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Blood-red lips
They shake like leaves
Your flesh and blood
But what's underneath?
Labios rojos como la sangre,
Se sacuden como las hojas.
Tu carne y sangre,
Pero, ¿qué hay debajo?
— Killer, The Hoosiers
[ ⊱ĭ⊰ ]
Cuarta parte:
slithering, little (stupid) flower
[ ⊱ĭ⊰ ]
[ 4:1 ]
Tearscolm, 25 de junio de 2022
Hostal Black Owl, 13:12 pm
Ya por la tarde, todos se han ido por su lado y apenas he visto a los chicos. Supongo que necesitan algo con lo que distraerse para olvidar el hambre causada por no almorzar. Mi estómago ha estado rugiendo, pero el señor Choi ya regañó a Joshua por intentar colarse en la cocina y ahora está haciendo de guardia en el comedor. Jeonghan está encerrado en la habitación que (oficialmente) comparte con Joshua, probablemente leyendo o tonteando en su celular mientras Joshua toma un baño. Sunoo y Yeonjun están en la terraza del hostal. Solo estaban hablando la última vez que los vi, riéndose sin gracia y mirando con cansancio la el paisaje de muerte y oscuridad en la calle.
Yo no sé bien qué hacer.
Los vampiros ni siquiera han salido de sus habitaciones, y creo que Jungkook está durmiendo.
Jay despertó, pero se quedó hecho un ovillo (con las piernas pegadas al pecho) en la bañera. Quiero aprovechar que me está dejando ser independiente, pero no sé qué hacer. Quizás, si el imbécil no estuviera teniendo un ataque de pánico en la bañera, podría por lo menos hablar con él.
Empecé a caminar por el hostal, pero no hay mucho que explorar de todos modos. Es un edificio pequeño y gran parte de las habitaciones que parecen interesantes están cerradas con llave. Me siento en las escaleras y llamo a mi madre cuando las ideas realmente se me han acabado.
Responde inmediatamente, pero se queda callada.
—¿Hijo? ¿Estás bien? —pregunta después de un rato. Se escucha agitada. Se aclara la garganta— ¿Comiste?
—Hace unas horas, ¿y tú?
—Tu padre quiere guardar la comida para emergencias, así que no he probado bocado desde el desayuno —se ríe, y escucho como la cama rechina cuando se sienta. Suspira—. Una lata de atún y una rebanada de pan, ¿qué ha sido el tuyo?
—Pan con queso y huevo revuelto —la escucho bufar y me río un poco—. Tengo un paquete de galletas escondido bajo mi cama si tienes hambre. Pero no le digas a papá.
—Gracias, hijo —bufa una risa y la escucho tomar aire—. ¿Qué tal los está tratando el... dueño del lugar?
—¿Tu amigo? Bastante bien. Es gracioso, y agradable. Nos trata de maravilla teniendo en cuenta que somos cinco mocosos que aparecieron de repente —mamá se queda en silencio. No creo que se sienta incómoda, pero quizás un poco avergonzada. No entiendo bien por qué.
Sé que le gusta hablar del señor Choi, pero quizás en este contexto, sabiendo que estoy en el mismo edificio que él, le resulta extraño. Cuando hablaba de su vida en la universidad, de las investigaciones que hizo con él sobre Tearscolm, sonaba nostálgica. Como si estuviera convencida de que no lo volvería a ver.
Y aquí está él, salvándole la vida a su hijo.
—Tú sabes de esto —digo, cuando ella no responde y el silencio se alarga demasiado—, ¿cuánto crees que tarde en acabarse? Todo el tema de —estoy a punto de llamarlas mariposas, así que me aclaro la garganta. Jay— los Feráseos.
—No lo sé. No creo... que termine pronto. El Gran Demonio está despertando, y no suele volverse a dormir pronto, Taehyung —puedo escuchar lo seria que está en su tono de voz. Trago saliva—. Nací en la época negra de Tearscolm, y crecí en ella. Duró décadas la última vez. No sé cuanto...
—Pero solo era por la noche. Digo, cuando las cosas se calmaron y esas cosas solo salían por la noche. Y los Quirópteros se quedaban en los bosques, ¿cierto? —digo, desesperado y esperanzado. Mamá no responde—. Si el inicio está siendo tan agresivo, quizás termine antes esta vez, ¿no lo crees?
—Eso espero, pero olvidas algo, hijo —puedo escuchar como su rostro se torna en una sonrisa triste por cómo habla—. El inicio fue más agresivo en ese entonces. La Noche Eterna, Taehyung. El llanto de las vírgenes y el vómito de los inocentes... —lo recuerdo al instante. No hay muchos registros del inicio del caos en la biblioteca municipal (con mis amigos, hemos revisado todos los libros que hay desde que éramos niños), pero mi madre sí que tiene registros sobre ello. Y Jay también me ha contado cosas—. Lo que está sucediendo ahora es un juego de niños comparado con lo que sucedió en el 45. Solo... roguemos que esto no pase a mayores... ¿Namgil... —tose falsamente— Digo, el señor Choi, te ha dicho algo sobre eso?
—No —me giro para ver el comedor a través del umbral de la puerta. El señor Choi está sentando en una de las mesas, encendiendo una radio y luchando un poco con la antena—. No ha dicho nada, ¿quieres que le pregunte?
—No, no. Está bien así. Avísame si él te dice algo —vuelve a quedarse en silencio. Escucho a través del celular una puerta que se abre y se cierra a lo lejos, y pasos lentos que se empiezan a acercar. Mi madre se acerca mucho al teléfono y susurra—. Tengo que irme, hijo. Tu padre llegó. Le diré que estás bien. Cuídate y llámame para la cena, ¿sí? Te quiero.
—Ah, está bien. También te —la llamada se corta antes de dejarme terminar. Suspiro, guardando mi celular en mi bolsillo, y me levanto del escalón.
Me estiro un poco y bostezo. Podría ser una buena idea volver a la habitación y dormir un poco. Si tengo suerte, despertaré a la mañana siguiente. Si de verdad tengo suerte, ya no habrán Feráseos en las calles cuando despierte.
Me friego los ojos con ambas manos, y siento dos brazos largos enroscándose en mi cintura. Por un momento fugaz, por un milisegundo, pienso que es Jungkook. Un material frío roza mi oreja y confirma que estoy equivocado.
—Regresaste —le digo, y Jay se aferra aún con más vehemencia a mí, como si temiera que intentara escapar—. ¿Ya no estás molesto?
—No estaba molesto, Taehyung. No puedo estar molesto. Solo te di tiempo para que recapacites sobre la situación.
—¿Qué situación? Afuera sigue siendo un infierno de mariposas —me remuevo, pero él solo se acerca más. Su aliento se escapa por las aberturas de la máscara y lo siento en mi cuello. Me da escalofríos—. ¿Qué hay para recapacitar sobre eso?
—Me refiero a los Natálidos, Taehyung. Hay tres de ellos en esta casa. Puedo sentirlo, están planeando algo, Taehyung. Hay que huir.
—Primero suéltame si quieres que te escuche.
—Si te suelto, volverás a patearme.
No está equivocado, así que no me molesto en responderle. En el mejor de los momentos, el señor Choi sale de la cocina y se acerca a mí con una sonrisa. Jay aprovecha la distracción para soltarme y huir escaleras arriba, no sin antes darme una última mirada a través de la máscara antes de desaparecer hacia la derecha, probablemente de vuelta a la bañera.
—¡Taehyung, muchacho! —el señor Choi me da unas palmadas en el hombro. Alcanzo a fingir una sonrisa— ¿Por qué tan solo?
—Mis amigos están en la azotea... creo. Y los otros chicos no han salido de sus habitaciones —vuelvo a murmurar otro creo, porque solo sé que Jungkook está dormido en nuestra habitación, no tengo idea de dónde están los otros dos.
—No te quedes aquí parado, chico. Ve con tus amigos —me empuja con suavidad hacia las escaleras. Es un hombre amable y sonriente, pero está siendo bastante entrometido. Hago lo que puedo para mantener la sonrisa.
Me observa subir las escaleras, con esa sonrisa ingenua, para confirmar que sí suba a, no sé lo que piensa él, ¿jugar con mis amigos a la pelota? Subo lentamente cada escalón, sintiendo sus ojos en la nuca y con el temor de encontrarme a Jay al llegar al segundo piso. Puedo respirar al ver el pasillo vacío cuando pongo un pie en la segunda planta. No hay señal de mis amigos, ni de los otros dos, pero puedo ver a Jungkook acostado en su cama por la puerta entreabierta. Ronca un poco, pero no es escandaloso y molesto como Jeonghan. En realidad, diría que es tierno, como un perrito roncando. Y me odio por pensarlo.
Contemplo las escaleras que llevan hacia la azotea. Ya puedo imaginar la imagen que me espera ahí: Sunoo estará sentado con las piernas cruzadas, leyendo un libro prestado por el señor Choi. A su lado, Yeonjun estará acostado mirando el cielo y Jeonghan y Joshua estarán apoyados en la baranda, mirando la ciudad y conversando de cosas triviales, insultándose de broma de vez en cuando.
No tengo muchas ganas de subir.
Aunque sería lindo ver el cielo con Yeonjun...
¡Reviviendo esta historia tras un hiatus repentino que duró más (mucho más) de lo que planeaba!
Lo siento :,)
¡Nos leemos luego!
[ Noduru, 2024 ]
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