Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

ʚɞ | 17 | ʚɞ

Don't act so special

What I do is not for you

Forget about it

You made this mess

I'll knock at your door

Don't you ignore

Or forget about it

No actúes tan especial

Lo que hago no es por ti.

Olvídalo.

Tú creaste este desastre.

Tocaré tu puerta,

No lo ignores.

U olvídalo.

— Hush, The Marías.

[ ⊱ĭ⊰ ]

Sexta parte:

your devil and mine

[ ⊱ĭ⊰ ]

[ 6:1 ]


Tearscolm, 25 de junio de 2022

Hostal Black Owl, 17:48 pm


La cocina está desierta cuando llegamos. El señor Choi probablemente esté en su oficina y los chicos no han bajado. Me parece algo estúpido que no bajen con el frío que hace allá afuera, pero supongo que la azotea es un lugar acogedor, a su manera. Yo, personalmente, prefiero el ambiente cálido de la cocina. Jungkook está apoyado contra una encimera jugando con mi celular (con juego me refiero a cambiar de canción cada diez segundos. No tengo juegos reales en mi celular). Yo estoy rebuscando en los estantes por algo comestible. 

Sé que deberíamos guardar la comida, y que tendríamos que pedirle permiso al señor Choi antes de coger algo, pero he estado muriendo de hambre desde el desayuno y Jungkook dijo que todo estaría bien. Dijo que este lugar también es suyo, por lo que la comida también es suya y me daba permiso de cogerla (es un hecho: Jungkook y los otros vampiros viven con el señor Choi en el hostal).

Me rindo y agarro un atún enlatado, porque todas las otras cosas me hacen sentir horriblemente culpable. Me siento en un banco frente a la encimera, junto a Jungkook, y abro el atún. Hay un recipiente de plástico lleno de cubiertos en el centro, así que elijo un tenedor al azar y empiezo a comer. Le ofrezco a Jungkook, pero mueve la cabeza y continúa en mi celular.

—Kim Taehyung —me llama cuando ya llevo la mitad del atún.

—¿Sí?

—¿Por qué estabas llorando mientras leías?

Golpeo la lata con el tenedor, sin responderle. No puedo decirle a Jungkook sobre Jay. Es algo que no se lo he dicho ni a mis amigos. Amigos que conozco desde hace años. A Jungkook lo he conocido por menos de 24 horas. Bueno, si lo pienso mejor... quizás es bueno que Jungkook no me conozca. Me preocupa tanto la reacción de mis amigos porque son como mi familia, pero si este chico me tacha de psicópata no me afectará tanto. 

Además, ¿qué tanto me puede juzgar un vampiro?

—¿Me prometes que no le contarás a nadie?

—¡Oh, ¿vamos a compartir secretos ahora?! —deja mi celular sobre la encimera después de elegir Down Under de Men at Work. Está sonriendo— Eso quiere decir que confías en mí.

—No —respondo, demasiado a la defensiva, y Jungkook se ríe. Resoplo y me meto a la boca otro poco de atún. Incluso la comida más insustancial sabe como el cielo después de no probar bocado por horas—. Solo promételo, tonto, o no te lo diré.

—Está bien. Te lo prometo, Kim Taehyung —ladea la cabeza—. Solo hablo con mis hermanos, de todas maneras. Y dudo que les importes.

—Qué tranquilizador —digo con ironía. Sus palabras tardan en llegarme, y mi mano queda petrificada, el tenedor aún clavado en el atún. Levanto la cabeza para mirar a Jungkook—. ¿Hermanos?

—Sí, ¿nadie te lo dijo? —no luce para nada impresionado. Bufa, seguramente porque mi expresión es todo un espectáculo—. Soobin, Riki, yo... —empieza a contar con los dedos—. Somos hermanos.

—Nadie —empiezo a decir, pero las palabras se quedan atrapadas y no salen. Nadie me lo dijo, tarado. ¿Por qué me lo iban a decir? Dejo de mirarlo—. Olvídalo, no se parecen mucho. No tenía idea.

Obviamente nos parecemos, chico tonto —me da un empujoncito en la cabeza usando el dedo índice y se inclina para mirarme a los ojos, enojado. La cercanía hace que mi corazón deje escapar un latido—. Somos trillizos.

—Trillizos —repito. Lo miro, esperando que me diga que es una broma, pero no lo hace. Sigue con la misma expresión, inamovible a centímetros de mi rostro. Carraspeo, bajando la mirada—. ¿Cuántos años tienen? No parecen de la misma edad para nada...

—Diecinueve —responde, alejándose y dejándome espacio para respirar—, ¿y tú?

—Dieciocho.

Nos quedamos en silencio un momento. Él tamborilea sobre el suelo con la punta de su zapato. Sus manos están apoyadas en el borde encimera. Tiene las uñas del meñique y el índice despintadas, pero las de los otros dedos están perfectamente cubiertas de negro. Con su personalidad, es sorprendente que sea tan prolijo en algo como esto (tengo entendido que pintarse las uñas con precisión no es tarea fácil). Mi cabeza está a la altura de sus codos (estoy sentado y él sigue parado) y puedo ver que tiene un pequeño lunar en el hombro.

Jungkook me arrebata el tenedor y el atún y se lo termina de un bocado, soltando un suspiro satisfactorio. Deja el cubierto en la mesa y tira la lata vacía con una puntería perfecta al basurero junto a la ventana (las cortinas siguen cerradas. Todas las cortinas del hostal han estado cerradas desde ayer). Su sonrisa me hace soltar una risa aireada.

—Pensé que no tenías hambre.

—No, pero verte comer me dio... antojo de atún, creo —se encoje de hombros—. ¿Vas a decirme por qué llorabas o no?

—Ah, sí —trago saliva y parpadeo. Lo olvidé por completo. El rostro me arde un poco, y me encojo sobre el asiento antes de seguir hablando. No es fácil decirlo en voz alta. Nunca antes lo había dicho, así que de verdad se siente como si estuviera diciendo algo prohibido. Le echo un vistazo al comedor disimuladamente: no hay rastros de Jay. Estiro el brazo para tomar el cuaderno y lo abro en la página de los Umbras. Se lo paso a Jungkook—. Uno de esos apareció en mi habitación hace un par de años. Al principio tenía el aspecto de un Feráseo —me levanto y señalo el dibujo del Umbra. Ahora tengo a Jungkook frente a mí. Él observa el cuaderno en sus manos con atención, frunciendo las cejas—, pero esta mañana estaba así, como... un humano con esa máscara. Sé que es difícil de creer, pero...

—¿Esta mañana? —levanta la mirada para verme a los ojos. Está cerca, puedo ver los detalles de su rostro como si le hubiera hecho zoom a una foto suya. Él no parece afectado, pero yo tengo un remolino en mi interior. Lo que sí parece resultarle sorprendente es lo que acabo de decir— ¿Eso significa que esta cosa está aquí?

¡Nos leemos luego!

[ Noduru, 2024 ]

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro