Martes...
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Después de un día agotador de clases y reclamos. El chico más apuesto de último año decidió darse la vuelta, antes de llegar a la guardería.

Uzui que pasaba por las tiendas más estravagantes de ropa, había comprado un hermoso vestido junto a un broche, que simplemente sabía para quien era. Una fuerte emoción le recorría el cuerpo de solo pensar como se vería la pequeña niña de ojos rosas, era espectacular.

Y sin darse cuenta pudo divisar a Kyojurou comiendo grandes cantidades de comida junto a Obanai. Al parecer estaban compitiendo.

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Al llegar a la guardería, busco a Nezuko como si fuera su presa. Cuando la encontró rápidamente se la llevó para cambiarle el vestuario, siendo que al llegar Sanemi juntó a Kyojurou, quedaron deslumbrados.

Uzui presumía a la bebé Nezuko demanera extravagante. La hermosa bebita de ojos brillantes modelava aquel vestido comprado por Uzui, caminando lentamente con sus manitas en la cintura.

Sanemi mostraba una sonrisa al verla tan hermosa como siempre. Kyojurou tomaba fotos a la pequeña pues eran tan tiernas sus acciones. Por otro lado dos chicas aplaudían de ver el modelaje de la pequeña.

- ¡Oh, Nezuko se ve más hermosa que antes! - entusiasmado dijo Sabito al mirar a la pequeña. - Es tan tierna que me dan ganas de comerla - dijo en un tono juguetón, pues así siempre le decía a ella y su hermana menor Makomo.

En ese momento Sanemi agarro a Nezuko alejándose del chico de cabello rosado.

- ¿Ocurre algo Sanemi-kun? - cuestionaron al mismo tiempo Giyuu y Shinobu.

- No dejaré que ese chico vuelva a tocar a mi bebé.

Todos los que estaban alejados de Sanemi, voltearon a verse. Confundidos lo miraron sorprendidos -: ¡¿Tú bebé?! - cuestionaron casi en gritos.

Fugandose evitando decir algo, Sanemi trato de ocultarse, ya que Kyojurou lo atrapó en minutos. El pelo blanco no dejaba que le quitarán a la pequeña, pues sin duda se encariñó mucho con ella.