Killian

Capítulo 3

Algo dentro de Killian se removió, algo dentro de él hacía que cavara en la tierra con desesperación, sentía que le faltaba el aire a medida que el hueco se hacía más grande y de él desprendía el aroma más delicioso que alguna vez hubiera olido.

La manada escucho el aullido de su alfa y fueron a su encuentro, los betas fueron los primeros en llegar pero las intensas ondas que desprendía Killian los hicieron inclinarse y bajar la cabeza hasta el piso.

Killian aulló nuevamente con furia al ver que lo que estaba enterrado era una mujer delgada de cabellos negros, camino de un lado a otro con la furia burbujeando en su interior, sentía una presión en su pecho, jamás había sentido algo igual.

Volvió a aullar, pero esta vez fue un aullido diferente un aullido de pertenencia y el resto de la manada que estaba allí reunida aulló junto a su alfa.

Los lobos betas y deltas pronto estuvieron junto a Killian, Si había una humana enterrada, y su alfa la había rescatado era de esperarse que la aceptara en la manada como una desamparada, pero ¿Por qué estaba enterrada?

Killian mordió el hombro de la mujer para sacarla del lugar y sintió en su lengua la sangre de ella por haber clavado los colmillos en su piel.

Gruño, era el sabor más agradable que alguna vez había probado, sus instintos protector se hiso presente, de él brotaba una energía posesiva que no permitía a los lobos acercarse por más que lo intentaran, era una energía densa que hacia vibrar ligeramente la tierra.

Killian se transformó, no quería volver a morder a la mujer y sacarla de ese lugar arrastras, en lugar de eso la alzo en sus brazos, de su garganta broto un aullido y los demás lobos acompañaron el aullido de su alfa.

La mujer estaba inconsciente, pero aun así sus latidos eran débiles, Killian intensifico su aroma para que la mujer se impregnara de él mientras, la llevaba a pasos rápidos a su manada, específicamente a la enorme cabaña de los Kinwolf, mientras los lobos lo seguían muy de cerca.

En poco tiempo llegaron a donde se encontraba el resto de la manada, las hembras que se encontraban alrededor se inquietaron al percibir el olor intenso de su alfa que venía llegando con una mujer inconsciente en sus brazos, para ninguno era un secreto que la mujer estaba a un latido de morir, parecía que no respiraba, estaba delgada y pálida.

Killian entro rápidamente a la casa, la loba de color marrón salió del salón cuando olio a Killian y rápidamente se transformó al verlo con esa mujer en brazos.

― ¿Quién es ella, Killian? ― pregunto de forma demandante. Él no le respondió, su mente solo estaba en la mujer que tenía en sus brazos y que estaba al borde de la muerte si no hacía algo pronto. Ella vio como él se dirigía a los dormitorios y rápidamente abrió la puerta de una de las habitaciones ― déjala por aquí. ―le dijo

―No, ella estará en mi habitación― el paso por su lado y tuvo que contener la respiración, su aroma era denso, él jamás había olido así ¿acaso era posible que...? No, imposible.

― ¿Qué ha pasado? ― pregunto desde la puerta al verlo colocar a la mujer en su cama, quitarse su camisa y limpiar la tierra de su cara con ella, no pudo evitar recorrer su cuerpo con la mirada, inconscientemente su aroma cambio y Killian gruño al oler su excitación.

―Si quieres estar con un macho retírate. ―le dijo con brusquedad, en otras circunstancias se hubiera lanzado a ella y la hubiera montado pero ahora solo le fastidiaba ese aroma, no quería volver a olerlo.

―Lo siento, no fue mi intención― y era verdad, fue un breve momento de debilidad de su parte.

―Llama a un doctor, al que sea, lo quiero aquí en menos de nada. ― demando con voz de alfa desprendiendo energía más de la debida haciendo que ella trastabillara al escucharlo casi gruñir.

La mujer salió de la habitación como alma en pena en busca de un doctor, el primero que estuviera cerca.

Killian busco una toalla en una de las gavetas y la empapo con agua para poder limpiar a la mujer que estaba en su cama, limpio más su cara que estaba cubierta de tierra abrió sus labios y descubrió que su boca también tenía tierra con cuidado abrió su boca metiendo la tela con ayuda de su dedo para ayudarla a sacar lo más que pudiera descubriendo claramente los colmillos de la mujer, sus nudillos se rasparon con sus colmillos y unas leves gotas de sangre cayeron en su lengua.

El corazón de la mujer comenzó a bombear más fuerte y su respiración se volvió más notoria, Killian frunció el ceño cuando ella movió los ojos tras sus parpados y saco los dedos de su boca notando que tenían un leve rasguño que ya no sangraba.

― ¿pero qué? ― murmuro

―Alfa― dijo un hombre que se detuvo en el umbral de la puerta de la habitación del alfa, detrás de él habían varias personas, los médicos de la manada

―Adelante.

―Gracias, Alfa. ― camino hasta estar cerca de la cama y vio a la mujer tendida con los ojos cerrados.

...

Killian con la mujer en multimedia.
Díganme que les parece .