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· Capítulo 21 ·


Killiam.

Todo lo que se sobre vampiros es lo que he vivido como uno, me perdí gran parte de la historia pero la recupere cuando desperté. Se todo lo que tengo que saber sobre nosotros, sobre los lobos, sobre los druidas y los humanos, las malditas brujas, ellas son otra historia.

Una que honestamente tiene mi existencia maldita y es literal, si estas hijas de putas nunca hubiesen hecho lo que hicieron, hoy no existirían los vampiros y tampoco estaríamos pasando por esto.

Me giro para mirar a Lexie que me observa desde la cama con odio, despertó hace unas horas y no me ha permitido acercarme a ella si quiera, no ha dicho absolutamente nada y tampoco he logrado ver en su cabeza, ahora es impenetrable.

– Lexie – me giro para hablarle pero ella niega con la cabeza y suspira

– no quiero escucharte Killiam, casi me matas – dice con desprecio

– corrección, ya te mate – digo con ironía, ella pone sus ojos en blanco y me ve mal – y desde que despertaste a esta nueva vida, has estado a punto de morir más veces de las que puedes contar con los dedos de tus manos y todas cortesía mía – finalizo mientras la veo juguetear con sus dedos.

– ¿Por qué es tan importante ese recuerdo? – pregunta en voz baja y me tenso – ¿por qué de pronto te importa mucho más saber algo de mí y lo que era antes de que – hace una pausa y me ve – esa mujer me criara a lo que soy ahora y lo que represento para ti? – sus palabras se filtran en mis oídos dejándome ver que últimamente me he dejado llevar y ella puede intuir que me importa.

– No te confundas Lexie – susurro mirándola con frialdad – si sigues con vida es porque eres parte de mi plan, no me sirves muerta – sus ojos me buscan, poco a poco cambiando a ese tono carmesí, sus colmillos se distienden y su presencia se hace notar

– ¿entonces solo soy un maldito peón en tu juego? – sonrió de lado

– Chica lista – ella se pone en pie, dejando caer la sabana de seda negra que cubría parcialmente su esbelto y curvilíneo cuerpo.

Inevitablemente mis ojos la recorren, su cuerpo es un espectáculo del que nunca quiero perder un detalle, sus caderas se mueven al compás que marca su andar, despertando el deseo y la lujuria que tiene días hirviendo entre ambos.

Con solo desprecio en la mirada se detiene frente a mí, su expresión fría solo provoca que desee besarla, sus ojos se desplazan hasta el primer botón de mi camisa, sonríe de lado y comienza a deshacerlo, lentamente pasa al otro y luego al otro, en pocos segundos sus manos se desplazan con lentitud por mi abdomen desnudo.

– Entonces juguemos maestro – susurra acercando su boca al inicio de mi pecho, sonrió de lado porque adoro cuando se pone en plan seductor pero justo ahora no es el momento para esto.

Hay demasiadas cosas en mi cabeza, los últimos eventos que ella misma propicio han hecho que cambien ciertas cosas y estoy seguro que no pasara mucho tiempo para que Aria tumbe la puerta y entre con su sequito de aduladores y el maldito lobo lame botas.

– no es el momento para juegos Lex, tu maldita desobediencia ha creado ciertas complicaciones con las que me veré obligado a lidiar – ella ríe con suavidad mientras desliza sus labios sobre mi piel, hasta llegar a mis clavículas.

Una vez allí, la besa y rosa la punta de su lengua a lo largo del hueso que sobresale, para luego hundir sus colmillos en él, un gota de sangre fluye por el pequeño corte, su dedo índice se dirige hasta esta y la limpia, sus ojos me buscan y descaradamente chupa su dedo húmedo de mi sangre.

– Tu sangre es deliciosa Killiam – susurro con esos ojos fijos en mi – seré tu peón pero debes compensarme – susurra acercando sus labios a los míos – deberás dejarme beber de ti, cuando quiera – al escuchar sus palabras una risa fría y estrepitosa sale de mi garganta.

Su osadía, su arrogancia y su estupidez no tienen límites, niego con la cabeza y la tomo de los hombros para separarla de mí, nuestras miradas se encuentran, las suyas inequívocamente confundidas la mía fría como el polo norte.

– Te equivocas peligrosamente Lexie – humedezco mis labios y continuo, mientras presiono aún más mi agarre sobre sus hombros, una mueca de dolor me hace saber que la fuerza que utilizo es la necesaria para lastimarla – no eres nadie para negociar conmigo y mucho menos para ponerme condiciones – ella sonríe con nerviosismo

– solo tratar de volver esto lo más genial posible – dice moviendo sus manos al borde de mi pantalón.

– si no continúe buscando el recuerdo es porque te necesito para llevar a cabo mi plan Lexie, no confundas las cosas – ella ríe y asiente

– vale, está bien ya entendí no estas de humor, ¿ahora que son esas cosas que según tu complique, es sobre Vincent? – pregunta con curiosidad en el momento en que los siento.

– Mierda – espeto haciéndola a un lado y caminando hasta la puerta, antes de abrir me giro y le espeto – ponte algo de ropa, Aria está aquí con algunos ancianos y el maldito lobo – sin más me giro y salgo de la amplia habitación que sigue siendo un desastre.

Mientras camino por el pasillo hacia los elevadores, trato una vez más de conseguir que Cian responda

– ¿si estas allí porque demoras tanto en traerlas? – el silencio dura unos segundos nada más cuando finalmente responde

– Lo siento, hubo un inconveniente, tardare más de lo que pensé – rio por lo bajo, este imbécil

– Cian no tengo tiempo para tus estupideces, las cosas también se han complicado aquí y necesito a las malditas brujas – en el momento siguiente las puertas del elevador se abren revelando a mi queridísima hermana rodeada de dos vampiros que no veía en siglos y del pulgoso de su novio

– Nicholai Delacroix y su más acaudalado y lame culos Leonardo Sandoval, diría que es un enorme placer verlos esta noche, pero la verdad es que acaban de arruinarla – les suelto con amabilidad mientras mi hermana me ve con expresión espantada – Aria hermanita, que desagradable sorpresa y además trajiste a la mascota contigo – digo señalando a Callum que se tensa de inmediato

– Killiam – susurra Nicholai y escuchar su voz despierta el creciente odio que he tratado de controlar desde que desperté – no pensé que volvería a ver tu desagradable rostro otra vez

– me imagino, ha de ser toda una pesadilla hecha realidad verme aquí, despierto y al tanto de toda la mierda que hicieron ¿no? – susurro entre dientes.

– Killiam nosotros – empieza Leonardo pero lo detengo con solo mirarlo, sus ojos se abren como platos y lleva sus manos con desesperación hasta su garganta.

Mis colmillos se distienden dentro de mi boca y por alguna razón siento mis ojos arder, a los segundos del contacto visual, un hilo de sangre se desborda por sus labios

– Killiam para – susurra Aria – hermano no debes hacer esto, ya tienes suficientes problemas con la muerte de Vincent – jadea pero la ignoro, solo quiero que este hijo de puta sufra.

Sus manos comienzan a desgarrar su cuello mientras Nicholai observa horrorizado como su más grande amor y mano derecha se deshace en dolor, incapaz de moverse por la impresión solo puede ser testigo de cómo poco a poco estoy asesinando al vampiro.

– Killiam – la voz de Callum esta vez suena más como un ladrido y me giro para verlo, sus ojos se han vuelto color ámbar y su piel ha cambiado de tonalidad – basta, libéralo – vuelve a ladrar y rio con frialdad.

Los ojos de Nicholai finalmente se desprenden del agonizante cuerpo de Leonardo y me ve con odio, la fuerza con la que intenta arremeter contra mí solo me mueve un par de metros, me enderezo y observo una vez más a Leonardo que yace en el suelo arrodillado gimoteando de dolor.

– PARA – grita con furia Nicholai y comienzo a reír en el momento en que la siento, giro mi cabeza y allí esta ella.

Solo lleva una bata de encaje negra que deja ver por completo su piel al desnudo, sus ojos color carmesí me miran con intensa curiosidad, sus pasos son lentos, pero calculados, sonrió de lado cuando llega a la esquina y observa a mis acompañantes, verla así me descoloca, en serio es un espectáculo, es sumamente hermosa, majestuosa y luce como exactamente como debería lucir la reina del averno, de la oscuridad

– buenas noches caballeros, veo que se divierten sin mí – ronronea deteniéndose a mi lado – Aria que gusto verte aquí y justo a – desvía sus ojos hasta Callum que la ve entre sorprendido y embelesado – tu guapo y sexy lobo

Los ojos de todos están en ella ahora, Lexie se ha robado el aire, el interés y hasta los pensamientos de todos en el espacio, sus manos están entrelazadas sobre su regazo, pero sus ojos eso es lo que la hace ver tan malditamente imponente.

Son de un rojo tan intenso, tan parecido al color de la sangre que parpadeo un par de veces para asegurarme de si es así, su sonrisa arrogante no hace más que descolocarme, ¿Cómo rayos se le ocurre salir y por qué demonios se siente tan segura aquí?

– Lexie – la llamo ella gira para verme y sonríe ampliamente, se acerca a mí y deja un beso sobre mis labios, luego se coloca a mi espalda y me rodea con sus brazos, asegurándose de rosar mi piel con lentitud.

– ibas a matarlo ¿Por qué? – pregunta en mi oído en un susurro insinuante

– no iba a hacer tal cosa – responde rápidamente por mi Aria con un toque de nerviosismos en su voz, cosa que llama mi atención

– ¿Por qué piensas que no iba hacerlo? – pregunto sonriendo ampliamente, mientras Leonardo termina de ponerse en pie con la ayuda de Nicholai

– porque hemos venido en son de paz hermano, solo queremos hablar contigo – continua Aria con rapidez, hacia muchísimo tiempo que no la veía tan nerviosa, por lo que debo suponer que estas escorias de la vida tienen más poder del que pueda pensar.

– ¿les tienes miedo a estos convertidos de mierda? – Le espeto incrédulo – Aria eres una maldita original estos bastardos no podrían contigo aunque quisieran – continuo con desprecio

– Killiam por favor – susurra, desviando sus ojos de mí y por un instante siento que me he perdido de algo.

Por lo que fijo mis ojos en el más anciano en Nicholai que luce más compuesto y su presencia ahora se puede sentir, dominante, intento entrar en su cabeza pero fallo al primer intento, sus labios se deslizan en una sonrisa burlona y me tenso.

– ni lo sueñes Killiam, no podrás entrar estamos protegidos – escupe con arrogancia mientras hincha su pecho con orgullo y finalmente lo veo.

Una cadena de oro brilla en su cuello y de esta pende un pequeño objeto del mismo material que brilla ligeramente, la carga mágica que despide es increíble y no entiendo como no lo note antes.

– esta preciosidad no te permite entrar, por más que quieras hacerlo – susurra, mientras observa con atención el rostro de Leonardo que le sonríe con timidez y luego de unos segundos ambos me miran con odio.

– así que tienen buenas amigas en el consejo que les han estado haciendo juguetes ¿no? – Digo con ironía – ahora entiendo porque no se había presentado antes, trataban de protegerse de mis poderes – susurro con ira, Lexie ríe con suavidad en mi espalda y jadea en mi cuello

– Uy que miedito cuando te enojas amor, es excitante – dice en tono divertido, descendiendo sus manos por mi torso, mientras observo con odio a los vampiros de primera generación que están delante de mí.

Sus expresiones autosuficientes y orgullosas, son las mismas que llevaban el día que me traicionaron y me dejaron en ese agujero de mierda para que me pudriera por toda la eternidad.

– Pero si no puedes entrar en sus cabecitas déjame intentarlo, puede ser divertido – dice deslizando su mano de arriba abajo en mi miembro mientras los vampiros delante de nosotros nos ven entre sorprendidos por su descaro y por su insinuación

– ¿Qué te hace pensar que podrás entrar? Eres solo una neonata insignificante que está revolcándose con Killiam – en cuanto las insultantes palabras dejan la boca de Leonardo este sale disparado en el aire y se estrella contra el metal de la puerta del elevador, Lexie ríe suavemente y susurra en mi oído

– dios me pone tanto verte así de furioso, pero déjame divertirme, además no me siento mal por sus palabras, soy la única en tu vida ¿no es así? – siento el rose húmedo de su lengua en mi oído y niego con la cabeza, mientras ella ríe con diversión.

– Killiam estas cruzando una línea que no – empieza Nicholai pero lo detengo

– ESA LINEA LA CRUZARON USTEDES EL MALDITO DIA EN QUE DECIDIERON TRAICIONARME Y NINGUN MALDITO AMBULETO MAGICO PODRA IMPEDIRME HACERLOS AÑICOS, CORRERAN CON LA MISMA MALDITA SUERTE QUE VINCENT – grito mientras Leonardo se retuerce de dolor aun empotrado en la puerta del elevador.

– El viejo de allí está ocultándote cosas muy interesantes Killiam – susurra Lexie en mi oído y por un instante me detengo de mi tortura.

– ¿Qué? – le espeto mientras giro mi rostro para verla, ella tiene su rostro enterrado en mi cuello donde ha comenzado a dejar besos húmedos

– Hay un aquelarre muy poderoso trabajando para él, lo protegen – susurra, mientras me fijo una vez más en Nicholai que luce aterrado, con la revelación de Lexie – lo protegen de ti – finaliza Lexie elevando su rostro y mirándolo directamente a los ojos.

Lo que pasa en ese instante es tan perturbador y violento que nos toma a todos por sorpresa, Nicholai se eleva en el aire, con los ojos desorbitados y una agonizante expresión de dolor y como si se tratara de alguna ilusión o alguna animación de este siglo, la sangre comienza a abandonar su cuerpo.

Lexie libera mi torso y da un paso al lado para ponerse delante de mí, sus ojos brillan con intensidad, mientras que sus manos están abiertas a los lados de su cuerpo. Una sonrisa siniestra se dibuja en sus labios rojos mientras la sangre continua saliendo del cuerpo de Nicholai que no emite ningún sonido pero es claro que agoniza.

– Para – un jadeo se escucha en el atronador silencio – por favor detente, te lo suplico déjalo – la voz entrecortada de Leonardo se eleva un poco más en el pasillo y ante la mirada estupefacta de todo Lexie ríe a carcajadas.

Mientras la sangre sigue saliendo del cuerpo de Nicholai, sale de su cuerpo en pequeñas gotas que se quedan suspendidas en el aire a su alrededor, su ropa esta manchada por ella, mientras que de sus ojos, nariz y boca la sangre sale con mayor intensidad.

– ¿Por qué habría de detenerme? – susurra con voz ronca y esa sensación oscura y aplastante que sentí cuando hurgaba en su cabeza comienza a hacerse notar – este maldito hijo de puta no solo traiciono a Killiam, encontró la manera de doblegar a un pura sangre y tenerla como un perro faldero – cuando Lexie dice eso pone sus ojos en Aria que por alguna extraña razón ha permanecido en silencio, sus ojos están llenos de lágrimas pero su expresión es de puro pánico.

– Por favor suéltalo – jadea una vez más Leonardo arrastrándose en el suelo hacia su creador y amante – te lo suplico hare lo que quieras pero déjalo ya, vas a matarlo – elevo mis ojos hacia Nicholai que mantiene sus ojos desorbitados en Lexie.

Su piel poco a poco ha comenzado a tornarse seca, pálida y arrugada, su cuerpo ha comenzado a perder contextura y su aspecto cada vez es más desagradable, cuando un vampiro es drenado de su sangre para ponerlo a dormir, cosa que no hicieron conmigo, pero que se acostumbra hacer cuando algún vampiro está cansado de su existencia y solo desea desaparecer de la acción.

Observo a Lexie que poco a poco se ha hecho más perceptible, su presencia ahora aplastante, no le permite a Callum si quiera terminar de hacer su transformación, luce asustados e inmovilizado como si una fuerza más grande que él lo hubiese congelado.

La piel de sus muñecas comienza a adquirir un tono más oscuro, donde hace un rato las líneas negras estaban marcadas, me fijo en ese punto, poco a poco las líneas son más visibles y con forme están se hacen más visibles, el cuerpo de Nicholai es drenado por completo, la sangre flota a su alrededor, los ojos de Lexie están fijo en los suyos, ni siquiera parpadea.

Y de repente con un golpe sordo el cuerpo sin vida de Nicholai cae al suelo justo frente a los brazos de Leonardo que luce aterrorizado y dolorido, sus ojos fijos en la cascara seca que ahora es el cuerpo de su maestro y amante, su boca se abren para dejar salir un grito que corta el silencio, pero sé que paga al instante en que lo escuchamos, Lexie lo observa con desdén.

– No queremos los gritos de sucios mentirosos manipuladores aquí – y con un gesto de su cabeza Leonardo es inmovilizado y silenciado.

La sangre que aun flota en el aire frente a nosotros, creando un velo espeluznante entre ellos y nosotros, comienza a desplazarse en el aire hacia Lex, que sonríe con satisfacción, la observo morder sus labios por la anticipación antes de humedecerlos y luego su sonrisa se ensancha cuando sin más la sangre es absorbida del aire por su cuerpo.

Este se estremece ligeramente mientras ella cierra sus ojos y por un instante parece ausente, el deleite en su expresión es notable, para cuando vuelve abrir los ojos todos estamos enmudecidos y asombrados.

– Ahora que nos deshicimos del hijo de puta que no iba a darnos nada por sentirse mucho, creo que esta rata insignificante hablara – dice fijando sus ojos rojos sangre en Leonardo que la observa aterrado, mientras Aria y Callum intercambian miradas nerviosas.


Cian.

La sensación de opresión en mi pecho es desesperante, desde que desperté y converse con Maggy la magia de este lugar ha estado haciendo cosas locas conmigo. Estoy consciente que todo es obra suya, por mucho amor que me tenga no va a traicionar a los suyos y por más que lo odie tampoco quiero que lo haga, ya es bastante traición haberme traído aquí hace 80 años atrás y haberme permitido vivir aquí, aprender sus costumbres y su magia, además de haberse enamorado de mí.

Me remuevo con incomodidad sobre la cama donde infinidad de veces la hice mía en ese juego perverso donde mezclábamos oscuridad y magia. Nuestra relación siempre fue algo sumamente oscuro pero divertido, Maggy no teme que le haga daño pero tampoco teme el hacérmelo a mí, indudablemente fue una relación poco convencional.

– Mierda – susurro tratado de ponerme más cómodo y así evitar el constante cosquilleo incomodo en la herida de mi costado que aunque ha empezado a sanar lo hace de forma lenta.

– Deja de moverte Cian – me espeta Maggy entrando a la estancia, dedicándome una mirada fría

– no pretendas que este cómodo aquí cuando te has empeñado en hacer mi estancia lo más incómodamente posible – ríe con suavidad y se deja caer a mi lado con pesadez, suspira y me ve con aprensión

– No es mi culpa Cian – susurra

– nadie está diciendo que lo sea, solo digo lo evidente

– Claro – susurra pasando sus manos por su rostro que luce exhausto

– ¿Qué ocurre? – pregunto porque su aspecto en serio me preocupa

– El necropulus – a la mención de la criatura un escalofrió recorre mi cuerpo y un ligero ardor producto de la magia contenida en la bestia quema mi costado – no ha desaparecido, es como si hubiese decidido montar guardia, Cian eso nunca había sucedido incluso intento traspasar la barrera – comenta con preocupación y logro entenderla.

Un animal como ese dentro del pueblo sería una horrible catástrofe, algo que definitivamente volvería su tranquilo y hermoso pueblo en una carnicería y un valle de sangre.

– Me siento alagado – susurro con ironía, porque el motivo por el que no desaparece claramente es mi estancia allí

– No seas idiota Cian, esto es serio – me espeta exasperada mientras intenta ponerse en pie y se tambalea, con un movimiento rápido, me pongo en pie y la ayudo a sostenerse.

El dolor en mi costado al hacerlos es brutal, pero lo ignoro, Maggy jamás se lastimaría conmigo allí, sus ojos me buscan y sonríe con calidez, despues de unos segundos su expresión severa me hace reír

– Vuelve a la cama, estas demasiado débil – dice tratando de liberarse y continuo riendo – Cian estoy hablando en serio, regresa a la puta cama – sin dejar de reír la observo y susurro pegando mi rostro al suyo

– jamás deja de sorprenderme la capacidad que tiene esos lindos y sexys labios de decir tantas malas palabras – dejo un beso sobre sus labios y vuelvo a la cama, mientras ella me observa con fastidio

– Doty está intentado hacer que se largue pero nada funciona al parecer, su actitud y comportamiento es extraño – suspiro y recuerdo el encuentro que tuve con la criatura y mi cuerpo se estremece.

– Entonces lo más sano y seguro para tu gente es que me des lo que busco y largarme de aquí – susurro cerrando mis ojos, siento como la tensión vuelve a instalarse entre nosotros y vuelvo abrir mis ojos para verla.

– no lo hare Cian, te lo dije – rio con suavidad ante la negativa

– Y te dije que no eras la única de quien podía conseguir lo que busco – sus ojos se abren como platos y suspiro

– ¿en serio serias capaz de pasar sobre mi autoridad y defraudar mi confianza por esto? – el dolor se filtra en sus palabras y la furia crece en mi interior porque se suponía que no volvería a verla, se suponía que no debía regresar nunca más aquí, porque se suponía que ella moriría y yo no volvería a verla.

El silencio tras su pregunta le confirma lo que ya había dicho y sin esperar a que de alguna forma sea yo quien rompa el silencio se gira molesta y dolida y sale de la habitación dejándome solo una vez más.

En cuanto abandona la estancia, la sensación de opresión regresa a mi pecho, confirmando que Maggy es la responsable de mi incomodidad. Suspiro y trato de relajarme, recuperarme con toda esta magia a mi alrededor, cuidando que no salga de la habitación solo me retrasara y Killiam ya está lo suficientemente ansioso como para venir por mí el mismo.

Cuando sentí que tiraba de nuestro vínculo para comunicarse conmigo, me sorprendió y no voy a negarlo me preocupo, sabía que el vínculo estaba allí, pero jamás imagine que le fuera tan sencillo ubicarme y además poder comunicarse conmigo, a fin de cuentas han pasado siglos desde la última vez que lo uso.

Cierro mis ojos y trato de concentrarme, usar el vínculo para hablarle a tu creador es algo que lleva tiempo perfeccionar, es muy simple en la dirección contraria es decir de maestro a neonato, pero nosotros tenemos siglos de existencia y puedo decir que convivimos el tiempo suficiente como para hacerlo con facilidad.

– Killiam – le llamo, pero solo tengo como respuesta silencio, pero insisto – Killiam, demorare en regresar, tuve una muy agradable bienvenida y me retrasare por ello – pero nada, solo silencio.

Por un instante la incomodidad a mí alrededor se hace más grande y la opresión en mi pecho me hace abrir los ojos, al momento que la puerta de la habitación es abierta, frunzo el ceño porque esta energía, esta magia la había percibido solo en una persona aquí.

– Claire – susurro, cuando los ojos violetas de la chica se posan sobre mí

– Hola Cian – saluda desde la puerta con nerviosismo

– ¿Qué hace aquí la futura líder del aquelarre? – ella me mira con curiosidad y suspira

Durante todo el tiempo que viví aquí, Claire siempre me miraba a escondidas, sé que para muchas de las chicas, soy una tentación y no hablo de una tentación en cuanto conocimiento o magia, soy demasiado atractivo para ellas, se sienten irracionalmente atraídas por mí, la bendición de nuestra maldición, nos hizo malditamente atractivos para poder disfrazar nuestra oscuridad, nuestro verdadero y monstruoso ser.

– Dijiste que no regresarías – susurra sin mirarme y sonrió

– Eso dije, pero las cosas han cambiado

– ¿Estás aquí por mi abuela? – una risa fría escapa de mi labio y mi niego con la cabeza

– No, Claire esto no tiene absolutamente nada que ver con tu abuela – sus ojos me buscan ese brillo intenso y curioso me deja como siempre, prendido en su mirada. Las líderes de este aquelarre todas han tenido ojos de color violeta, es lo que las señala como líderes y es la forma física en que la magina se representa en sus cuerpos.

Por lo que esta chica tiene muchísima magia en su interior y además tiene la capacidad de permitirle fluir por ella, humedezco mis labios deseando clavar mis colmillos en su cuello y drenarla por completo hasta que el latir de su corazón deje de hacer eco en mis entrañas.

– Cian – me llama en apenas un susurro y me espabilo.

Mis ojos fijos en su cuello, mis colmillos distendidos por completo, la necesidad de beber acaban de hacerse presente y con una intensidad que me preocupa

– ¿quieres beber de mí? – pregunta con timidez y mis ojos buscan los suyos, un ligero rubor cubre sus mejillas y rio suavemente

– créeme Claire eso es lo último que deberías desear que sucediera

– No serias capaz de matarme, soy su nieta – asegura y mi risa se intensifica y sus ojos me miran con demasiada curiosidad

– ¿Qué haces aquí Claire? – vuelvo a preguntar

– La razón por la que regresaste – jadea, su respiración se ha acelerado un poco y el rubor en sus mejillas también.

– ¿si te lo digo me ayudaras? – aventuro, sabiendo que si hago mi movida, ella no se negara, es una bruja pero no deja de ser humana y seguimos teniendo efecto en ellos, así sean brujas y Claire ha decidió presentarse ante mi sin un solo amuleto que la proteja.

– no lo sé – susurra sin apartar sus ojos de mi – nunca había visto tus ojos reales – apenas si alcanzo a escucharla

– ¿te gustan? – pregunto en un susurro ronco

– Son – hace una pausa y suspira cerrando sus ojos, los míos se desvían una vez más a su cuello, mierda me está costando trabajo contenerme – hermosos – jadea despues de algunos segundos y la palabra que emplea me deja completamente impactado.

Nunca nadie había dicho que mis ojos eran hermosos, al menos no cuando lucen como ahora, abro ligeramente mi boca para responderle pero de inmediato retomo mi autocontrol cuando la huelo.

– deberías salir de aquí antes de que – pero la puerta se abre en ese instante revelando a Maggy y Dot del otro lado, ambas ven a Claire sorprendida que parece descolada.

– ¿Qué haces aquí Claire? – pregunta con desconfianza Maggy sin dejar de verme.

– quería saber si estaba bien, después de todo dijiste que solo bebió solo un poco de ti – responde con tranquilidad sorprendiéndome una vez mas

– estará bien, es uno de los primeros vampiros solo un poco de sangre le bastara para recuperarse – responde con frialdad Maggy y sonrió

– gracias por preocuparte Claire – susurro cerrando mis ojos y volviendo al mutismo que había decidido llevar, pero me aseguro de hablarle directo en su cabeza – si deseas que beba de ti, ven cuando la luna este en lo alto del cielo – sus ojos me buscan sorprendidos y aunque no la estoy viendo sé que he causado el efecto que buscaba.

Escucho sus pasos al salir dela habitación y el latir desbocado de su corazón, junto a su delicioso aroma salir también de la casa, la comisura de mis labios tira hacia arriba, satisfecho, ya que como dije, puede que Maggy no quiera ayudarme pero no es la única que puede darme lo que necesito.

– Aléjate de ella Cian – la voz fría de Maggy me saca de mis elucubraciones y sonrió ampliamente

– no puedo salir de aquí Maggy, tus trucos me mantienen confinado a esta habitación, además ha sido ella quien vino a mí – giro mis ojos para verla, el resentimiento en su mirada me hiere pero es todo.

En el momento en que decidí cruzar la barrera y que el necropulus apareció, todos sabíamos que esto no sería un reencuentro dulce y amoroso, por más que ame a la mujer de edad avanzada que esta frente a mí, justo en este instante es un maldito obstáculo y todo lo que quiero es protegerla de una muerte lenta y agonizante en manos de Killiam.

Pero esto es algo que ella no comprendería, ninguna de ellas ha visto la fuerza de mi creador, tampoco lo que es capaz de hacer y junto a Lexie es más peligroso que todo su aquelarre junto y estoy seguro que no dudara en acabar con todos aquí. Aunque solo me interesante Maggy y Dot se cuánto significa su gente para ella, por lo que sé muy bien que tengo que cuidarlos a todos.

– La próxima vez pídele que se vaya – me espeta entrando en la habitación con Dot que me ve con curiosidad

– seguro amor, lo hare – respondo con dulzura logrando que Maggy suelte un bufido exasperada.

– Cian, el necropulus sigue allí, ha intentado cruzar la barrera demasiadas veces, el desequilibrio de la montaña esta haciendo estragos en nosotras – susurra Dot – ¿Qué fue lo que paso allí afuera antes de que llegáramos para que semejante criatura hiciera su aparición y desee tanto devorarte, que has estado haciendo estos últimos cinco años? – pregunta finalmente la mejor amiga de la mujer que amo y mis ojos se fijan en ella.

Ambos sabemos la respuesta de eso, cuando me fui y me despedí de ella, le jure que no regresaría y que su aquelarre estaría a salvo de mi para siempre, pero el resto de los aquelarres, ellos son una historia muy diferente y gracias a todo el conocimiento que me brindo en magia cazarlas se ha vuelto algo jodidamente entretenido.

– lo suficiente como para que esa maldita cosa quiera devorarme – susurro fijando mis ojos en ella esta vez.

