Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

◍ Diseño 13 ◍

Seokjin y Jimin terminaron de limpiar al maniquí, encontrando más de esas grietas en sus muñecas y sus tobillos. Después de vestirlo, Jimin había dejado el lugar por pedido de su joven amo pues este se había puesto más triste luego de las nuevas grietas descubiertas.

Jimin tenía miedo que Seokjin volviera a caer en la depresión, por ello acudió a Namjoon.

—Joonie, ve a hablar con el joven amo— le pidió a su novio quien cortaba leña con gran agilidad.

—¿Qué pasó?— Namjoon dejó el hacha en el piso y con su toalla colgada en el cuello comenzó a secar el sudor que recorría por su frente.

—Se puso muy mal al ver que ese maniquí tiene varios lugares destrozados. La verdad, es muy perturbador los lugares en los que encontré dichas grietas y… no le dije de otras que vi— dijo lo último en un susurro pues las últimas grietas las había encontrado a la altura de la espalda baja del maniquí.

Le pareció muy enfermo revisar debajo de la ropa interior que vestía ese muñeco de porcelana, pues no parecía nada normal que tenga destrozos en lugares tan difíciles de llegar si sólo lo hubieran golpeado por error en algún transporte.

—¿Destrozos? No entiendo, yo no le vi nada malo cuando lo traje— respondió Namjoon confundido.

—Estaban cubiertos con unas cintas del color pálido del maniquí, por eso no lo vimos. Por ello el joven amo quedó muy afectado, estuvo llorando mucho tiempo y solo lo abracé. No se me ocurría otra cosa para calmarlo, por eso te pido ayuda— Jimin se acercó a Namjoon y lo abrazó, aún se sentía extraño después de ver a su joven amo llorar y esas grietas en el maniquí no lo dejaban tranquilo tampoco.

—Bien, iré a hablar con él. No tengas miedo ¿De acuerdo? Recuerda que estamos rodeados de Glicinias, nuestro joven amo ya no corre peligro— acarició la espalda de su novio para transmitirle seguridad y amor.

Namjoon bajó con cuidado por los escalones del sótano, con una charola que tenía el almuerzo del joven Seokjin.

—Le traje el almuerzo— anunció su llegada.

Extrañado por no recibir respuesta, volteó en busca de su joven amo.

Seokjin estaba de pie frente al maniquí, absorto en sus pensamientos. Maldiciendo por primera vez en la vida, el hecho de no ser bueno el arte plástico.

«Si tan sólo pudiera manejar la mezcla, te curaría yo mismo Voo. Pero no puedo, no tengo idea cómo hacerlo. No quiero que sigas sufriendo por estar herido, más no conozco a nadie que pueda restaurar antigüedades, nadie excepto mi hermano»

Su debate mental seguía y seguía, sabía qué debía hacer, pero no quería hacerlo. Porque aún no se sentía listo de hablar con su hermanito, no podría verle a la cara después de lo que pasó.

Al mismo tiempo, el maniquí necesitaba atención y unas reparaciones. Por ello su interior estaba en una batalla que reflejaba en sus ojos y las continuas lágrimas silenciosas que caían sin control.

Namjoon al verlo ahí de pie, sin siquiera percatarse de su presencia, se asustó en gran medida. Estaba seguro que ningún ente maligno sería capaz de ingresar a la casona, aún así ver a su joven amo con el semblante tan triste como antes, no lo tenía bien.

—Joven amo, ¿puedo ayudarlo en algo?— se acercó lentamente.

—¿Namu?— Seokjin al fin notó la presencia del contrario, que le ofrecía un pañuelo para secar sus lágrimas.

—Gracias— respondió débilmente al tomar el pañuelo.

—¿Qué es lo que lo tiene tan preocupado? Quizás puedo ayudarlo.

—Es Voo, está herido y no puedo curarlo, porque no sé nada sobre restaurar antigüedades. Jungkook lo haría en menos de un parpadeo, pero no me siento capaz de contactarlo— expresó sus miedos, sorbiendo su nariz.

Namjoon agradeció que su joven amo no se haya guardado todo para él. Se notaba que el cariño por ese maniquí era más fuerte de lo que pensó.

—No se preocupe, muéstreme esas heridas que usted dice y veremos si podemos encontrar otra solución— pidió amablemente, aunque la verdad era que tenía mucha curiosidad.

Prefirió evitar hablar del tema de su hermano, porque tampoco le parecía bueno que lo vea ahora, ni nunca.

—Está bien— dijo no muy convencido, prefiriendo mostrar sólo las de sus muñecas.

Quitó suavemente el listón que cubría la muñeca derecha y luego la izquierda.

—Estas son y tiene más en los tobillos y en el cuello— se hizo a un lado para que Namjoon pudiera verlo más de cerca.

Namjoon observó con cuidado, a su parecer no eran unas grietas tan profundas, tenía algunos lugares desportillados pero no parecía ser peligroso como para que perdiera la mano.

—Sé que debe ser muy doloroso para usted ver que su perfecto maniquí está dañado, pero no se preocupe no parece que fuera tan grave. No creo que vaya a perder alguna de las manos, puede seguir envolviéndolo con ese listón— explicó Namjoon.

Pero al voltear en dirección de su joven amo, este lo miraba como si hubiera dicho una sarta de estupideces y mentiras.

Carraspeó un poco por lo nervioso que se puso y continuó hablando.

—Además, ¿acaso no escuchó que estar con la naturaleza les hace bien? Según una leyenda, las Glicinias ayudan a que tu alma se sienta en paz y si usted cree que este maniquí es más que sólo un objeto y está sufriendo por esas heridas, puede sacarlo al jardín y llevarlo a uno de los árboles de Glicinias para que ayuden a que por lo menos ya no sufra— dijo lo primero que se le ocurrió.

La verdad era que Namjoon no era fan de mentir, pero no quería que su joven amo siga triste y si su mentirilla ayudaba a que salga de este lugar para despejar su mente, entonces estaba haciendo lo correcto.

—¿En serio? Nunca había escuchado eso— Seokjin parecía que estaba analizando las palabras dichas por Namjoon, pues las había dicho muy rápido.

—Claro que sí, puedo ayudarle a llevarlo afuera y me dice después si funcionó o no— sonrió como pudo, para demostrar que no mentía.

—Bien, amo esas flores y además tengo esta corona que hice para él, porque por algún motivo también quería que estuviera al lado de ellas— sonrió al fin, poniendo la corona de flores con delicadeza en la cabeza del maniquí.

—Muy bien, pero antes de salir debe terminar su almuerzo— señaló la charola, sintiéndose más calmado por ver nuevamente la sonrisa de Seokjin.

Aunque no iba a permitir que no se alimentara bien, debía seguir cuidando de su joven amo.

Seokjin rodó los ojos, pero fue feliz hacia su almuerzo, feliz por sentirse cuidado por alguien.

Namjoon llevó al maniquí hacia un gran árbol de Glicinias, Seokjin le pidió que después en el centro del bosque tras la casona, construyera una especie de plazuela o unas bancas, un refugio para poder disfrutar el increíble paisaje pese a inclemencias del tiempo.

Namjoon accedió, comenzando ese mismo día a trabajar en ello.

Voo, espero que de verdad ayude que te haya sacado de esa oscuridad. La verdad es que ver a las Glicinias a mi siempre me puso feliz, por eso espero que a ti también te quite el dolor. Porque estoy seguro que te duele ¿verdad? — Seokjin acarició las muñecas de Tae, sintiendo nuevamente unas inmensas ganas de llorar por imaginar cómo le habían hecho tales cosas.

—Qué mal que no puedas tomar asiento, ojalá que aunque de pie, puedas disfrutar de esta paz— sonrió acariciando las mejillas de Tae, para después él tomar asiento bajo el gran árbol, mirando embelesado cómo las Glicinias hacían ver aún más hermoso a su maniquí.

Con esa bella imagen en mente, cayó en los brazos de Morfeo, con una pasible sonrisa en sus labios.

A lo lejos el señor Woo veía enternecido la escena.

—El joven amo parece un niño sacando a pasear su juguete nuevo— murmuró feliz al recordar que hacía eso con todos sus peluches cuando era niño.

En ese momento el árbol de Glicinias volvió a brillar, esta vez el señor Lee fue quien logró percatarse del detalle. Más no lo creyó posible, además que aún era de día, por lo que creyó que ese brillo fue creado por un espejismo del sol.

—No, no. Estoy loco, no puede ser posible, no— se negó a creer lo que vio, prefiriendo ocuparse del resto del jardín, después de todo ese era su trabajo.

La noche había caído y Namjoon estaba batallando para meter a su joven amo a la casa.

—Joven amo, el sol ya se fue a dormir y nosotros debemos volver adentro. El frío puede hacerlo resfriar— Namjoon trataba de razonar con un terco Seokjin que estaba aferrado al árbol.

—No, no quiero irme. Estamos muy cómodos con Voorespondió con un puchero, aferrándose más fuerte al gran tronco del árbol.

En ese momento Taehyung comenzó a despertar.

—Por favor joven amo… ¿Acaso quiere que su Voo pille un resfriado?— Namjoon decidió unirse a su juego y de ese modo manipularlo, sabía que a eso no se negaría.

¿Qué está pasando? ¿Cómo que "su Voo"? … ¿Por qué mi alrededor es distinto?— Taehyung no comprendía dónde estaba, luchando por enfocar su vista.

Pronto notó a ese joven de bellas facciones abrazado a un gran árbol, no iba a negar que la escena le parecía bastante tierna. Del otro lado vio a un tipo alto, con el seño fruncido y parecía que era él al que escuchó llamarlo “su Voo.

Momento… ¡¿P-puedo… puedo virar los ojos?! ¿Cómo es eso posible?— Taehyung estaba tan feliz y confundido por ello.

Se suponía que cada día tenía que ir perdiendo la capacidad de moverse, no de recuperarla, aunque fuera sólo mover los ojos.

—¿En serio está haciendo tanto frío? ¿Voo puede resfriarse?— Seokjin sabía que eso era imposible porque se trataba de un maniquí, pero el hecho de que Namjoon haya nombrado a su maniquí como algo más que un objeto le alegró en demasía, así que prefirió seguir el juego.

—Claro que puede, ¿No recuerda que las cosas congeladas se rompen más fácil? ¿Qué tal si se rompe?— Namjoon sabía que estaba yendo lejos, pues recién en la mañana su joven amo era un mar de lágrimas por pensar que su maniquí podía romperse por las grietas.

Pero de algún modo tenía que lograr convencerlo de volver al interior.

—¡No quiero que le pase nada!— Seokjin ya no lo tomó como un juego, porque eso sí que era cierto, podía romperse.

—¡Vamos adentro! ¿Qué esperas?— Seokjin se levantó del suelo, se limpió su pantalón, su camisa y Tae no podía dejar de mirarlo.

Namjoon sonrió satisfecho pues ahora tenía un arma para hacer ceder a su testarudo amo. Tomó con cuidado al maniquí y lo cargó a su hombro.

Woo, eso sí que se siente extraño. ¡Se mueve todo mi mundo!— Tae estaba mareado por el movimiento brusco de su campo de visión.

¿Por qué eres tan extraño conmigo?— Taehyung preguntaba al joven que ahora podía ver gracias a la posición en la que estaba.

Seokjin iba tras de Namjoon, mirando sonriente a su maniquí. Ese día pese a haber llorado imaginando lo peor y después sentirse impotente por no poder curarlo, seguido de haber recordado a una de las personas que le hicieron daño.

Podía decir que disfrutó del día, porque estar al lado de su adorado maniquí siempre lo ponía de buen humor. Sumándole a ello el hecho de haber jugado con las flores de Glicinias en compañía de Voo, lo tenía en las nubes de la felicidad. Por eso no había querido dejar el jardín.

—Enseguida le traigo un tecito caliente, para que no sea usted quien pille el resfriado— dijo Namjoon, después de colocar al maniquí en su lugar y salir del taller.

—¿Cómo te sientes Voo? ¿Te gustó que jugáramos todo el día?— Seokjin se acercó al maniquí, con un brillo en los ojos.

¿Qué? ¿En serio te pusiste a jugar con un maniquí? En serio eres muy raro, o te falta amigos— se burló del joven que tenía en frente. Aunque la verdad, se sentía extrañamente feliz por enterarse de que aún ese joven se preocupaba por él.

Qué extraño, siento que llevo muchos días contigo. Normalmente ya me estarían devolviendo al brujo de pacotilla— bufó sintiéndose repentinamente furioso.

—¿Voo, moviste los ojos?— Seokjin quedó estático al ver cómo esos ojos color zafiro habían virado hacia la derecha.

¡Maldición! Olvidé por completo que ya puedo mover los ojos— Taehyung estaba más asustado que el joven frente suyo.

—Creo que es mi imaginación, jajaja— Seokjin se puso a reír escandalosamente, pues era imposible que un maniquí mueva los ojos.

Además que pensar en eso, se sentía un poco escalofriante.

Si, claro. Digamos que fue eso para que no pierdas la cabeza, querido— continuó burlándose del extraño joven.

—Bien, no importa. Hoy sufrí muchos cambios de humor y debe ser por eso— restó importancia con el movimiento de su mano.

—Mejor te mostraré algo, ya que en el jardín no pude, porque allá no tenía un espejo— dijo al mismo tiempo de llevar un gran espejo de cuerpo entero frente al maniquí.

Pero qué…— Taehyung quedó sin habla, no sabía que decir por lo que veía.

—Como puedes ver, te di un baño— confesó con las mejillas teñidas de un rosa suave— no creas que me propasé, fui muy cuidadoso y respetuoso— continuó informando, sin dejar de sonreír orgulloso por su hazaña.

¿En serio? ¿Será que te creo? Había olvidado que eres un pervertido— bufó nuevamente, cuidado de no mover sus ojos, sonriendo después, porque ese detalle sí que le gustó.

—Después vi tus heridas, no sabes lo mucho que me dolió ver que te hicieron algo así. ¿Seguro te dolió mucho verdad? ¿Aún te duele?— preguntó Seokjin tomando una de sus manos, acariciando la zona magullada.

¿Viste… mis heridas?— Taehyung estaba luchando para controlar su llanto— No, no debiste. Seguro eso me hace horrible, ¿verdad? Y pese a ello, ¿no te deshiciste de mi?

—No te preocupes, encontraré el modo de curarte. O al menos de cuidarte mejor, nadie volverá a hacerte daño— Seokjin no pudo evitarlo y abrazó al maniquí, aferrándose al abrazo pues sentía que necesitaba ese contacto, por más extraño que parezca.

—¿Me cuidarás? ... ¿Qué es esto?... Siento una calidez en mi pecho, este joven es tan peculiar. Gracias por tratarme como a alguien y no como a un algo— Taehyung cerró los ojos, sintiéndose amado por primera vez en muchísimo tiempo.

En el fondo deseaba poder expresar su agradecimiento con ese joven, por sus cuidados, por todo. Pero sabía muy bien que no podía, así que se limitó a disfrutar cada segundo en su compañía.

Después de todo, era consciente que le quedaba pocos días de lucidez.


—Dos días más, dos días más y estarás perdido en la dimensión de ese cuerpo de porcelana— Hoseok sonreía feliz la ver su calendario.

—Y obviamente estaré allí para salvarte y traerte conmigo. No dejaré que te vuelvan a separar de mi — sonrió malicioso, pensando en miles de formas de cómo vengarse de ese estúpido humano.


◍ ◍ ◍ ◍ ◍ ◍ ◍ ◍ ◍ ◍

Holas pixelitos de mi corazón 💜
Al fin les traigo un nuevo capítulo! 🎉

Me disculpo por la demora, estuve muy ocupada, más mi pequeño accidente de ayer 😅 hicieron que me retrasara con esta publicación. Lo siento 😢

Espero les haya gustado 😌

Cuídense mucho, las amito 🥰
Bye 💜

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro