𓏲 Extra O1
Cuando Mina abrió la puerta de su casa a las 10 de la noche ese día, se sorprendió al ver a la chiquilla coreana al otro lado en el frío y con una mochila colgando de su hombro.
— ¿Winter-ah?— preguntó, rápidamente descartando que estaba alucinando cuando la adolescente de 14 años levantó la cabeza hacia ella— ¿Qué haces aquí? Dios, pasa antes de que te congeles.
Mina se hizo a un lado con la mirada preocupada, dejando a Winter pasar a su casa aún sin decir una palabra y aprovechando de mirar hacia afuera por si el auto de su suegra o el de Chaeyoung estaban aparcados allí, pero nada
— ¿Qué pasó? Son las 10 de la noche, ¿te vino a dejar mamá?— Preguntó, tomando el celular para avisarle a Chaeyoung que su hermana estaba aquí mientras Winter se quitaba la chaqueta y se quedaba en pantuflas.
— Eh... no... me escapé de ella— ante eso, Mina dejó el celular a un costado sin enviarle el mensaje a Chaeyoung y arrugó la frente en confusión.
— ¿Y qué te llevó a hacer eso?— Mina guió a Winter a la sala de estar, tomando la mochila pesada de la menor para dejarla a un costado y ambas sentarse en el cómodo sofá.
Winter miró a Mina con algo de vergüenza que no pasó desapercibida para la mayor, por lo que no dijo nada y esperó a que la niña le contara lo que sea que hubiese pasado para orillarla a escapar de casa y venir a la casa de su hermana. No era tan extraño en todo caso, Winter venía mínimo tres veces a la semana a su casa sin motivo alguno y a ellas dos no les molestaba para nada. Pero Winter jamás había llegado sin avisar, tan tarde y con una mochila a reventar detrás suyo, por lo tanto Mina estaba preocupada y aún más por el motivo que le dio hace apenas unos instantes.
— Eh... discutí- en realidad no sé si se puede tomar como discusión— Winter se rió algo nerviosa, confundiendo aún más a Mina y colocándola nerviosa a ella— Ehm... ella me encontró besándome con Karina y... y escapé cuando intentó hablar conmigo— soltó la menor finalmente.
Mina pestañeó un par de veces, procesando la información por unos segundos antes de aspirar aire y abrir los ojos desmesuradamente.
— Karina... ¡¿Karina?!— preguntó, viendo a Winter asentir apretando los labios — ¿Tu mejor amiga... la niñita que cuidé junto a ti?
Winter soltó una risita nerviosa ante eso, siempre que había oportunidad, Mina le recordaba cuando era una bebé y cuidaba de ella en el jardín infantil. Y terminó por asentir apretando los dedos de las manos.
— Desde que Chaeyoung unnie se fue de casa para vivir contigo eh... está siempre pensando que le gustaría tener un nieto y bueno... siempre he sentido que lo dice por- por mi— Mina prestó atención, viendo como Winter pensaba demasiado antes de hablar e intuyendo que era la primera vez que hablaba de aquello con alguien, por lo que se quedó callada aún intentando procesar— E igual ella ha querido que conozca a niños y me dice que a lo mejor estoy en edad de que me guste alguno pero... huh... no me gusta ninguno — Winter terminó por bajar la cabeza hacia su regazo, donde se encontraban sus manos apretadas contra su pantalón.
Mina se relamió los labios, teniendo el dulce flechazo de una vez, cuando Winter tenía 6, que fue reprendida por Chaeyoung por haber robado una galleta de la bandeja caliente casi quemando su pequeña manita, estando de la misma forma que ahora. Pero ahora era muy diferente todo, Winter estaba en plena adolescencia descubriendo realmente quien era, no estaba Chaeyoung, ni tampoco habían galletas de por medio, si no una chica que para terminar, había sido la mejor amiga de Winter desde el jardín de infantes.
— Winter— llamó Mina, con esa dulce voz característica de ella tan cálida y hogareña, logrando que la niña levantase la cabeza— ¿Te gusta Karina?— preguntó cautelosa
Winter le miró por un par de segundos con ojos empañados, respirando profundamente y con la cabeza hecha un lío. Mina se vio reflejado a si mismo en esa torpe imagen. Cuando fue adolescente igual había tenido sus dudas referente a su sexualidad muchas veces, y tuvo exhaustivas charlas con sus amigos de ese tiempo que la dejaban peor y más confundida de lo que estaba. Pero ya con 33 años, quería que Winter tuviese la confianza en ella para que le ayudase.
— Si unnie, me gusta Karina— su pecho se hinchó de orgullo al escuchar a Winter, si hubiese estado en su lugar, habría tardado meses en decirlo— Por eso la besé.
Iba a abrir la boca, pero ambos escucharon bolsas en el comedor y giraron la cabeza detrás del sofá, encontrando a una boquiabierta Chaeyoung en traje llegando del trabajo y con bolsas de lo que parecía ser comida encima de la mesa. Mina sonrió ante esa imagen, Chaeyoung lucía algo cansadita pero aún así se veía estupenda en traje con el cabello negro y largo peinado hacia atrás y jamás se cansaría de esa imagen, en cambio, Winter sintió como la sangre se le iba del cuerpo al notar los grandes ojos de su hermana mayor encima de ella.
— ¿Que tú qué?— preguntó Chaeyoung a Winter.
— Eh... uh... yo— balbuceó Winter, viendo como su hermana soltaba su maletín e iba hacia el sofá en una caminata rápida y efectivamente hacia ella.
— ¿Besaste a Karina? ¿te gusta Karina?¿quién es Karina?— empezó a preguntar atolondrada, agachándose frente a Winter antes de tomarle por los hombros y espantar a la menor— ¿No fue forzado? ¿no te obligó? ¿donde la conociste? ¿eres lesbiana? ¿por qué no lo sabía? ¿estás segura de eso?— Chaeyoung de pronto comenzó a zarandear a Winter, quien ya estaba mareada y ni si quiera podía responder a ninguna pregunta sin que la voz gruesa de su hermana le interrumpiese.
— ¡Chaeyoung!— gritó Mina, tomando las manos de su pareja para apartarlas de la pobre niña mareada — ¡Deja a Winter, la estás mareando!
— ¡P-Pero Mina!— Chaeyoung exclamó, mirando a su novia con los ojos abiertos como plato cuando ambas se levantaron y Mina la apartó del sofá donde Winter miraba a la nada— ¡A Winter le gusta-!
— Entiendo que seas sobreprotectora con tu hermano pero no lo seas tanto ahora, ¡ni la dejas hablar!
— ¡Pero Minari-!
Mina sujetó a Chaeyoung de la nuca y juntó sus labios en un choque torpe intentando callarla, las palabras de Chaeyoung muriendo contra su boca apenas comenzó a moverlos contra esos gruesos belfos que amaba en un vaivén suave que intentaba calmar el adrenalínico cuerpo de su pareja y además, darle un beso de bienvenida luego del trabajo. Sintió las manos de Chaeyoung escapar de la suya hasta su cintura y como esta se comenzó a relajar ante su toque y seguir aquel beso cariñoso sin llegar a demasiado, simplemente un suave movimiento que no duró tantos segundos más, hasta que Mina se separó y se permitió juntar ambas frentes y narices.
— ¿Más tranquila ahora?— preguntó Mina, recibiendo un asentimiento inmediato de Chaeyoung antes de sonreir y separarse para ambas volver a mirar a Winter, quien aún estaba sentada en el sofá, mirando a la nada y pestañeando con la boca entreabierta.— Chaeyoung, la dejaste medio tonta — soltó Mina, golpeando suavemente el brazo de Chaeyoung que estaba por su cintura antes de escuchar un quejido de su novia.
— Perdón, me tomó por sorpresa, mi amor— ante el cursi apodo, Mina volvió a golpearle con vergüenza de que Winter escuchase eso -aunque parecía no haberlo hecho, y llevaban cerca de 10 años llamándose así, Winter debía estar más que acostumbrada-.
— Ven, hablemos con Winter, ¿si?— Mina sujetó la mano de Chaeyoung y tiró de ella hasta que ambas se sentaron en el sofá frente a Winter, Mina estando más cerca de ella y permitiendo tocar a la pelinegra para sacarla de ese estupor de un sobresalto y que les mirase a ambas con algo de terror— Winter-ah, ¿nos puedes contar a ambas todo lo que te sucedió? prometo que Chaeyoung no se te tirará encima— escuchó un pequeño gruñido de Chaeyoung a su lado y le golpeó la mano con cariño, logrando una pequeña sonrisa de Winter.
La menor de las tres suspiró, mirando a sus mayores y titubeando un momento antes de comenzar a contar todo de nuevo, esta vez a su hermana mayor quien escuchaba atentamente.
— Cuando mamá nos encontró en mi habitación en pleno beso... Karina se fue casi al instante por la vergüenza y yo me quedé allí con ella— Winter se pasó las manos por el rostro bajo la atenta mirada de la pareja— Se veía enojada y comenzó a preguntarme cosas, cosas de las que ya ni me acuerdo, solo me aterré, no la dejé hablar y vine hacia acá, papá ni si quiera sabe que pasó cuando cerré la puerta y corrí— explicó sin dar demasiadas vueltas, quitando las manos de su rostro para sonreir con algo de pena— . Tengo miedo de lo que me diga, que no me apoye como te apoyó a ti o que quiera que esté con un chico, no lo sé— terminó por decir, mirando hacia la televisión apagada de la sala de estar y evitando aquellos dos pares de ojos.
Pasaron dos minutos de un silencio abrumador y una quietud espantosa, en donde Winter pensó mil maneras de escapar de allí o que toda esta situación terminara peor de lo que pensó. Pero se sorprendió al escuchar una risa tonta provenir de su hermana, por lo que se giró hacia ella, sorprendiendose más cuando vio tanto a su hermana como a Mina sonreir con ternura.
— ¿Qué estás diciendo, Winter?— empezó Chaeyoung— ¿Por qué crees que ella no te apoyaría? Sería muy tonto si mamá no lo hiciese, porque si no tampoco me estaría apoyando a mi— se apuntó a si misma junto a Mina, quien asintió cerrando los ojos.
— Además, ella se está adelantando mucho a los hechos, ¿Por qué piensa que no va a tener un nieto de nosotras dos? Sabe que me gustan los niños y definitivamente quiero uno— Mina habló esta vez, logrando que Chaeyoung le mirase confundida.
— No hemos hablando de tener un bebé— murmuró.
— No necesitamos hablarlo, Chaeyoung, quiero un bebé y voy a tener uno cueste lo que cueste, fin de la discusión— Mina le respondió sin mirarle sonriendo, causando que Winter carcajeara ante el ceño fruncido de su hermana.
Chaeyoung sacudió la cabeza, pasando de eso antes de volver a Winter y pensar bien sus palabras antes de abrir la boca.
— Capaz ella ni estaba enojada, Winter, o capaz si pero no porque eres lesbiana y te gustan las mujeres, si no porque no le habías dicho, no lo sé, dijiste que no la dejaste hablar, ¿cierto?— Winter asintió, dejando de reir y respirando con fuerza— . Deberías contarle todo lo que nos contaste a nosotras y abrirte con ella, ella entenderá, estoy segura de eso— Chaeyoung intentó tranquilizarle.
Winter apretó los labios, asintiendo algo nerviosa ante la simple idea de hablar con su madre, y sintiendo la mano de Mina sobre la suya brindándole apoyo.
— Y si no lo hace, sabes que Chaeyoung y yo te tendremos las puertas abiertas de casa
Winter cerró los ojos ante eso, sintiendose reconfortado y sin poder evitar tirarse a ambas mayores y apresarlas en un abrazo apretado que les tomó por sorpresa, pero que recibieron y devolvieron con la misma fuerza.
Winter se sentía afortunada de tener a Chaeyoung como su hermana y a Mina como su cuñada, eran sus otras mejores amigas a pesar de la diferencia de edad y su refugio cuando en su casa no se sentía cómoda
Sintió la risa burbujeante de Mina al separarse, ella quedando comicamente en el sofá en medio de la pareja y mirándoles con los ojos empañados. Mina le acarició el cabello, antes de levantarse.
— Voy a ir a calentar la comida que trajo Chaeyoung para cenar, ¿les parece?— ambas hermanas Son asintieron ante eso. Mina desapareció tomando las bolsas hacia la cocina.
Las hermanas se quedaron en el sofá, viendo hacia la puerta de la cocina durante unos instantes donde había desaparecido Mina. Chaeyoung respirando enamorado por lo dulce que era su novia y como amaba estar en casa con ella. Hasta que recordó algo que había olvidado preguntarle de nuevo a Winter.
— Oye bestia— se giró hacia su hermano— . Nunca me dijiste quien era Karina.
Winter le miró como si le estuviese gastando una mala broma, pero solo tuvieron que pasar dos segundos mirando la cara de confusión de la mayor para darse cuenta de que lo decía en serio.
— Unnie... es mi mejor amiga desde los 4 años...— murmuró Winter con el ceño fruncido.
— ¿En serio? ¿Y por qué no la conozco?
— ¡Yah! ¡Unnie!— Winter le golpeó enojada, ¿cómo no se acordaba de Karina?— ¡Incluso lo invité a almorzar una vez acá!
— ¡No me acuerdo, te lo juro bestia!— le gritó de vuelta.
Mina miró la escena desde la puerta de la cocina con gracia mientras calentaba la comida, repitiéndose a si misma lo mucho que amaba a las hermanas Son.
— Creo que estaba demasiado agotada porque ya se durmió en la habitación invitados— Chaeyoung murmuró entrando a la cocina donde Mina lavaba los platos, acercándose a pasos cortos y con el pijama puesto hacia su novia y abrazarla por la espalda, apoyando suavemente la barbilla en el hombro contrario mientras le miraba lavar los platos.
— ¿En serio? Oh... yo quería ver una película con Winter, aunque me imagino lo cansada que estaba si vino caminando desde la casa de tus padres hacia acá— Chaeyoung asintió, apretando la cintura de Mina con cariño.
— Mejor así, así tenemos un tiempito las dos juntas — murmuró de nuevo, escuchando una risita pequeña de Mina— ¿Te gustó la pasta que traje?
— Mhm, estaba deliciosa, amor— Mina limpió el lavaplatos sin mirar a Chaeyoung, sintiendo esos dedos acariciando su plano estómago.
— Quería tener una cena romántica contigo hoy pero bueno, no se pudo, al menos te gustó la comida— Chaeyoung se encogió de hombros, y Mina le miró de reojo.
— ¿Cena romántica? Uy, ¿me estoy olvidando de alguna fecha?— preguntó curiosa, tomando otra taza sucia de al lado, Chaeyoung negó— ¿Y entonces a qué se debía este intento de cena romántica?
— ¿No puedo hacer algo romántica para mi novia?— Chaeyoung sonrió, contagiando a Mina antes de refregar la punta de su nariz detrás de la oreja de esta — Aunque si hay un motivo.
— ¿Y cuál es ese motivo, si la señora Chaeyoung me puede decir?— Mina arqueó una ceja, dejando un plato en la rejilla para que estilara.
— ¿Quieres saberlo?— Mina asintió— Mmm no lo sé, tal vez tenga que planear otra cena romántica.
Mina bufó, rodando los ojos y terminando de lavar los palillos utilizados ante lo complicada que era su novia.
— Anda, Chaeyoungie, ¿qué me quieres decir?— Chaeyoung tarareó una canción solo para molestarla.
— Capaz pueda llevarte a comer comida tailandesa... o peruana— pensó en voz alta, exasperando a la curiosa Mina.
— ¿Por qué tanto misterio? ¿Acaso me quieres proponer matrimonio?— preguntó en broma, esperando a que al fin Chaeyoung le dijese lo que sea que le quisiera decir. Pero Chaeyoung se quedó callada luego de eso durante un largo rato, hasta sus dedos se dejaron de mover encima de su estómago y cayeron hasta la encimera— ¿Chaeyoung?— preguntó Mina, secando con un trapo el lavaplatos, pero Chaeyoung seguía sin hablar y su curiosidad ya era demasiada, así que terminando de secar el lavaplatos, dejó el trapo a un lado y giró la cabeza hacia Chaeyoung finalmente, tomándole por sorpresa la sonrisa cómplice y traviesa de su pareja— ¿Chaeyoung...?— preguntó, ya algo asustada.
De pronto, Chaeyoung apartó su mano derecha de su estómago y la llevó hasta el bolsillo de su pantalón de pijama, sacando de este una caja antes de dejarla encima de la encimera justo al lado de la mano de Mina quien miró todo eso con ojos curiosos. La caja era pequeña, de terciopelo azul rey y con el característico cisne de Swarowski impreso arriba. No le tomó más de cinco segundos para que conectara puntos, y ahogó un grito, llevándose las manos a la boca y subiendo la mirada hasta un sonriente Chaeyoung.
— Es broma— susurró, sintiendo enseguida las lágrimas empañando sus ojos.
— No lo es— Chaeyoung negó, apartándose de Mina para tomar la cajita nuevamente entre sus manos y colocar una de sus rodillas en el suelo, flexionando la otra y extendiendo las manos hacia un tembloroso y llorón Mina. Abrió la caja con cuidado, revelando un precioso anillo de oro blanco con un diamante grande y brillante incrustado encima— Mina, ¿te quieres casar conmigo?— preguntó, casi con temor pero sin borrar esa sonrisa.
Mina sintió las mejillas húmedas ante la imagen, su novia de hace una década, con quien se planeaba a futuro en tener una familia y con quien ya vivía y amaba más que a nada, le estaba pidiendo matrimonio luego de una fallida cena romántica, una conversación con una adolescente confundida, ambas en pijama y con ella terminando de lavar la vajilla de la cena.
La situación era tan torpe e inapropiada, pero tan Chaeyoung y Mina que terminó por llorar y asentir emocionada pensando que todo era perfecto.
Ni si quiera sintió bien cuando Chaeyoung le colocó el perfecto anillo en su dedo, solo pudo repetir lo mucho que la amaba al ser abrazada y besada apoyada en la encimera de su cocina a las 12 de la noche.
— Te amo, te amo, te amo te amo te amo— susurró con los labios temblorosos, dejando pequeños picos en los labios de Chaeyoung quien solo se dejaba hacer con una sonrisa grande y le limpiaba las lágrimas con sus pulgares.
— Y yo a ti, mi vida— le susurraba de vuelta en cada ocasión, llenando su corazón de amor.
— Oh dios, ¡Me voy a casar! — gritó de nuevo— ¡Tengo que contárselo a Nayeon!— Chaeyoung rió entusiasmada cuando Mina se apartó de ella en busca de su teléfono. La vio torpe agarrarlo entre sus manos en la isla de la cocina y marcar el número de Nayeon en una videollamada, tardando un poco en contestar y encontrándose al otro lado de la linea a una adormilada Nayeon recostada encima del pecho de Jeongyeon-quien para variar, estaba enfurruñado- en la cama, suponiendo que estaban durmiendo antes de que Mina les llamara— Par de tórtolas, ¡Me voy a casar con Chaeyoung!— gritó hacia la cámara, mostrando su mano con el brillante anillo hacia el par que miraba todo con los ojos entrecerrados.
Cuando Chaeyoung escuchó el grito de Nayeon luego de unos segundos, volvió a reir contenta, viendo lo emocionada que estaba su ahora prometida con su mejor amiga y decidiendo que era la mejor imagen que había visto en años.
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