Después de dos semanas buscando un nuevo lugar dónde vivir, Namjoon al fin había encontrado una residencia que satisfacía todas las necesidades. Ubicación alejada del centro de la ciudad, de acceso limitado y lo más importante, que sea relajante y más acogedora.

La casa contaba con los espacios necesarios, no era muy pequeña, pero tampoco tan inmensa como la mansión anterior. Lo que a la otra casa le sobraba en cantidad ridícula de habitaciones, ésta nueva adquisición le sobraba áreas verdes. Pues estaba situada en medio de un extenso bosque de, nada más y nada menos que Glicinias, los árboles favoritos de su amo.

La casa era algo antigua, pero con unos buenos retoques, quedaría más que perfecta. Además que para la época en la que fue construida se veía bastante vanguardista. Lo que terminó de convencer a Namjoon para adquirir el terreno, fue que constaba de un extenso sótano. Se veía perfecto para convertirlo en el taller de su joven amo, porque sí, él aún no había perdido las esperanzas de que el joven Seokjin recuperara el ánimo y las ganas de volver a diseñar y confeccionar.

El anciano que le vendió la propiedad, sólo le pidió a cambio que no removiera ni uno solo de los árboles ni flores del jardín y el bosque que pertenecía a la propiedad. Pues él no quería dinero, no lo necesitaba. Aún así, Namjoon insistió en pagar porque no lo sentía correcto. Además de prometer que no dañaría ningún área verde, al contrario, los cuidaría y atendería de la mejor manera.

—Al fin podemos dejar este lugar— Jimin suspiró de alivio en cuanto Namjoon les informó a todos de la nueva propiedad.

—¿Cómo lo conseguiste? Escuché que esa zona era de difícil acceso, no sólo porque está algo alejado, sino porque el que solía ser el dueño se negaba a vender sus terrenos— el señor Lee estaba curioso, pues como jardinero. Siempre le llamó la atención aquel gran bosque de Glicinias que se podía ver a la lejanía, nunca creyó que todo eso era propiedad privada hasta que lo escuchó como rumor en la ciudad.

—Fue un poco difícil, si— respondió Namjoon, sin poder evitar recordar todo lo sucedido.

◍ *Flashback* ◍

—¿Está usted interesado?— preguntó un anciano al ver a Namjoon parado en el umbral que llevaba al interior del bosque, donde escuchó había una excelente propiedad.

—Buenas tardes— hizo una reverencia —sí, estoy interesado. ¿Es usted el dueño?

—Podría decirse que sí, sígame voy a mostrarle el lugar.

El anciano caminó por el umbral, seguido de un maravillado Namjoon por ver tan inmensa cantidad de Glicinias.

Una casa de perfecto tamaño a sus ojos, se mostraba imponente frente a él. El anciano lo guio por cada habitación, pese a estar todo con polvo, claramente abandonado. Podía ver que estaba construido con los mejores materiales, tenía Caoba, Roble, Pino, entre otras maderas de alta calidad. Estaba amoblado de pies a cabeza, no le hacía falta nada. En cuanto le fue mostrado el sótano, el cual sí estaba completamente vacío. Sus ojos se iluminaron pues pudo imaginar a su joven amo convirtiendo el espacio en su taller de trabajo. Era más que perfecto.

—Y bien, ¿qué le parece, jovencito?— el anciano cerró con llave el sótano después de que ambos salieran del lugar.

—Me parece excelente, necesita atención, unas cuantas reparaciones. Más me parece indicada para la persona que me encargó encontrar un lugar— confesó sincero, con un sonrisa de hoyuelos.

—¡Oh! La propiedad no es para usted— el anciano sonaba bastante desanimado.

Namjoon se extrañó por la respuesta, a lo que sintió la necesidad de explicarse mejor.

—Es para mi joven amo, él me encargó de buscar una nueva propiedad. Necesita cambiar de ambiente y claro, yo también viviré acá. En sí, viviremos todos los sirvientes junto a nuestro joven amo— explicó rápidamente.

—Entiendo, antes de entrar en algún acuerdo y decidir si te entrego las escrituras. Necesito conocer a tu joven amo— solicitó firmemente.

—Ah, mmm, bueno… él no está disponible en este momento…

—Lo siento jovencito, si no conozco a tu joven amo, el que será dueño de esta propiedad. No puedo cerrar ningún trato— sentenció tajante, haciendo una leve reverencia para salir del lugar.

—Espere— pidió Namjoon, no mentiría si dijera que no tenía miedo de exponer a su joven amo. El anciano no parecía tener malas intenciones, ni ser de esos chismosos. Así que no le quedó de otra que aceptar los términos.

—Está bien, lo llevaré a conocer a mi amo. Sólo, le pido que mantenga en secreto la visita— pidió haciendo una marcada reverencia.

El anciano sintió más intriga aún, pero aceptó lo pedido.

Así fue como, Namjoon se llevó al anciano en la carroza, rumbo a la mansión.

Minutos después, lo invitó a pasar a la mansión. El anciano siguió a Namjoon por el jardín delantero, notando que también en el lugar había unos cuántos árboles de Glicinias. Eso fue una buena señal para él.

—Mi amo es el joven que está sentado en aquella banca— apuntó Namjoon al fondo, en cuanto llegaron al jardín posterior.

El anciano se acercó un poco, pero fue detenido por Namjoon.

—Perdone, pero él no puede hablar con nadie en este momento. Le pido que se limite a sólo verlo— pidió amablemente a lo que el anciano aceptó con un asentimiento de cabeza.

El anciano caminó hasta donde Namjoon le permitió, pues ya era mayor y la vista le fallaba. En cuanto fijó su vista en Seokjin, el anciano quedó inmóvil. Sin poder dar crédito a lo que venía, se sacó los lentes, los limpió y volvió a ver al joven. No había dudas, aquello que sus cansados ojos veían, era tan cierto, tan real; que no pudo evitar soltar lágrimas.

Namjoon se asustó al ver la reacción del anciano. ¿Por qué lloraba de esa manera?

—Las escrituras son suyas, te las dejo— sacó los papeles muy antiguos, del fondo de su gran saco.

Namjoon quedó sin palabras, ¿caminaba con sus escrituras todo el tiempo?.

—¿Por cuánto nos lo vende?— preguntó para ir por el dinero a la bodega.

—Sólo te pido que no toquen el bosque, no lo derriben, tampoco las flores ni los jardines— pidió mientras se limpiaba las lágrimas.

—¿Sólo eso? ¿No quiere dinero?— Namjoon estaba con la quijada desencajada.

—Él necesita de la casa más que yo— dijo lo último y se dispuso a salir de dicha mansión.

Namjoon no entendió esa última frase, optó por correr por un poco de dinero y alcanzar al señor antes de que deje la mansión.

—Espere por favor— pidió entre jadeos por el cansancio— tenga, acepte este pago, o no podré vivir con la conciencia tranquila— Namjoon le alcanzó el dinero y el anciano sonrió enternecido por el gesto. Definitivamente tomó la decisión correcta.

—Está bien— aceptó la bolsita de monedas —una cosa más, si realmente te importa el bienestar de tu amo. No permitas que quién le hizo ese daño, vuelva a acercarse a él, múdense lo más rápido que puedan y no lo dejes solo, en especial esta noche. O puede que ya no siga en este mundo— dicho eso se marchó, dejando a un Namjoon desorbitado por la petición y la extraña información.

El anciano salió de la mansión, aún sentía el dolor en su corazón al ver a ese muchacho rodeado de ángeles de la muerte y espectros malignos que se estaban alimentando de su depresión y dolor. Si seguía así, perecería en poco tiempo a pesar de tener compañía. Sólo esperaba que se mudaran lo antes posible, eso podría ayudar en gran magnitud.

◍ *Fin del flashback* ◍

— No interesa cómo fue, lo importante es que lo conseguí y ahora tenemos más trabajo— continúo hablando después de salir de sus recuerdos —El lugar no está habitable, debemos limpiarlo y acondicionar todo para el traslado definitivo. Como no podemos llamar la atención, iremos en las carrozas de a poco y vamos a embalar sólo algunos muebles muy necesarios— dio la orden y todos pusieron manos a la obra.

Se dividieron en dos grupos, los más jóvenes a la nueva casa para prepararla y los mayores, en la mansión, empaquetando todo lo estrictamente necesario.

Namjoon quería ayudar en la otra casa, pero esa advertencia del anciano aún lo tenía incómodo. Por ello, prefirió quedarse en la gran mansión, tener en vigilancia a su joven amo por si acaso.

La noche había caído, el invierno se hizo notar, las temperaturas se sentían más bajas de lo normal.

Todos regresaron de su ardua labor en la otra casa, ahora preparaban un chocolate caliente para levantar el ánimo a todos. Namjoon los había reunido en la cocina, pues era el lugar más cálido, por las constantes estufas en funcionamiento.

Con todo el esfuerzo del mundo, había logrado que su joven amo los acompañara. Más no habló ni una palabra, como ya era costumbre desde hace unos meses. Sólo asentía, y cumplía lo pedido. Su mirada aún estaba vacía, su aspecto estaba mejor, pues ahora dejaba que los sirvientes lo atendieran, lo asearan. Aún así, parecía muerto en vida, había perdido sus colores. Ahora parecía ser tan gris, que a todos les dolía verlo así.

—Verán que en la nueva casa, nuestro amo volverá a ser como antes. ¡Me dio una excelente vibra!— Jimin intentó animar el triste ambiente que se había creado.

—Sí, sí, estoy de acuerdo. Trabajamos mucho por tener listo el lugar, y mañana mismo empezar a mudarnos, bueno ustedes— se corrigió la señorita Khang.

—¿Es así de magnífico? ¿Creen que ayude a nuestro Seokjinnie?— preguntó la señora Woo.

 —Lo hará, tenga por seguro— afirmó la señora Park.

Ya todos con más ánimos, comenzaron a comentar sobre cosas banales.

Mientras tanto, Seokjin estaba absorto en sus pensamientos. Su cabeza era un caos.

«¿Por qué me dejaron?»

Porque no les importas, no eres nadie.

«¿No valgo nada?»

No, no lo vales. No eres más que basura.

«¿Entonces por qué sigo acá? ¿Con cuál propósito?»

No tienes uno, no deberías seguir vivo. Sólo eres una carga para todos.

«Pero no hice nada malo, nada para recibir tanto dolor, tanto desprecio»

Tampoco hiciste nada para merecer todo lo bueno, todo el amor y felicidad. Esas cosas no son para ti.

«¿Entonces sí soy una carga? ¿,Estoy demás en este mundo?»

Así es, estás demás. ¿No los ves? Están sonriendo, están felices y ni siquiera se han dado cuenta que estás con ellos, que estás llorando y suplicando por algo de atención. Ellos solo desean que ya de una vez mueras, para ser libres y gozar de sus vidas.

«¿Ellos tampoco me quieren?»

No, ellos te odian. Igual que tus padres, igual que tu amante. ¿Qué esperas para hacer algo bueno por primera vez?

«¿Qué debo hacer?»

Es sencillo, debes subir hasta el último piso de esta casa, tomar la soga que pusimos en el balcón, atarla a tu cuello y saltar.

«¿Así dejaré de sentir este dolor?»

Claro que sí, verás que ya no sentirás nada. Serás libre.

«Quiero ser libre de este dolor, quiero dejar de sentir que mi corazón y mi alma se quiebran a cada segundo»

Sólo así lo lograrás, sígueme. Yo te ayudaré, soy el único que te quiere.

«¿Tú sí me quieres?»

Así es, te quiero conmigo. Pero para eso, debes hacer lo que te dije.

«Está bien, vamos»

—Otra noche más, maldición ya no siento todo el rostro.

—Buenas noches, lindura. ¿Ya no puedes mover la cabeza?— Hoseok se acercó y analizó lo que veía, con burla en sus gestos— oh, pero qué pena. Ya sólo te quedan esos bellos ojos celestes— soltó una carcajada.

—Te pone feliz que me convierta en uno más de tu colección, ¿Verdad?

—Claro que me pone feliz, eres el más precioso de todos. Serás un increíble adorno para mi tienda.

—Ya que no me queda tanto tiempo, ¿podrías al menos confirmarme que cumpliste mi deseo?

—Hay que pena que no lo recuerdes, ups, era parte del trato— comentó burlón.

—Si voy a convertirme en tu colección, por lo menos tengo el derecho de saber cómo fue que llegué a este estado y confirmar que cumpliste mi deseo.

—Te odio cuando me presionas con las cláusulas del contrato, me lastimas— fingió llorar, mientras hacía aparecer una pergamino en sus manos.

—A ver, acá dice: Kim Taehyung, príncipe segundo de Baekje, desde ahora nombrado como el contratante. Otorga parte de su alma, a cambio de salvar la vida de su pareja, Agust D. Con la condición que si el salvado no permanece al lado del contratante, éste deberá pagar la penalidad por haber mentido que el amor que tenía por él, era verdadero. Por lo tanto, deberá entregar el resto de su alma al ejecutor del servicio, Jung Hoseok. Quien tendrá la potestad sobre esta y podrá utilizarla como mejor le convenga. Siempre y cuando el contratante del servicio logre...— se detuvo —mejor eso no lo leo— soltó otra risita burlona.

—¡¿Entonces por qué estoy acá?! Si he cumplido con mi parte, y se supone que tú también. ¡Dime como arreglarlo, termina de leer!

—Te leí, lo que debes saber y ¿aún así no entiendes?— bufó cansado, de siempre repetir lo mismo para cada cliente.

—Pediste que salvara la vida de tu novio, porque dijiste que lo amabas tanto que no podías soportar verlo partir. Yo te dije que sólo puedo curarlo con una parte de tu alma y que si estabas seguro que él lo merecía, pues esto sólo funcionaría si el amor era verdadero. Tú me perjuraste que era amor real, así que cumplí tu pedido. Tomé un trozo de tu alma y se lo di a tu pareja. ¿Y qué pasó después?

—Desperté en esta fría forma, sin poder moverme como antes.

—No, eso no es cierto. Estás allí, porque yo te salvé.

—¿Qué? No me jodas mago de cuarta.

—Hey, párale a los insultos. Y si quisiera te jodería como no tienes idea. Estás tan bueno, aunque estés por convertirte en porcelana pura— se lamió los labios, lanzando una mirada morbosa.

—Eres tan repugnante. Mejor explícate cómo se supone que me salva…

—Ups, ya amaneció. Se acabó el tiempo~— canturreó divertido —no creo que estés listo para escucharlo otra vez, lindura. Por algo decidiste olvidarlo, ¿eres masoquista?. No importa, hoy llegará un cliente excepcional. Debo alistarme~— dejó la habitación, bailando al son de quién sabe qué melodía.

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Holas pixelitos de mi corazón 💜 les traigo un nuevo capítulo! 🎉

Qué les pareció? Ya sacaron algunas teorías? 👀

Espero les esté gustando, nos vemos en la siguiente actualización!
Cuídense mucho, las amito 🥰
Bye 💜