Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

☕capítulo 3 🔪

Un mes después...

Me encantaría hacerme la pelotuda como el resto y creer que ya volvió todo a la normalidad... pero hay un dicho que dice que cuando la limosna es grande, hasta el santo desconfía.

Y yo que desconfío de todo el mundo no podría estar más de acuerdo.

Ya casi todo Buenos Aires ha vuelto a la normalidad; parece que en un abrir y cerrar de ojos todos se olvidaron del desastre que hizo el Ted Bundy del conurbano, ¿o será que estamos tan acostumbrados a vivir entre la mierda, que ya todo nos chupa un huevo?

Hace un mes pararon los asesinatos, pero las investigaciones continúan. Se despilfarró cualquier cantidad de guita en detectives y operativos al reverendo pedo, porque todavía no han obtenido ni una miserable pista del asesino.

El fanfarrón de Ordoñez lo único que ha hecho hasta el momento, aparte de pasearse por todos los prostíbulos de Buenos Aires, fue armar un perfil del asesino sólo para salir de figureti en todos los noticieros morbosos y amarillistas; noticieros que por cierto le siguen dando más entidad al caso del empresario que al de las prostitutas.

En el informe de Ordoñez, decía que el asesino probablemente sea un hombre de raza blanca, con trabajo estable, fuerte, mayor de cuarenta años, de clase media, guapo, sádico y organizado. También llego a la conclusión de que el psicópata conocía perfectamente las zonas en donde atacaba y que debía contar con uno o más vehículos como para no generar algún tipo de sospechas.

Lo más nefasto de todo esto, es que los investigadores se dieron cuenta de que se tenían que empezar a mover un poquito más después del apriete mediático que les hizo el empresario Bartolomé Anchorena, padre del único masculino asesinado por el psicópata.

Quintana dejó al público atónito cuando salió a decir en una rueda de prensa: "No estamos detrás de ningún principiante, este no es ningún pichi, tampoco es un asesino desorganizado. No. No estamos lidiando ni con un Cayetano Santos, ni tampoco con un Robledo Puch; lamentablemente, nos estamos enfrentando con un psicópata de la misma talla que la de Ted Bundy o la de Gary Ridgway".

Esta vez la policía se encuentra frente a un caso excepcional, así que Quintana se tuvo que tomar el trabajito de organizar una investigación más coordinada. Armó un escuadrón especial con detectives y policías encubiertos, encabezado por el detective Eleuterio Ordoñez, alias Figureti, para enfocarse sola y exclusivamente a los crímenes adjudicados al empalador de la matanza, o al empalador fantasma, como lo había bautizado la prensa.

Papá también me contó que ya hay más de trescientos policías encubiertos por toda la provincia de Buenos Aires. Algunos están infiltrados como travestis, otros como clientes y otros como borrachos y cirujas.

Todo esto ocurrió tras la viralización del caso Anchorena o del caso del joven empresario, como lo suelen titular los noticieros y programas de televisión, quienes dicho sea de paso, le dedican horas exageradas al tema, como si ese fuera el único caso del empalador.

En las redes sociales no tardaron en darse cuenta de lo selectivos que estaban siendo tanto la policía como los medios de comunicación.

Y más allá de todos los insultos que se decían unos a otros y de los escraches que dejaban en los muros de periodistas y políticos, muchos se preguntaban lo mismo... ¿Por qué carajo no se movieron antes? ¿Acaso la vida de una prostituta valía mucho menos que la de cualquier otra persona? ¿Acaso le estaban dando más importancia al caso Anchorena sólo por tratarse del hijo de un millonario?

Preguntas que se encargó de responder el repelente de Sánchez Ordoñez a la prensa.

Cuando uno de los periodistas de Canal 8 le preguntó al detective Ordoñez que por qué no trabajaron más a fondo con anterioridad, él tuvo la caradurez de responderles: "Porque esta vez meo fuera del tarro", "metió el palo en donde no debía", "ese chico era inocente" haciendo alusión al crimen de Estanislao Anchorena.

Los periodistas no podían creer lo que acababan de escuchar, y le exigieron al detective que se retracte de sus dichos desafortunados y que pida una sentida disculpa, por respeto al resto de las víctimas y a sus familias, pero el viejo, lejos de retractarse, se levantó, intimidando con su metro noventa, y se retiró del lugar, mirándolos a todos con la soberbia que lo caracteriza.

Toda esta polémica hizo que el colectivo de prostitutas A.M.M.A.R., conocido también como la Asociación de Mujeres Meretrices de Argentina, salieran a las calles a denunciar el bastardiado y denigrante trato que estaban recibiendo; también se sumaron diversos grupos feministas y la federación argentina LGBT, quienes exigieron la renuncia inmediata del detective Eleuterio Sánchez Ordoñez, por no haberse retractado de sus dichos misóginos y clasistas.

También hubo una marcha masiva pidiendo justicia por Silvana Coronel y por sus dos pequeñas hijas, quienes hasta el momento han sido las últimas víctimas del empalador.

Miércoles 18 de octubre, 11:30 p.m.

"Killers Café"

Nancy:
¿Qué onda, manga de sabandijas? ¿Qué pasa? ¿Qué están loreando tanto? Me da paja leer todos los mensajes.

Johnny:
Hola, Nancy querida, ¿cómo estás?

Nancy:
Holaa, loco, ¿qué onda con vos?, ¿y tu mamá cómo sigue?

Johnny:
Acá anda. Está rejodida la vieja pobre. Ya ni me reconoce. 😔

Alan:
¿Y quién querría reconocer a un muped como hijo? Ja, ja, buenas noches, dementes.

Johnny:
Ja, ja, ja, hola, gay, ¿qué contás, aparte de verrugas de viejas?

Nancy:
Ja, ja, ja, che Johnny. Decile: "Muped serán las viejas que te cojes". 🤣🤣

Johnny:
Ja, ja, ja, qué hijo de puta, te pasaste. Pero posta, hay que tener estómago, ¿eh? Che Alan, ¿qué onda? ¿Apagas las luces cuando te cojes a las jubiladas, o lo haces sin anestesia? 😂😂

Alan:
Con las luces prendidas y en seco, papá. Taka, taka.

Johnny:
Nooo, qué hijo de puta. Me imagino las caras que pondrán las viejas, ja, ja, ja, pero yo me pregunto: ¿no a esa edad se siguen mojando? O sea, se siguen excitando.

Nancy:
Por supuesto que se siguen mojando: en la cama, en el pañal o en el chisito de Alan, ja, ja, ja.

Johnny:
Ja, ja, ja, estallé. xd

Alan:
¿Viste como sos, Quiroga? ¿Eh? Después no te quejes, ja, ja. ¿Qué onda con los otros? ¿Se ofendieron?

Nancy:
¿Será porque vine yo? Que se chupen una verga.

Johnny:
No, amiga. Estábamos debatiendo sobre la muerte de Garavito y tuvimos una pequeña discusión, y bueno, parece que se ofendieron.

Alan:
El uruguayo puto siempre quiere tener la razón. Tremendo Gil, ya se está contagiando del boli de Barraza.

Nancy:
¿La muerte de quién? Ja, ja, ja, ¿de verdad se creyeron ese cuento? Ese hijo de puta está más vivo que todos nosotros; tiene más vidas que un gato. Me extraña que ustedes hayan caído. Eso lo dijeron para que no le rompan el orto afuera. Sí se la tenían jurada a ese malparido.

Alan:
Tenés toda la razón, Quiroga; Garavito está más vivo que las ganas que le tenés a Tolosa, ja, ja, ja.

Nancy:
Andate a la concha de tu madre, forro.

Alan:
No puedo, porque nací por cesárea, ja, ja.

Johnny:
Ja, ja, ja, ni para nacer serviste, amigo. 🤣🤣

Nancy:
¿Será por eso que ama tanto las conchas viejas?

Alan:
Ja, ja, ya fue, Nancy. Te dije que te la iba a devolver. 😉😘

Che, yo este finde tengo que ir para Morón, nos podríamos juntar nosotros tres para conocemos de una vez, ¿no? ¿Qué les parece?

Johnny:
Olvídate, amigo. Yo me prendo de una; es más, si quieren, pueden venir a casa. Yo preparo unas pizzas y compro un par de birritas para recibirlos. Y si Nancy quiere, también la puedo ir a buscar, si estamos recerca nosotros... ¿Qué decís, amiga?

Alan:
Buenísimo, compa, quedamos así entonces. ¿Y vos, Quiroga? ¿Qué onda? ¿Te prendes? Si querés podemos ir a hablar con tu papá, para que no flashee cualquiera.

Nancy:
¿Ustedes son idiotas o se hacen? Yo no le tengo que pedir permiso a nadie para salir, ni mucho menos tengo diez años como para que tengan que venir a pedirle permiso a mi papá, ¿qué les pasa?

Johnny:
Bueno, amiga, entonces en la semana arreglamos todo bien por privado; y por fa, tráelo, a Hitler, que tengo una amiguita para presentarle.

Alan
¿Viste como sos, Johnny? ¿Eh? Hablas de mí y de las viejas que me cojo y ahora vos querés prostituir a tu perra, ja, ja, ja.

Johnny:
🤣🤣

Nancy:
Mi perro es virgen todavía, manga de degenerados. Bueno, entonces arreglamos en la semana. Y vos, Alan, antes de venir para estos lados, procura ponerte un tapón en el orto. Digo, por las dudas, por si que te cruzas con el empalador. 🤣🤣

Johnny:
Ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja.

Alan:
No hace falta el tapón, porque el culo me lo rompen todos los días estos políticos de mierda y esta economía, así que el empalador me puede chupar bien la japi.

Johnny:
Ja, ja, cuánta verdad, che; cómo nos están rompiendo el tuje estos hijos de puta. Un paquete de azúcar más de mil pesos; encima hay que volver a votar y elegir entre dos cachivaches que ni se sabe cuál es el peor.

Alan:
Yo no pienso volver a gastar mi tiempo en ir a votar a estos chorros. Que se chupen una poronga todos.

Nancy:
Bueno, ya empezaron a hablar de política. Mejor me voy a la mierda. Bye, hasta mañana, loros.

Johnny:
Chau, amiga. Hasta mañana. Que sueñes con el empalador. 😅

Alan:
Chau, Quiroga. Que sueñes con Tolosa; digo, con los angelitos, ja, ja.

Nancy:
¡Idiotas!
🔪🔪🔪🔪🔪🔪🔪🔪🔪🔪🔪🔪
Jueves 19 de octubre, 07:12 a.m.

Villa luzuriaga

-Buen día, hija. ¿Qué haces levantada tan temprano, mi amor?

-Me estoy tomando un café con el empalador de la matanza, papá -pronunció Nancy con un tono sobrante-. ¿No ves que estoy escribiendo? A veces preguntas cada idiotez, viejo -Marcelo ríe mientras le da un tierno beso en la cabeza a su hija-. Salí, papá. No me molestes, que tengo que terminar esto. ¿Y vos qué hacés acá todavía? ¿Y tu hijito Tolosa? Se me hace raro que todavía no ande estorbando por acá.

-Lemuel tuvo franco hoy, hija, y yo tengo turno en la noche. Tenemos ronda con Domínguez y con Alarcón.

-¡Ay, qué alivio, por Dios!, eso quiere decir que hoy me voy a librar de ese felpudo metido chupa ortos, ¡¡sí!!

-¿Por qué sos así, hija? Ya te dije que no me gusta que te expreses así de él.

-Ay, papá, lo que pasa es que... Lo que pasa es que esta princesa hermosa no puede controlar sus celos, ¿verdad? -expresó Marcelo mientras cobijaba con sus brazos dulcemente a su hija

-Ay, papá, no empecés con tus abrazos, que me dan alergia. Salí, porque Hitler ladra... Mirá, hasta el perro me da la razón. Papá, salí de acá, por favor.

-Este es otro tóxico, hija; no soporta que me acerque a vos. Le molesta que te llene de abrazos y de besos. Peludo celoso. Cómo se nota que tu abuelo entrenó a este caradura.

-Ni él fue tan denso como vos, papá. A parte, que yo recuerde, nunca vi al viejo dándote un abrazo cada cinco minutos.

-Ah, el viejo era cariñoso a su manera, hija.

-¿Y por qué no adoptaste su manera de expresar? No sé, digo.

-Bueno, hija, perdón por amarte tanto.

-¿Ves, pa?

-¿Ves qué, mi vida? -preguntó Marcelo mientras miraba a su hija con los ojos llenos de lágrimas.

Nancy se acerca revoleando los ojos y toma las manos de su padre.

-Mírame, pa, y por favor dejá de llorar. Va a estar todo bien, vos lo vas a resolver. No te pongas así, no te muestres débil, ni siquiera delante de mí. Recordá siempre lo que te decía el abuelo: "De mármol el alma y de piedra el corazón". Sé que sos demasiado sensible con estas cosas y es normal que a vos te afecte de manera distinta, pero tenés que controlar tu sensibilidad; sabes que esa parte siempre te trajo problemas. Y no lo digo por lo de la innombrable nada más.

-Hija, ¿cómo vas a decirle innombrable a tú...?

-¡Ni se te ocurra, papá! No te lo permito.

-Está bien, hija. Perdóname, corazón. No dije nada. ¿Qué te parece si desayunamos algo y vamos un rato a pasear? Decime, ¿adónde te gustaría ir?

-Bien lejos, pa; donde Tolosa no nos pueda encontrar. Porque últimamente, cada vez que salimos, se nos aparece, dizque de casualidad. ¿No tendrá un rastreador ese payaso? ¿No? -Marcelo ríe- ¿De qué te reís, papá? Estoy hablando en serio.

-Nancy, mi amor, apenas fueron dos veces en las que nos hemos encontramos con Lemuel, y fue porque estábamos cerca de la casa de su novia.

-¿Novia? ¿De qué hablas, papá? ¿Ese estúpido tiene novia? ¿Quién es? ¿Su arma reglamentaria? Ja, ja, ja.

-Ja, ja, ja, hija, hija, vos y tu sentido del humor; hasta en eso te pareces a tu abuelo. Su nombre es Tania, es la ahijada de Domínguez; es una oficial que trabaja en la comisaría de la mujer, hija.

-¿Tania? ¿Como la marca de desodorante Berreta que vende doña Lola?

-Hija, por favor, no seas así. Tania es una buena chica y de buena familia; además, es muy bonita.

-Mira, vos... Igual la felicito. Hay que tener estómago para acostarse con Tolosa.

-¡Nancy!

-Bueno, sorry, pa; es la verdad.

-Ay, hija. Ojalá tuviera la mitad de la facha que tiene Lemuel. Si vieras a todas las candidatas que tiene en la estación.

-Ay, papá, no jodas. No te compares con ese equeco con depresión... Vos siendo un tipo mayor estás mejor que él. Mira esa cara, pa, esos brazos. Y todo natural, lo tuyo, a vos no te hace falta usar anabólicos. Y a parte no te hagas, ¿eh? Porque si estás solo es porque querés.

-¿Y quién te dijo que estoy solo? Si tengo conmigo a la mujer más hermosa, odiosa y tóxica de este mundo.

-Ay, por Dios, papá; te juro que me das diabetes. Mejor voy a lo de Ema. En un rato vengo y nos vamos a la plaza de Morón. Cambiale la correa a Hitler y ponele la roja.

-¿Otra vez te vas a ir a meter a ese lugar? ¿Con qué necesidad, hija? Si tenés la heladera llena, no te hace falta nada.

-Uy, la puta madre, pa. ¿Sabes por qué voy? Porque me gusta el pancito y las croquetas que hace Ema.

-Sí, sí, eso lo sé, hija; pero yo te los puedo hacer si me das cinco minu...

-¡Basta, papá! Voy y vengo. No me empecés a romper las pelotas. Yo quiero los que hace Ema y punto.

-Nancy, hija, no me gusta que te vayas a meter sola a esa villa. Vos no tenés necesidad de ir a ningún comedor.

-Qué horror sos, papá. En esa villa, como vos decís, hay personas mucho más empáticas que en este barrio de mierda. Y al menos ahí no me tratan como a una pelotuda.

-¿De qué estás hablando, hija? ¿Quién te trata como pelotuda? ¿Alguien te dijo algo? Porque si es así, yo...

-¿Vos qué, papá? ¿Vas a ir y a romperle la cara a todo el mundo por mí? ¿O vas a empapelar todo Buenos Aires con una advertencia que diga: "no se metan con mi hija porque tiene autismo"?

-Pero hija, ¿qué estás diciendo? Por favor. Solo quiero cuidarte, no quiero que te pase nada, viste todo lo que está pasando.

-A ver, papá, no empecés a flashear con toda esa historia del empalador, por favor. Además, hasta el momento nunca mató a nadie de por ahí.

-Bien dijiste, hasta el momento. A parte no es sólo por eso, hija; en ese comedorsucho hay muchos borrachos y fisuras, principalmente ese tal Checho.

-Para, para, ¿y vos como sabes de Checho, papá? No me digas que Tolosa también me anduvo siguiendo al comedor, ¡pero qué hijo de puta!

-Sólo fueron un par de veces, hija, sabes que él se preocupa mucho por vos.

-Ay, papá, cállate, cerrá un poco el orto, por Dios. Estoy harta de ese forro de mierda de Tolosa, estoy harta de vos y de todos lo que me tratan como una pelotuda.

-Hija, mira, cálmate. No pasa nada, amor. Anda al comedor y después nos vamos, ¿sí?

-¡No me pienso calmar una mierda ahora, papá! ¿Y después decís que quién es el que me trata como pelotuda? Ni siquiera fuiste capaz de preguntarme qué era lo que estaba terminando de escribir hace rato.

-Princesa, ¿cómo no voy a saber de tus libros? Pero sabes que ese tipo de contenido no me gusta, hija.

-Por favor, no seas ridículo, Marcelo. Te la pasas viendo cuerpos rotos y mutilados todo el tiempo, ¿pero te haces el hombre de cristal con mi contenido gore? Decime una cosa, papá, ¿qué te pensás? ¿Que vas a estar toda la vida para vigilarme? ¿Te pensás que sos eterno? Mira, si mañana te agarra un infarto o ahora mismo, decime, ¿lo pensaste?

-No empecés a hablar de muerte otra vez, hija. No empecés con lo mismo, por favor.

-Algún día te vas a morir, papá, y yo también. Mira, si me muero yo primero...

-¡Nancy, basta!

-Decí que a diferencia tuya, papá, soy una mujer fuerte que sabe defenderse sola. "Mi princesita, mi bebita, mi hijita", bla, bla, bla. Basta, papá. Ya soy una mujer, deja de tratarme como si fuera una nena. ¿Sabías que ya no soy virgen? -Marcelo se agarra la cabeza-. Estoy saliendo con González desde hace dos años, papá -Marcelo traga grueso y suspira.

-Lo sé, hija. Me enteré hace unos meses.

-¿Qué? ¿Te enteraste hace unos meses y te hiciste el pelotudo? Ahora entiendo por qué cambiaste de turno a González y pusiste al estorbo de Tolosa en su lugar. Sos de cuarta, papá. No te haces una idea de lo mierda que me acabas de hacer.

-Hija, por fav...

-"Hija" las pelotas, papá. Decime por qué lo hiciste, ¿acaso no soy dueña de mí, para poder tener novio como cualquier otra chica de mi edad? ¿De qué tenés miedo, papá? Decime de qué, ¿de que te abandone como lo hizo esa hija de puta?

-Hija, no me mires así, por favor, no te lo dije antes porque se me hace difícil hablar de estos temas con vos. Te juro que no tengo nada en contra de González, es sólo que no sé si él está preparado para... -Nancy interrumpe mientras da un fuerte golpe en la pared.

-¿Preparado para qué, papá? ¿Para estar con una retardada como yo?

-¿Qué decís, hija? Por favor -Marcelo llora.

-Es eso, ¿no, papá? No me crees capaz de nada, ni siquiera me crees capaz de que pueda formar una familia el día de mañana, ¿verdad?

-Pero hija, ¿cómo podés pensar eso de mí? Por Dios.

-No lo pienso, papá. Lo siento, que es mucho peor. Es lo que todo el mundo siempre me hizo sentir, ¿sabes? Nada más que con la diferencia de que esta vez no fue todo el mundo, sino mi propio padre. ¡Salí, papá! ¡No me toques! -gritó Nancy-. Sólo quiero que dejes un poco de ocupar tu cabecita con todo ese tema del empalador, y te tomes un tiempito para analizar un poco más las cosas malas que estás haciendo con tu vida y con la mía, papá. Pensá, pensá en el día en que vos ya no puedas estar acá para "protegerme", pensá en el día que Marcela se jubile y ya no pueda seguir ayudándome con las terapias, y sobre todo, papá, pensá en tu hijito Tolosa. En algún momento se va a casar, papá, va a formar una familia, a tener hijos, y él tampoco va a poder estar para mí -Marcelo suspira y acaricia el rostro de su hija-. No me mires así, papá. Sólo estoy siendo realista. Vos mismo dijiste que Tolosa ya tiene novia; en un par de meses ya va a dejar de venir o va a poner cualquier excusa barata para dejar de hacerlo.

-Hija, mirame... eso es imposible, mi amor.

-¿Por qué, papá? A ver, ¿por qué sería imposible? En todo caso, sería lo lógico.

-Lemuel jamás haría una cosa así, hija, él por nada del mundo te dejaría sola.

-Ay, papá, por favor no seas ridículo. ¿Y como por qué sería eso?

-Creo que esa respuesta te la sabes hace mucho tiempo, hija.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro