Saga.

Este es uno de esos lugares que amaría Alice, la energía brota desde cada rincón, inundando todo con una sensación extraña, no es la típica energía a la que estoy acostumbrado, ni siquiera en mi forma animal se me hace cómoda. De hecho desde que llegamos lo único que me ha preocupado es esta vaga sensación de inseguridad.

Por suerte el vínculo que creo Alice con Killiam no interrumpió en lo absoluto nuestro vinculo, por lo que si está en peligro podre sentirlo de inmediato y moverme con rapidez para protegerla. Deambulo con la manada en el límite del bosque muy cerca del pueblo justo como quedamos.

Ser parte de una manada nuevamente se me hace extraño, hace tanto que los deje que me acostumbre a ser un lobo solitario, ahora no solo tengo una manada, soy el alfa y como tal todos dependen de mí, ya no es solo la seguridad de Alice y la mía propia la que me preocupa. Este lugar no es seguro, cada espacio lo grita y al igual que yo el resto está intranquilo, pueden percibir la energía extraña que emana del lugar.

Veo entre los arboles a mi izquierda a Ishihiro y Kanutzi, ambos son los miembros más jóvenes de la manada y son hermanos, ambos sumamente fuertes, pero rebeldes. Andan despreocupadamente como si se sintieran dueños del lugar, su actitud desde que los conocí me ha molestado, pero mi hermano me aseguro que eran de confianza.

El aroma en el ambiente cambia perceptiblemente cuando los vampiros hacen su aparición junto a Alice y el protector, otro que no me da buena espina, aunque Anisha confía ciegamente en él. Y esto lo se gracias al vínculo que se creó entre ambos cuando bebió de mí, eso es algo que sigue sorprendiéndome, no entiendo cómo puede permanecer como si no hubiese probado mi sangre.

El olor de Anisha impregno mis sentidos incluso mucho antes que pudiera percibir a Alice, el vínculo que cree con ella después que bebio de mí no es tan intenso como el que siente Alice por Killiam, pero si logro establecerse por lo que puede influenciarme con facilidad, con mucha más de la que ya tenía.

A diferencia de un simple humano, es muy extraño cuando un vampiro logra beber nuestra sangre, asimilarla y quedar intacto para contarlo, sin embargo Anisha bebió de mi creo un vínculo conmigo sin afectar el que ya estaba establecido con Alice, supongo que es uno de los tantos misterios que esconden los originales.

No entiendo porque no siento la misma fascinación que siente Alice por Killiam, pero es frustrante. Un vago olor a muerte llega hasta mi nariz hipersensible, distrayéndome de mis pensamientos, olfateo el aire, hay un cambio en el ambiente y no es precisamente uno bueno, aulló para alertar a la manada que se mueve entre los arboles a poca distancia de mí, suelo vagar separado de ellos. Algo no me gusta.

Un lobo gris se acerca a mí, sus ojos azules me observan con detenimiento, no necesito de palabras para comprender lo que quiere decirme, no le gusta esto, tampoco el lugar en el que estamos ni la falta de presencias en el bosque una vez cruzamos el límite de este.

Mi hermano se une a mí y caminamos uno junto al otro alertas a cualquier otro cambio, el resto permanece deambulando no muy lejos de nosotros, cuando lo escuchamos, un grito desgarrador, que eriza todos los pelos desde mi hocico hasta mi cola, giro mi cabeza buscando la fuente del mismo, pero parece provenir de todos lados y de ninguno en particular. Mi corazón late desbocado ante la expectativa de no saber que esta por ocurrir.

Dejo que mis instintos se hagan presentes, que tomen el dominio de mi cuerpo y mi lado animal haga lo suyo, necesitaba estar centrado en algún tipo de señal por parte de los vampiros, pero esto lo cambia todo, el vínculo que tengo con Alice se fortalece cuando dejo que mi instinto se haga cargo.

Echo a correr en el momento en que el ambiente se vuelve pesado, un olor nauseabundo se desprende del suelo elevándose sobre este como una cortina de humo invisible, opacando por completo el aroma de los vampiros, el resto de la manada me sigue de cerca, siento su nerviosismo y al igual que ellos me adentro en el bosque con precaución.

Con una rapidez antinatural todo cambia a mi alrededor, todo se vuelve lúgubre, tenebroso y oscuro, la sensación de rechazo y hostilidad que brota de todos lados es abrumadora, pero me centro en mi objetivo conseguir a Alice y protegerla.

Un segundo grito llena el lugar, incrementando mi angustia, no tengo idea de qué demonios está sucediendo, pero dejo que mi instinto me guie entre ramas y árboles de aspecto y olor desagradable, mis patas chocan contra la humedad de la tierra, desprendiendo un aroma nauseabundo, todo en este lugar ha dado un giro de 360 grados y grita peligro.

Corro con la manada pisándome las patas, puedo sentir el nerviosismos y la anticipación en ellos, mi hermano corre cerca de mi alerta, listo para protegerme si hace falta, cuando su grito me detiene en seco, Alice grita llena de terror y dolor, siento como mi pecho arde bajo la alerta de peligro y como el vínculo se activa haciendo que mi cuerpo reaccione de inmediato, corro a gran velocidad, saltando entre ramas y raíces.

Me olvido de todo y todos, solo me concentro en hallarla y ponerla a salvo, puedo olerla y sentir a los vampiros pero hay más presencias, no se definirlas porque nunca antes había sentido algo así, pero es oscuro y maligno, no en el mismo sentido que Lexie cuando hicimos el ritual de revelación, pero se asemeja mucho.

Finalmente escucho el ruido de una pelea más adelante, cuando alcanzo el lugar me detengo en seco, todo es absoluto silencio cuando llego a donde están Lexie, Killiam, Anisha y Abel, están rodeados de criaturas que en algún momento tuvieron que haber sido lobos, porque su anatomía los delata, pero algo terriblemente maligno tuvo que haberles pasado para que mutaran y fueran las criaturas horrendas y desagradables que observo.

En medio de todo este caos silencio, Lexie flota en el aire, su cuerpo una vez más desprende la energía de Lilith, mi cuerpo se tensa, al notar como un montón de gotas negras flotan en el aire, son tan pequeñas que estoy seguro que pocos lo han notado, de hecho estoy seguro que ninguno de los presentes se ha dado cuenta que pertenece a estas criaturas.

Camino con cuidado observando como mi manada va tomando sus lugares, como los van rodeando cercándolos para atacar si es necesario, todos esperan mi señal, pero no hago nada cuando mis ojos se posan en ella, Alice está suspendida en el aire, una vaga luz se desprende de su cuerpo y al igual que el resto de las bestias gotas de sangre salen de su cuerpo.

Solo que a mayor velocidad, más grandes y con una rapidez preocupante, escucho que Killiam habla, incluso Abel pero no soy consciente de lo que dicen, no tengo ojos para nada mas que no sea Alice, su cuerpo se retuerce de dolor por la pérdida del líquido vital y sin poder controlarme una ira salvaje se apodera de mi cuerpo, salto para colocarme frente Alice y protegerla del maldito ataque de Lexie.

Por primera vez desde que la conozco deseo arrancar su cabeza de un mordisco, enfoco su cuerpo y su rostro, esta contorsionado en una expresión de satisfacción, líneas negras decoran su cuerpo dándole un aspecto siniestro, Alice se queja y grita de dolor haciéndome reaccionar, cuando voy atacarla, sus ojos se abren de golpe, mira horrorizada la escena que se desarrolla a su alrededor y desciende en el aire con intención de acercarse a Alice pero me interpongo.

— Tranquilo Saga, todo está bien — la voz de Anisha llena el silencio calmando completamente la llama de ira asesina que corría por mis venas — sácanos de aquí — su orden me hace moverme con rapidez, aulló para indicarles a la manada lo que deben hacer.

Cian toma a Alice del suelo y se acerca a mi colocándola con cuidado sobre mi lomo, con un rápido movimiento se encarama sobre mí también, un gruñido bajo se escapa de mi hocico, odio que este maldito chupa sangre este sobre mí y que este tocándola.

Me cercioro que todos estén ayudando cuando un hermoso lobo blanco se acerca a Killiam, inclina su cabeza para saludarlo con respeto, Lexie y el intercambian miradas y luego suben sobre el lomo. Sus ojos negros me buscan y siento una puntada de culpa cuando se levanta con ellos sobre sí.

Nozomi me observa un instante antes de empezar a andar, no hemos hablado ni una sola vez desde que volvimos a encontrarnos, pero es claro que sigue fiel a sus sentimientos, el recuerdo de nuestro último encuentro surca mi memoria por un instante y la culpa crece en mi pecho, respiro profundo cuando Cian aferra mi pelaje indicandome que puedo moverme.

Corremos entre los arboles guiados por el vampiro, sobre mí a la cabeza, a mi derecha está mi hermano con Abel y Anisha en su lomo y a mi izquierda Nozomi con Killiam y Lexie que luce aturdida.

— Detente — me ordena Cian en un murmuro cuando estamos sobre el lindel del bosque.

Delante de nosotros una enorme montaña de color gris se impone impidiendo que continuemos. Cian baja de mi lomo de un salto y se asegura que Alice se mantenga sobre mí, luego se gira y camina hacia la enorme masa de roca. Killiam lo sigue de cerca pero se detiene a escasos pasos y se gira con brusquedad, un aullido se escucha detrás de mí.

Me giro para ver con sorpresa como Kanutzi es arrastrado por algo a las profundidades del bosque, con el movimiento brusco que hice Alice cae al suelo y de la misma manera que ocurre con Kanutzi algo negro envuelve su tobillo y tira de ella, intento moverme pero me es imposible, lleno de frustración observo como la oscuridad y la negrura del bosque se traga a Alice.

— No se muevan — espeta Cian en voz alta.

— ¿Qué pasa? — es la voz de Lexie

— no lo sé, pero en el momento en que se movieron fueron atacados — murmura sin moverse — necesito concentrarme para poder traspasar la barrera y no les aseguro poder lograrlo, la última vez que estuve aquí no fue en plan amistoso precisamente — Killiam ríe suavemente y murmura en tono burlón

— no creí que fueras tan predecible — el cuerpo de Cian se tensa mientras Killiam continua — puede que no te interese la vida de Alice, pero a mi si y no soy el único — posa sus ojos en mí y es claro lo que está por hacer, ya que sus ojos se vuelven carmesí y en una demostración de fuerza brutal, salta logrando romper con lo que sea que lo mantenía atado al suelo, corre de regreso al bosque bajo la atónita mirada de Lexie.

Hago acopio de toda mi fuerza, dejando que mi lado animal se haga cargo, comienzo a perder el sentido lógico de las cosas y me dejo ir.

Keller.

Todo está saliendo justo como lo planee, los viejos del consejo están bajo mis botas y Aria aunque me odia no puede despegarse de mí, sonrio de lado al verla de pie frente a la ventana, es hermosa, al igual que su madre, cosa que la hace una pieza clave para todo lo que está por ocurrir, su belleza será la caída de unos cuantos.

Por suerte Lexie se deshizo del lobo bastardo que la mantenía atada a una relación inservible, ahora tengo toda su atención para mí.

— Aria — acaricio su nombre para que me observe.

— Señor — murmura girándose hacia a mí, sus ojos claros me observan con odio y sonrió, me gusta que me odie, eso la hace aún más poderosa.

— tienes una nueva misión — su ceño se frunce — ahora que tenemos al protector necesitamos a tu hermano, es una pieza fundamental para esto, si queremos que Lexie venga a mi debemos tener un incentivo y al parecer el bastardo de Raziel no valía lo suficiente para ella — suspiro mientras camino acercándome hasta frente a frente, sus ojos destellan con furia cuando acaricio sus labios con mi pulgar — esa mirada — murmuro en voz baja — deberías dedicársela a él, de no ser por el hoy no estarías aquí, te habrías librado de la sed y no tendría ningún control sobre ti — su cuerpo se tensa y empuña sus manos a los costados, sonrió de lado, cada que menciono la sed su cuerpo se descontrola.

Distiendo mis colmillos y hago un corte en mi labios, en cuanto el aroma de mi sangre impregna el ambiente, su actitud cambia por completo, sus ojos se vuelven carmesí, sus colmillos se distienden y sus manos se van con desesperación hasta su garganta, su cuerpo se inclina hacia adelante tratando de controlar lo incontrolable.

— Bebe — le ordeno en tono burlón.

Su cuerpo reacciona de inmediato, saltando hacia mí, sus labios cubriendo los míos besándome con desesperación, sus colmillos hacen cortes continuamente en ellos mientras la rodeo con mis brazos y la sujeto pegada a mi cuerpo, no paro de besarla, mientras sus manos se mueven hasta mis mejillas y me sujeta con fuerza, separando nuestros rostros.

El odio impreso en su mirada es todo lo que necesito que sienta, puro y vil odio hacia mí, sus pálidos labios están manchados con mi sangre, sonrió de lado con malicia.

— se te ha hecho una costumbre besar a tu padre ¿no? — su cuerpo se tensa y tiembla ligeramente.

Me encanta la forma en la que lucha contra la sed, como se resiste a no ceder a no implorarme por más, pero esto es algo que tengo completamente ganado ni siquiera tengo que esforzarme tanto. Ladeo mi rostro y descubro un poco mi cuello, sus ojos de inmediato se desvían hacia él y rio con suavidad.

— vamos hazlo — la reto, su cuerpo se inclina ligeramente hacia mí pero se detiene, cierra sus ojos y aprieta su mandíbula con fuerza, resistiendo lo más posible.

Para hacer su tortura más exquisita, rasguño mi piel con mis uñas, una vez más la sangre se hace presente, llevándose consigo todo posible control, sus boca se cierra en mi cuello y sus colmillos perforan mi piel, la siento beber con desesperación, acuno su culo entre mis manos mientras la dejo ser, mientras la dejo llenarse con mi sangre.

Cuando considero que es suficiente la aparto con cuidado, sus ojos brillan con ferocidad, está muriendo por seguir bebiendo pero esto es todo por ahora.

— ve por tu hermano — le indico señalando la doble puerta de la sala del trono, pero no se mueve, sus ojos siguen fijos en mi cuello — Aria — da un paso en mi dirección y vuelve a lanzarse sobre mi pero no alcanza si quiera a tocarme cuando ya su espalda está chocando con brutalidad contra la pared de roca del fondo.

Rio suavemente y suspiro

— los niños siempre serán niños — me giro, sabiendo que volverá atacarme, sabiendo que podre divertirme una vez más con ella, como cada vez que le he dado de beber.

La siento moverse con agilidad y rapidez hacia mí pero me desvanezco en un parpadeo apareciendo varios metros más adelante, su intención continua y vuelve arremeter contra mí, la evado constantemente con tranquilidad, mientras ella exasperada, desesperada y guiada por la sed no hace más que lanzarse contra mí.

Aburrido de su inútil casería la tomo del cuello cuando vuelve a por mí, la acerco a mi rostro y rio contemplando la mirada endemoniada que me dedica, me acerco a sus labios y los lamo divertido antes de cerrar con más fuerza mi mano sobre su cuello. Su boca se entreabre mostrándome que está doliéndole.

— ¿no te cansas nunca del mismo juego? — Murmuro sin dejar de verla — porque yo si — tomo su brazo izquierdo y tiro de el sin contemplación, el grito de dolor que sale de su boca es música para mis desacostumbrados oídos.

La sangre mana de la herida haciendo que se retuerza de dolor y desesperación, está perdiendo toda la sangre que acabo de darle, eso solo la volverá más irritable, impredecible e impulsiva, cosas que no le convienen si va a enfrentarse a Killiam. Pero en fin eso le dará un poco más de diversión.

La lanzo lejos de mí y la observo con desdén mientras se toma la herida con desesperación y lame sus dedos, tratando de recuperarla.

— Patético — me giro y me desvanezco para regresar a mi nuevo lugar favorito, mi jardín muerto.

La manada de lobos me recibe moviendo sus colas y acercándose a mí, amo a estas criaturas, son perfectas, son malignas y son justamente lo que necesito para jugar un poco con Raziel, veamos que tanto soporta el enviado de la luz.

Nota del autor: hola, hola lo se la ausencia pega, pero aquí estoy una vez mas cumpliendo con lo prometido, un capitulo interesante... narrado por Saga en su forma animal y por Keller... que opinan de este ultimo??? les agrada? cuéntenme... el próximo capitulo esta lleno de acción, muerte y muchísima sangre... un beso enorme, gracias por ser pacientes, por apoyarme, leerme, comentarme y esperarme, se les ama!