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◍ Diseño 10 ◍


Seokjin sentía su imaginación rebosar nuevamente, fijó su vista en ese bello maniquí he inmediatamente el diseño de una preciosa túnica se apareció frente a sus ojos.

La prenda aparecía sobre ese esbelto cuerpo, formándose pieza por pieza de manera delicada, con listones color perla y encajes bordados como contorno.

Animado al ver que ya tenía el diseño en la mente, se puso a plasmarlo sobre sus papeles. Gracias a las medidas tomadas, logró plasmar un bosquejo exacto.

Con una gran sonrisa en el rostro se acercó al maniquí y le mostró el dibujo.

—¡Mira! Ya he terminado de dibujar, esta es la prenda que te confeccionaré. ¿Está precioso verdad?— mostró el papel al maniquí de ojos zafiro, mostrando esa sonrisa radiante que no parecía querer dejar su rostro.

Qué hermoso dibujo y su sonrisa también— Taehyung se quedó mirando la hoja frente suyo, embobado por el bello diseño.

—Ahora me pondré a realizarlo, verás que te quedará perfecto, mejor que esa pieza vieja y desgastada que estás usando— le guiñó el ojo y retornó tras su mesa de trabajo.

¿Qué fue eso?— Taehyung no entendía lo que sintió al ver ese guiño, algo dentro de él se removió. No supo identificarlo, pero comenzó a temer por ello.

Mientras tanto frente a sus ojos, un joven entusiasmado se movía ágilmente sobre la mesa. Con sus enormes reglas de madera, una cinta métrica colgada en su cuello y la tiza en sus dedos que se movían parsimoniosos sobre la tela.

Verlo tan inmerso en su labor era digno de admirar, a cada segundo se notaba ese brillo y entusiasmo en él.

En cuanto se puso a cortar las telas, se escuchó una dulce voz proveniente de sus labios. Seokjin se había puesto a cantar la primera melodía que se le vino a la mente, estaba tan feliz y emocionado que no pudo evitar demostrarlo con una canción mientras seguía elaborando la prenda.

<Canción que está cantando>


—“Eres lo más hermoso que mis ojos han visto”— Seokjin cantaba con todo el sentimiento.

»“Antes mi océano era de negro color”

»“Ahora todo es diferente”

»“Las flores florecen y el cielo es azul”

»“Realmente eres hermoso”

Taehyung se sintió hipnotizado con todo el espectáculo frente suyo, la melodía que llegaba a sus oídos lo transportó a cuando él aún tenía un cuerpo humano.

*Flashback*

Realmente eres hermoso.

Tal vez estás mirándome ahora.

¿Te dolerá mi dolor?

—Claro que te estoy mirando— Tae corrió al encuentro de quien cantaba esa dulce melodía.

—¡Me asustaste! No debes ser un fisgón— se quejó moviéndose torpemente, lo que hizo que perdiera el equilibrio y cayera de esa gran rama del árbol al que había trepado.

Taehyung corrió para recibirlo.

—Debes tener más cuidado, cariño— sonrió mirándolo a los ojos.

—Fue tu culpa, tú me asustaste— volvió a quejarse, esquivando la mirada del contrario.

—¿Por qué no me dejas escuchar tu canto? Lo haces de maravilla, no necesitas treparte a los árboles de Glicinias para eso— lo molestó, sentándose ambos en el suelo.

—Me da pena— respondió tajante, poniéndose de pie.

—Ya te dije que tu voz es hermosa— Taehyung se levantó también, siguiendo al quisquilloso muchacho por el bosque.

—No me da pena que escuches mi voz, me da pena que escuches la letra de la canción— se detuvo en su andar y lo encaró —, estas canciones son la expresión de mi alma, de lo que siento y… por eso me da pena que alguien más la escuche, más aún si ese alguien eres tú— habló tan rápido, que Taehyung apenas y había entendido la mitad de lo que dijo.

—Está bien, entonces seguiré siendo yo el que te cante todos los días. A mí no me da pena que sepas cuánto te amo— se acercó, lo tomó del hanbok y le dio un dulce beso.

*Fin del Flashback*

—¿Qué fue eso? Yo… ¿tenía a alguien?— Taehyung estaba más que sorprendido y asustado al tener un recuerdo tan vívido por primera vez en muchos años.

Lastimosamente no pudo saber qué fue lo que ocurrió, ni tampoco seguir disfrutando de la bella canción del joven frente suyo, porque la noche había terminado.

Los rayos del sol se colaron por una pequeña ventana y Taehyung cayó nuevamente dormido en ese sueño que pronto sería eterno.

—Sabía que seguiría acá abajo, ¿acaso no durmió nada?— Namjoon ingresó al sótano donde su joven amo parecía seguir cantando algo que no logró entender pues el contrario frenó de golpe al escuchar a Namjoon.

—No pude dormir, tenía que terminar el nuevo traje— sonrió cansado, con una pequeñas ojeras asomando bajo esos bellos ojos.

—Le traje el desayuno, debe alimentarse y por favor después a dormir. Luego podrá terminar— le extendió la bandeja con el desayuno.

—Sólo me falta…

—Ah, no, no, no— Namjoon interrumpió a su joven amo, ya sabía lo que le diría y no estaba en condiciones de saltarse el desayuno—, no voy a dejarlo seguir hasta que termine, porque eso significa que no va a comer y quién sabe hasta qué hora. Así que deje eso, venga acá y consuma el desayuno— colocó la bandeja en la pequeña mesita que había al costado derecho de las escaleras, también había un pequeño sofá precisamente por si ocurría algo como eso.

Seokjin resopló, no quería parar porque se sentía bastante motivado, pero tampoco quería ser grosero con Namjoon. Después de todo sólo se estaba preocupando por él.

—Gracias, Namu— le palmeó el hombro y tomó asiento para atacar al desayuno.

En cuanto le dio un mordisco al panqueque con fresas que le habían preparado, no sabía que estaba tan hambriento pues no pudo dejar de comer. Sentía como si no hubiera comido en semanas.

Tomó la leche, con desespero y Namjoon tenía miedo que se atragantara. Aunque estaba más que feliz al ver que otra vez su gran apetito parecía regresar, todos esos meses y apenas probaba bocado.

Por último tomó el recipiente con frutas y las saboreó una a una, sintiendo los jugos dulces esparcirse por su paladar. Había extrañado el sabor tan fresco que le brindaban las bayas, las fresas y el delicioso contraste con lo ácido de un kiwi igual de jugoso.

—Vaya, estas frutas están realmente deliciosas. ¿Podrías traerme más fresas y arándanos? No sé porqué pero siento que puedo comerme un canasto gigante lleno de ellos— expresó con esa peculiar sonrisa que inflaba sus mejillas.

Namjoon sonrió conmovido, dio un asentimiento y salió del lugar llevándose la bandeja vacía. Todo parecía indicar que el ánimo de su joven amo había vuelto, era tan perfecto que tenía miedo de que sea efímero.

Seokjin por su parte de sentía con más energía y revitalizado después de ese gran desayuno. Las frutas extras que había pedido las quería como aperitivo mientras seguía trabajando en el nuevo diseño.

Con más entusiasmo siguió cociendo lo que le faltaba de la túnica, Namjoon llegó poco tiempo después con lo pedido, colocó el recipiente en la misma mesita de antes.

—Acá tiene su aperitivo, cualquier cosa puede llamarme jalando esta campanilla— le mostró el mecanismo de una palanquita unida a una pequeña campanita en la pared al lado de uno de los estantes.

—Entendido, muchas gracias Namu— sonrió y volvió a lo suyo.

Namjoon se despidió deseando que esté buen ánimo no se fuera de su joven amo.

Seokjin volvió a cantar, se sentía demasiado entusiasmado. Después de tanto tiempo al fin se sentía vivo nuevamente.

Al terminar de coser las partes de la túnica, lo entendió sobre la mesa inspeccionando que no le faltara nada. En eso se le ocurrió que, ahora que tenía un maniquí, podría medir allí mismo las prendas y ajustarlas si era necesario.

Emocionado tomó la prenda y caminó directo hasta el maniquí que estaba al frente de su mesa de trabajo.

—Hola, Voo. Mira he terminado la base del atuendo. Aún no está listo, pero quiero medirlo, por si debo arreglar algo. ¿Pu-puedo, puedo cambiarte?— Seokjin no supo porqué pero se sentía nervioso de pronto.

Recién cayó en cuenta que debía desnudar al maniquí para poder ponerle la nueva prenda. Por alguna razón sentía muy impropio hacer algo así.

—Solo eres un maniquí, sólo eso. Sí— trataba de darse ánimos, pero ver esos ojos zafiro no le ayudaban en nada.

—¿Qué me pasa? Sólo eres un maniquí, ni que fueras de verdad. No haya nada de malo. ¡Estúpido Seokjin y tu mente enferma!— se golpeó la cabeza en un intento de reprenderse por pensar que desnudar a un maniquí era malo.

Tragando fuertemente, se acercó. No sabía cómo sacar la antigua prenda, tenía miedo de romperlo. Quizás sus extremidades no se podrían mover, no había pensado en ese detalle.

—Bueno, creo que antes de intentar cambiarte debo hacer unos ajustes al diseño— musitó pensativo al ver nuevamente al maniquí.

Sus brazos estaban un poco extendidos, uno hacia adelante y el otro un poco al costado izquierdo.

El diseño que había creado era una túnica con una pequeña apertura a la altura de la espalda, con un lazo para poder cerrarla.

Ahora creía que no podría ponerle al maniquí pues necesitaría que los brazos se eleven, o colocarle por abajo, aunque esa última idea era tan estúpida que la descartó.

Optó por cambiar el diseño, a uno abierto por completo en la parte de adelante, con unos lazos las grandes y en forma cruzada. De ese modo no habría problemas y de paso podría ajustarlo a su figura, con ayuda de los listones.

Nuevamente sintiéndose animado prosiguió al arreglo de la túnica.


—¿Se puede saber porqué acá no está todo su corazón?— entró enojado a la tienda de su hermano con la caja flotando hasta estrellarse en el mesón.

—No sé de qué me hablas, obviamente allí está. ¿Acaso no ves la esencia que desprenden los objetos?— respondió Hoseok exasperado.

No tenía tiempo para los berrinches de su hermano, tenía su propio dilema y era encontrar a Taehyung. Que por alguna extraña razón no pudo hallarlo, pese a que utilizó su claro de agua.

—¡Claro que lo veo, por eso mismo te digo que no está completo!— gritó furioso.

—¿Me estás diciendo que no sé hacer mi trabajo? No seas estúpido, tengo siglos haciendo esto— bufó sintiéndose ofendido.

—Pues ahora cometiste un error, o no sé. Pero acá no está la parte más importante de lo que tiene un corazón— señaló la caja.

—¿Cómo? Si ahí veo el amor podrido, obviamente está completo y debo añadir que me sorprende lo bien que lo engatusaste. Se nota que ese tonto te amó con todo su ser. ¡¿Y me dices que está incompleto?!— le lanzó una mirada asesina.

—Sabes que así me gusta consumir un corazón, el dolor lo hace más sabroso. Pero no me refiero a eso, acá no está la capacidad de amar. La parte más importante de un corazón es esa, si no la tiene el cuerpo queda vacío y sin poder recibir y dar amor. Así con el tiempo su alma termina rompiéndose más y está listo para devorarlo. Al menos así me gusta— explicó removiendo los objetos.

Hoseok ya sabía eso, no tenía porqué explicarle como si fuera un niño. Él recordaba que estaba todo, por eso había hecho el trato.

—No entiendo lo que pasó, recuerdo haber visto todo eso acá— miró extrañado a los objetos en la caja.

—Eres un inútil, tendré que hacerlo yo. Si lo consigo antes que tú, deberás devolverme ese trozo de alma. Después de todo no cumpliste con el trato.

—¿Me crees idiota? Obviamente no te lo daré— Hoseok sacó el contrato de la parte interior de su saco.

—Acá dice claramente que el cambio de corazón por alma es válido, en ningún momento dice que el corazón debe estar completo. Pues el alma tampoco lo está— le extendió el contrato, sonriendo orgulloso.

—Maldito seas— protestó por lo bajo —, eres un mago estafador. Eso es lo que eres.

—Si, claro. Lo que digas, pero las reglas son las reglas— sonrió satisfecho, devolviendo el contrato a su lugar.

—No sabes cuánto me alegro que un humano haya podido darte la cucharada de tu propia pócima— sonrió divertido sabiendo que eso enojaría a su hermano y desapareció rápidamente.

—¡MALDITO SEAS SUGA!— estalló colérico, odiando que su hermano haya revivido la frustración y vergüenza que sentía por haber sido engañado por un simple humano. Porque después de todo, ni siquiera había obtenido todo el estúpido corazón.

En ese momento recordó las Glicinias.

—¡Maldición! ¡Seguro también traía de esas horribles flores cerca de su corazón! ¡Por eso no pude extraer toda la esencia!— Ahora estaba más que enfurecido, de sentía ofendido pues por primer vez en su larga vida. Un humano se había burlado de él y sus capacidades.

—No creas que me quedaré de brazos cruzados. Después de todo a Taehyung le queda muy poco tiempo. Sólo yo podré encontrarlo en cuanto quede atrapado en ese maniquí— sonrió orgulloso, pues como mago dimensional, podía viajar a cualquier dimensión por más remota que sea.


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Holas pixelitos de mi corazón 💜 Al fin pude acabar este nuevo capítulo 🎉

Perdonen la demora, el trabajo está algo cargado y no me deja mucho tiempo para escribir 😭

Pero no podía dejarles sin su actualización 😏

Qué les pareció? 👀

Espero les esté gustando 😌

Cuídense mucho, las amito 🥰
Bye 💜

Pdt. Perdonen los errores, seguro hay muchos no tuve tiempo de hacer la revisión que le corresponde 🤧

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