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Cause it's not fair to make me fall in love
If you're gonna
Run run run
Run run run
But I can't wait to chase you out the door
You're gonna get what you're asking for
All is fair in love and war
No es justo hacer que me enamore
Si vas a
Correr, correr, correr
Correr, correr, correr
Pero no puedo esperar para perseguirte hacia la puerta
Vas a conseguir lo que estás pidiendo
Todo es justo en el amor y la guerra
— Kiss or Kill, Stela Cole
[ ⊱ĭ⊰ ]
Doceava parte:
kissing bloody lips
[ ⊱ĭ⊰ ]
[ 12:1 ]
Tearscolm, 29 de junio de 2022
Hostal Black Owl, 11:05 am
No me sorprende en absoluto encontrar la habitación vacía cuando despierto por la mañana. La puerta está cerrada, las cortinas corridas y no hay rastros de Jungkook o Jay. Está bien. No estaban en la habitación ayer por la noche, de todas maneras. Quieren darme mi espacio, bien por ellos. Puedo sobrevivir sin ninguno de los dos.
Me lavo el rostro. Aún tengo suciedad y sangre por lo de anoche, así que tengo que fregar con fuerza y mi piel termina roja e irritada (maldito Jungkook, ¿yo le limpié la sangre del rostro y él no pudo decirme que mi cara también era un desastre? En serio, maldito Jungkook). Ignoro el conjunto bien doblado que Jungkook dejó al borde de la cama y decido ponerme la ropa que usé mi primer día aquí y guardé en el closet. Me lavo los dientes con la pasta dental barata que hay en los hostales. Me abstengo de utilizar la de Jungkook, con sabor a frutos del bosque, porque estoy decidido a fingir que todo lo relacionado con él no existe (por hoy).
Según mi celular, son las once de la mañana. Me pregunto por qué nadie ha venido a despertarme. El señor Choi debe estar muy ocupado organizando el escape y no me sorprendería que mis amigos se hayan olvidado de mí. Yeonjun y Sunoo están en su luna de miel demoníaca, Jeonghan y Joshua... son Jeonghan y Joshua. Ni siquiera me necesitan para comunicarse con Jay. Soy un inútil ahora mismo. Un inútil que tiene la mala costumbre de desmayarse cada cinco minutos y/o tener un colapso mental de vez en cuando. Soy un compañero de equipo excepcional.
Salgo del cuarto y escucho voces abajo. Parece que la segunda planta está desierta, pero creo escuchar pasos sobre mi cabeza, así que asumo que algunos de los chicos están en la terraza. Seguramente son los vampiros, o mis amigos aprovechando que el señor Choi está ocupado para ir a esa zona prohibida (aunque dudo mucho que Soobin y Yeonjun decidieran ir después del incidente).
—Necesitas poner dos huevos, Jeonghan. Dos —escucho decir a Yeonjun cuando entro a la cocina. Sunoo y Riki están sentados en los bancos de madera mirando un cuaderno mientras Yeonjun (aún vendado) y Jeonghan me dan la espalda, parados frente a un sartén—. Mira lo espeso que está.
—Tienes que decir esas cosas antes de que eche la maldita masa en el maldito sartén, Yeonjun —dice Jeonghan, suspirando y echando la cabeza hacia atrás.
—No me escuchabas —le replica Yeonjun, molesto.
—¿Crees que este sea bueno? —pregunta Sunoo, señalando el cuaderno. Riki se acerca y examina lo que sea que Sunoo señaló. Sonríe con muchos colmillos y Sunoo se sonroja. Ambos están muy cerca, aún teniendo toda la encimera a su disposición.
—Creo que es el mejor hasta ahora —dice Riki, recostando la cabeza en el hombro de Sunoo.
—¡Taehyung! —me doy cuenta de que he estado parado en el umbral de la cocina un buen rato cuando Jeonghan repara en mi presencia y me saluda. Sunoo da un brinco por el susto y casi provoca que Riki y él caigan de los bancos. Se agarran de las manos en el último segundo y empiezan a reírse. Quiero vomitar— ¡Mira, panqueques! —señala con ambas manos la masa burbujeante en el sartén. Yeonjun le da un golpe en la cabeza con el mango de una espátula de plástico— ¡Auch! ¿Qué fue eso?
—Más bien es un intento de panqueques —Yeonjun suaviza su ceño fruncido cuando se gira hacia mí—. Buenos días, Taehyung. ¿Dormiste bien?
Feráseo, sangre, conejos, Jungkook, sangre, sangre, beso, beso, beso.
Le sonrío apesar del flash de imágenes que pasan por mi cabeza y me dan migraña.
—Sí, ¿y ustedes? —me alegro cuando todos responden con sinceridad que ellos también. Soy el único mentiroso en esta habitación— ¿Desde cuándo tenemos más comida que latas de atún, queso y pan?
—Tu mamá envió algunas cosas con el señor Choi. Ya sabes, reservas. Agua, comida, botiquines. Para que estemos preparados. Esto fue un pequeño regalo extra, por sobrevivir estos días —dice Yeonjun, y Jeonghan levanta la caja de pre-mezcla para panqueques como si fuera un tesoro nacional—. Si este tarado arruinó los panqueques, lo echaremos a patadas afuera con los Feráseos.
—¡No fue mi culpa! La caja dice un huevo, ¿qué esperabas que hiciera?
—Dice un huevo por cada taza de pre-mezcla, ¿no sabes leer o... ?
—¿Y los demás? —interrumpen su pequeña pelea para mirarme al mismo tiempo. Sonrío, mordiéndome el labio inferior. Apenas evité preguntar por Jungkook directamente, qué patético.
—Joshua está en la terraza con Soobin y Jay —dice Jeonghan. Aún me parece increíble lo rápido que se acostumbraron a la presencia de Jay, y me preocupa un poco que cada vez puedan comunicarse con él con más facilidad—. Jungkook está en el garaje haciendo... algo con la camioneta del señor Choi. No quiso darnos detalles.
—¿Hay un garaje? —pregunto.
—Sí. Aparentemente, hay otra puerta detrás que lleva al garaje, ¿puedes creerlo? Choi tiene una camioneta negra increíble en la que entramos todos. ¡Y una Vespa roja! —explica Jeonghan con ojos brillantes. La mezcla en el sartén a sus espaldas empieza a humear, así que le arrebata la espátula a Yeonjun y voltea el panqueque. Tiene un poco apetecible tono oscuro, pero a este punto, después de días de atún, mataríamos por un panqueque quemado.
—¿Te enseño dónde es? Por si buscabas a Jungkook —se ofrece Yeonjun, y ya está caminando hacia mí dispuesto a llevarme. Niego con la cabeza y lo rechazo con una sonrisa forzada.
—Está bien, no lo buscaba. ¿Puedo... ayudarlos con algo?
—Oh, está bien —parece un poco desconcertado, pero consigue devolverme la sonrisa—. Puedes ayudarme con el té. Solo tenemos frutos rojos, pero hasta ahora nadie ha conseguido que tenga un sabor como el de Jungkook, ¿recuerdas cómo lo preparó él?
—No —respondo, rápido y en voz baja. Yeonjun frunce un poco el ceño.
—¿Pasó algo con Jungkook? Él también actuó raro en la mañana.
—¿Raro? ¿Raro cómo?
—Parecía nervioso, se movía muy rápido y miraba a todos lados con cautela. Nos evitó y se encerró en el garaje tan pronto como pudo. ¿Sucedió algo?
—No —beso, beso, beso—. Todo está bien, no te preocupes. Yo prepararé el té, ¿el señor Choi está aquí? ¿Crees que quiera una taza?
—¡Riki! Necesito ayuda con los conejos. Son demasiados y... —una voz suena a nuestras espaldas y mi corazón deja de latir por un segundo.
Soy el único que no voltea, sigo dándole la espalda por unos segundos, pero no soy lo suficientemente fuerte y termino mirando de reojo. Lleva una camiseta gris sin mangas con una carita feliz amarilla estampada, una camisa roja a rayas amarrada en la cintura y un pantalón negro y holgado. Se agarró el cabello gris y unos mechones rebeldes caen sobre su nuca. Tiene manchas rojas en las manos y el rostro, y la imagen de él a pocos centímetros con el rostro ensangrentado por haber matado a un Feráseo anoche me invade. Quiero limpiarlo otra vez, quiero acercarme, quiero...
Quiero besarlo. No estoy enojado, o no estaré enojando siempre y cuando me deje besarlo otra vez.
—Hola —le digo, levantando la mano. Jungkook está paralizado. Sus ojos no podrían estár más abiertos, el pánico absoluto es evidente, sus extremidades parecen hechas de piedra y tiene ambas cejas levantadas. En un movimiento robótico, levanta su mano también.
—Hola.
—Voy enseguida —le dice Riki. Jungkook no despega la mirada de mí.
—Sí, está bien. Apresúrate —dice, tan rápido que dudo que alguien haya entendido. Toma aire en una bocanada profunda—. Adiós.
Tan rápido como llegó, desaparece corriendo lejos de la cocina y escuchamos el click de una puerta cerrándose. Cuatro pares de ojos curiosos caen irremediablemente sobre mí. Pongo los ojos en blanco y decido ignorarlos mientras preparo el té.
Estoy demasiado cansado para esto.
¡Nos leemos luego! ♡
[ Noduru, 2024 ]
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