· Capitulo 12 ·
Lexie.
Las experiencias esta noche han sido extrañas, las reacciones de Aria y Callum cuando me vieron, el interés incomprensible en Cian y el interrogatorio de Killiam, todo se me hace extraño, pero no digo nada, quizás solo ha sido imaginación mía, anqué si puedo notarme un poco diferente, tengo mayor conciencia de todo a mi alrededor y por alguna razón soy capaz de entrar en la mente de todos.
Excepto por supuesto en la de Killiam, por más que he intentado hacerlo, no he logrado vislumbrar si quiera uno solo de sus pensamientos y no tengo idea de cómo lo hace, bueno beneficios de ser el vampiro más antiguo ¿no?
Mi cuerpo se estremece sacándome de mi momento de meditación cuando cientos sus manos rosar mi piel, sus labios besar mis pechos, cuando regresamos a la habitación Killiam no me dio tiempo si quiera de saber lo que deseaba hacer, sin más se pegó a mi cuerpo y arranco mi ropa, dejándome completamente desnuda en cuestión de segundos.
Me tomo y me hizo el amor de manera intensa, había experimentado otra veces el sexo, sí, pero nunca como lo he hecho con este vampiro, él es intenso, fogoso, salvaje y desmedido, no se detiene en esos aspectos básicos que los seres humanos tienen a la hora de tener sexo, idiota él no es humano, pienso para mí misma, pero es la verdad. Él es todo poder, fuerza, magnetismo, seducción, crueldad, ímpetu.
Killiam rosa mi cuerpo con sus manos como si de una joya delicada y frágil se tratara, la sensación de sus dedos sobre mi piel es abrazadora, ya había estado con el ayer, pero esta vez se siente diferente, es como si mi piel se hubiese dividido en un millón de partículas y cada una le sintiera individualmente, luego esa información se junta formando un todo que simplemente me abruma.
Sus labios se deslizan sobre mi cuello, donde deja besos húmedos, sus colmillos rosan tentativamente la zona, pero nunca termina de morderme realmente, esa sensación de estar a punto de sentir que me morderá, me desespera y me llena de una lujuria que no sabía que era capaz de sentir.
Busco su mirada, que esta teñida con ese carmesí intenso, sonrió un poco al ver su expresión deseosa, el me mira con fijeza y susurra
– no te muevas – mi cuerpo se inmoviliza mientras el toca, besa y muerde con suavidad aquí y allá, luego toma mis muñecas y las observa con detenimiento, su ceño se frunce un poco me observa serio.
Deja un beso sobre cada una y luego toma mi muñeca derecha, la lleva a sus labios e inca sus colmillos, no causa dolor, ni placer, de hecho no estoy sintiendo absolutamente nada, como otra veces, solo el fluir de mis sangre hacia su boca, ese calor extraño que sentí hace un rato se hace presente una vez más, impulsándome a retirar mi muñeca, cosa que no logro hacer porque no puedo moverme.
Killiam sigue bebiendo, con sus ojos fijos en los míos, siento el calor crecer en mi pecho desplazarse como si tuviera vida propia de aquí, allá, abrazando todo a su paso y junto con él una ira que no logro comprender, mi maestro y creador continua bebiendo, como si no pudiera o quisiera parar.
La sangre fluye con rapidez de la herida a su boca y con esa misma rapidez, comienzo a sentir asco de que Killiam este bebiendo de mí, es una sensación extraña, como si no fuera mía, no quiero sus labios en mi piel, no quiero sus colmillos traspasando mi carne, tampoco quiero mi sangre en su organismo, cuando pienso en mi sangre, con un movimiento rápido, lo empujo y lo envió al otro lado de la habitación, mi respiración es entrecortada y un mareo invade todo mi cuerpo, una neblina cubre mis ojos por un instante y parpadeo varias veces para enfocar mejor.
Cuando busco a Killiam con mis ojos está de pie, mirándome con una media sonrisa en los labios, pero sus ojos me miran con cautela.
– Desobedeciste una orden Lexie – susurra, limpiando el hilo de sangre que cae sobre su mentón y escurre hasta su pecho.
– lo siento – digo con honestidad, aunque mi cuerpo parece querer irse encima de el – no entiendo cómo – el levanta una mano y niega para detenerme
– No te muevas – esta vez la orden es directamente en mi cerebro, logrando dejarme de una pieza en el lugar donde estoy.
El fuego que seguía creciendo en mi interior se detiene y siento como poco a poco comienza a menguar, mientras continuo manteniendo contacto visual con Killiam.
Después de unos segundos, me siento débil, mis parpados se sienten pesados y por alguna extraña razón, no siento mi cuerpo.
– Debemos limpiar tu sangre Lexie – dice Killiam acercándose a mí – lo siento, pero esto no va a gustarte – dice, con una sonrisa diabólica en los labios, una vez más saca la daga que utilizo para apuñalarme en las ruinas del castillo y abro mis ojos como platos
>> No debes desobedecerme Lexie, todo el que lo haga deberá morir – dice acercándose a mis labios, pega los suyos y me besa con delicadeza – ahora duerme – dice enterrando la daga en mi costado.
El dolor que siento al instante es abrazador, quema donde la hoja del mismo toca, algo en mi pecho enloquece y siento como todo en mi interior se convulsiona, todo bulle dentro de mí, la ira, el odio y la necesidad de sangre se hacen presentes tan brutalmente que abro mi boca para gritar de dolor pero no emito ningún sonido, cuando Killiam hunde aún más la hoja de la daga en mi interior me inclino hacia adelante, busco sus ojos que están rojos, con expresión malvada, la comisura de sus labios tira hacia arriba mostrándome una sonrisa maliciosa, lo que hace después me deja ver que Killiam no solo es cruel, es despiadado y que tontamente he vuelto a caer en sus encantos.
Su mano hace girar la daga en mi interior destrozando todo lo que encuentra a su paso en mi interior, mi carne arde, quema y siento como poco a poco ese fuego intenso, junto al odio, la ira y la necesidad de sangre van desapareciendo.
Mi maestro tira del metal trayéndose consigo parte de mi carne, dejando una horrible herida en mi costado de la que brota sangre sin control, se separa de mí y me deja caer al suelo, me observa con desdén y pasa sobre mi como si de basura se tratara.
– no has aprendido lo suficiente Lex – dice en tono burlón – debes esperar la traición de cualquiera, en la oscuridad solo puedes confiar en ti y en lo que eres, nunca lo olvides – se gira para mirarme mientras eleva el cuchillo y rosa apenas con su lengua la hoja cubierta con mi sangre, una especie de humo sale del contacto, pero él no parece sentir dolor
>> Porque me encargare de recordártelo de la peor y más dolorosa forma que encuentre, duerme Lex y cuando despiertes vuelve a ser la miserable criatura dependiente e inservible que cree – mis ojos comienzan a cerrarse, mientras ese sentimiento de vacío y tristeza se instalan en mi corazón y la voz de Killiam se hace cada vez más lejana, finalmente lo único que veo a mi alrededor es una completa y absoluta oscuridad.
Killiam.
Cuando Lexie despertó me sentí aliviado, estaba preocupado por lo que estaba sucediéndole, durante los tres días que permaneció inconsciente su sangre bullía, al punto de calentar su piel como si estuviese enferma. No sé qué rayos paso, tampoco comprendo cómo es que permaneció tres días en ese estado. Lo que pasa con Lexie es un total misterio para mí, puedo manejarla como un neonato o eso creí hasta que abrió sus ojos.
El brillo maligno en ellos me hizo saber que estaba delante de alguien que había vivido cosas horribles, cosas que te hacen tener esa mirada cruel y despiadada, Lexie ha vivido cosas duras desde que la convertí, de eso soy consciente. Ya que todas esas cosas las he propiciado yo, pero con el fin de que se haga fuerte.
Cuando la transforme sabía que sería una criatura diferente, no solo una vampiresa más, en sus venas corre mi sangre, la sangre más antigua que existe en nuestra especie. Por lo que sabía que sería realmente poderosa, que sería prácticamente invencible al menos para un convertido. Pero ahora que la veo en el suelo en medio del charco de sangre, me pregunto qué es exactamente Lexie.
Nunca en todos los años que viví como vampiro vi a un neonato hacer las cosas que ha hecho Lexie, lo que la vi hacer hace cuatro noches, matar con fuego, a un vampiro le tomaría décadas si quiera dominar el elemento, usarlo para asesinar a otro vampiro mucho más viejo que ella sería algo que podría tomarle un años.
Lexie solo lleva algunos meses de ser un vampiro y su evolución ha sido monstruosa, la primera noche ya podía sentir vagamente los pensamientos de otras criaturas, de los lobos para ser más específicos, cosa que para mí es imposible. Puedo leer sus mentes, sí, pero es algo que me toma muchísima de su energía, es fácil leer la mente de vampiros, druidas y humanos, tenemos la misma estructura por así decirlo la misma esencia.
Pero leer la mente de un lobo es completamente diferente, ellos son diferentes, al menos cuando están transformados y Lexie pudo sentirlos esa primera noche, eso me impresiono, pero no le preste demasiada atención. Supuse que se debía a mi sangre, ya que yo podía hacerlo, no sin ocasionar algo de desgaste en mí, pero podía.
Pero así como Lexie pudo hacer eso, hubo cosas que no lograba hacer que debería, simplemente por tener mi sangre en sus venas, andar bajo el sol, es otra particularidad que no todos los vampiros son capaces de hacer, al menos por si solos, ahora muchos lo hacen porque las brujas lo ayudan. Pero para Lex, debía ser algo sencillo, pero me equivoque, aquel amanecer en la torre, solo probaba que tan fuerte era mi sangre en ella, para ese momento supuse que podría hacerlo y me equivoque.
Con Lexie tengo hacer pruebas, ensayos para saber qué cosas pasan normalmente y que cosas son anormales, la mayoría de las cosas en ella son anormales, pero nada como lo que ocurrió hace cuatro noches.
Sabía que Cian estaba cerca, lo sentí incluso mucho antes de él que él me sintiera a mí, puede que el vínculo haya sido roto pero lo conozco y sé que cuanto trataría de ocultarse de mí en cuanto supiera que había despertado. Ver su avance me impacto, no esperaba conseguirme con un vampiro como el en esta época, podría decir que está por encima del nivel de Aria y ella es vendría siendo una de las originales. Él también fue uno de los primeros pero a diferencia de Aria, el no carga el peso de la sed que es evidente que a ella no le ha permitido avanzar con la misma rapidez con la que él lo ha hecho.
Lex no logro sentirle nunca, cosa que me divirtió porque eso quiere decir que Cian anda en el mundo invisible a casi todos. Algo que en el pasado no era así, Cian adoraba ser el centro de atención, no sé qué paso con él, porque es algo que está ocultándome con mucho ahínco. Tampoco es que me he esforzado demasiado en buscar respuestas.
Con Cian tengo que ser cuidadoso, lo conozco demasiado bien para saber cómo actúa, pero no tengo idea de cuánto ha evolucionado, porque si, algunos vampiros evolucionamos, con los años nos volvemos más fuertes y surgen ciertos dones, cuando caí en el sueño profundo, Cian ya era muy bueno con el fuego y tenía la capacidad de leer la mente a la perfección además de modificarla.
Siempre ha sido un vampiro de cuidado, por lo que siempre ha estado junto a los más altos y los más grandes, que lo hizo pasar de la luz a la oscuridad es algo que averiguare pronto. Por ahora solo me interesa saber qué demonios está ocurriendo en el interior de Lexie.
Me giro para verla en el suelo, su cuerpo ha reabsorbido toda la sangre que acabo de drenarle, aunque la herida sigue abierta ya no sangra. No entiendo muy bien cómo es que ha hecho esto, ninguno de nosotros tiene la capacidad de absorber la sangre de esta manera, hace un momento vi como esta regresaba a su cuerpo lentamente, me sorprendí pero no lo impedí, además dudo mucho que pudiera hacerlo.
Justo ahora no queda ni una sola gota de sangre en el suelo, debería ser capaz de sanar su herida si esta fuera una herida normal, al ser una herida causada por una arma como esa no sanara tan pronto y mientras no lo haga permanecerá dormida, ya que el cuerpo necesita de toda la energía que posee para sanar un daño tan grande como el que acabo de infringirle.
O bueno en teoría eso es lo que pasaría con un vampiro normal, Lex no lo es, me acerco a ella y la cargo para recostarla sobre la cama, su piel se siente cálida otra vez, como si fuera humana, sensación que sentí en ella los pasados cuatro días.
La cubro con el cobertor y me alejo de ella, me dejo caer en el sofá y la observo con detenimiento, Lexie es muy hermosa, creo que es una de las mujeres más bellas que he visto en mi vida.
Necesito conseguir respuestas y las referente a la maldición solo las conseguiré con las malditas brujas y aunque todas siguen el pacto y son parte del consejo la gran mayoría vive en el anonimato, la mayoría de ellas cubren su propia magia con más magia.
Estoy seguro que con ellas la mitad de mis interrogantes tendrían una respuesta clara y sencilla. Pero también sé muy bien que no todas conocen sobre la maldición y no todas saben los efectos que ella causarían el mi último vástago.
Suspiro porque realmente es frustrante no tener las respuestas, me siento como aquella vez y odio sentirme así, porque sé que soy vulnerable sin el conocimiento adecuado. Cierro mis ojos y el recuerdo de la criatura que me concedió este maldito don surca mi memoria, provocando un escalofrió que recorre mi cuerpo entero.
Nunca antes había sentido tanto miedo en mi vida como aquella noche, pensé que moriría en sus manos pero me equivoque, no sé qué le llevo hacerme eso a convertirme en lo que soy, pero hoy por hoy sigo sintiendo lo mismo, desprecio por su acto.
Abro los ojos de golpe al sentir la presencia de un lobo cerca, Callum para ser más específicos, sonrió sabía que vendría a mí, demoro demasiado en hacerlo.
Un par de golpes se escuchan en la puerta después de algunos minutos, me levanto, camino hasta la puerta con tranquilidad la abro y efectivamente, Callum está del otro lado mirándome con resentimiento, con odio justo como toda la vida nos hemos vistos los hombres lobos y los vampiros.
– Callum, que agradable y predecible sorpresa – comento con ironía, doy un par de pasos en su dirección y cierro la puerta detrás de mí.
– Killiam – susurra, en ese tonillo repelente que suele usar cuando está en presencia de vampiros.
– imagino que estas aquí por nuestra amiga en común – comento sonriendo, el desvía sus ojos y después de unos segundos vuelve a mirarme, esta vez sus ojos están de color ámbar, señal que está controlando su transformación
– ¿Por qué Kaira? – pregunta sin dejar de mirarme. Rio con frialdad
– ¿hace cuánto conoces a Aria? – le pregunto en tono burlón, aunque sé que apenas han pasado un par de décadas.
– eso es importante ¿Por qué?
– Oh pequeño saco de pulgas, todo es importante en esta historia, hasta el más mínimo e insignificante detalle es importante – comento en tono amable como si le estuviese hablando a un niño.
Su cuerpo se tensa al escuchar mis palabras y sus puños se cierran con fuerza.
– Para ser un maldito perro eres demasiado temperamental – comento pasando por su lado y echando a andar lejos de mi habitación.
– Aun no respondes mi pregunta – me espeta cada vez más molesto
– ¿Kaira? – Hago una pausa y rio con frialdad – es su talón de Aquiles, o bueno uno de ellos – digo girándome de pronto y tomándolo del cuello, sorprendiéndolo – tú debes ser otro de ellos ¿Qué pasaría con mi hermanita si sus dos más grandes amores fallesen? – pregunto con una sonrisa maliciosa en los labios y presionando cada vez con más fuerza sobre el cuello del chico
Su piel comienza a calentarse justo donde estoy tomándolo y mi sonrisa se ensancha, se transformara para evitar que le haga daño, como si su jodido pelaje fuera a evitar que le arranque la garganta si me lo propongo, acerco su rostro al mío, mientras veo como su piel comienza a tornarse más oscura y sus ojos me ven con fiereza.
– Tranquilo eso lo veré tarde o temprano, pero lo veré – digo liberando su cuello, el cae sobre sus pies con firmeza y abre un poco su camisa para mostrarme como su pecho ya adquirió el tono oscuro que tienen los lobos cuando se transforman.
– Responde maldita sanguijuela – me espeta
– lamento muchísimo no poder responder tu pregunta, pero quizás debas preguntárselo a ella – digo señalando a su espalda, donde segundos antes no había nadie pero justo ahora esta Aria con los ojos desorbitados
– Le vuelves a poner un dedo encima y te juro que te mato – me espeta entre dientes, tomando el hombro de Callum y pegándose a su cuerpo, el chico se estremece por el contacto y cierra sus ojos, respira profundo y después de unos segundos vuelve abrirlos.
Ya no tiene esa mirada fiera de hace unos segundos y su piel ha vuelto al tono natural.
– ¿otra vez? – Pregunto con sarcasmo a mi hermana después del comentario absurdo que acaba de hacer – Cian podría asesinarte incluso con los ojos cerrados y las manos atadas, encerrado en una jaula debajo del agua en menos de cinco minutos y ¿crees que podrías tener algún tipo de oportunidad contra mí? – Rio – que ilusa eres Aria, nunca has tenido ni la fuerza, ni el valor de matarme, al menos no tu misma y no lo tendrás ahora solo porque ames a este maldito lobo – su cuerpo se tensa al escuchar mis palabras pero no dice absolutamente nada más.
>> Ahora en cuanto a tu pregunta saco de pulgas, pronto lo sabrás, si te digo las cosas ya tendrás cierta ventaja al menos en conocimiento y eso no es justo para el resto, todos tienen derecho de saber lo mismo – rio un poco y luego miro sobre el hombro de Aria, ella me imita pero no ve nada, sonrió porque en serio Aria no ha evolucionado nada.
Mas lo he hecho yo en los pocos meses que llevo despierto que los siglos que ella lleva caminando en la tierra.
– Cian – comento divertido, ella se tensa ligeramente y vuelve a girarse, al instante el aludido se materializa a unos cuantos pasos de ella, sonríe con arrogancia y me ve directamente a los ojos
– Killiam, es muy interesante lo que dices ¿somos las piezas en tu tablero de ajedrez ¿no? – comenta caminando con decisión junto a Aria e ignorando por completo a Callum que lo ve con tanto odio como me mira a mí.
– Es una manera muy interesante de decirlo – comento mirándolo fijo
– Aria no creas ni una sola palabra de lo que este fanfarrón, no podría vencerte ni en un millón de años – comenta con una sonrisa burlona en los labios, lo que hace que mi pequeña hermana cierre sus ojos con fuerza e inhale profundamente, controlando sus impulsos.
– deberías irte de aquí Cian, te llamare para la próxima reunión, no necesitas quedarte – le espeta en tono amenazante, Cian ríe a carcajadas y se encoje de hombros
– lo siento, pero me quedare, algo me dice que las cosas estarán bastante entretenidas por aquí – se gira para mirarme esta vez serio – puede que yo pueda ayudarte – sonrió porque ha estado intentando entrar en mi cabeza todo el rato desde que salí de la habitación y ha logrado ver algo, claro solo lo que he querido que vea.
Asiento y miro a Aria y a Callum, ambos me ven con resentimiento y pienso que son la pareja más desagradable del universo, no porque se trata de un lobo y un vampiro, sino porque ninguno de los dos tiene el suficiente control de mantener al uno lejos de los asuntos del otro, lo que terminara por matarlos a ambos, más pronto que tarde.
Me giro y camino lejos de ellos, a los pocos segundos Cian se une a mi andar, ninguno de los dice nada, solo caminamos, hasta llegar a la entrada del enorme jardín que rodea la casona en la que vive Aria, pasamos junto a una pequeña verja y una vez perdidos entre árboles y flores, Cian hace la pregunta que lleva rondando tanto tiempo en su cabeza
– ¿Cómo lograste despertar? – su tono es frio, distante, sonrió porque desde que llego es la primera vez que hablamos solos.
– Lexie – respondo con simpleza, el me ve sorprendido, hay confusión en sus ojos – su sangre me despertó – él se detiene y me mira serio
– Huele diferente y no solo porque tenga tu sangre, su sangre huele distinto – sonrió porque así es, cuando pasan los años aprendes a diferenciar el aroma de la sangre.
– Lo sé – doy algunos pasos con las manos en los bolsillos del pantalón y contemplo la luna que brilla alta en el cielo – es increíblemente deliciosa – susurro más para mí que para él, lo escucho reír
– Lo percibí – comenta divertido
– ¿Cómo saliste? – pregunta esta vez con preocupación y sé que este el punto que más ha estado incomodando a todos y el que más los preocupa.
Me giro para mirarle y sonrió ampliamente, sus ojos intentan penetrar mis recuerdos pero es imposible, por allí no consiguiera nada de mí y es todo cuento puede hacer. Lo miro fijamente a los ojos y en cuestión de segundos, comienza una lucha silenciosa, Cian despliega toda su fuerza mental tratando de evitar que entre en su cabeza, pero lo que no sabe es que ya no soy el mismo que solía ser.
Rio, porque aunque su presencia se siente, puede que varios de los convertidos en la casona justo ahora estén sufriendo lo que uno de los primeros puede causar cuando quiere imponerse.
Aunque lo intente, Cian jamás podrá conmigo y aunque lo dejo creer que está costándome llegar a él, después de unos segundos está jadeando en el suelo con sus manos alrededor de su abdomen, debe estar sintiendo como si una enorme mano sostuviera con fuerza sus órganos internos, quizás deba divertirme un poco con él.
– ¿sabes lo que pensé cuando logre despertar y estar consciente que todos ustedes me habían traicionado? – Pregunto con ironía – pensé en lo estúpido que había sido confiar en ustedes, sabiendo lo egoístas que siempre habían sido, sabiendo lo que muchos disfrutaban de ser lo que eran, pensé en matarlos a todos lenta y cruelmente – hago una pausa para mirarlo a los ojos, los cuales están en ese tono carmesí y sus colmillos distendidos.
Aunque lo tengo inmovilizado tiene la suficiente fuerza como para intentar liberarse, aunque no sea fácil está dando la batalla, al menos por intentar moverse, por lo que está por ocurrir en su interior la perdió en cuanto decidió hacer esto.
– dime algo Cian, ¿desde hace cuánto que no sientes dolor? – pregunto con sarcasmo, cuando veo correr un hilillo de sangre por la comisura de sus labios, sus labios se vuelven una línea fina y sus ojos llenos de rencor siguen mis pasos, camino a su alrededor mientras comienzo a enumerar las posibles cosas que podría hacerle
>> Eso que acabo de romper fue uno de tus pulmones, no lo necesitas, no eres humano así que ¿para qué tenerlo? – rio suavemente mientras me acerco a él y lo veo a los ojos – si hago lo mismo con tu corazón en este instante, se acabaría mi diversión y aún tengo planes para ti, por lo que estas de suerte Cian, pero no tanta – sonrió con malicia, sus ojos se abren como platos y tose aún más sangre – esas fueron tus costillas rompiéndose y clavándose en otros órganos, interesante el daño que es capaz de causar uno de tus propios huesos ¿no? – me inclino sobre él y lo veo con odio
>> Justo eso sentí yo cuando los vi bajarme a ese maldito hoyo – concluyo con amargura, porque si, cuando me traicionaron me dolió y mucho.
Me pongo en pie y veo a Cian sufriendo a mis pies, esta escena debería ser retratada por algún artista, no todos los días vez a dos vampiros de nuestra clase enfrentarse y no todos los días vez como uno de ellos, el más poderoso le deja con vida al otro,
– tengo un trabajo para ti y tus habilidades Cian – digo liberándolo, en cuanto lo hago comienza a toser, sangre sale despedida de su boca manchando el suelo de gravilla, se mantiene algunos instantes en el suelo y luego me ve, con odio y respeto, pero no dice absolutamente nada.
– quiero que busques el aquelarre de las brujas que hicieron la maldición, cuando des con ella quiero que me traigas a la líder y la más poderosa de todas ellas, no me importa cuánto demores, la quiero aquí – sus ojos me ven sorprendidos, después de intentar ponerse en pie y tambalearse, limpia la sangre de su mentón y me ve con odio
– ¿Por qué esas malditas brujas te importan tanto? gracias a ellas dormiste siglos
– ¿Quién dice que me importan? Solo necesito algo de ellas y mientras no lo tenga las cazare una a una
– no puedes hacer eso, el pacto que se firmo
– Me importa una mierda el pacto Cian – lo interrumpo, para verlo a los ojos una vez más, ya su semblante es normal justo al que tenía antes de atacarlo – todos correrán el mismo destino de ella, además no fui yo quien firmo un maldito pacto con las causantes de la maldición por la que decidieron traicionarme.
Cian se mantiene en silencio, sabe que lo que digo es cierto y no parare hasta cazarlas a todas y conseguir lo que quiero.
– Si me niego – comienza
– Estas muerto – le cortó, sonrió con malicia y continuo – da lo mismo si lo haces o no, acabas de sentir un poco lo que voy hacer contigo cuando no me sirvas, tómalo como una pequeña muestra – hago una pausa y veo en su cabeza.
Sus pensamientos son un torbellino increíble, veo flashes de lugares y sonrió, Cian ha estado buscando a las brujas en secreto, pero no ha dado con ellas, por eso es capaz de hacer tantas cosas relacionadas a la magia
– ¿Qué aquelarre te acogió? – Pregunto repentinamente haciendo que todo su cuerpo se tense – ya veo, nadie sabe de tus tratos por debajo de la mesa eh – rio – comenzare con ellas Cian si no tengo noticias pronto de Alice Kyteler – su cuerpo se tensa al escuchar el nombre y asiente.
Después de unos segundos mirándonos, desaparece, me quedo solo en el enorme jardín, sonrió porque mis planes están saliendo justo como los pensé, solo tengo un problema, Lexie y lo que siento por ella. Si quiero llevar acabo mi venganza y evitar en el proceso que le hagan daño a ella, debo hacer algo con mis emociones. Suspiro, porque no debo apagar una vez más mi humanidad. Recuperarla fue algo que solo Lexie pudo hacer y sin saber si quiera que lo estaba haciendo.
No sé si pueda hacerlo esta vez, ya que es totalmente alguien diferente, cuando desperté en la fosa, no solo tenía la daga clavada en el pecho, estaba dentro de un féretro y este estaba rodeado de mercurio, además de unos cuantos hechizos y protecciones mágicas para que evitara salir si algún día lograba despertar.
Salir de allí fue la cosa más horrible que me ha tocado experimentar, morir ni siquiera fue tan doloroso y en realidad lo había catalogado como la experiencia más dolorosa que había vivido como humano o como vampiro. Suspiro porque esto no era parte del plan, Lexie no era parte de plan, ni mis sentimientos por ella, esto lo jode todo.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro