· Capítulo 48 ·
Lexie.
Mientras crecía y estudiaba en la universidad, tenía pensamientos muy amplios sobre la vida y lo que quería hacer con ella, enamorarme siempre fue uno de esos pensamientos, conseguir a un hombre que me quisiera e hiciera de mi vida algo realmente divertido a su lado.
Hasta el momento en que conocí a Killiam había tenido relaciones si, creí estar enamorada varias veces, pero después que llego a mi vida, sumergiéndome en esta oscuridad y en este jodido mundo en el que vivimos, me di cuenta que el amor y enamorarse como lo hacen los humanos es un juego de niños.
No sé exactamente cómo funcionan las emociones de un vampiro, pero sé que desde que desperté cualquier cosa que veo, oigo y siento se triplicado y con ellos mis emociones, el dolor y no hablo del físico es mucho más desgarrador, las traiciones pesan más y el amor... el amor es tan intenso y profundo que me deja sin consciencia propia.
Justo como en este instante, después del estruendo que no son más que más necropulus en busca de nosotros, ignorantes al peligro que sus ojos ni sus sentidos pueden ver, se acercan hacia nosotros pero las criaturas que nos rodean los atacan al igual que a Killiam.
Cuando se giró en busca del escándalo, uno de ellos atravesó su abdomen con uno de sus extraños tentáculos, y luego otro y otro, la sangre brota de sus labios y yo no puedo moverme de la impresión.
Su rostro observa su cuerpo y como la sangre comienza a brotar de este, un grito atronador desgarra mi garganta al ver que no hace nada por defenderse y sin pensar en nada, ni nadie solo en el me muevo hasta donde está, tomando los tentáculos.
El contacto con ellos es horrendo, queman mi piel pero lo ignoro, con fuerza tiro de este y lo arranco de su cuerpo, en seguida el agujero que observo en su costado me corta la respiración, la sangre sale con descontrol y no comienza a cicatrizar, tomo los demás y los arranco mientras evito que otros me ataquen o lo vuelvan a herir a él, mis movimientos se van haciendo cada vez más rápidos, cada vez más precisos y brutales, me muevo de un lado al otro entre Killiam y ellos, evitando que lo toquen y tratando de desprender los tentáculos que perforan su cuerpo.
- Para - su voz retumba en mi cabeza haciendo que me detenga de golpe.
Sujeto en el aire uno de los tentáculos que se venía contra mí y busco sus ojos antes de tirar de él y arrancarlo del cuerpo del horrendo animal que cae del árbol justo detrás de mí. Cuando los encuentro, están completamente rojos, la mirada fiera en el me hiela la sangre y repentinamente eleva su cabeza al cielo y comienza a reír.
Es una risa fría, baja y gutural que poco a poco va subiendo de tono, haciendo que todo mi cuerpo se erice, su rostro se gira una vez más hacia mí pero sin dejar de estar elevada al cielo, y esa mirada despiadada que muchas veces vi, me quema.
- Vete - me ordena en tono grueso, tose un poco y un hilo de sangre sale de la comisura de sus labios - no voy a repetirlo Lexie - me advierte en ese puto tono cargado de ira que solo significa una cosa.
- ¡AHORA! - grita sobresaltándome y moviéndose con rapidez para detener con su cuerpo otro tentáculo que lo atraviesa justo en un costado.
Sus ojos y los míos se observan por unos segundos antes que una sonrisa cálida se dibuje en sus labios.
- Vete, estaré bien - murmura con su propia sangre manchando sus labios.
Mi mente se queda en blanco y niego con descontrol, olvidándome por completo de lo que ocurre a mi alrededor, noto por el rabillo de mi ojo que Abel se ha acercado para ayudar, pero nuevamente Killiam se mueve con rapidez y me hace un lado de un empujón y otro tentáculo vuelve atravesar una de sus piernas, se enrosca en ella y tira de esta, el sonido del hueso al partirse me deja helada.
Su rostro se contorsiona en ligeramente en una mueca de ira y me calcina con ella.
- ¡MALDITA SEA LEXIE LARGO! - su tono urgente me hace reaccionar y luchando contra la orden y con el control que ejerce en mi cuerpo, me giro odiándome.
Mis pies se mueven evitando los ataques y envestidas de los Carnopulus, mientras escucho como más de sus huesos se rompen por sus ataques.
- Lex corre - vuelve a ordenarme en mi cabeza y como si se tratara de una maldita autómata lo obedezco alejándome del lugar - ve lo más lejos de aquí, regresa con los otros y traspasa la maldita barrera estarán a salvo del otro lado y Lexie por nada del mundo se te ocurra regresar - sus palabras me asustan, me llenan de desesperación y luchando con todo mi ser intento detenerme y volver pero su orden está gravada en mi cuerpo.
Las lágrimas sanguinolentas caen por mis mejillas empapándolas, el terror de perderlo me quema el pecho y la desesperación no me deja ni un solo instante, pero mi cuerpo parece totalmente desconectado de mis pensamientos y continua con su andar.
Aturdida y abrumada por el dolor y el temor de perder a Killiam finalmente mis piernas se detienen cuando la luz opaca de la luna me da de lleno en la cara, miro a mi alrededor sin saber a dónde ir, estoy desorientada y ansiosa por regresar a su lado.
Intento girarme y volver pero mi cuerpo no me obedece, maldigo por lo bajo odiándolo al mismo tiempo por no dejarme estar allí con él.
- no seas estúpida y aléjate más, necesito que te vayas Lexie - su voz llega una vez más hasta mi obligando a mi cuerpo a ponerse en marcha nuevamente, limpio mis lágrimas de mala gana mientras continuo corriendo.
- puedes sentirlos, así llegaras a ellos - me indica, pero no respondo nada, estoy furiosa y asustada al mismo tiempo, quiero estar con él, quedarme a su lado.
De pronto, un escalofrió recorre mi espina dorsal y la sensación de peligro se extiende por todo mi cuerpo, no me detengo porque la puta orden de Killiam no me lo permite, pero lo que me alerta pronto se hace presente, detrás de mi el rumor del fuego y el olor a carne y árboles quemados llega hasta mi nariz.
Miro sobre mi hombro y entre las profundidades oscuras del bosque las llamas amarillas, naranjas y rojas bailan quemando todo a su paso, jadeo frustrada, cuando mi cuerpo por inercia se mueve con más rapidez, alejándome del peligro de Killiam.
La enorme montaña esta frente a mí en pocos minutos y justo en ese punto Cian, Anisha, Saga y Alice permanecen de pie, mirando hacia el bosque, en cuanto sus ojos se posan en mí, el alivio en sus expresiones es inmediato, pero se esfuma a los pocos segundos, cuando notan que estoy sola y mis mejillas manchadas de sangre por las lágrimas.
Doy un paso hacia ellos y caigo de rodillas sin poder andar más, el humo se eleva a mi espalda llamando la atención de todos, Anisha camina hacia mí y se inclina para levantar mi rostro y limpiar mis mejillas.
- Levántate, tenemos que cruzar la barrera - murmura sin dejar de mirarme, niego con la cabeza y comienzo a llorar una vez más, la escucho reír suavemente y ayudarme a ponerme en pie.
- y-yo - comienzo pero me detiene
- Confía en el Lexie - sus palabras me hacen mirarla de golpe, suena tranquila y su sonrisa se ensancha.
Se hace a un lado y se me señala la enorme montaña gris, poso mis ojos en Alice que luce terrible, sostiene unos de sus brazos y Saga se mantiene muy cerca de ella pero sin tocarla.
- Necesitamos pasarla - murmura Alice y no entiendo porque todos me ven a mí.
- Vamos - me indica Anisha - solo coloca tu mano en ella, Alice te ayudara - continua hasta que me deja a un par de pasos de distancia de lo que supongo es la barrera - date prisa esto se volverá un infierno muy pronto - murmura mirando al bosque.
Alice se acerca a mi cojeando y mirándome con cierto rencor en los ojos, se para junto a mí y suspira.
- Alice yo - pero no me deja termina
- Solo hagamos esto y mantente alejada de mi - su voz es un susurro desagradable.
Coloca su mano sana sobre la nada frente a ella y cierra los ojos, respira profundo y de pronto siento una gran cantidad de energía proveniente de todos lados, su ceño se frunce y la retahíla de palabras que va soltando va aumentando de tono, Anisha toma mi mano y la coloca en la misma posición que Alice y lo que siento a continuación es tan abrumador que pierdo la noción de tiempo y espacio.
De pronto estoy una vez más en ese lugar extraño donde había estado antes, solo que parece vacío, aunque el suelo sigue estando cubierto de sangre, una vez más con un movimiento rápido todo cambia antes mis ojos y vuelven aturdirse mis sentidos.
Esta vez observo por un ventana de piedra, sé que no soy yo quien lo hace realmente, por la sensación sofocante que siento en el pecho, pronto siento como si algo dentro de mí se desdoblara separándome de ese algo y quedo frente a frente con Keller.
Sus ojos oscuros están fijos en la distancia, una sonrisa dibuja sus labios y suspira, el parecido con Killiam es impresionante, pensar en su hijo me hace recordar que me hizo dejarlo con todas esas criaturas y el temor, a perderlo se hace más grande, un fuerte tirón me regresa una vez más ante la montaña.
Alice esta de rodillas en el piso, tosiendo, sangre sale de su nariz y mancha la nieve, Saga esta junto a ella, acariciando su espalda.
- Debemos pasar ya - murmura después de unos segundos y en seguida todos se ponen en marcha.
Saga la ayuda a levantarse y la guía por el espacio abierto frente a nosotras, por primera vez noto que la montaña tiene un pasadizo justo al frente iluminado con antorchas.
Anisha pasa junto a mí y pronto le siguen Cian con expresión vacía y los lobos de la manada de Saga que ni había notado que seguían aquí, cuando todos están del otro lado me giro sobre mi eje para contemplar, como en la distancia el bosque arde.
Un movimiento entre los árboles, me alerta y esperanzada fijo la mirada allí pero mi corazón se hace pedazos cuando Abel emerge detrás de uno de ellos completamente solo.
Mi boca se abre intentando hacer la pregunta que está quemando mi cabeza, pero no lo logro, se acerca con paso cansado, luce terrible, hay sangre en su cabeza, en su pecho y en sus manos, al verme se detiene duda un instante y luego echa andar pasando junto a mi sin decir nada.
- Bien hecho hermosa, ve con ellos - la voz de Killiam inunda una vez más mi cabeza y niego con la cabeza
- no lo hare, iré ayudarte - respondo con desesperación pero solo el silencio me responde.
El fuego crece repentinamente desde el fondo del bosque cubriéndolo todo, las llamas se acercan con rapidez y soy capaz de escuchar quejidos y gritos de dolor, cierro mis ojos negándome a creer lo que está pasando. Es imposible.
Una mano se cierra en mi hombro y tira de mí en el momento en que las llamas alcanzan las primeras ramas de los árboles del lindel del bosque y en cuanto cruzo la barrera el bosque desaparece junto con el fuego, el ruido y Killiam.
Mi cuerpo cae sobre la nieve fría y permanezco en esa posición mirando la nada, absorta en el dolor que siento en el pecho, en esa desesperación que quema mi interior como si se tratara de las mismas llamas que arrasaban con el bosque.
- vamos aún queda un tramo por recorrer y créanme no seremos bienvenidos - murmura Cian en voz baja, adentrándose en el pasadizo.
Todos lo siguen sin mirar atrás, incluso Alice lo hace y eso me sorprende, pero no me muevo, permanezco allí mirando la ilusión de un bosque blanco completamente cubierto por la oscuridad pero intacto.
Un montón de pelo se interpone entre la barrera y yo, parpadeo para despejar mis ojos anegados en lágrimas y un enorme lobo blanco esta frente a mí, sus ojos claros me observan con intensidad.
- Estará bien - escucho en mi cabeza y frunzo el ceño, el lobo se sienta frente a mí y una visión majestuosa e impresionante.
Luego se hecha sobre sus patas y se acerca a mi arrastrándose con cuidado, inclina su cabeza y una vez más esa voz vuelve a escucharse.
- te llevare debes estar exhausta - sin poder hacer nada, mi cuerpo cae sobre el suyo y cierro mis ojos dejándome llevar a donde sea que ellos deseen
Mi vida o mi muerte como quieran llamarlo acaba de consumirme en este instante, pienso una vez más en sus labios, en sus sonrisas, en sus miradas cargadas de deseo y poco a poco me voy hundiendo en la oscuridad.
Keller.
Respiro profundo el aroma a sangre, mientras me paseo entre los cadáveres a mi alrededor, poso mis ojos en mis queridas bestias, que se alimentan de las alimañas del puto consejo de mierda o bueno de lo que queda de ellos. Al fondo de la estancia, Aria se encuentra de pie junto a un par de vampiros más que han decidido rendirse.
Dejo caer la cabeza del lobo que arranque hace un instante y suspiro una vez más.
- No hacía falta hacer esto - comento posando mis ojos en los dos vampiros junto a Aria - solo debían cumplir con su maldita palabra, dijeron que podían convencerlos - Aria no deja de mirar el suelo mientras sus manos se mantienen en puño.
- Lo intentamos pero no estuvieron de acuerdo - murmura sin verme y rio con amargura
- ¿en serio quieres que crea que estos inmundos no se dejaron doblegar por tu fuerza? - suelto moviéndome con rapidez hasta ella, la tomo del cuello y la elevo varios centímetros del suelo, sus ojos rojos me ven llenos de odio.
Mi pobre pequeña, cuanto resentimiento y odio hay guardada en esa alma egoísta, sonrió de lado y la acerco a mi rostro, detallando sus facciones, todo estaba saliendo de acuerdo a mi plan, pero estos viejos inútiles tenían que joder.
- Tenías una sola maldita tarea, solo una - digo entre dientes - convérselos de buscar al idiota de tu hermano por ti, si no los convenciste debiste haberlo obligado - le espeto arrojándola al otro lado de la habitación.
Ella cae con estrepito sobre algunos cadáveres y se ensucia su elegante ropa con sangre, entrañas y polvo.
- Ahora que solo son ustedes - me giro para ver a los únicos dos sobrevivientes de esta noche - vendrán conmigo, les tengo un trabajo muy interesante... - hago una pausa y rio por lo bajo - ¿alguna vez han probado sangre divina? - Sus ceños se fruncen y niegan apenas - maravilloso
Me giro y camino de regreso a la puerta pasando entre los cadáveres que decoran hermosamente el suelo pulido de la casona donde vive Aria. Al llegar a la puerta me detengo y la observo sobre mi hombro
- basta de esconderme preciosa, tu rey hará acto de presencia y más te vale que esta vez logres reunir a los más fuertes y los más viejos porque si no serás la primera en morir - la amenazo antes de salir de la habitación pero continuo con la tortura mental - y me encargare que sea extremadamente doloroso que incluso la tortura que sientes con la sed se quedara corta -
Me muevo por el pasillo alejándome de la sala sabiendo que al instante en que mencione la palabra sed esta comenzó a torturarla. Algo que descubrí tan pronto encontré a Aria es que la sed seguía acechándola y volviéndola loca, un poco de mi sangre y con eso basto para que la tortura fuera aún mayor.
La ate a mi existencia aún más de lo que ya estaba y ahora es una jodida esclava de mi sangre, hace cualquier cosa por ella, como una maldita humana adicta a las drogas, rio suavemente cuando la comparo con ellos, es tan patética su existencia.
Una vez comienzo a subir las escaleras para explorar un poco la casa de mi preciosa y sexy hija, me detengo al sentir ese aroma familiar, me muevo con rapidez siguiendo el aroma hasta llegar a una puerta, aquí el olor se intensifica y se entremezcla con otro más.
Sonrió de lado al recordar las memorias de Aria, ambos estuvieron aquí, tanto Killiam como Lexie, abro la puerta e ingreso en la habitación enseguida reviso la estancia buscando alguna cosa que me hable de ellos, pero todo parece en perfecto estado.
Camino hasta la cama y me inclino un poco sobre ella, el olor de Lexie allí es mucho más intenso y sonrió de lado, me tiendo sobre esta y cruzo mis brazos detrás de mi cabeza imaginando las posibles formas de torturar a Killiam cuando Aria lo traiga.
Pronto pequeño bastardo estaré haciendo de tu maldita existencia un maravilloso infierno y tu pequeño amor gobernara junto a mí, te quitare todo exactamente como hiciste conmigo, desearas con todas tus fuerzas haberme quitado la cabeza cuando el idiota de Keller te lo pidió.
Con ese pensamiento cierro mis ojos y me dejo llevar por el aroma que la sangre, el sudor y la excitación que dejo el cuerpo de Lexie en esta habitación.
Nota del autor: hola mis vampirescos seres, espero hayan disfrutado de este capitulo, no me extiendo mucho en la nota porque es tarde y estoy cansada, pero de verdad me disculpo por la ausencia, tratare de actualizar mas seguido... he tenido demasiados compromisos laborales... un beso enorme y gracias por comprender!
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro