Capítulo 5: ¿Gran día?
Los gemidos del omega se iban intensificando con cada embestida fuerte que el alfa le daba. Jungkook nunca se hubiera imaginado que estar con un alfa fuera de esa forma, aunque el principio dolió, ahora sentía que estaba tocado el cielo.
—¡Y-Yoo-Yoongi!~ — Jungkook arqueó su espalda cuando una embestida fuerte dió en su punto dulce, lo hizo correrse de nuevo sobre su pecho.
Tal parece que la presión que agregó en su interior al hacerlo llevó al alfa a la suya propia, el rubio soltó un gruñido, que era como un gemido ronco y quebrado.
El omega sintió como su interior fue llenado por gruesos hilos de semilla espesa, fue una sensación nueva y deliciosa, su omega interior ronroneaba felizmente.
"¿Quedaré en cinta ahora?"
Jungkook se preguntó en su mente y su omega se alegró más con sólo eso, quería decirle y gritar que se quedara calmado, pero el rubio los movió, cambió de posición haciendo que quedara sentado en su regazo.
—Tu interior y tu piel es tan deliciosa, me encanta.— la voz de Yoongi sonaba como un ronroneo complacido, amasando su piel, sus muslos eran estrujado por esos dedos callosos enviándole miles de escalofríos a su cuerpo.
El pecoso se sonrojó, podía sentir esos ojos de color negro devorando su cuerpo, las manos del alfa fueron a su trasero e hicieron que se moviera de arriba a bajo, entendió lo que el rubio quería en ese momento.
Y empezó a moverse por su cuenta, aún estaba duro en su interior, también era caliente, una larga extensión caliente y dura, además, se sentía tan bien, era deliciosa.
—Yoon.~ — Jungkook empezó a moverse con más fuerza y rapidez, sus caderas se mecían de forma constante, sin bajar el nivel de intensidad. —Es tan bueno.~
꒰ K I N G ꒱
Yoongi estaba en el puto cielo, no, el estaba flotando sobre las nubes, en el paraíso, entre las piernas del omega. No iba a mentir, había estado con un par de betas antes, pero ésto era mucho mejor que ellas.
La sensación de las feromonas dulzonas del omega excitado era lo mejor, hacían el ambiente mas caliente, ese delicioso lubricante oloroso, y sus gemidos clamando su nombre.
Se preguntaba dónde habría estado ese omega antes, el interior del omega era caliente, apretado y tan mojado, esas paredes tan suaves y firmes lo iba a volver loco en cualquier momento.
No lo podía ver bien por la oscuridad de la noche, pero lo podía sentir sobre su regazo, saltando como un conejo, gimiendo su nombre y ese tonto apodo que le dió.
—Jungkook, me encantas.~ — sabía que no le entendía aún así le seguía hablando sin importarle eso, tomaba de las caderas al pecoso para tener impulso de empujar hacia arriba con fuerza, entrando en él aún más.
—¡Yoongi!~ — esos gemidos, como los amaba, era una deliciosa melodía, exquisita.
Sintió como el pecoso apretaba con fuerza su interior y arqueaba su espalda, soltó hilos de semilla sobre ellos, Yoongi no pudo hacer más que dejar salir su semen también por la estimulación.
Le gustaba escuchar como el omega ronroneaba mientras dejaba salir toda su carga en su interior. Lo dejó recostar sobre su pecho, acarició su espalda con suavidad, podía sentir el sudor del pecoso en su piel, y le gustaba, todo lo que tuviera que ver con el omega le gustaba.
—¿P-podemos hacerlo una última vez?— escuchó murmurar al pecoso, no supo a que se refería, pero éste se movió de su pecho y se acomodó en el nido de pieles.
Abrió los ojos sorprendido cuando lo vió acomodarse sobre su pecho y alzar su trasero para el.
—Yoon, por favor.— el pecoso movió sus caderas de lado a lado para tentarlo, y no podía negarse ante tal petición, Yoongi estaba seguro que ahora su nudo si se iba a formar.
El rubio se posicionó detrás del omega, tomando sus caderas con algo de fuerza, y alineó su polla contra su entrada, presionó y embistió hasta el fondo de una sola estocada.
Yoongi escuchó al pecoso gemir fuertemente por eso, y no le dejó ningún descanso, empezó con fuertes embestidas que iban profundo, podía escuchar el sonido de sus pieles al chocar y los gemidos del omega se iban volviendo gritos.
En esa posición ir más a fondo era posible, se aseguraría de ahora en adelante hacerlo más de esa manera, también, se iba a encargar de hacerle muchos pequeños al pecoso, pequeños cachorros de los dos, lindas cositas que fueran como ellos, y criarlos los dos juntos.
Quería darle a sus hijos la misma imagen de familia con la que había crecido con sus padres. Con eso en mente, seguía golpeando el fondo del pecoso, llegaría muy profundo, y dejaría su semilla allí, quería asegurarse por completo de que lo iba a dejar en cinta.
Lamió su labio inferior y se inclinó sobre la espalda del pecoso, dejó unos cuantos besos sobre sus hombros, al igual que un par de mordidas. Cuando Yoongi sintió como su nudo se hinchó dejó al aire sus colmillos antes de enterrarlos en el cuello del omega.
—¡Yoongi!— lo escuchó gemir de manera fuerte, mientras su espalda se arqueaba una última vez, Yoongi quedó atascado en el interior del omega.
Lo acomodó en el nido y lo arropó para que durmiera tranquilo, ya mañana sería un gran día, y empezarían como la mejor mañana del mundo.
꒰ K I N G ꒱
Era la peor mañana del mundo, al menos para Jungkook, le dolía todo como si se hubiera caído de un acantilado, sus piernas estaban muertas, sentía su espalda como si una roca gigante lo hubiera aplastado.
Ni hablar de su pobre trasero sucio, apenas se movía y sentía como cosas viscosas y muy pegajosas salían de allí.
"Me quiero morir"
¿Que había hecho el para merecer ese doloroso destino?, no sabía, pero debió ser algo muy malo para terminar de esa forma.
—¡Jungkook!— y allí venía el causante de todos sus males, con una estúpida sonrisa en la cara y más descansado que nunca, venía con un pez asado.
Jungkook solo lo miró de mala forma, estaba seguro que su cabello estaba hecho un desastre, no olía bien, y además de que su cuerpo estaba en huelga.
Solo le dió la espalda y se volvió a acostar mientras se arropaba con una piel larga, pero su estómago rugió haciéndolo resignarse a sentarse de nuevo y tomar el pescado para comer.
—Ni se te ocurra acercarte.— el pecoso entrecerró los ojos mirando al rubio, y lo apuntó con la cola del pez que le había sacado.
El rubio solo le miraba, pero no intentaba nada, y mientras Jungkook comía lamentando su existencia. Yoongi comía un poco retirado de el y era mejor así, estaba seguro de que actuaba como el gato gruñón que tenía Taemin, pero no le importaba mucho.
Después de comer, Jungkook trató de levantarse, pero le fue imposible, sus piernas temblaban y caía en un instante al suelo, además de que al moverse más cosa viscosa salía de su entrada, quería llorar.
También tenía ganas de castrar a cierto alfa. Pero, una parte suya, la instintiva donde su omega mandaba, estaba feliz y ronroneaba a gusto.
"Que bueno que alguien por lo menos lo disfruta"
Pensó internamente molesto consigo mismo, y no solo era su omega interior, podía sentir la felicidad que venía del alfa rubio. Bufó, no le podía hacer mucho ahora, fue anudado y marcado.
Si no presentaba signos de embarazo dentro de un par de semanas tendría que ser estéril, aunque eso era imposible, o casi, no conocía a nadie que lo fuera.
—Yoon, llévame al lago.— Jungkook estiró sus brazos hacia el rubio para que lo cargara, y eso hizo el alfa, el pecoso señaló el lago dejando que el rubio lo llevase hacia el.
Lo ingresó con cuidado en el agua y el pecoso soltó un suspiro de alivio, lo hacía sentir más liviano y el agua era un buen relajante para su cuerpo dolorido.
Se quedó en la orilla mientras frotaba con cuidado su cuerpo, Yoongi había salido del agua en busca de ropa, o eso esperaba, llevó despacio sus dedos a su entrada, soltó un pequeño quejido mientras ingresaba sus dedos y se abría lentamente.
Esperaba que la mayoría de esa semilla saliera, no quería tener un accidente mientras fuera caminando y ensuciara su ropa.
Jungkook escuchó como el agua chapoteaba a su lado, era el rubio quien se acercaba despacio, parecía curioso con lo que estaba haciendo, se sonrojó y tenía vergüenza.
¿Pero que vergüenza y pudor podría tener en ese momento?, la noche anterior no hubo nada de eso, y ahora no era como si fuera muy necesario.
—¿Que haces?— Jungkook no necesitó ninguna traducción para saber lo que el rubio había preguntado, por eso, cuando se acercó tomó una mano del alfa y la dirigió a su entrada abierta por los dedos de su otra mano.
—Aquí, tengo que limpiarme... ¡Espera, dije limpiar!— a veces, mejor dicho, nunca, las cosas nunca salían como Jungkook las quería, en vez de limpiar como el pecoso le estaba tratando de decir.
Jungkook fue empujado hacia una roca y sus piernas fueron abiertas, no pasó mucho para que la polla del alfa llenara su interior de nuevo, aunque, las protestas del omega quedaron en el olvido y los gemidos las cubrieron.
—Ah~, Y-Yoongi idiota...~ — el pecoso pasó sus brazos alrededor del cuello del mayor, también lo rodeó con sus piernas, y dejó que lo llenara, al rubio no le costó demasiado encontrar su punto dulce y hacerle ver estrellas.
Minutos después, Jungkook estaba de nuevo molesto y Yoongi con un golpe en la cabeza, le pegó al saber que quería una segunda ronda, no era que no hubiera querido de verdad.
¡Pero deben de entenderlo!, sus caderas se iban a partir, su trasero no ha mejorado nada, las piedras del lago tampoco eran para nada cómodas, y su voz estaba ronca, ¡le dolía la garganta!
El pecoso hacia pucheros mientras se tocaba la espalda, también se acariciaba con cuidado, haber si mitigaba un poco el dolor.
—Yoon idiota, estúpido, tonto, eres un bruto, salvaje...— Jungkook decía todo lo que se ocurría, aunque no había ningún efecto en el rubio, no le entendía y las palabras no era tan fuertes, fue criado demasiado bien como para decir una grosería de una gran magnitud.
Miró como el rubio se internó en el bosque, y lo dejó pasar, no sabía que iba hacer, pero no le daba mucha importancia, y solo se dedicó a mantener el fuego encendido.
Ya estaba vestido y seco, con un poco de frío pero bien, estaba tranquilo. Un rato después el rubio volvió, tenía unas cuantas plantas en sus manos y el omega las reconoció.
Había varias plantas que relajaba el cuerpo y podrían ayudarle con su dolor, podría hacerse un buen té, lo malo es que todo le sabría amargo ya que no tenía miel.
—Gracias, al menos no eres tan bruto como te miras.— Jungkook tomó las plantas necesarias y las puso en un trozo de bambú con agua suficiente para acercarlas a la calor.
Así el bambú no se quemaba y el agua se hervía sin problemas. Cuando ya estuvo su té, tomó el bambú con cuidado y lo dejó un momento para que se enfriase un poco.
Después de un momento pudo tomar el bambú y tomar el té, sinceramente era horrible, el sabor amargo por las plantas era casi insoportable.
—Blee, fuera mejor si hubiera algo de miel, o leche, lástima que no hay nada.— Jungkook lamentaba varias cosas, una, era no tener algo bueno para que sus dolores se fueran rápido, y dos, no hablar el mismo idioma que el rubio.
Se hubiera ahorrado muchísimas cosas y malentendidos si supiera de que hablaba, podría decirle lo que necesitaba y lo que no y cosas así, también si hubieran tenido el mismo idioma le hubiera explicado al alfa como hacer un cortejo sin pasar directo a la creación de cachorros sin preparación, en parte.
—Tendré que idear alguna forma de que me entiendas.— murmuró el pecoso tomando otro trago de su té y haciendo una mueca, el rubio solo le miraba con una sonrisa y una ceja alzada, sabía que se burlaba de su sufrimiento.
Al fin aparezco por aquí, espero les guste 💕
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro