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[ 3:4 ]

Nos quedamos en silencio por un momento. Yeonjun y Sunoo comen sin ganas, mientras que Joshua devora el huevo revuelto. Jeonghan ni siquiera ha vuelto a mirar su comida; está muy ocupado acomodándose el cabello. Le doy un sorbo al té cuando Joshua de repente golpea la mesa con la mano.

—Bien, necesito saber lo que pasó —nos mira a los tres con el ceño fruncido—. En la mañana despertamos y no estaban. ¿Qué pasó? ¿Durmieron con —entrecierra los ojos— ellos?

Sunoo aparta la mirada, concentrándose en su té y soplando el humo. Yeonjun le da golpecitos con la cuchara al huevo. La mirada de Joshua cae sobre mí. Me relamo los labios e intento sonreír.

—No podíamos dormir. Así que salimos a buscar... otra habitación. Evidentemente no habían más habitaciones —río un poco, dándole otro sorbo al té. Joshua no deja de mirarme—. No fue tan malo. No son chicos... —Sunoo y Yeonjun se tensan— tan malos.

—No tan malos... —repite Sunoo. Bufa, y se inclina un poco sobre la mesa, bajando la voz—El de cabello gris, Riki, dijo que me echaría a la calle con los Feráseos si hacía algo que lo molestara.

—Es decir, no nos mataron, ni nos mordieron el cuello mientras dormíamos. Eso es algo —digo, pero nada parece reconfortarlos. Joshua asiente con la cabeza, sin lucir convencido.

—¿Y puedo preguntar la razón por la que no podían dormir? —pregunta Jeonghan, troceando el pan y comiendo de mala gana.

—Roncas —respondemos los tres, al unísono. El rostro de Jeonghan se desfigura con ofensa.

—¡Yo no...! ¡Yo no ronco! —se ríe falsamente con indignación, poniendo una mano en su pecho.

—Sí lo haces —responde Sunoo en un susurro, poniendo los ojos en blanco.

Demasiado fuerte —dice Yeonjun, para nada en un susurro.

Jeonghan bufa, cruzándose de brazos. Todos empezamos a reírnos por lo bajo, y la tensión del lugar empieza a desaparecer. Continuamos comiendo en un silencio bastante cómodo. Soy el primero en terminar mi comida, así que decido esperar a los demás. Quizás podría llamar a mi madre...

Llamar a mi madre...

Mierda. Mi teléfono.

Miro disimuladamente a la mesa de Jungkook. No ha tocado su comida, y su vista está fija en la pantalla de mi celular. Toca algo varias veces, aprieta todos los botones solo por hacerlo. Alza y baja el volumen una y otra vez, y consigo escuchar que sigue escuchando el mismo álbum. Gruñe por lo bajo, frustrado, y me mira de reojo. Los ojos se le iluminan al notar que yo también lo estoy viendo, y sonríe. Levanta su mano en el aire. Es demasiado tarde para apartar la mirada, así que solo maldigo por lo bajo.

—¡Hey! ¡Kim Taehyung! —grita y mueve su mano, agitando mi celular sobre su cabeza. Mis amigos se giran para verlo, y solo puedo encogerme sobre la silla— ¡Kim Taehyung, ven a ayudarme con esto!

Tomo una gran bocanada de aire y paso una mano por mi rostro, levantándome de la silla. Les sonrío con vergüenza a mis amigos y susurro un pequeño Vuelvo enseguida antes de caminar hacia la mesa de Jungkook, con las miradas de todos quemándome la nuca.

—¿Qué es lo que quieres? —le grito en un susurro. Estoy por sentarme en la silla frente a él, pero se levanta para agarrarme del brazo y obligarme a sentarme junto a él. Mi antebrazo arde en la parte que Jungkook acaba de tocar. No solo esa zona, también mi rostro está ardiendo.

Jungkook deja mi celular sobre la mesa y lo señala con el mentón.

—Te enojaste, y te fuiste. Fue por la canción, ¿cierto? —se cruza de brazos, recostándose sobre la silla— Cámbiala, entonces. No sé cómo hacerlo. Ayúdame.

Cojo el celular, apartándome un poco y bajándole el volumen.

—Está bien —digo, rebuscando en mi celular. Levanto la mirada por dos segundos exactos. Los ojos de vampiro de Jungkook (filosos, pero suaves) me observan con atención, como memorizando lo que estoy haciendo. Cierro los míos, y me acerco a él antes de pensar de más y arrepentirme. Acerco el celular a Jungkook para que él también pueda verlo. Jungkook descruza los brazos y se inclina hacia adelante. Siento su respiración. Tomo aire—. ¿Alguna petición en específico?

Se queda mirando el celular, y luego me mira a mí con la misma intensidad. Tiene los ojos entrecerrados. Trago saliva.

—Pon una canción que te haga feliz.

Trago saliva, otra vez. Y otra vez y otra vez mientras rebusco en mi celular. Canciones felices... Canciones felices... Pienso en algún momento en el que me haya sentido feliz (realmente feliz) y pienso si había alguna canción específica sonando en ese momento exacto. Canciones que acompañan momentos. Tengo una lista larga en mi cabeza de esas, pero todos son momentos horrendos. Tristes.

Creo que no me he sentido realmente feliz desde que Jay apareció en mi vida.

Encuentro una canción que me recuerda a cierto momento específico. Un momento feliz.

Mi madre solía poner canciones antiguas cuando planchaba mi uniforme por las noches (en el Bulgogi, el único colegio que hay en Tearscolm, tienes que usar un uniforme de un horrible color rojo vinoso por los primeros cinco años), mientras yo me sentaba en la cama y dibujaba o hacía tareas, o simplemente la molestaba con mis comentarios estúpidos de niño pequeño estúpido. Mamá encendía un humidificador con olor a lavanda y me contaba historias sobre el Tearscolm antiguo.

Y yo me sentía feliz, porque era un momento entre ella y yo. Solo los dos, escuchando música y hablando y oliendo la lavanda. Solo los dos. Sin mi padre.

You're just too good to be true

Can't take my eyes off you

Jungkook abre mucho los ojos, como si también recordara esta canción, y sonríe mostrando los colmillos. A esta distancia incluso puedo verle las encías.

—Namgil suele poner esta canción cuando limpiamos las habitaciones —dice, y decido sonreírle también.

Los chicos me siguen viendo desde la otra mesa. Los vampiros también lo hacen. Dejo el celular sobre la mesa, y una hilera de otras canciones viejas y nostálgicas continúa. Quiero dejar de pensar, quiero aprovechar que Jay no está, solo quiero dejar de pensar, por lo menos en este momento.

Me dedico a escuchar la música (solo escuchar, no pensar) y miro a Jungkook comer hasta que termina el desayuno. Me convenzo de que es para descifrar si los colmillos harán algo mientras come, algo así como sobresalir o retraerse, no lo sé. Me convenzo de que es por meras razones investigativas, y no por lo estúpidamente adorable que luce Jungkook comiendo. (Un vampiro. Adorable. Me estoy volviendo loco).

Y siento que he creado otro recuerdo con estas canciones. Un momento feliz.

¡Nos leemos luego!

[ Noduru, 2023 ]

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