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◍Diseño 5◍


Un nuevo día había llegado, todos aún estaban despiertos, pese a que habían decidido hacer guardia por turnos, más nadie pudo descansar. Estaban muy preocupados por su joven amo, cada día su cambio era tan radical. Ya no había ni rastro de aquel gallardo hombre que emanaba tanta seguridad y hacía temblar de miedo a quien lo retara, sólo con su mirada intimidante. También extrañaban su lado dulce y atento, el que sólo mostraba dentro de la privacidad de su hogar.

En cambio ahora parecía ser otra persona, apagada y sin brillo. Creyeron que su etapa de depresión pasaría de un momento a otro, pero por lo ocurrido. Temían porque ese día nunca llegara.

—Debemos mudar todo hoy mismo, no podemos esperar más— habló Namjoon en la pequeña reunión que tenían en la habitación improvisada, donde su joven amo aún dormía.

—Estoy de acuerdo— apoyó el señor Lee.

—¿Pero qué fue lo que pasó? Sigo sin entender ese cambio tan radical—  la señora Park expuso lo que la mayoría en esa habitación se preguntaba.

—No lo sé, el joven amo ha estado depresivo, más nunca nos había hablado así— la señora Woo soltó una lágrima al recordar que los ojos de su joven amo expresaban más dolor y furia que nunca.

—Así es, pero lo más extraño fue que cuando pusimos esas flores, él se calmó y miren sigue durmiendo como si no hubiera pasado nada malo— Jimin apuntó a la cama de Seokjin que aún tenía las flores de Glicinias.

—¿Cómo supo que eso ayudaría?— la señorita Khang dirigió la pregunta al mayor de todos los presentes.

—Bueno, no sé si han escuchado de la leyenda de la Glicinias— todos los jóvenes negaron, mientras que las dos mayores pusieron un gesto de asombro.

—Son muy jóvenes para saberlo, hace mucho tiempo esa leyenda fue muy popular y por eso todos tenían aunque una plantita de Glicinias en su casa— se acomodó mejor al ver que todos lo miraban con atención, instándole a que les cuente dicha leyenda.

—Bien, les contaré— respondió sonriente ante el pedido silencioso de su público.

—Cuenta la leyenda que hace mucho tiempo, los dioses vivían entre nosotros, como signo de humildad. Pues pese a ser superiores no quisieron hacer diferencias con nosotros. Lo que llevó a que muchos se enamoren de humanos y así nacieron los llamados “semidioses” ya que eran producto de un dios y un humano.

»La Diosa Luna, más conocida como Madre Luna, estaba muy feliz al ver que su creación convivía en armonía con los demás dioses –sus hijos–, como iguales. Todo iba bien hasta que el Dios Sol, o más conocido como el Padre de la Luz, no le gustó que sus hijos –los dioses– estuvieran conviviendo con las creaciones de su antigua pareja, la Diosa Luna. A diferencia de la bondadosa diosa nocturna, el dios diurno era muy orgulloso y  déspota. Por lo que estableció crueles reglas con sus hijos respecto a los humanos, logrando que todos se replegaran y tenían prohibido mezclarse con ellos. Familias enteras se separaron y el caos empezó a reinar. La Madre Luna indignada por el actuar de su pareja, logró llegar a un acuerdo para acabar con la desdicha y el caos. Enfrentó al Padre de la Luz, con su reclamo de la ley universal, mantener todo en equilibrio.

»Ella se encargaba de los humanos y el señor de la Luz, se encargaba de los dioses. Nadie tenía permitido dañar al protegido del otro, eso mismo les llevó a que nadie podía tocar a los semidioses que caminaban en la tierra. Pues pertenecían a ambos mundos, ellos serían la prueba más grande de ambos. La única forma de mantener el equilibrio que el universo requiere, o terminarían todos desapareciendo por exceder y romper la balanza del orden de la vida.

—¿Y qué pasó con los semidioses?— preguntó Jimin, bastante metido en la historia, al igual que todos los presentes.

—Se dice que, para no seguir alterando el equilibrio que se luchaba por mantener, borraron la memoria a todos los que quedaban con vida.

—¿Acaso ser un semidiós, no los hace inmortales?— dudó la señorita Khang.

—Lo son, siempre y cuando no se dañe su esencia o su alma. El único modo de terminar con la “vida” de un semidiós, es tomar su alma que los hace humanos. Sin ella, no pueden seguir en este plano, no mueren como tal, pero ya no pueden poseer un cuerpo humano.

»Se dice que se transforman en energía pura gracias a su esencia. Aunque también hay creencias de que existen otros dioses o seres despreciables y malévolos que se alimentan de esa esencia.

—¿Dioses comiendo a otros? ¡Por la Madre Luna, pero qué asco! ¡Es como si un humano se comiera a otro!— Namjoon hacia gestos de querer devolver lo que no había en su estómago.

—Así es, al menos eso decían antiguamente. Muchos creían en estos seres despreciables, no solo que se comían a los dioses o semidioses que pudieran. Sino que, también se comían las almas o corazones de los humanos. Los llamaban, los “entes malignos”, ya que los había de todos los tipos y formas. Unos más inofensivos que otros, pero todos tenían en común el dañar a los seres de esta tierra.

»Son conocidos con muchos nombres alrededor del mundo, unos les dicen demonios, otros los llaman yokai. Más todos coinciden que estos viven en el Inframundo, que es el tercer círculo del universo. Logrando así el ansiado equilibrio, pues todo lo que vive, un día debe morir y las almas que nacen gracias a la Madre Luna –en el Supramundo–, cuando cumplen su ciclo en la tierra, deben viajar al Inframundo para luego vivir allí otro ciclo, hasta poder retornar al Supramundo y la Madre Luna les otorgue nacer nuevamente.

—¿Y el Padre de la Luz, no hace nada?— Jimin puso cara de indignación. Todos los presentes soltaron a reír —¿Qué? Sólo preguntaba— hizo un puchero sintiéndose tonto de repente.

—El Padre de la Luz, como dije, debe encargarse de los dioses. Debe vigilar que cumplan con la regla de “no romper el equilibrio” y si alguien lo hace, él los castiga tomando su esencia y encerrándolos en vasijas que se dice tiene de colección.

—Que miedo— la señorita Khang se estremeció, sacudiendo su cuerpo exageradamente.

—Por eso se dice que él es un ser muy déspota, se hace lo que dice y no da su brazo a torcer. Si no le conviene, simplemente cambia las reglas y ya.

—Qué bueno que no es el que nos debe “cuidar”— Jimin hizo un gesto de comillas con las manos.

Todos asintieron en acuerdo con el menor.

—Muy linda la leyenda, pero… ¿Qué tiene que ver con las Glicinias?— Namjoon estaba interesado en eso y un poco cansado de que aún no explique esa parte.

—A eso iba— se quejó el señor Lee y las señoras soltaron pequeñas risitas.

El señor Lee carraspeó un poco, llamando la atención de todos y prosiguió.

—Como les decía, ese fue el trato al que llegaron ambos padres de la luz y la noche. Por lo tanto, el Padre de la Luz ordenó a todos sus hijos a volver a sus dimensiones sin dañar a los humanos, advirtió al dios del caos que no siguiera incitando a sus hijos con comerse las esencias de los semidioses. Ya que, ahora no podían tocarlos.

»El dios del caos estuvo inconforme pues ello le había dado mucho gusto y poder, más no tuvo elección que obedecer pues no quería ser atrapado en los jarrones del Padre de la Luz. El caos que hubo hasta ese momento, comenzó a calmarse, los humanos al igual que los semidioses, fueron despojados de los recuerdos que los vinculaban entre sí.

»Los años pasaron y todo parecía regresar al equilibrio necesario, más nadie pudo anticipar lo que pasó después. Se dice que uno de los hijos del dios del caos, se reveló a los las reglas y comenzó a devorar almas a parte de los corazones que solía consumir. Todo hubiera sido perdonado, de no ser que comenzó a cazar a los semidioses.

»El Padre de la Luz y la Madre Luna estaban furiosos con el actuar de ese hijo del dios del caos. Como tampoco lo podían tocar por ser un semidiós, el Padre de la Luna castigó al dios del caos, encerrándolo en el jarrón, por no saber controlar a uno de sus hijos. Mientras que la Diosa Luna tomó su parte humana como castigo. Eso lo convirtió en un ser sin alma ni corazón, siendo solo un esencia que de deambulaba en las dimensiones.

»Se dice que el último semidiós al que atacó, logró ser salvado por su padre, un dios del amor que aún permanecía en la tierra, gracias al gran bien que hacía a los humanos. Más cuando su hijo se vio atacado y engañado para ser despojado de su esencia, hizo un trato con la Madre Luna, pidiendo que salvara a su único hijo, a cambio él daría su vida para siempre proteger a la creación de la diosa –los humanos–.

»La Madre Luna conmovida por la determinación y amor incondicional del dios que le imploraba por ayuda, selló el trato, salvando lo que pudo de la esencia de su hijo antes de ser consumida y poniéndola en los árboles de esa zona –las Glicinias– donde también colocó la esencia del dios de amor que había implorado por la ayuda. Creando de ese modo una poderosa barrera contra esos entes malignos, por la determinación del dios del amor que era proteger a todos para que nadie pase por lo que su hijo pasó. Agradeciendo a la Madre Luna por permitirle vivir con parte de la esencia de su hijo que había logrado salvar.

»Todos conocían a esta parte de la leyenda como: “El hechizo de amor verdadero” ya que se dice que sólo aquel que logre encontrar al hijo del dios del amor y pruebe que sus sentimientos son reales y fuertes, podría sacar la esencia de las flores de Glicinia y devolverle de esa manera a la vida.

—Momento, eso no tiene sentido. ¿Cómo puedes demostrar que amas a ese dichoso hijo, si se supone murió? ¿Si las Glicinias son las que tienen la esencia que se supone lo traerá a la vida? Algo está mal ahí— protestó Jimin al encontrar mucha incoherencia en esa parte de la susodicha leyenda.

—Bueno, eso no puedo responder. No lo sé, eso dice la leyenda. Quizás algunos datos estén erróneos— respondió el señor Lee, encogiéndose de hombros.

—Además no creas todo lo que dice la leyenda, puede que ello sólo haya sido inventado para que no maten a los árboles de Glicinias— propuso Namjoon, quien era muy escéptico a las famosas leyendas.

—Puede que tengas razón, pero algo sí es cierto. Las Glicinias son protectoras de esos entes malignos, ustedes mismos lo comprobaron anoche— la señora Woo fue quien debatió esta vez.

—¿Creen que el joven amo estaba actuando así por algo maligno?— la señorita Khang palideció de miedo y Jimin estaba igual o peor.

—Se dice que ellos son los que te hablan en tu mente y convencen para suicidarte— explicó la señora Park y su hijo la miró más espantado.

—N-no puede s-ser, el j-joven a-amo— Jimin comenzó a temblar y tartamudear por el intenso miedo que sintió al recordar lo sucedido, no quería perder a quien lo había ayudado tanto en la vida y que amaba como a un hermano mayor.

—Jiminnie, cariño no tengas miedo— la señora Park enseguida abrazó a su tembloroso hijo —por eso no debemos descuidar las flores, si se marchitan ya no servirán— explicó limpiando las lágrimas de su hijo.

—Así es, tenemos que estar atentos a eso— apoyó el señor Lee.

—Por ello, hoy mismo debemos mudarnos. La nueva casa está rodeada de un extenso bosque de Glicinias, estoy seguro que será mucho más seguro y efectivo para nuestro joven amo— Namjoon se puso de pie y todos le siguieron.

—Bien, dejemos de holgazanear, manos a la obra. Por cierto señor Lee, gracias por contarnos la entretenida leyenda— Namjoon hizo una leve reverencia.

Todos siguieron su ejemplo y agradecieron al señor Lee, para luego despedirse y comenzar con sus deberes; unos yéndose sin dejar de pensar en que todo eso podía ser real y otros importándoles nada, porque era bastante anormal para ser real. Digno de las leyendas.





Maldita sea, no podemos acercarnos a nuestra presa.

¡Tengo hambre! ¡Dijiste que hoy comeríamos bien!

¡¿Estúpido, acaso no ves que no podemos entrar?!

Yo veo que pronto se marchitarán, si esperamos un poco más esa alma la podremos repartir entre todos.

¡Sí! Pero él corazón me lo dejan a mí!

¡Al fin! Alguien con inteligencia, ¿Por qué no son todos como él?

Es un presumido.

¡El corazón igual lo vamos a repartir! No es justo que solo este engendro se lo coma, está muy apetitoso con lo dañado que está.

¡Cállense todos y sigamos esperando!


—Así que hoy es el día— Hoseok sonreía al ver en su claro de agua la línea del tiempo en el que se encontraba.

—Interesante muchacho, tienes a muchos demonios en espera por tu alma y corazón. Con razón mi hermanito me pidió ayuda. Veamos qué será lo que haré para que me entregues ese corazón roto— puso su mano en el mentón, pensando en las formas de quedarse con lo que le interesa.

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Holas pixelitos de mi corazón! 💜
Les traigo un nuevo capítulo! 🎉

Me disculpo por la tardanza, mis vacaciones terminan y tenía mucho trabajo por adelantar jajaja

Qué les pareció la leyenda? Es el punto clave para entender lo que pasará en adelante jejeje.

(No olviden que es una realidad alterna 🤣)

Cuídense mucho, las amito 🥰
Bye 💜

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