El ruido de mi alarma no dejaba de sonar, y mis ojos por más que intentaba abrirlos, no lo lograba, solté un suave suspiro aun estando acostada boca abajo en mi cama. En mi mente se comenzó a reproducir todo lo del día anterior, desde el momento en la biblioteca hasta la conversación con el chico solitario. Bueno, quizás, ahora deba llamarlo por su nombre. No puedo creer que me durmiera hasta las tres de la mañana hablando con él; y menos que el no durmiera nada por hablar conmigo.

¿Será difícil acostumbrarme a su horario? no lo creo.

Mi alarma se detuvo y pude seguir recordando sin molestia todos sus mensajes, por suerte era sábado y no tenía que ir temprano a ningún lado. sé que en un par de horas Jess vendrá a preguntarme que sucedió ayer, ambas estaban sentadas frente a mi mientras yo hablaba, o más bien enviaba mensajes con el chico solitario... no, ya debo decir su nombre.

Nicolás

Estaba a punto de dormirme nuevamente, pero mi alarma interrumpió ese bello proceso

— Apaga esa cosa del infierno, R, no deja dormir. —se quejó Mel al momento que arrojaba una almohada, quiero creer que la lanzo al reloj, pero por el sueño y su mala puntería fue a dar a mi cabeza

Iba dirigida a tu cabeza, tonta

Me regaño mi subconsciente y sin decir más asentí estando de acuerdo.

— Lo siento. — me incorpore para poder apagar la alarma que aún seguía sonando, bostece después de dejar el reloj en su lugar, me deje caer de espaldas a mi cama de nuevo y tome mi teléfono, abrí el wathsapp, comencé a leer los mensajes desde el último y poco a poco fui subiendo la conversación que tenía del chico solitario, aún no había cambiado su nombre ya que había sido lo último que me dijo anoche.

— Ru, deja dormir al pobre chico, estoy segura que no durmió, después de todo yo me dormí a la una de la mañana, y quien sabe tu a qué hora dejaste de hablar con él, recuerda que allá están en el futuro por tres horas. — dijo ella levantando su única almohada de encima de su cabeza

— no iba hablarle, solo quería ver la hora. — mentí después de bloquear la pantalla de mi teléfono y dejarlo a un lado de mi sobre el colchón

— ¿apagaste la alarma y no te fijaste ahí de la hora? — cuestiono mi compañera con una enorme sonrisa retadora

— no, no me fije, por eso la vi en mi teléfono

— claro, entonces dime, ¿qué hora es? — pregunto con la mirada fija en mi sin dejar de sonreír.

Maldije para mis adentros y cerré los ojos con resignación, me había atrapado y realmente no me fije de la hora en el reloj y mucho menos en mi teléfono. Levante el teléfono y lo deje suspendido sobre mi rostro, desbloquee la pantalla para poder ver la hora, pero antes de responder ella ya estaba riendo y burlándose de mi

— El amor, el amor. —decía canturreando entre risas removiéndose sobre su cama

— Cállate. —le dije esperando a ver como se caía de su cama como la última vez que estaba dando vueltas mientras reía, por mi mala suerte eso no sucedió y se siguió riendo hasta que la puerta se abrió.

Jess entro corriendo prácticamente a nuestro dormitorio y antes de poder saludarla ella brinco sobre mí dejándome inmovilizada bajo ella

— ¡Jess bájate! — Grite tratando de quitarla de encima. — porque siempre me saltan encima, ambas hacen eso, Dios, que estresantes son

—Tranquila Ru, es solo que me encantan tus almohadones. —comento entre risas aun sobre mi dejándome confundida. —son tan suaves y cómodos.

Mel comenzó a reír a carcajadas al igual que antes, yo solo las miraba con los ojos entrecerrados hasta que comprendí a lo que se refería cuando sus manos tocaron mi pecho

— ¡Hey!, aléjate pervertida — dije dándole una palmada en la frente para que me soltara, aun no me acostumbraba del todo a la forma tan despreocupada de Jess; la amaba, pero a veces me hacía querer golpearla.

se levantó por fin y fue a sentarse a la cama de Mel que por fin había acabado de reírse, sin perder más tiempo comencé a contarles lo que habíamos platicado Nico y yo, bueno, no todo, ya que habían cosas que él me confió en esos mensajes y yo jamás se las diría a nadie. Les resumí solo lo que yo sabía que les interesaba y aun que no les conté la forma tan cursi de pedirle una oportunidad, si les dije que fui yo quien había dado el primer paso y no el. a ninguna de las dos les importo ya que las tres teníamos en común el pensamiento de que no importaba si fueras hombre o mujer, si algo te interesaba debías ir por ello; y eso fue lo que hice.

— por fin nuestra hermosa, Ru tiene novio, esto debemos celebrarlo. — comento al levantarse de la cama, Mel y yo la observamos divertidas por su entusiasmo. — y tengo el lugar perfecto para hacerlo, hoy hay una fiesta en la casa de mi chico.

— excusas, solo admite que lo extrañas y quieres ir a verlo. — dije entre risas conociendo perfectamente a mi mejor amiga

— cierto, Jess sabes que sin importar que, nosotras siempre estaremos contigo y si quieres ir a verlo siempre te podremos acompañar

Jess sonrió haciendo un pequeño suspiro y en cuanto Mel y yo estuvimos de pie se nos abalanzo rodeando nuestros cuellos con sus brazos, entre risas la rodeamos de la cintura creando un abrazo entre las tres.

Amo a mis dos amigas

— Bueno chicas, debo ir a terminar de planificar que haremos para la radio ahora que el rector la autorizo. — menciono Mel con una enorme sonrisa al despegarse de nuestro abrazo. — estoy tan entusiasmada, deseen me suerte

— ¡Suerte! — gritamos ambas con entusiasmo mientras Mel salía del dormitorio.

— También debo irme para hablarle a Ethan y decirle que esta noche iremos a su fiesta

— Claro, yo estaré aquí flojeando todo el día hasta que Mel llegue para arreglarnos, vendrás o te arreglaras en tu habitación?

— no lo sé, quizás si venga para fastidiarlas un rato y tomar algún collar de Mel

— pido el de ángel.

— ya que. — hizo una mueca Jess antes de salir de la habitación y dejarme sola al fin con mi celular, me lance a la cama, tome mi celular en las manos y desbloquee la pantalla para ir al whatssap

Buenos días\tardes

Escribí al darme cuenta de la hora, sin esperar respuesta cerré los ojos y me dormí un rato en espera a que diera la hora de la fiesta.