No- Au.

Seudo canon.

Detalles: antes de que Muzan llegará a la sede de los cazadores.

_____________________________________

- ¿Hay alguna forma de que cambies de opinión?

Kagaya Ubuyashiki mejor conocido como Oyakata-Sama estaba recostado en la sede los cazadores de demonios.

Mientras la luna se alzaba en el cielo nocturno las criaturas del bosque salían y otros peligrosos salían a dar un paseo.

Su esposa Amane Ubuyashiki estaba sentada a su lado y sus hijas Hinaki y Nichuka Ubuyashiki estaban a su lado con una expresión sin emociones.

-No.- Respondió.

- Gracias.- dijo Oyakata-Sama.

- Y ustedes hijas- Preguntó teniendo su vista en la nada y todo a la vez.

- No, estamos dispuestas a lo que sea padre.- dijeron sus hijas al unísono.

- Espero que Kiriya este bien.- dijo Oyakata-Sama refiriéndose a su hijo.

- Nadie está listo jamás para ser jefe, eso es algo que solo se sabe haciéndolo y tu lo sabes bien.- dijo su esposa.

- Desearía poder hacer más- dijo Oyakata-Sama con tono triste.

- Has hecho todo lo que te fue posible- dijo su esposa.

- Gracias- lágrimas salieron de los ojos de Oyakata-Sama.

- ¿Por qué lloras padre?- Pregunto su hija Hinaki.

- ¿Tienes miedo a la muerte?- Preguntó Nichuka.

- No, lloró porque estoy feliz, pero también estoy triste- Oyakata-Sama dejo escapar un suspiro- Estoy triste porque no podré ver a mis hijos prosperar.

- ¿Y por qué estás feliz?- Preguntó su esposa conociendo la respuesta.

- porque nunca, en todas las generaciones de cazadores habíamos estado tan cerca de vencer a Kibutsuji Muzan.- dijo el Patrón.

- Padre, ¿Qué se siente haber vivido tanto?- dijo Hinaki a su padre sin emoción alguna.

- Es confuso, entre más vives vez como el mundo cambia a tu alrededor.- dijo Oyakata-Sama compasivo.- Tengo que disculparme con ustedes.

- ¿Por qué?- Preguntó Nichuka.

- Si no fuera por mí quizás tendrían vidas normales.- dijo Oyakata-Sama.

- Tu eres nuestro padre.- respondieron al mismo tiempo sus hijas.

Oyakata-Sama tuvo que admitir que ese comentario había sido algo tonto quizás la muerte lo hacía delirar.

- ¿Y tu Amane?, nuestro matrimonio fue arreglado tu tienes un cuerpo fuerte a diferencia del mío.- dijo Oyakata-Sama a su esposa.

En todos sus años juntos ella nunca se a quejado de su vida ni una vez.

- Nuestra vida no es culpa tuya, tu eres solo un eslabón en una gran cadena que tiene de objetivo derrotar a Muzan Kibutsuji.- se acercó y puso su frente con la de su esposo.

No importaba que Kagaya no pudiera ver con sus ojos, podía sentir su alrededor gracias a sus años de ceguera.

Sus corazones latían a un son que nadie podría comprender, cada amor tiene un sonido diferente.

Ninguna historia es igual, solo las personas que forman parte de esa relación conocen ésa sensación, pero solo si sus corazones están listos para aceptar a una persona en su vida.

- Nuestra vida a sido lo más maravilloso que me pudo haber pasado.- dijo Oyakata-Sama su soltando lágrimas a través de sus ojos blancos.

- No llores padre.- dijo Hinaki a su padre.

- Nuestro último encuentro con Muzan será en un par de horas.- dijo Nichuka.

- Tienen razón, me alegro de que me devolvieran al presente.- dijo Oyakata-Sama limpiándose sus lágrimas de sus ojos blancos.

"Mis hijos, por favor no permitan que este sacrificio sea en vano, derroten a Muzan, que todos los que a muerto no sean envano, Kanae, Rengoku... Todos... Lo siento"

____________________________________

¿Qué les parece?

Esto fue algo que se ocurrió, ya que con esta pareja no pude pensar en nada feliz.

Se me hizo un nudo en la garganta, cualquier que haya tenido un ser querido que les enseño todo, pero ya no está con nosotros.

Sin más me despido con una imagen: