siempre llevará eso en si.
- Ya escuchaste a mi luna - le dice Alexander viéndome orgulloso.
- Nuestro pequeño meloncito te necesita no tengo donde ir - súplica.
- En mi casa no te quedarás, la única que le daré este techo es a mi mate, hablaré para que te quedes en el área sur de la manada mientras te vas - le dice.
- Pero como me iré, llevo a tu hijo - le dice.
- Eso luego lo veré, ahora vete, dile a mi beta que te dé un lugar en la manada - le responde.
Esta se fue pero sabía que volvería, que por ahí iba a estar.
Mi loba quería saltarle encima, estaba muy enojada, por qué no éramos nosotras la que llevábamos un bebé de Alexander, aunque ya lo tenemos.
No quiero otro bebé, ni quiero Alexander, pero me molesta muchísimo incluso puedo decir que duele saber que será padre con otra mujer.
- Olvida eso - dice Alex cuando nos quedamos solos.
- Como olvidaré que serás padre - preguntó.
- No tiene importancia - dice.
- Alex es un bebé - le digo.
- Que su madre no me importa, solo fue placer para ambos ese fue el acuerdo - responde.
- Eres un asco - le digo.
- Ahora los únicos que me importan eres tú y Aylan - responde.
- Ese bebé nunca lo planee - responde.
- A Aylan tampoco lo planteaste - le digo.
- Es diferente - dice.
- Claro por qué no fue ni por placer ni mucho menos por amor, sino que abusaste de mi - le gritó.
- Amor mío, a Aylan lo amo, es mi cachorro, y me hubiera gustado no hacerte ese daño - responde tratando de acercarse.
- Alto Alex, lejos de mí, me das asco - le dije.
- También me doy asco, y se que ese niño no tiene la culpa de mis estupideces y me haré cargo - responde.
- Déjame ir a mí y Aylan, quédate con ese niño - le digo.
Este tira todo lo que se encontraba en su escritorio, incluido el escritorio.
- Eso jamás mi luna, sos mía - dice con voz de Alpha.
- A mi no me hables así - le digo.
- Quieres que cambie, que sea mejor, está bien comenzare haciéndome cargo de ese bebé - dice.
Prefiero salir de ahí, que el se hiciera cargo de ese bebé significaba que tendria a esa mujer cerca de él, y eso a mí y a mí loba nos molestaba muchísimo.
Subí a mi habitación y le marqué a mi cuñada.
- Zoe tu hermano tendrá un bebé - le digo cuando me contesta.
- Estas embarazada - pregunta con sorpresa.
- No, una tal Amanda que le dice meloncito - le respondo.
- Esa tipa, es un grano ya sabes dónde, pero como que embarazada - pregunta.
- Llegó a su oficina a buscarlo, está en embarazo, Alex se hará cargo y eso me molesta - le confieso.
- Es por qué aunque lo odies es tu mate y aunque lo niegues lo amas - responde.
- No estamos bien y con esto menos - le digo.
- Tranquila, no creo que sea de Alex, no sé si sabes pero nuestro linaje es muy puro, para que exista embarazo en mi familia debe ser con nuestro mate o con alguien que también sea Alpha - dice.
- Y - preguntó.
- Que esa tipa que seguro te insulto es una Omega, trata de mantener la calma, hablaré con un contacto que tengo ahí, el averiguará si ese cachorro es de mi hermano aunque lo dudó - responde.
- Gracias Zoe - le digo.
- Se que amas a mi hermano, espero que el sepa cuidarte, y sanar ese corazón y ganar tu amor - dice.
Luego de cortar la llamada me cambié, cuando salí Alex estaba con Aylan en nuestra cama.
Luego de alimentar a este último caímos dormidos. No tenía ni la más mínima ganas de hablar con Alex.
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