¡Mierda!

¡Mierda, mierda, mierda!

En cuanto se quedó sola, Jinsol se quitó la ropa y se metió en la ducha para intentar calmarse. Puso el agua fría, quizá para congelar el recuerdo de la boca de Jungeun sobre la suya, sus manos, su sabor, el olor a primavera de su cuello, a lluvia y a hierba fresca.

Cómo su rostro se había quedado de piedra y sus ojos ardientes habían perdido todo el brillo hasta convertirse en un azul apagado, en el instante en que Jinsol le pidió que mantuviera en secreto lo que acababa de ocurrir.

¿Por qué lo había hecho?

Porque Chaewon se habría vuelto completamente loca, por eso.

Una no se enrollaba sin más con la hermana distanciada de su mejor amiga para después anunciar a los cuatro vientos que habían sido los quince minutos más sensuales que ha experimentado en su vida, incluyendo la vez en que Jaebeom y ella follaron por frustración en la mesa del patio de atrás de su casa hacía tres años mientras su madre había llevado a Yerim al cine. Esa noche, ni siquiera se había corrido, Jungeun ni siquiera se había aventurado por debajo del hueso de su cadera y aun así se sentía a punto de explotar bajo el chorro del agua.

Pero no importaba.

No importaba que hubiera sido mucho más que besarse y tocarse, o que incluso una hora después, mientras yacía en la cama sin pegar ojo, siguiera más mojada de lo que había estado en toda su vida, con el cuerpo zumbando y temblando como un cable en tensión.

Nada de eso importaba porque lo que había ocurrido esa noche no volvería a ocurrir. No podía volver a ocurrir. Jungeun vivía en Nueva York. Se iría en menos de dos semanas, para una gran exposición en un museo importante nada menos. No le iban las relaciones. Lo sabía por Chaewon, igual que sabía que no se preocupaba por nadie más que por sí misma; nunca lo había hecho.

Agarró la almohada que había usado Jungeun y la arrojó al otro lado de la habitación. Después se levantó de la cama y puso el aire acondicionado a tope, con la esperanza de que el frío la distrajera de recordar la mirada de la otra mujer cuando le había hablado de Jiyeon y de hacerle una foto a Jinsol a orillas del río. Una mirada que parecía justo lo contrario a no preocuparse.

N/A

Por alguna razón que nunca voy a entender este capitulo es asi de corto, es simplemente esto, no lo sé yo solo adapto jksjdakdkasdad