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And now this could be the last of all the rides we take
So hold on tight and don't look back
We don't care about the message or the rules they make
We'll find you when the sun goes black
And you want to live forever in the lights you make
When we were young we used to say
That you only hear the music when your heart begins to break
Now we are the kids from yesterday
Y este podría ser el último de todos nuestros viajes
Así que agárrate fuerte y no veas atrás
No nos importan los mensajes o las reglas que ellos hacen
Te encontraremos cuando el sol se ponga negro
Y quieres vivir para siempre en las luces que creas
Cuando éramos jóvenes, solíamos decir
Que solo escuchar la música cuando tu corazón empieza a romperse
Ahora somos los niños del ayer
— The Kids From Yesterday, My Chemical Romance
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epílogo
[ ⊱ĭ⊰ ]
Minnes, 29 de agosto de 2024
Edificio Goldstar, 07:25 am
—¿Llevas todo? Los materiales, los cuadernos, la cuota —Jungkook asiente con la cabeza, claramente fastidiado. Lo miro de arriba a abajo sin mucha confianza. Va vestido de pies a cabeza de negro, se ató el cabello y dejó unos mechones rebeldes que le caían sobre las orejas (la derecha con un piercing industrial, la izquierda con dos aros negros en el hélix). El suéter negro esconde exitosamente las rosas tatuadas en sus brazos, pero la serpiente negra en su clavícula sigue siendo visible—. Dejé una camiseta negra limpia en tu cama esta mañana.
—No la vi —miente descaradamente. Alzo ambas cejas y él se encoge de hombros.
—Seguro. Estás muy metido en el papel hoy, ¿verdad? ¿No sería mejor enseñar los brazos?
—Mírame, Kim Taehyung. Esos chicos son enormes, musculosos y tienen el triple de tatuajes que yo —levanta ambos brazos en un gesto dramático que me hace reír—. Me van a hacer añicos.
—Eres un vampiro, tonto —le doy un golpecito en la frente y él se queja. Me acomodo los lentes y me cruzo de brazos—. Enséñales los colmillos si te amenazan.
—Ya lo he intentado —abulta el labio inferior y pone los ojos en blanco—. Se ríen de mí.
—Tú puedes, ¿sí? —acaricio su cabello y él sonríe un poco—. Tu almuerzo está en la cocina. El termo tiene té de frutos rojos y el tapper de plástico tiene un sándwich de jamón —ya está poniendo mala cara, así que me apresuro a añadir—. Cómelo lejos del resto de tatuadores si te averguenza tanto que tu novio te prepare el almuerzo.
—No es... No es eso, ¿sí? No te enojes. Gracias —me doy la vuelta para mostrarle la espalda, pero él me abraza por detrás y deja una serie de besos rápidos en mi cuello que me hacen reír—. ¿A qué hora terminan tus clases hoy?
—A las tres, pero tengo que recoger a Sunoo de su taller y luego iremos por Riki a la cafetería frente a la universidad.
—Entonces, ¿estás libre a las... ?
—Joshua quiere ver una película en su apartamento esta noche.
—¿Otra vez? —me giro para abrazarlo de frente y estrujar la mueca de su rostro. Se queja sonoramente, pero no se aleja— Ya es la tercera vez esta semana.
—También quiere organizar el viaje a la playa. Lleva queriendo hacerlo desde hace años.
—Pero no me gusta la playa —pone la cabeza en mi hombro y siguie quejándose en voz baja. Pongo mi mano en su cuello y lo acaricio.
—Nunca has estado en la playa, y se lo prometimos —le recuerdo, y entonces se queda callado.
Han pasado dos años desde, como lo bautizaron los medios amarillistas de todo el mundo, La Catástrofe de Tearscolm. Santalan-clon destruyó por completo la ciudad, pero parece que acabar con Tearscolm fue suficiente para saciar su sed. Murieron cientos de personas, y las ciudades vecinas no tardaron en enterarse de lo que pasaba y enviar ayuda y refuerzos. Recataron a unos cuantos, pero sin importar la cantidad insana de armamento y militares que enviaran de ciudades y países vecinos, Santalan no cedía. No abandonó la ciudad por tres semanas.
Lo más curioso es que no salió de Tearscolm. No se movió. Todas las bestias, Quirópteros y Feráseos, se unieron a él después de arrasar con los habitantes. Se fusionaron en la enorme masa de baba negra que era Santalan, pero el dios-demonio nunca se movió. No pretendía expandirse, o quizás no creía estar listo para hacerlo todavía y, así como apareció sin previo aviso un día, una mañana de junio de 2022 desapareció sin más.
Tearscolm se convirtió en una ciudad fantasma, y se celebra un velatorio una vez al año, el 30 de junio, en conmemoración a todos los afectados. Nosotros hicimos un pacto de no volver a mencionar el incidente a menos que sea estrictamente necesario. Yeonjun tuvo razón esa vez, no era nuestra responsabilidad, pero sigue siendo triste pensar que toda esa gente, para bien o para mal, formaron parte de nuestras vidas y ya no están.
Por supuesto, era un pueblo pequeño, así que conocíamos a casi todas las víctimas. Pero también a todos los rescatados. Para suerte de Yeonjun (y mala suerte de Soobin) Hwang Hyunjin sobrevivió. Estuvo varios meses en terapia junto a la mayoría de sobrevivientes, y Yeonjun fue el primero al que contactó cuando se recuperó un poco del trauma. Son amigos ahora, aunque la atracción unilateral es evidente. Soobin siempre se sienta en medio de los dos cuando salen a beber (confía en Yeonjun, pero no en Hyunjin, según sus palabras. Yeonjun no le dice nada, y me parece que lo disfruta un poco).
Aunque Santalan desapareció, la curiosidad de las multitudes por el pueblo del demonio creció. El mundo entero descubrió la existencia de las criaturas demoníacas que hasta ese momento eran un secreto a voces, y no tardaron en empezar a investigarlos. Evidentemente no han hecho muchos avances, pero la carrera de Demonología es una de las más solicitadas en la actualidad. Y, no es por presumir, pero tengo una beca completa en la Universidad Carleton (obviamente quiero presumir).
Minnes no fue nuestra primera opción cuando salimos de Tearscolm, pero después de vivir en la buseta del padre de Yeonjun por dos meses, nuestros padres empezaron a quedarse sin dinero para los moteles baratos y la comida mala de gasolineras. El problema era que, cada que llegábamos a una nueva ciudad, mamá y el señor Namgil decían que no era lo suficientemente lejos. Que aún temían que Santalan llegara a nosotros, así que conducíamos por un par de días más. Fue infernal, y cuando vimos el letrero de ¡Bienvenido a Minnes! supimos que no aguantábamos más.
Fue difícil reconstruir nuestras vidas, pero lo conseguimos. El escándalo de la ciudad demoníaca había llegado hasta ahí y varias editoriales estaban gustosas de trabajar con mamá y el señor Choi para publicar el diario bajo el nombre de Tearscolm: Historia de una ciudad maldita y las criaturas que habitan en ella. Mamá y él son demonólogos y autores reconocidos, con muchísimo dinero, y el libro ha sido traducido a varios idiomas. Ahora incluso hablan sobre casarse y adoptar un niño.
Fue bastante incómodo cuando nos lo dijeron, hace dos meses, a Jungkook y a mí, en una cena en la pequeña casa de campo a las afueras de Minnes en la que viven juntos hasta ahora. Ella es mi mamá y Namgil es como el padre de los vampiros. Así que fue una muy mala idea que Jungkook y yo aprovechamos esa misma cena para contarles a los dos sobre nuestra relación.
Todos los días me repito al espejo No es su padre biológico, no es su padre biológico, ni siquiera adoptivo, solo su tutor legal. No es inmoral, todo está bien y continúo con mi vida.
La verdad, mamá ya lo sospechaba desde hace muchísimo tiempo, pero no podía confirmarle nada porque Jungkook y yo tardamos mucho tiempo en consolidar nuestra relación. Esos cinco días en el hostal Black Owl habían sido una montaña rusa de emociones, y ahora que teníamos todo el tiempo del mundo no sabíamos muy bien qué hacer con él.
Tengo que admitir que también estaba esperando que él me pidiera ser su novio en algún punto. Me pidió que viviéramos juntos apenas consiguió un trabajo de medio tiempo y ahorró lo suficiente para independizarse. Todos intentábamos conseguir dinero como podíamos (por varios meses rentamos una casucha en mal estado con mil cuartos y mil literas que rechinaban y ahí vivimos todos. Fue, otra vez, otro infierno).
La mayoría lo hacíamos para pagarnos nuestros estudios (Yeonjun, Sunoo, Jeonghan y yo tuvimos que graduarnos en un colegio en línea. No tuvimos baile de graduación ni una ceremonia, pero teníamos el título y con eso sobreviviríamos), pero los vampiros querían independizarse. Tampoco es que nuestros padres estuvieran muy entusiasmados con la idea de seguir viviendo en esa casa horrible, así que empezamos a ahorrar poco a poco y cada familia se fue mudando con el tiempo.
Mi idea era vivir con mamá (y probablemente con Namgil) hasta poder pagarme un apartamento, pero era complicado siquiera considerarlo con la matrícula y la mensualidad de la Universidad Carleton. Por suerte abrieron la carrera de Demonología y envié mi solicitud de registro con un ensayo sobre mi experiencia en Tearscolm con Jay. Eso, más mi situación económica miserable, me dieron la beca en la universidad.
El día en el que llegué a casa con la noticia, Jungkook estaba particularmente nervioso. No me miraba y me pidió que me sentara en la sala porque tenía algo importante que decirme. De verdad creí que iba a pedirme ser su novio. Ya actuábamos como una pareja cuando no habían padres cerca, y Namgil y el resto de padres ya habían dado el visto bueno para las relaciones de Sunoo y Yeonjun. ¿Qué más tenía que esperar?
Cuando me pidió que viviéramos juntos me decepcioné solo un poco. Luego me llenó una ola de energía y me lancé a abrazarlo. El bobo quería pagar la renta él solo, así que aproveché el momento para decirle lo de la beca. Uniríamos los ahorros de ambos para un apartamento decente y ambos continuaríamos con nuestros trabajos, solo que yo empezaría a hacerlo solo medio tiempo cuando empezara la universidad.
Jungkook hacía la limpieza en un bar medianamente reconocido de Minnes, y yo era ayudante en una biblioteca. Riki dibujaba personas en la calle y Sunoo le daba clases de dibujo a niños en el hospital. Yeonjun era repartidor de pizza y Soobin era bartender en el mismo bar en el que trabajaba Jungkook. Además de que todos hacíamos pequeños encargos por aquí y por allá (cuidar a los hijos de la familia millonaria del otro lado de la calle y cortarle el césped a la viejita que vivía al lado con diez perros pagaba bastante bien).
Tener una vida estable nos costó un poco más de un año, pero todos estamos bastante satisfechos con los que somos ahora. Yeonjun, Sunoo y yo somos los únicos en la universidad. Yeonjun en Medicina, Sunoo en Bellas Artes y yo en Demonología. Soobin hace cursos para ser, en sus palabras, el mejor bartender que ha visto esta triste ciudad, y Riki trabaja con una agencia que pinta murales.
Jungkook... bueno, en un inicio no sabía qué hacer con el dinero y se emocionó un poco con el tema de los tatuajes y las perforaciones. Tiene la espalda y los brazos llenos de flores y serpientes. Le gustó tanto que ahora quiere aprender a hacerlos y ha estado averiguando sobre talleres en Minnes.
No me quejo en absoluto. Supongo que me atraían tanto los vampiros cuando era pequeño, en parte, porque me aterraban. Me parecían intimidantes y eso me emocionaba. Tener un novio lleno de piercings y tatuajes es una fantasía que el pequeño Taehyung que dejé en Tearscolm probablemente también tenía. Estoy cumpliendo sus sueños por él.
Joshua y Jeonghan, que hasta ahora no aceptan que gustan el uno del otro, viven juntos en un edificio cerca de la universidad Carleton. Su apartamento es mucho más grande que el que comparto con Jungkook, pero también está mucho más vacío. No gastan irracionalmente porque el sueño de abrir un bar juntos sigue en pie, y quieren llamarlo Black Owl. Jeonghan es estilista en un salón de renombre y Joshua es mesero en un restaurante de lujo en el centro de la ciudad. No les falta mucho para conseguir el dinero suficiente, y ya están ofreciéndole trabajo a Soobin cada que nos reunimos.
Nos reunimos... muy, muy seguido. Quizás es un mecanismo de defensa, quizás es el miedo de perdernos los unos a los otros, o de distanciarnos otra vez. Aquí no hay demonios ni murciélagos de dos metros, pero ¿qué nos asegura que no volveremos a distanciarnos? Veo a Yeonjun y a Sunoo seguido en la universidad, pero eso no es impedimento para reunirnos en el apartamento de Joshua y Jeonghan al menos tres veces a la semana a ver películas, beber o solo tontear. A veces basta con estar juntos y saber que todos estamos bien. A veces eso es suficiente.
Claro, beber en un bar de mala muerte con algunos invitados de más no está mal de vez en cuando. Hwang Hyunjin es el primer invitado-no-deseado que se volvió recurrente desde que Yeonjun lo trajo, y Jeon Wonwoo (el hermano mayor de Wonyoung —la chica que, en palabras de Joshua, Jeonghan no tardó ni diez segundos en llevarse a una habitación—) fue una sorpresa para todos. Jeonghan se excusó con que fue un cliente en su salón y lo reconoció por el parecido con su hermana menor que, lamentablemente, no sobrevivió a Tearscolm. Wonwoo no conocía a muchos sobrevivientes, así que se aferró a Jeonghan.
Con aferrarse hablo en todos los sentidos de la palabra, física y emocionalmente. Jeonghan nos reveló en una de nuestras reuniones que era bisexual con el dramatismo de estar confesando un asesinato, y la verdad es que nos lo tomamos bastante bien tomando en cuenta que a casi todos en nuestro grupo les atraen los hombres. Digo casi porque Joshua sigue sin aceptarlo, pero ponerse celoso de Jeon Wonwoo cada que se acerca demasiado a Jeonghan es bastante evidente.
—Bien, vamos a lo verdaderamente importante aquí —dice Joshua.
Estamos sentados en su sala de estar. Los únicos que faltan son Jeonghan, Wonwoo y Hyunjin. Hoy es la primera vez que esos dos últimos fueron invitados al apartamento, una especie de iniciación y comprobación de que pertenecen al grupo oficialmente. El único que estaba en desacuerdo sobre la presencia de Hyunjin fue Soobin, y Wonwoo fue aceptado por todos, incluso de mala gana por Joshua. Hay un paquete de latas de cerveza. Joshua se inclina hacia adelante y toma una.
—¿Cuándo le pedirás a Jeonghan que sea tu novio? —pregunta Jungkook, sin nada de tacto. Le doy un golpe en el hombro y el se encoge de hombros.
La tenue luz anaranjada de la sala ilumina la pequeña arruga en el entrecejo de Joshua. Abre su cerveza y le da un trago.
—Entiendo que tengan sus dudas, sí. Jeonghan y yo tenemos una amistad un poco...
—¿Homoerótica? —dice Soobin, alzando una ceja. Yeonjun, a su lado, aguanta una carcajada. Joshua bufa.
—Especial —corrige, dándole otro trago a la cerveza y limpiándose con el dorso de su mano—. Pero él no me gusta.
—Duermen juntos —dice Sunoo con obviedad.
—Desde los cinco años, gracias por recordármelo —responde Joshua, impasible.
—Abrazados en una cama minúscula —añade Yeonjun.
—Jeonghan tiene miedo de dormir solo desde ya-saben-qué.
—Se besan —digo yo, y Joshua casi se atraganta con la cerveza.
—No lo hacemos —responde con indignación, pero las miradas poco sorprendidas de todos hacen que se queje desde el fondo de su garganta—. ¡Soy heterosexual! ¡Un beso con mi mejor amigo no significa nada! Además, él ya tiene al tonto de Wonwoo, ¿por qué tendría que molestarme? —se cruza de brazos y se deja caer sobre el sofá— Con tema importante me refería a la playa, imbéciles. Los odio. No los volveré a invitar a mi casa.
En ese momento tocan el timbre y Yeonjun se levanta a abrir al ver que Joshua no parece dispuesto a moverse. Mala idea, porque es Hwang Hyunjin, exhibiendo un recién estrenado cabello pelirrojo, y la pequeña conversación sobre lo bien que se ve que tienen en la puerta hace que Soobin suelte un gruñido.
Jeonghan y Wonwoo llegan detrás de él. Jeonghan parece especialmente nervioso y Wonwoo luce tan deprimido como la primera vez que pasó una noche con nosotros en el bar. Esperamos que se sienten juntos en un sofá doble, pero Jeonghan le da una patada a Joshua para que le haga un espacio en el suyo (individual y bastante pequeño) mientras que Hyunjin y Wonwoo se sientan en el doble que estaba desocupado.
Hay una tensión extraña en la sala el resto de la noche. Joshua luce rígido al tener a Jeonghan tan pegado a él, y Wonwoo está cabizbajo hasta que el reloj marca las dos de la mañana y se retira con la excusa de que tiene trabajo mañana. Cuando cierra la puerta detrás de sí, todos nos giramos a ver a Jeonghan.
—Lo rechacé —suelta. La expresión estupefacta y boba que hacemos todos en la sala es digna de una fotografía enmarcada.
—¿Qué? —dice Joshua, y solo tiene que girarse un poco para estar frente a frente con Jeonghan. No disimula ni un poco el sonrojo en sus mejillas, ni siquiera con el ceño fruncido— ¿Por qué? ¿No te gustaba?
—Me atraía, y nada más. Pero él asegura que se enamoró de mí y yo estoy completamente seguro de que no estoy enamorado de él —se cruza de brazos, apoyándose en el brazo del sofá. Joshua parece más que confundido.
Jungkook y yo nos miramos con complicidad y él me da una pequeña sonrisa.
—Pensé que... —Joshua empieza a decir, pero se queda callado y evade la mirada de Jeonghan mientras se rasca la nuca—. Olvídalo. Tendré que pedir la cotización para la playa de Pensyl para nueve personas en lugar de diez, ¿no?
—No lo sé —dice Jeonghan, apretando los labios después—. Tengo que preguntarle si realmente quiere ir después de... lo que pasó.
—Pensé que estabas enamorado de él —dice Joshua, sin mirarlo.
Realmente nos hemos convertido en simple audiencia para la telenovela que están viviendo ellos dos en ese diminuto sofá. Sunoo los mira con expresión embobada mientras Riki revisa su celular con indiferencia. Yeonjun y Hyunjin comentan la situación en voz muy baja mientras Soobin abraza a Yeonjun por el cuello con celos evidentes. Jungkook y yo, que nos hemos echado sobre el sofá como si miráramos una comedia romántica, abrazados en la cama de nuestro dormitorio, solo observamos todo con diversión.
—Eres un imbécil, ¿sabías? Un imbécil lento —dice Jeonghan, alargando el brazo para agarrar una cerveza.
—Tú también eres un imbécil —responde Joshua, dándole un trago a su lata, y ambos se quedan en silencio por unos dos segundos antes de que alguien más interfiera.
—Ambos son unos imbéciles. Unos muy inmaduros y dramáticos que necesitan aclarar muchísimas cosas —Yeonjun deja a Soobin y a Hyunjin (muy incómodos el uno con el otro) y se levanta para agarrar al par de adolescentes tontos y enamorados del brazo. Ambos se quejan mientras Yeonjun los arrastra a la terraza. Apenas tienen tiempo para dejar las latas en la mesita que está en el centro—. Hablen, de verdad. Lo necesitan —los empuja afuera y cierra la puerta—. Les hice un enorme favor —dice, sonriendo completamente satisfecho—. Ahora sí, tema playa.
—¿Y si nos vamos de vacaciones solo tú y yo? —me dice Jungkook en un susurro, besándome justo debajo de la oreja. Me río en voz baja.
—Tengo clases —le digo, sonriendo—. Sabes que tengo que entregar ese ensayo importante esta semana.
—¿Otro más sobre Jay?
Contrario a lo que pensé que sería mi vida después del incidente, he pensado mucho en Jay en los últimos años. A veces lo recuerdo con resentimiento, a veces incluso podría decir que lo extraño. Fue una parte importante en mi vida que no puedo borrar. Y si puedo aprovecharlo para sacar un diez en clases, lo haré sin dudarlo.
—Sí —le respondo, y borro la mueca con un beso que me devuelve.
—Por favor, dime que se están besando allá afuera —dice Sunoo, recostado en el hombro de Riki. Yeonjun, que volvió a separar a Soobin de Hyunjin justo a tiempo para que el vampiro no le arranque el cuello al chico pelirrojo, se levanta un poco y sonríe en grande viendo la terraza a través de las puertas de cristal. Se ríe por la nariz y pone los ojos en blanco—. Ahora Joshua no puede decir con ningún fundamente que es heterosexual.
Todos, incluido Hyunjin, nos reímos y Jeonghan y Joshua vuelven unos cinco minutos después, tomados de la manos. Los recibimos con una ronda de aplausos y ellos nos gritan con molestia que nos callemos, pero las sonrisas no se borran de sus rostros. Oficialmente somos el grupo de amigos más homosexual en todo Minnes, y eso es lo menos extraño de nuestras vidas.
Salimos de un pueblo maldito, y sobrevivimos.
Un demonio me persiguió por años, y sobreviví.
Mi novio es un vampiro y... sigo sobreviviendo (tengo varias mordidas por todos lados, pero no me he desangrado aún).
Tearscolm es una quemadura en nuestros corazones que no podemos ignorar. Las mariposas del pueblo que nos crió eran espantosas, pero las mariposas de nuestra nueva vida son coloridas y están rodeadas de flores. Los demonios están muertos, pero aquí estamos tan llenos de vida que no sabemos qué hacer con ella.
Estamos juntos, siempre lo estaremos.
Y estamos vivos.
No volveremos a matar mariposas.
Nunca más.
Fin.
No estoy lista para despedirme de Killing Butterflies. LES JURO que lloré escribiendo los últimos capítulos, no lo acepto aún :(
¡Nos leemos por última vez en la nota final! ♡
[ Noduru, 2024 ]
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