cap 6
Esa misma noche los chicos hicieron una investigación rápida, y todo eso era verdad, el fragmento destruyo el pueblo donde vivía Kubo, notando que bastantes personas murieron ese día, Valentina encontró un documento que decía los nombres y edades de las personas que habían fallecido, al entregarle a Leo, este tuvo la esperanza de no encontrar el nombre de Kubo, pero mientras pasaba las paginas y encontraba los nombres de sus amigos encontró los nombres de Hiro y Kyle, unas páginas más adelante encontró el nombre de Kubo Nakamura.
-Leo piensa en cuantas personas deben tener el mismo nombre y apellido que él, debes estar confundido, ya que... murió hace tres años-
-hace tres semanas, me pidió que viera el cometa con el- pronto recordó lo que Raider le había dicho la ultima vez que lo vio -que... que estaba...-
Lograron encontrar un hospedaje y ambos amigos decidieron dejar solo a Leo para que pensara lo que había pasado, mientras miguel tenia una llamada con sus amigos, para decirle que pronto volverían a México, ellos aprovecharon para saber como se encontraba Leo, si encontró lo que buscaba, a lo que Miguel negó y digo que se encontraba bastante deprimido por lo que estaba pasando, pronto fue interrumpido por Valentina, a lo que colgó para ver como se encontraba su amigo.
-cómo se encuentra-
-no a dejado de investigar sobre lo que paso en Itomori, se ve bastante afectado por lo que paso- Valentina noto lo triste que se sentía Miguel -se nota que son muy buenos amigos-
-si, si la verdad es que si-
-sabes yo sentía algo por él, es por eso que decidí acompañarlo, encontrar y conocer a la persona que lo hacía feliz, pero a veces era raro ya que unos días actuaba atento y cariñoso y otros...-
-actuaba como siempre, gruñon y tacaño- los dos se rieron -sabes, cuando el estaba así de raro, yo también sentía cosas por él, supongo que los dos teníamos el mismo motivo para hacer el viaje-
-verlo tan empeñado buscando a ese alguien... perdimos la batalla y no pudimos conocer a nuestro oponente-
Leo se estaba rindiendo, estaba entrando al boq de notas viendo si las notas de Kubo volvían, pero todo se encontraba vacío, rápidamente pensó que todo era un sueño, una simple alucinación, pronto se creó la teoría de que conoció el paisaje, porque vio las noticias hace tres años y que lo que vivió en ese lugar solo fue producto de su imaginación, de una imaginación que le hizo vivir la vida de... un fantasma, Leo quiso recordad la vida de aquella persona, pero algo se lo impedía, no recordaba el nombre de la persona, pronto Valentina entro a la habitación.
-Miguel menciono que iba a tomar un baño y tu deberías hacer lo mismo-
-Val, me quiero disculpar con ustedes, yo... yo se que actúe extraño estos días y no me di el placer de darles las gracias por cuidarme-
-no debes porque preocuparte igual, fue una bonita experiencia y conocer otra cultura sigue siendo bastante interesante- tomo el libro donde mencionaba el desastre de Itomori y al pasar la pagina noto un apartado especial que hablaba sobre las tradiciones que había en ese pueblo -hilos trenzados, parecen como manillas, como tu pulsera-
-que, esto, no me gustaría mentirte, pero si esta igual al de las fotos, recuerdo que alguien me lo dio y desde entonces lo uso como amuleto de la suerte- pronto se quedo pensativo, intentando recordar quien le entrego esa pulsera.
-oye, ya es bastante tarde y no has dormido bien estos últimos días, que dices si descansamos-
-si, espera, yo recuerdo, recuerdo que alguien me dijo sobre que los hilos representan el pasado, presente y futuro, se enredan y retuercen, se desenredan y conectan y eso es el tiempo, tal vez si puedo -rápidamente saco un mapa localizando donde estaba el santuario, esa noche se quedo dormido y una voz lo llamaba; "Leo, Leo, Leo, Me recuerdas" se despertó al escuchar lo último.
A la mañana siguiente Valentina se despertó bastante temprano encontrándose una nota.
Chicos me quedare unos días mas en Japón, logre reprogramar mi vuelo, ustedes regresen a México sin mí.
Att: Leo
Valentina no pudo evitar sentir pena por su amigo, pero ya no se encontraba en la habitación, ya no podía hacer nada. Leo se volvió a dirigir al destruido pueblo con la esperanza de encontrar el santuario intacto, logro conseguir algo de comida gracias a la solidaridad del señor, y le menciono que tenga cuidado con lo que valla a hacer, agradeció y comenzó su viaje recordando el camino que siguió la ultima vez; trazando mapas y escampando de la lluvia, estaba decidido a encontrar lo que estaba buscando. Repitiendo una y otra vez lo que significaba una unión intentando no olvidar, hasta que al fin lo logro, encontró aquel santuario que visito en sus sueños -si existe, si existe, no lo imagine- lagrimas comenzaban a caer por la cara de Leo a lo que rápidamente se las seco y comenzó a bajar hacia el santuario "hacia adelante se encuentra el inframundo", llego a aquella cueva encontrándose con el sake de Hiro y el de la derecha era suyo.
-esto fue hace tres años, antes que el cometa cayera... así que cuando intercambiamos... también lo hicimos hace tres años y de alguna forma nuestro tiempo se enredó, esto es una parte de el- destapo donde se supone que se encuentra el licor y se sirvió un poco en la tapa -Musubi, si es verdad que el tiempo se puede desenredar, por favor dame esta oportunidad- al tragar el licor no noto nada especial, espero un rato, pero no sucedió nada así que dispuesto a irse, se paró, pero antes de dar el primer paso callo, notando así que dentro del santuario había un cometa, al tocar el suelo pudo sentir como si se transportara a otro lugar y su pulsera se volvía parte del cometa.
-shsh, ya mi pequeño Kubo, no llores- vio a una mujer de cabello largo y negro acostada en una cama junto a un bebe.
-jajaja, postura mi pequeño escarabajo, recuerda que los samuráis tienen posturas intachables- pronto vio a un niño practicando con una katana y frente a el un hombre que igual sostenía una.
Pronto la imagen de una familia se hizo presente y alguien que decía "ustedes son mis dos grandes tesoros"
-Kubo, hijo te presento, el es Hiro Hamada y su hermano Tadashi Hamada, de ahora en adelante ellos te acompañaran en hacer los rituales- la voz de un señor viejo se hizo presente y unos jóvenes aparecían en la imagen.
Pronto esos recuerdos felices cambiaron a unos más tristes, la mujer que vio al principio se encontraba en una cama de hospital y pedía perdón a su hijo y esposo.
Kubo se encontraba bastante decaído y lo estaban acompañando Hiro y Tadashi. Su padre se encontraba devastado se culpaba por la muerte de su esposa.
-tienes que ser fuerte Hanzo-
-¡QUE IMPORTA EL ALTAR!- se escuchó al hombre gritar mientras que Kubo escondido veía porque su padre y abuelo discutían.
-Hanzo escucha ahora, tu debes hacerte cargo del altar-
-yo amaba a mi esposa no al altar Nakamura... yo ya no soy mas parte de esta familia- Kubo veía como su padre salía, poco a poco de su vida.
-Kubo, de ahora en adelante vivirás conmigo y cambiaremos tu apellido Yamata por el de tu madre, mantendremos vivo su recuerdo-
Hiro y Kubo se encontraban abrazados el uno al otro, los dos vestidos de negro habían perdido mucho esos años.
Ese fue el ultimo recuerdo que vio Leo, antes de volver a ver los recuerdos de Kubo cuando compartían recuerdos, vio cuando escribió su nombre en la mano, cuando pelearon por entrometerse en la vida del otro, incluso las ocasiones donde Kubo debía pedir perdón por el comportamiento de Leo.
-Hiro necesito que me cubras tres días-
-que tres días, adonde piensas ir o que-
-me voy a México-
-que espera, pensemos esto mejor con la cabeza fría-
Kubo pedía a su abuelo que le cortara el cabello, pronto escucho como Kubo hablaba con alguien sobre ir a ver el cometa, en ese momento callo en cuenta si Kubo iba a ver el cometa el iba a morir así que comenzó a gritarle de que no valla, su ultimo recuerdo fue el momento exacto cuando el cometa choco en el pueblo de Kubo.
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