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Capítulo 14


Lexie.

La oscuridad en el laberinto es grande, las luces que suelen iluminarlo están apagadas, conforme me adentro en él, comienzo a percatarme de ciertas cosas que al entrar no había notado, hay una energía extraña emanando del suelo, las presencias que sentía al principio se han multiplicado, el par de lobos se han convertido en unos 6, no 8 de ellos, los vampiros solo son tres, pero son débiles, los lobos en cambio, ellos despiertan cierta preocupación, más porque están moviéndose en su forma animal, no son humanos en este momento.

Elevo mis ojos al cielo y efectivamente la luna llena brilla con intensidad, pero rápidamente es cubierta por una enorme capa de nubes de lluvia, suspiro andando con calma, mi cuerpo se siente extraño, es como si no fuera del todo yo, hace un momento atrás, cuando contorsionaba el cuerpo de ese humano en esa posición extraña para dejar un mensaje estaba sintiéndome muy bien al hacerlo, pero ahora una ligera culpa invade mi sistema.

Observo mis manos llenas de sangre y un escalofrió recorre mi espalda, comienzo a limpiarlas en mi pantalón con ansias de quitarla toda, pero gran parte ya está seca y no tiene caso. Suspiro una vez más y recuerdo las palabras de Killiam, "disfruta de la cacería" ¿Quién disfrutaría de hacer algo como esto? en definitiva él lo haría.

Me detengo en medio de un claro y cierro mis ojos, concentrándome en mi alrededor, en las presencias que me rodean, buscándole, no soy capaz de sentirle por un rato hasta que un movimiento a mi espaldas me sobresalta, me giro con rapidez para quedar frente a frente con un enorme lobo negro, sus ojos color ámbar brillan con intensidad, sus colmillos mostrándose en señal de agresión, doy un paso atrás y el gruñe dando un paso al frente.

Mi cuerpo se tensa, intento entrar en su mente pero no lo logro, el miedo comienza a hacerse presente y no entiendo porque, he vencido antes a lobos como este, ¿qué ha cambiado esta vez? No lo sé, pero no soy capaz de moverme, el lobo gruñe una vez más, dando un paso en mi dirección.

– Mátalo – habla la voz fría y escalofriantes de antes, cierro mis ojos y aparto el pensamiento – mátalo, quiero su sangre – una vez más niego con la cabeza abriendo los ojos, tratando de acallar la voz en mi cabeza.

El lobo se detiene mirándome fijamente, su expresión amenazante ya no es tan notoria, de hecho ha dado un paso atrás, sus ojos me escrutan con atención.

Vuelvo a cerrar los ojos y cuando lo hago una sensación extraña se adueña de mi cuerpo, un calor terrible se hace presente en mi pecho y quema allí, mientras se expande con una agónica lentitud, moviéndose en el interior de mi cuerpo, llevo mis manos a mi pecho y lo sujeto con fuerza, tratando de alguna manera de resiste y hacerlo menguar, pero es imposible, solo sigue extendiéndose, quemando en mi interior.

El dolor cada vez es mayor, por lo que siento como mis rodillas golpean el suelo lleno de grava que las lastima, segundos después escucho un quejido delante de mí, busco entre la oscuridad los ojos del lobo y aunque siguen allí su postura es totalmente diferente, esta agazapado, como si estuviese asustado de lo que está ocurriéndome.

Mi boca se abre y un jadeo bajo se escapa de mis labios, presiono con más fuerza el agarre de mis manos en mi pecho sintiendo como mi piel se desgarra por la fuerza que ejercen mis uñas sobre esta, la sangre comienza a brotar y más quejidos salen del lobo que continua tratando de retroceder sin poder moverse.

Cierro mis ojos para pedirle ayuda a Killiam pero en cuanto lo hago una risa fría, maquiavélica y escalofriante llena mi cabeza.

– matar, necesito matar – la misma voz, solo que esta vez entremezclada con la mía, abro mis ojos y el ardor poco a poco comienza a desaparecer, mis manos comienzan a aflojarse en mi pecho y las heridas cicatrizan con gran rapidez.

Me pongo en pie jadeando, mis manos caen a los lados de mi cuerpo mientras mis ojos buscan la mirada ambarina del lobo delante de mí, que luce terriblemente asustado. Estiro mi espalda sintiéndome algo agarrotado por el momento de tensión vivido hace unos segundos, sin dejar de verlo, inhalo profundamente, permitiendo que el frio de la noche llene mis pulmones.

Cuando libero el aire por mi boca, el vapor se extiende delante de mí, sonrió de lado y sin más comienzo a andar hacia el lobo, que poco a poco se hace un ovillo sin dejar de mirarme.

– vuelve a tu forma humana – susurro, no reconozco mi voz, pero lo ignoro.

El lobo parpadea un par de veces y veo como su cuerpo comienza a mutar, sus extremidades comienzan a hacerse más pequeñas, mientras gruñidos y quejidos salen de su hocico que también comienza a reducir el tamaño, el pelaje negro comienza a acortarse hasta desaparecer y dejar la piel grisácea brillar, de mis labios se desprende una sonrisa maliciosa al ver el dolor en su cuerpo, en sus ojos, cuando el chico finalmente ha vuelto a su forma humana, noto que no se trata más que de un chico que no sobrepasa los 18 años.

Sus ojos brillan con terror, continua en el suelo agazapado, sus extremidades tiemblan, no estoy segura si es por el frio o por el pánico que veo reflejado en su expresión.

– p–ara – tartamudea jadeante, mis ojos fijos en los suyos, sin comprender porque me pide que pare, lo hago, cuando veo que un hilo de sangre comienza a salir de nariz. Abro mis ojos como platos y parpadeo, desvió mis ojos de los suyos y el suelta el aire que contenía en sus pulmones mientras resistía la tortura que mis ojos estaban infringiéndole a su cuerpo en silencio.

Mis pies vuelven a moverse hacia él, esta vez con demasiada rapidez para que lo note, cuando si quiera es consciente de lo que ocurrió lo sujeto del cuello, sobre mi cabeza, sus pies a centímetros del suelo, el deseo de matarle comienza a llenar cada célula de mi cuerpo como si fuera una necesidad básica, algo que simplemente no puedo controlar.

Siento mis colmillos distenderse dentro de mi boca y mi cuerpo arder de ansiedad, no escucho la voz en mi cabeza pero siento sus ansias de matar correr por mis venas, por la cual la sangre burbujea hirviendo, solo que ya no quema.

– ¿q–que ra–yos eres? – dice entre cortamente el chico con los ojos abiertos como platos y terror en sus ojos.

– Tu peor pesadilla – respondo en tono burlón, mientras lo acerco a mi boca y entierro mis colmillos en su piel, el grito de dolor es abrumador, pero me satisface de una manera morbosa y retorcida.

Su sangre comienza a verterse en mi interior, empapando no solo mi boca, sino también mi cuello, bebo de el como si hubiese estado milenios sin probar una gota y en cuestión de segundo está seco, como un árbol muerto.

Suelto su cuello y su cuerpo cae al suelo con murmullo seco, miro hacia el cielo sintiéndome extrañamente libre, como si mi cuerpo y mi cabeza hubiesen deseado hacer esto a lo largo de eternidad y nunca hubiese podido hacerlo.

La noche es increíblemente hermosa, aunque sea grisácea por las nubes que cubren la brillante luz de la luna, aunque la oscuridad cada vez sea mayor, es una noche hermosa simplemente porque soy libre.

Un gruesa gota de agua toca mi mejilla y sonrió, abro mis manos hacia y arriba y comienzo a reír cuando la lluvia comienza a caer, limpiando la sangre del lobo de mi cuerpo, mi risa se hace frenética, descontrolada como si algo alocado se hubiese hecho con mi cuerpo.

Pero así como inicia, así mismo se detiene, fijo mi atención en lo que rodea, libero la barrera que nos rodeaba a mí y al lobo y sonrió, hay muchos lobos, vampiros y el, Killiam alrededor del laberinto, soy capaz no solo de sentirles, soy capaz de leer sus mentes, de indagar en ellas.

Miedo

Sorpresa

Incredulidad

Pánico

Nerviosismo

Son algunas de las sensaciones que están experimentando a mi alrededor pero la única que me llama realmente la atención y la que realmente me sorprende es la tranquilidad que reina en torno y en el interior de Killiam, su cabeza aún está vetada para mí, pero puedo sentirle, no sé qué está pensando pero esta tan tranquilo con lo que está pasando que me enfurece.

De un salto trepo a un árbol cercano y ubico a los otros lobos, sin pensarlo me lanzo en su búsqueda, puede que no pueda ir tras Killiam, no soy lo suficientemente fuerte ahora como para vencerle, pero puedo darle una pequeña demostración de lo que algún día le pasara.

El 2do lobo lo encuentro sobre uno de los humanos devorándolo, sonrió de lado al ver el desastre que ha causado a su alrededor, en cuanto siente mi presencia se gira y gruñe en mi dirección

– Mala idea maldito saco de pulgas – susurro, en un pestañeo estoy delante de él sujetando su corazón con mis manos.

Su cuerpo mucho más grande que el mío, me ha dado la ventaja, además soy mucho más veloz que él, antes de que si quiera pueda soltar algún quejido, arranco el corazón del lobo y lo estrujo entre mis manos convirtiéndolo en una desagradable cantidad informe de tejido y sangre.

Con mis dedos ensangrentados dibujo un símbolo tribal en mi mejilla derecha, una larga línea cruzada por 4 líneas en zigzag que disminuyen en tamaño conforme descienden, en el extremo inferior de la línea una media luna con un punto en el medio y en el extremo superior un circulo con tres líneas cortas. Sonrió al sentir la cantidad de energía que se libera con tan solo dibujar el símbolo.

Giro mi cabeza a la izquierda otro lobo ha dado conmigo, gruñe y se lanza contra mí, con sus fauces abiertas, en el aire a un metro de mi estalla en llamas y cae pesadamente envuelto en ellas. Rio, porque se siente fantástico, doy unos pasos más y me agacho para ver el cuerpo carbonizado

– que desperdicio de energía, ni siquiera están dándome trabajo – me pongo en mí y fijo mi atención en los seres que están dentro del laberinto, los ubico uno a uno, miro al cielo y sonrió.

– Ignis – susurro, en distintos puntos del laberinto se escuchan grito y el olor a carne quemada se hace presente – porque no me dan algo más entretenido para hacer, matar a lobos que rompen un pacto que me tiene sin cuidado o vampiros inútiles que no son capaces de seguir ordenes, ¿en serio condenan a muerte a los humanos que faltan a un pacto de sangre? – termino en voz baja para los que están fuera del laberinto, todos y cada uno de ellos pueden escucharme a la perfección.

>>¿Quieres ir a Londres Killiam? Hagámoslo quizás allí haya cosas más interesantes que hacer que aquí, porque honestamente esto es demasiado aburrido, a menos que – hago una pausa y sonrió, cuando estoy por continuar, mi cuerpo se tambalea y un dolor agudo y penetrante se instala en mi pecho.

A los poco segundos caigo de rodillas al suelo, mi maestro me sujeta del cabello con fuerza, para que nuestras miradas se encuentren, sus ojos color carmesí me miran llenos de ira.

– Si terminaste con la ridícula demostración de poder es hora de que pares y te tranquilices – de mis labios se curvan en una sonrisa cínica y entre jadeos entrecortados le espeto

– o–oblígame a parar – sus ojos destellan con furia y de un fuerte golpe con su mano me manda a volar unos cuantos metros, mi cuerpo impacta con un árbol partiéndolo a la mitad junto con varios de mis huesos.

Caigo en el suelo y toso algo de sangre, busco sus ojos que me miran con odio, sonrió de lado y susurro

– Nada mal maestro – mi voz es apenas un jadeo, intento ponerme en pie mientras siento mi sangre burbujear.

– Lexie de.ten.te – dice con voz amenazante, pero para mi sorpresa, la orden aunque se instala en algún punto de mi anatomía también se resiste a obedecerle, mis labios se curvan una vez más en una sonrisa y el cierra sus ojos, respira profundamente y cuando vuelve abrirlos no soy capaz de ver ninguna emoción en ellos, nada, solo vacío y frialdad.

Da algunos pasos hacia mí y se inclina para tomarme del cuello, me levanta sobre su cabeza y me lanza al otro lado con fuerza extrema, golpeo un árbol haciéndolo añicos y luego me estrello con una fuente de mármol que también hago pedazos

– ¿puedes parar? Destrozas mi jardín – le espeta Aria parándose entre ambos, Killiam la mira con frialdad y con un movimiento de su mano Aria cae el suelo sangrando por la boca.

– No te metas – le espeta pasando junto a ella sin mirarla.

En cuanto Killiam la ataca Callum se lanza contra el pero una vez más ocurre lo mismo, el lobo cae al suelo aullando de dolor, nadie más se mueve, nadie más interfiere mientras veo al ser perverso y maligno caminando en mi dirección, lo aullidos de dolor de Callum calándose en mi interior, mis ojos observan a Aria que se retuerce en el suelo sin emitir sonido alguno, pero su expresión es de agonía pura.

Killiam se inclina sobre mí con una sonrisa desquiciada en sus labios, aparta un mechón de mi cabello, mientras fija sus ojos carmesí en los míos, esos pozos vacíos solo me muestran una cosa y mi corazón se contrae en mi pecho.

– si quieres morir solo tienes que pedirlo – susurra sin dejar de sonreír – ahora ponte en pie y dime que mierda quieres hacer de ahora en adelante porque si vuelves a desobedecerme o a intentar demostrar cuan fuerte puedes llegar a ser te arrancare la maldita cabeza y beberé toda la sangre que caiga de ella – mis ojos se abren como platos al escucharlo.

Toda la valentía o la fuerza que había sentido, siento que se escapa de mí con rapidez, mi sangre deja de burbujear en mis venas y esa voz, ahora resuena en mi cabeza distante

– Fue divertido Lexie, nos vemos pronto – parpadeo un par de veces y de pronto me siento extremadamente exhausta, mi cabeza se ladea mirando los fríos ojos de Killiam que me ven vacíos.

– Killiam – susurro, su sonrisa se ensancha y asiente.

Una vez más como últimamente todo se vuelve negro.


Killiam.

Esto comienza a hacerse lo normal, Lexie cae inconsciente una vez más frente a mí, pongo los ojos en blanco, girándome hacia Callum que continua aullando de dolor

– ¿quieres callarte? – le espeto en su dirección de inmediato el ruido cesa, pero el continua retorciéndose, me acerco a Aria que me ve ojos suplicantes – no vuelvas a meterte en mis asuntos Aria, es una advertencia – hago una pausa y la miro con desprecio, antes de continuar – la última, ahora toma al maldito saco de pulgas y aléjalo de mi vista antes de que también me deshaga de él y su maldita mala costumbre de meter el hocico donde nadie lo llamo – cuando termino el cuerpo de Aria se relaja y su voz entrecortada de escucha

– Eres un maldito – susurra con voz queda

– Lo sé y nunca debieron traicionarme – digo encogiéndome de hombros.

Giro para ver el cuerpo de Lexie y molesto camino hacia ella, genial tendré que cargarla de regreso, esto comienza hacerse molesto, la alzo con facilidad mientras veo como Aria trata de limpiar la sangre de su costoso vestido, miro a Callum que cae finalmente sobre su costado jadeando, Aria corre a su lado en el momento en que intenta ponerse de pie y atacarme, mi hermana niega con su cabeza.

El lobo gruñe en mi dirección mostrando sus dientes pero no se acerca, sonrió con arrogancia y me desvanezco con Lexie en brazos.

Una vez en la habitación, la dejo sobre la cama, su cuerpo esta frio como el hielo, estos cambios de temperatura en su organismo no logro entenderlos, necesito encontrar respuestas pronto, la cantidad de daño que hizo sin siquiera moverse me impacto, pero también sé que por mi sangre puede hacer ese tipo de cosas.

Lo que sigue molestándome es ese cambio en su personalidad, al principio era como si la sed la moviera, pero hoy fue un cambio demasiado notorio, como si algo hubiese tomado su lugar, la forma en que me miraba, como hablaba, como me retaba, ese brillo oscuro y maligno en sus ojos.

Algo más que mi sangre está moviéndose en su interior y no tengo idea de que pueda ser, pero comienza a preocuparme y no porque vaya a destruir a medio mundo o algo, me preocupa porque ese algo parece disfrutar de lo que hace y no hay nada más peligroso que un ser maligno que disfrute haciendo el mal.

Necesito a esas malditas brujas cuanto antes, al menos una que sepa explicarme lo que está pasando en su interior y que hay de diferente en ella para que todo esté pasando. Me dejo caer sobre el sofá mirándola, el caos que ocasiono afuera fue increíble, todos estaban atónitos ante la magnitud de sus poderes, sobretodo Aria, estaba terriblemente asustada.

Y la entiendo, Lexie no tiene idea de que ella puede extinguirnos a todos, cosa que Aria si sabe y al verla hacer lo que hizo le hace ver lo que podría pasar, si Lexie decide matarnos a todos.

Ni siquiera era consciente que Lex es capaz de beber sangre de lobo sin ninguna consecuencia, solo se hace más fuerte cosa que también dejo anonadado a Callum, ningún vampiro hasta ahora era capaz de tolerar la sangre de lobo, es una especie de veneno para nosotros, lo más que ha podido soportar un vampiro en su organismo la sangre de lobo ha sido por unas cuantas horas con consecuencias agónicas y luego de ser drenadas, el vampiro nunca volvió a ser el mismo.

Lexie ha bebido sangre de lobo en varias oportunidades y absolutamente nada negativo le ha ocurrido solo se hace más fuerte. Iré a Londres cuando Lexie despierte quiera o no quiera ir, odio tener que imponerle cosas u obligarla a hacerlas, pero así son las cosas.

Cierro mis ojos y dejo que las sombras me cubran, necesito descansar usar mi poder para contener a Lexie, controlar a Callum y herir a Aria todo al mismo tiempo desgasta. Y más que cansancio físico, es mental, necesito encontrar respuestas, Cian debe darse prisa.


Nota del autor: mis oscuros y vampirezcos seres, aqui otro capitulo, algo confuso lo se, quizas se pregunten lo mismo que Killiam que demonios ocurre en el interior de Lexie y esa voz que le habla de quien o que se trata, poco a poco iremos descubriendo mas cosas sobre este punto, el proximo capitulo estara lleno de misterior y terror. nos vemos un beso enorme y ensangrentado!

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