Narra Renata:
Me desperté en el pecho de Alexander, con Aylan encima de nosotros llorando desconsoladamente.

Ambos nos levantamos asustados.

- Que pasa - pregunta Alex.

- Debe estar asustado - digo.

- Por que asustado - pregunta.

- No conoce el lugar, es una habitación desconocida - le respondo.

- Bueno pronto te familizaras con tu casa, y más con el cuarto que te mandé a preparar - respondió.

- Ven mi amor para que mamá te de lechita - le dije.

Esta inmediatamente vino a mi gateando, saque mi pecho por debajo de la blusa y el niño comenzó a comer desesparado.

- Ven - dice mi mate.

- Qué - preguntó

- Acuéstate en mi pecho como la otra vez, mientras alimentabas a nuestro hijo - dice.

- No Alexander, nuestros lobos han tenido contacto si dormiste encima de mi - le respondo a la defensiva.

- Reni no seas así - dice.

- Tu no puedes entender que te odio, que le das miedo, que tú toque me recuerda esa horrible noche - le dije.

Este no respondió nada y se encerró en su armario, se escuchaba como todo era botado al suelo y las paredes golpeadas, puedo jurar que los espejos quedaron rotos y los muebles en partes.

Cuando termine de alimentar a Aylan nos bañamos ambos, a él le puse un juego deportivo color claro y sus tennis negras.

Y para la mamá un jeans negro, blusa negra, con un suéter claro y tennis blancas.

Me deje el cabello lacio y peine el poco cabello que Aylan tenía.

Cuando salí a la habitación un Nicolás ya cambiado estába ahí. Con una camiseta azul, pantalón claro y tennis blancas.

- Salimos - responde seco.

Solamente le dije que sí con la cabeza, había bloqueado mis pensamientos para que Alexander no pudiera leerlos, no quería que se enterará que me siento mal por lo que dije, y culpable de cómo lo siento, nuestra conexión me hace sentir que está mal por dentro.

Pero no puedo simplemente tirarme a sus brazos y besarlo como mi loba quiere, como una parte de mi quisiera, yo lo odio.

* Conexión con Emma*

- Correción lo amas - me dice mi loba.

- Claro que no Emm - respondo.

- Podrás mentirle a todos menos a mí, amamos a ese chico y su lobo - dice esta.

- Hay amor y odio por el - le contesté.

- No ves como se sienten el y su lobo y el, Luke no quiere hablarle, están peleados por qué Luke culpa de todo a Alex - dice enojada.

- Y quien piensa en mí, en lo que pasó, toda la culpa la tiene Alexander - le dije.

Y esta cerro la conexión conmigo, genial.

Ambos íbamos lento hacia al comedor, nuestro pequeño hijo iba de nuestras manos caminando en medio de nosotros.

- Te voy a conquistar - dice mi mate de pronto.

- Ah - dije.

- Que te recuperaré, y no me cierres tus pensamientos y como te sientes - pide.

- Mi loba no me habla - le digo.

- Somos dos, mi lobo me odia -  contesta.

- Mi loba también creo que me odia, pero a ti te quiere - digo.

- Luke está enojado conmigo por que ama a su luna, y todo es mi culpa - responde.

Prefiero dejar el tema ahí antes que Emma tomé el control, comimos ambos en silencio, cuidando que Aylan no hiciera travesuras.

Una vez terminamos recogieron todo, nadie nos veía a los ojos, por temor a Alexander.

- Vamos para enseñarles la habitación de Aylan - dice mi mate.

La habitación estaba pintada de gris con nubes blancas, una cama casi al nivel del suelo, con juguetes, armarios, una piscina con pelotas, también con su baño y armario.

- Te gusta - pregunta.

- Si está linda - respondo.

- Bueno los dejo, debo ponerme al corriente con la manada - dice para luego irse.

A los minutos deje a Aylan dormido en su nuevo cuarto, su ropa ya está organizada, traje algunos juguetes que habíamos traído y los dejé ahí.

Entre a mi habitación a la que ahora compartía con Alexander.

La habitación bastante grande, con tonos, negro, blanco, gris y plateado, habían tres puerta en la habitación una de ellas salió una señora.

- Perdón luna, no pensé que tuviera aquí el Alpha me mandó arreglar el armario, debía irme antes que alguno llegará - dijo está asustada.

- Tranquila, no pasa nada - le respondí.

- Gracias luna - mencionó inclinándose y saliendo casi corriendo.

Al armario de Alexander ya estaba otra vez presentable, me imagino que dejó toda su ropa en el suelo.

Entre a la otra puerta y esta vez era un armario ero mío.

Con tonos más claros, más iluminado, un espejo con luces y dónde maquillarme, esta era mi parte favorita de la habitación, mi propio espacio.

Finalmente la última puerta era el baño que compartía con Alexander.

- Espero que te haya gustado nuestra habitación - dice Alex llegando de pronto.

- Lo que más me gustó fue mi armario - respondí.

- Me lo imaginé, lo mandé a diseñar para ti mi luna - responde este.

- Aylan se quedó dormido, me imagino que se despertara antes del almuerzo - mencioné.

- Lo sé, quieres ir a conocer la manada, eres la luna - dice este.

- Está bien - le respondo.

Estuvimos toda la mañana fuera enseñándome la manada, pasamos por las tiendas, por el parque, por el cine, por el hospital, por el área de combate, también dejamos que nuestros lobos corrieran un rato en el bosque, cuando regresamos a casa un hambriento Aylan nos esperaba.

Apenas me vio fue para atacar mi pecho, bajo mi blusa, con un solo gruñido de Alex todos los que estaban cerca de la sala salieron huyendo.

- Te sucede algo - preguntó.

- Soy un Alpha por naturaleza soy posesivo, no me gusta que vean a mi luna alimentar a mi cachorro - responde.

- No te gusta que vean mis pequeños - respondí.

- No, solo yo puedo fantasear con ellos - dice.

- Solo fantasear - afirmó.

Cuando Aylan comió y se lo llevaron a jugar nuestro almuerzo nos esperaba, un delicioso pollo en salsa.