· Capítulo 38 ·
Killiam.
Derrotar al demonio que está en ella, mis ojos se desvían hasta Lex que parece perdida en sus pensamientos, intento llegar a ellos para saber en qué medita pero así como cerré mi mente para ella, lo hizo para mí. Suspiro porque no tengo idea de cómo ayudarla.
– ¿Qué debemos hacer? – pregunta en un murmuro – ¿Cómo lo derroto? – Raziel sonríe y se pone en pie
– es complicado, ya le venció una vez y se fortaleció durante todo el tiempo que estuvo con el control, además es débil e insegura, cualidades que simplemente le dan poder sobre ella, aunque haya logrado retomar el control, podría perderlo en un momento de debilidad y recuperarlo sería casi imposible, tenemos la ventaja que estoy casi seguro que la mitad que duerme en ella, no tiene idea que el fragmento original aún sigue con vida y está por allí.
– ¿es seguro hablar de estas cosas con ella? – Pregunta Alice con desconfianza – ¿Cómo estas tan seguro que es Lexie y no Lilith? – rio suavemente
– Puedo asegurarte que es Lex – desvió mis ojos hacia ella para intercambiar esa típica sonrisa cómplice pero me ignora por completo
– No confió en ella – murmura Alice entre dientes y me ve suplicante
– ¿Por qué? te molesta que se haya follado a Killiam antes de recibirnos – suelta en tono burlón Cian y ríe – créeme podría partirte a la mitad si te hiciera lo mismo que le hizo a ella – el comentario hace que Lexie lo vea con una sonrisa pícara en los labios que no me pasa desapercibida, luego desvía sus ojos hacia Alice y la ve mal.
– te recomiendo que no me tientes, lo de hace un momento fue sin querer imagínate de lo que soy capaz si lo intento conscientemente – esta vez la voz de Lex es fría.
– ¿estas amenazándome? – se pone en pie Alice y da un paso hacia ella, haciendo que una ligera tensión se instale en la habitación.
– Alice – llamo su atención, de inmediato se gira
– ¿si Killiam?
– basta no es el momento, además sabes muy bien que beber de ti fue solo para confirmar tus palabras – observo un instante a Saga y luego poso mis ojos en Lexie – no hay, ni habrá nada entre nosotros
Alice suspira y se gira con los brazos cruzados sobre su pecho como una niña, ve mal a Lexie y se deja caer en el sofá junto a Saga, que solo la observa incrédulo
– Deberían hacer algo con sus hormonas y esa fascinación no creo que pueda controlarse mucho – murmura Lex en tono burlón
– Basta Lexie – le espeto ya fastidiado del tema, sus ojos me observan con frialdad y sonríe de lado, luego posa sus ojos unos instantes en Cian, que la ve divertido y sin más vuelve a mirar a Raziel
– ¿Cómo se vence a un demonio? – pregunta dando por zanjado el momento de celos
– Es complicado – responde Abel
– pero no imposible – agrega Raziel – solo que necesitaras de mucho poder y no solo hablo de poder físico, necesitas tener una gran capacidad mental, porque te aseguro que Keller jugara contigo antes de hacerte llegar a él, Lilith es muy travieso, además es cruel y despiadado, disfruta del dolor ajeno y pudiste darte cuenta que tiene cierta fascinación por la sangre
– no es una fascinación, es más como una obsesión – aclaro y Raziel ríe
– llámalo como quieras el punto es que mientras pueda herir físicamente a otros lo hará y disfrutara de ello, además su poder mental es amplio, tiene bajo su control la mayoría por no decir a todos los vampiros que existen.
– ¿estás diciéndome que solo somos nosotros, contra que, miles de vampiros? – pregunta Lexie sorprendida
– no somos tantos – aclara mi madre – quizás hace unos 700 años éramos cientos de miles, en la actualidad somos pocos – el ceño de Lexie se frunce
– ¿Qué quieres decir?
– Que hay muy pocos vampiros que valgan la pena contar como vampiros – suelto fastidiado – la mayoría de los convertidos tienen sangre tan diluida que son solo asesinos chupa sangre – Saga ríe en silencio y suspira
– además los lobos nos cargamos a bastantes de ustedes antes de los tratados – mi cuerpo se tensa y Cian gruñe.
– Saga, tranquilo – murmura mi madre en tono conciliador y en seguida el lobo parece sumiso, lo que me extraña bastante.
– si queremos vencer a Lilith debemos confiar en los que estamos aquí – dice Abel – por cierto, ¿Dónde está Kiana? – se gira para verme y suspiro.
– la envié a rastrear a un grupo de brujas – explico, todos me ven confundidos – si toda esta mierda empezó por culpa de las brujas, lo más sensato que podemos hacer es hallar el aquelarre que inicio esto – Alice se tensa y niega con la cabeza
– eso no es buena idea
– ¿Por qué no? – pregunto
– ese aquelarre hace siglos que desapareció
– No es cierto – murmura Lexie – Nicholai tenía contacto con un aquelarre, uno sumamente antiguo – murmura frunciendo el ceño
– ¿Qué quieres decir? – pregunto con curiosidad
– cuando Lilith lo asesino, fui capaz de ver sus memorias, hay brujas de mucho poder trabajando para el consejo, pero no lo hacen por voluntad propia, por alguna razón el consejo logro dominarlas y las obligo a hacer trabajos para ellos – suspira y cierra sus ojos tratando de recordar algo pero niega – es confuso, cuando trato de recordarlo se nubla
– es Lilith, aunque lograste dominarle, no te has deshecho de él, necesitamos las memorias del demonio, esas que está ocultándote, porque si son importantes para él lo son para nosotros – de repente Lex se dobla sobre si misma sosteniendo su pecho.
Me muevo con rapidez hacia ella y la sujeto de los hombros, poniéndome frente a ella de cuclillas
– ¿Qué pasa? – ella me ve con los ojos desorbitados y expresión adolorida
– duele – su voz suena estrangulada y baja – quema – murmura una vez más, de pronto sus ojos se vuelven negros completamente y por un instante su cuerpo despide esa energía oscura y maligna que tenía cuando era Lilith – los hare pedazos a todos y me asegurare de disfrutar de la sangre que corre por sus venas – la voz fría, distante y escalofriante de Lilith se entremezcla con la de Lexie, causando un estado de alerta general en todos.
Luego esos ojos se posan sobre Raziel y sonríe ampliamente, da un repaso a todos en la habitación y vuelve a posar sus ojos en Raziel, que luce satisfecho.
– Has lo que tengas que hacer – y como en otras oportunidades Lexie cae sobre mi cuerpo inconsciente.
Un fuerte golpe me hace girarme para ver como Abel sostiene a Raziel de la pared a unos cuantos centímetros del suelo con una enorme espada resplandeciente en su cuello, sus ojos refuljan ira.
– ¿Qué quiso decir? – suelta con brusquedad, a lo que Raziel simplemente inclina la cabeza y suspira
– No tengo ni la más mínima idea – sus ojos se posan sobre Lex y luego sobre mí, la forma en la que nos mira no me gusta – es un puto demonio, esta demente – se encoge de hombros y sonríe una vez más – ¿podrías soltarme? – pregunta mirándolo con desdén.
El aludido no se mueve y permanece un instante en silencio, solo observándolo y después de unos segundos estudiando sus ojos simplemente lo libera, guarda la inusual espada dentro de una funda que al tocar la hoja absorbe por completo la luz dejándola de color plata.
Tomo a Lexie entre mis brazos y me levanto con ella, me acerco una vez más a la cama y la dejo reposando sobre esta, suspiro consciente que Lilith se ha hecho más fuerte de lo que imagine y que esto será difícil y complicado.
– ¿Qué tengo que hacer? – preguntó en voz baja
– hay varias opciones, no son muy alentadoras ni sencillas, pero alguna habrá que probar – explica Raziel con una sonrisa burlona en los labios, su jodida actitud está volviéndome loco – podemos simplemente hacer que Lilith despierte una vez más y tratar de derrotarlo, pero ya vimos como termino eso, así que esa opción no nos sirve – hace una pausa y comienza a pasearse por la habitación con un dedo sobre su barbilla, fingiendo pensar – conseguir las brujas que lo trajeron aquí y encontrar la forma no solo que nos ayuden sino que también se deshagan de el – suspira y me ve divertido – la última opción es la más sencilla – posa sus dorados ojos en Lexie y sonríe de lado – podemos arrancarle la cabeza o el corazón, la muerte que escojas tu será bastante ideal, lo importante es asegurarnos que muera – mis ojos se abren como platos al escucharlo y esta vez soy yo quien lo sostiene varios centímetros sobre mi cabeza.
Una sonrisa esta dibujada en sus labios, sus ojos brillan con intensidad y mis manos se cierran con fuerza en su garganta.
– Nadie le hará daño a Lexie – escupo entre dientes, controlando mis ganas de arrancarle la cabeza a el
– oh vamos deja el sentimentalismo, si la dejamos con vida todo lo que conocemos morirá y un reinado de absoluta oscuridad y locura se abrirá paso, ¿acaso eso es lo que quieres? – presiono un poco más el agarre en su cuello y sus ojos resplandecen con intensidad.
De pronto siento un fuerte ardor en mi mano, la sensación de quemadura se extiende con rapidez sobre mi mano pero me resisto a soltarlo, en serio este sujeto no me agrada nada, finalmente una cálida mano se apoya en mi hombro
– hijo, no haremos tal cosa – mi madre se coloca a mi lado y sonríe con dulzura – libéralo, aún tiene mucho que decirnos – la observo un instante y después de algunos segundos lo lanzo contra una de las paredes, donde se estrella con estrepito cayendo al suelo.
Se levanta en mitad de una risa suave y suspira limpiando su ropa.
– en serio estar cerca de vampiros es malditamente excitante – me ve con desdén y luego se acerca a mí con rapidez – vuelve a ponerme un dedo encima y juro por lo más sagrado que existe que te arrancare cada dedo que oses poner sobre mi demonio – escupe con resentimiento dejando ver por primera vez su verdadera naturaleza, sonrió de lado y me acerco más a su cara desafiándolo.
– Cuando quieras intentarlo – hago una pausa estudiando sus ojos – estaré esperando – me separo de él y me giro hacia el resto que ha permanecido inmóvil mientras Raziel y yo nos enfrentamos – por favor seguiremos con esto luego – me giro hacia mi madre y la observo serio.
– Está bien – comenta Alice poniéndose en pie – si necesitas
– No Alice, no necesito beber – le espeto sin mirarla mientras veo como Saga se tensa
– De acuerdo – dice girándose y saliendo de la habitación con prisa, Saga la sigue sin despegar los ojos de su espalda.
– Nos vemos engendro del demonio – susurra Raziel pasando junto a mí con tono burlón
Una vez solo quedamos en la habitación mi madre, Abel y yo los observo a ambos.
– ¿Qué tanto saben de Raziel? – Abel suspira y niega con la cabeza
– No mucho – murmura
– ¿Cómo saben que es un protector? – pregunto incrédulo
– tiene todas las características de uno
– Tú no tienes los ojos dorados – le suelto recordando como brillaron cuando me ataco, Abel se tensa y suspira
– solía tenerlos así, cuando perdí la protección de Dios algunos de mis poderes se perdieron, entre ellos la visión – mi ceño se frunce
– ¿la visión? – suspira
– todos los protectores, tenemos el poder de ver, es la forma en que podemos asegurarnos de estar en el lugar correcto en el momento adecuado, sin ese poder no podemos ayudar a los que realmente lo necesitan – sus ojos se desvían hasta mi madre y sonríe
– los perdí cuando me enamore – mi ceño vuelve a fruncirse
– Habías dicho que los protectores no tenían sentimientos – sonríe
– cuando llegamos aquí, es así, pero aprendemos a sentir y lo hacemos después de vivir entre humanos – suspira una vez más despeinando su cabello – es una forma que nos permite comprender como actúan los humanos y como ayudarlos a enfrentar el miedo después de ayudarlos – suspira y se gira para ver a mi madre, le sonríe con calidez y luego sale de la habitación dejándonos a solas.
– ¿tú y él? – no me deja terminar cuando niega
– No, nunca he dejado de amar a Keller – confiesa con sus ojos llenos de lágrimas – Abel me ayudo y se quedó a mi lado, con el tiempo termino enamorándose de mí y cuando decidió no matarme perdió parte de sus poderes – suspiro al escucharla
– ¿Cuándo regresaste al castillo? – sonríe con pesar
– quería ayudar a tu padre, como Abel lo había hecho conmigo, pero lo que realmente me ayudo fue la sangre de Abel, por esa razón tu padre no tiene poder sobre mí, he estado alimentándome de Abel desde entonces y supongo que su enamoramiento tiene mucho que ver con el vínculo que se forma cuando mordemos a un humano – suspira y niega con la cabeza – aunque he intentado amarlo no he podido – sonrió al escucharla.
Mis padres tenían una relación estupenda, eran dulces, cariñosos, sinceros y se amaban profundamente, siempre se apoyaban y eran un equipo perfecto, además gobernaban el reino con tanta dedicación que eran mi mayor ejemplo, siempre quise conseguir una mujer como mi madre que se convirtiera en lo que ella representaba para mi padre. Supongo que convertirla a ella también fue lo que le hizo perder la cabeza y ceder ante Lilith, lo perdió todo ante sus ojos y se quedó solo en la oscuridad.
– No te tortures hijo – susurra, acariciando mi mejilla – lo arreglaremos de alguna forma, confía en mi ¿sí? – suspiro y me hago a un lado.
Tristemente confiar es algo que no soy capaz de hacer ahora, no después de la traición de mi hermana, no después de ver de lo que son capaces algunos solo por sobrevivir.
– Killiam – la voz de Lexie me hace girarme de golpe, para verla incorporarse en la cama.
Me acerco a ella y sonrió con calidez, acaricio su mejilla y suspiro aliviado de saber que está bien y ha vuelto a ser ella y no Lilith, ella posa sus ojos en mi madre y la ve unos instantes en silencio luego suspira y desvía sus ojos hacia mí.
– Los dejare solos – murmura mama saliendo de la habitación
– ¿estás bien? – pregunto preocupado y ella asiente
– Sí, solo con un poco de dolor en mi pecho – murmura tocándolo – esto es demasiado Killiam – sus ojos me buscan llenos de incertidumbre – ¿Qué vamos hacer? – acaricia mi mejilla y sonríe con pesar – no confías en ellos y estoy segura que por más amor que sientas por mi te cuesta confiar en mí también ahora más que sabes lo que soy y lo que puedo hacerles – hace una pausa y cierra sus ojos – Keller – murmura el nombre de mi padre y me tenso – es un vampiro poderoso, no sé qué ha hecho para obtener poder si todo lo que me han dicho es cierto, debo decirte que lo que vi es un vampiro intimidante, jodidamente fuerte y frio, estoy segura que no siente ni le importa nada – suspiro porque sé de qué habla, viví en carne propia su crueldad.
– Encontraremos la manera de resolverlo – murmura
– Killiam mírame – murmura, desvió mis ojos hacia los de ella y sonríe – si tú crees que podemos hacerlo lo haremos – su confianza en mí me asombra, sonrió y niego con la cabeza
– no aprenderás nunca a no confiar tanto ¿verdad? – ella ríe y suspira
– Es mi naturaleza, no puedo evitarlo – hace una pausa y se acerca a mi juntando nuestros labios, me besa con cuidado y calidez – además te amo, no puedo amarte sin confiar en ti – sonrió y muerdo su labio inferior y ella ríe con picardía – deja quieto lo que está quieto – rio
– Nunca has estado quieta – murmuro deslizando mis manos por su espalda, desvió mi boca hasta su cuello y dejo sentirle mis dientes, luego dejo un beso y me separo – pero eso me gusta – ella ríe y suspira
– ¿seguiremos jugando al gato y al ratón? – pregunta seductora y me tenso al escuchar esas palabras, ella ríe y suspira – recuerdo todo lo que hice cuando Lilith tomo el control, después de esa visión lo recordé todo – suspiro y la veo tensarse – lo siento – murmura – te lastime a ti y a los demás – suspiro
– no eras tú Lexie, tus acciones nunca han sido exactamente violentas o crueles, acabas de decirlo no es tu naturaleza – rio – eres una descendiente de Jesús, la bondad y ser buena esta en ti – ella ríe con picardía desplazando una de sus manos a mi entrepierna
– No me siento buena desde hace mucho tiempo – su tono seductor me vuelve loco y con un rápido movimiento la dejo tendida sobre la cama.
Apoyo mi cuerpo sobre ella y jadea, sonríe de lado y suspira, acaricia mis mejillas con sus manos y muerde sus labios, sus ojos comienzan a tornarse carmesí y sonrió.
– haremos un desastre ¿sabes? – Ella asiente – no voy a contenerme – murmuro acercándome a sus labios mientras restriego mi erección en ella
– No quiero que lo hagas, nunca más – sus palabras me encienden y es todo lo que necesito para dejar salir toda la oscuridad que habita en mí.
Lexie.
Después de volver a hacer el amor de forma salvaje y saciar la sed que ambos despertamos el uno en el otro, permanecimos tendidos en el suelo, mi cabeza reposa sobre su pecho mientras sus manos acarician mi piel, la sangre que hemos derramado mientras lo hacíamos se ha secado y mi cuerpo está parcialmente manchado con ella al igual que el suyo.
– ¿Cómo está? – pregunta en murmullo, giro mi cabeza para verlo sin poder comprenderlo
– ¿Quién?
– Keller – sus ojos azules me observan con curiosidad – descríbelo – sonrió con pesar
– es alto, fornido, tiene vetas plateadas en el cabello y una poblada barba, sus ojos son iguales a los tuyos, solo que carecen de emociones y son fríos como el hielo – murmuro recordando sus facciones cuando lo vi – se parecen mucho, pero lo que realmente me impresiono fue el poder que emanaba de el
– ¿Qué quieres decir?
– no se esforzaba por ocultar su presencia tampoco por hacerla sentir, simplemente estaba allí como si fuera parte de todo y de nada a la vez – suspiro y el me imita.
– ¿Qué había de mí en él? – rio
– todo, es tu padre después de todo ¿no? – ríe esta vez y suspira
– ya no lo es...
– ¿Por qué preguntas eso? – sus ojos me ven con paciencia
– no pude asesinarlo aquella vez porque era mi padre, ¿cuál es la diferencia ahora? – Se pregunta, luego sus ojos se desvían a mí – tu – sonríe con amor – tu eres la diferencia esta vez, no pienso permitir que te lastimen – rio
– No es que necesite mucho de tu protección, soy más fuerte que tú ahora – le recuerdo y el ríe
– E ingenua – agrega divertido – por no decir ilusa – besa mis labios y suspira – hare lo que está en mi poder para protegerte Lex, no voy a permitir que nada malo te pase – sonrió con sus palabras
– Killiam no creo que haya mucho que tú puedas hacer, soy más fuerte que tu – me regodeo como nunca antes he hecho y el ríe a carcajadas
– No lo creo – susurra mirándome con malicia – no te muevas – me ordena con voz ronca y como siempre ha pasado mi cuerpo es retenido por un poder invisible, sonríe complacido y susurra sobre mis labios – ¿decías? – sonrió y suspiro
– se supone que ahora estoy bajo tu dominio ¿no? – el asiente mientras desliza su nariz por mi mandíbula respirando muy pegado a mi piel
– siempre lo has estado, desde el primero momento en que te sentí, desde el primer momento en que el aroma de tu sangre llego a mí, me perteneces Lex y yo a ti – sonríe sobre mi piel y besa con suavidad – estamos destinados a estar juntos, digan lo que digan – mi cuerpo es liberado y sonríe poniéndose en pie – deberíamos ducharnos, creo que debemos encargarnos de algunas cosas – mi ceño se frunce y lo observo sorprendida
– ¿Qué cosas?
– Keller controla el consejo, digamos que son unos cuantos vampiros contra ¿qué? 8 de nosotros, por más poderosos que seamos juntos, no creo que podamos contra todos ellos
– ¿Qué sugieres? – pregunto poniéndome en pie
– además tiene apoyo de brujas y hombres lobo, prácticamente la balanza se inclina a su favor, pero no te tiene a ti y esa ya es una gran ventaja, si vamos hacer esto, necesito hacer un plan, una estrategia y para ello necesito apoyo – sonrió al ver su ceño fruncido
– Nunca había visto esta faceta tuya – el ríe y suspira
– mi padre me enseño todo lo que sé, no será fácil armar una estrategia, tendré que ser más astuto e inteligente que él, además tiene la astucia y la malicia de un demonio, seguro sabrá que voy a idear incluso antes de hacerlo – suspiro porque suena frustrado
– algo se nos ocurrirá
– Sí, lo sé – se detiene en mitad del cuarto y me mira de arriba abajo con sus ojos llenos de deseo – vamos a ducharnos – me invita tendiendo una de sus manos y sonrió.
Esto será complicado, pero sé que juntos lograremos encontrar una manera de solventar todo, no vamos a rendirnos tan fácilmente.
Nota del autor: hola mis vampirezcos seres, como les va??? que tal este capitulo??? a ver cuantos desconfian de Raziel??? que les parecio la revelacion del amor de Abel por Anisha y esta ultima aun enamorada de Keller? esperaban que el villano mayor de la historia fuera el padre de Killiam y no Lexie???? jajajajaja. Un beso enorme, proxima actualizacion la proxima semana, tengo que reajustar mis dias para publicar estare avisandoles de todas formas! les amo y gracias infinitas por el apoyo!
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