– Cian – susurra con terror

– Apagaste tu humanidad – suelta de repente Maggy sorprendiéndome – eso es lo que pasa, apagaste tu humanidad en el momento en que saliste de aquí – sonrió de lado con ironía

– ¿y que si lo hice? – sus ojos se llenan de lágrimas y niega con la cabeza

– ¿ESTAS LOCO POR QUE LO HICISTE? – mi sonrisa se ensancha al ver su reacción

– ¿en serio lo preguntas? – le espeto con frialdad

– Cian no tenías que

– sí, tenía que, ¿no esperabas que me largara de aquí sabiendo que sería la última vez que te vería con vida y nunca jamás podría volver a verte? – sus ojos se abren como platos y niega frenéticamente con la cabeza

– no debiste hacerlo Cian, lo prometiste – rio con frialdad

– prometí muchas cosas antes de irme de aquí Maggy y todo se fue a la mierda en el momento en que cruce la barrera, soy fuerte pero no soy un maldito masoquista, no iba a permitirte hacerme añicos en la distancia

– TE FUISTE PORQUE QUISISTE, NUNCA TE PEDI QUE TE FUERAS – grita rompiendo en llanto y Dot se sobresalta a su lado.

Nos mira a ambos con sorpresa y curiosidad, ella sabe cuánto me costó decidir irme de aquí, hace cinco años y la razón por la que lo hice, Maggy también lo sabe pero a diferencia de Dot, ella nunca estuvo de acuerdo, lo que hizo que mi decisión fuera la más acertada

– no iba a quedarme aquí a verte morir Maggy – susurro sin apartar mis ojos de los suyos

– viviré más de lo que vive un humano promedio, podías seguir aquí – rio con frialdad

– ¿acaso ese es alguna especie de consuelo? – digo con sarcasmo y ella se tensa – soy un maldito inmortal Margareth aunque pueda morir pocas cosas me hieren y con el nivel de manejo de magia que tengo me hace aún más fuerte, tengo la maldita solución para que no mueras y tú nunca jamás me perdonarías si te concedo este don – termino mirándola con resentimiento.

– solo quería estar contigo – dice en un gimoteo y sonrió

– Yo también quería eso, pero no soportaría verte morir Maggy y lo sabes – ella suspira y niega con su cabeza

– ¿y tenías que apagar tu humanidad? – vuelvo a reír

– era la única forma, si no habría regresado y me habría arriesgado a vivir en la eternidad con tu odio hacia mí por haberte transformado

– Tiene razón Maggy – interfiere Dot y sonrió – jamás le habrías perdonado que te transformara

Maggy suspira y se deja caer con pesadez sobre el sillón que esta frente a la cama, cubre su rostro con las manos y después de un incómodo silencio, vuelve a mirarme

– Si apagaste tu humanidad – hace una pausa y sonríe con ironía – todo lo que dijiste en la barrera es mentira – es mi turno de sonreír

– el que no lo sienta no quiere decir que no sepa que te echado de menos como un maldito desquiciado, razón por la que mi humanidad sigue apagada – cierra sus ojos y suspira

– Sabiendo esto, no puedo dejarte andar por allí como si nada – mi sonrisa se ensancha

– lo se amor

– NO ME LLAMES ASI – grita con exasperación sorprendiéndome

– Pero debo decirte que ni toda la magia que posees o la que logres descargar de la montaña va a detenerme – su cuerpo se tensa y asiente

– Lo sé – susurra, gira su rostro hacia Dot que suspira y asiente

– lo siento Cian, ojala las cosas fueran diferentes – susurra mientras veo como sus manos se cierran alrededor de un puñal y se acerca a mi

– Maggy si hacen esto, todo el aquelarre sufrirá, Killiam vendrá con Lexie y créeme no quieres tenerlos aquí a ambos, soy un bebe en pañales delante de ellos, créeme – digo sin apartar los ojos de los de Maggy que los desvía y después de un instante asiente

– Tiene razón Doty – sonrió – pero tampoco saldrás de aquí tan fácilmente – la veo ponerse en pie y un destello de luz intensa me ciega por unos instantes antes de que todo a mi alrededor se vuelva obscuro.


Nota del autor: hola mis oscuros y sangrientos seres, les saludos desde el averno, que les ha parecido este capitulo? Lexie es monstruosa no lo creen? es sumamente oscura y la forma en la que mata es perversa. Recuerden que esta Lexie esta sin humanidad, por lo que su actitud es tan fria y despreocupada, no tiene limites. Que creen que sea Lex??? se que muchos tienen sus teorias, les leo!

Por otro lado, Cian, esta parte de la historia me encanta, les comento que se pondra muy, muy bueno, veremos otro lado de Cian en los proximos capitulos que los dejaran con la boca abierta, pero que creen que pasara con la aparicion de Claire??? les leo!

Besos sabor a sangre y apapachos achocolatados, les amo y gracias por leernos y darnos amor con esas estrellitas!

Otro de mis banners para redes sociales! que tal me quedo???

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