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12.

—Dean, necesito que abras esto... —Los ojos de Daen están sobre mi y rápidamente deja de lado el sobre que tenía en la mano. Puedo sentir la tensión en el ambiente. El ceño fruncido de Daen me indica que algo va mal—. ¿Qué ocurre?

El par de ojos azules se dirige al frasco entre mis manos y antes de que sea capaz de decir algo, él se acerca y lo toma.

—¿Estás haciendo pastel? —Ruedo los ojos ante su inútil cambio de tema. Mis ojos se dirigen al sobre que estaba en la mesa, luego regreso los ojos al castaño sobre mi y este parece leer mis pensamientos.

Antes de que sea capaz de sujetarme, logro escabullirme y lanzarme sobre el sillón. Termino dándome un golpe contra el suelo, pero ignoro el dolor cuando el sobre termina en mi mano. Dean me observa a unos cuantos pasos, aun sujetando el frasco de chocolate.

—Hel... no lo veas, hablo enserio.

—¿Qué tan malo puede ser? —Respondo, rodando los ojos. Daen parece dar sé por vencido y se deja caer en el sillón. Mis dedos abren con rapidez el sobre y saco lo que parecen ser fotos de.... —. ¿Darel?

Mis ojos se conectan con los de Daen y él suelta un bufido por lo bajo.

—Hel...

Ignoro a Daen, regresando mi vista hacia las fotos. En la primera podía diferenciar a Darel junto a una chica de cabello negro, al pasar a la segunda, la sorpresa inunda mi sorpresa al ver el acercamiento que habían realizado a lo que parecía el auto de Darel. El teñido tenía la mitad del cuerpo dentro del auto mientras se dirigía a alguien más.

—¿Él tomo estas fotos? —Pregunto, observando a Daen. Él parece dudar ante la respuesta que dará, pero termina asintiendo—. No entiendo, solo he hablado una vez con él y no fue nada cómodo, debo decir.

—Revisa el sobre. —Capto la orden de Dean sin negarme. Las fotos son dejadas sobre la mesa y tomo nuevamente el sobre de papel, dentro de este un delgado y pequeño papel descansa.

Lo tomo, sintiendo los nerviosos atacar mi sistema.

Las letras negras cubriendo el papel me obligan a soltar un jadeo. La tinta de impresora resaltando con fuerza frente a mis ojos.

Te alejaras, si a él no quieres matar — Leo las palabras, sintiéndose completamente extrañas en mi boca. Mis ojos se desvían hacia Daen quien toma el papel con rapidez. Puedo sentir el enojo que irradia su cuerpo, por lo que me obligo a callar.

—Se está acercando, Hel —El siseo de voz es duro, dejando frente a mí al Daen que conocí el día de la lectura del testamento—. El paseo en el jardín queda cancelado.

Se levanta, sin darme tiempo a discutir.

Unos segundos después de mirar el suelo en busca de una respuesta, mi cerebro parece regresar en sí. Me levanto tan rápido como puedo y sigo a Daen hasta la cocina. El castaño observando a través del cristal de la puerta que daba a la piscina, completamente hundido en sus pensamientos.

—No puedo estar encerrada toda la vida como una princesa, Daen —Me quejo, tirando de su brazo para logar captar su atención. Este se gira, observándome con dureza—. No quiero tener miedo por el resto de mi vida, ¿entiendes eso?

—¿Tu entiendes que estas peligro a cada segundo? —Ruge, obligándome a dar un paso atrás—. Me prometí a mi mismo no dejar que corras peligro de nuevo, Hel.

—Daen...

—No voy a discutir sobre tu seguridad —Me corta—, de ahora en adelante cuando estés en la universidad no te despegaras de mi.

—¿Mila? —Pregunto, sintiéndome realmente incomoda.

—Debes alejarte de ella, Hel —Responde, bajando su tono de voz—. Si no quieres que le pase nada será lo mejor.

Asiento, sin no saber que más decir.

Antes de que Daen suelte otra palabra, ya me encuentro haciendo mi camino hacia mi habitación.

Odiaba esto. Odiaba tener que aguantar el cambio de humor de Daen, detestaba cuando se ponía en modo macho alfa. Odiaba con todas mis fuerzas a Killer.

***

—¿Quiere que le suba algo de comer, señorita? —Zoe pregunta, puedo sentir sus ojos sobre mí pero no me inmuto—. Debes comer, se puede en...

—No quiero nada, Zoe —Respondo, cortándola—. Puede marcharse.

Escucho el último suspiro por parte de Zoe antes de que la puerta se cierre, dejándola a ella fuera. Mis dedos se mueven a través de la pantalla de mi teléfono, logrando encontrar lo que parecía ser una buena película.

Tal y como Daen lo había dicho. Se había convertido en mi sombre desde el día en que revise ese sobre. No negaba que me gustaba tenerlo cerca, pero ahora era diferente. Apenas y me dirigía una palabra, y cuando lo hacía, solo eran para responder con un sí a mis preguntas.

Ahora, todo lo que hacía luego de clases era subir a mi habitación para hacer mi tarea y luego tirarme a la cama a revisar mi teléfono, aunque claramente no tendría nada que encontrar en el.

El sonido de la puerta llama mi atención y la mata de cabello castaño en mi campo de visión me llena de sorpresa. Daen no dice nada, simplemente se encarga de colocar una bandeja con comida sobre mi mesita de noche.

—No tengo hambre. —musito sin importancia.

—Vas a comer. —Responde, sin siquiera mirarme. El pesado cuerpo de Daen ocupa el lugar junto a mí en la cama y tira de mis pies, obligándome a sentarme en la cama.

—¡Suéltame, Daen! —Chillo, intentando quitar las grandes manos del castaño de mis piernas. Este se niega a dejarme ir, sujetándome con fuerza y, en un rápido movimiento, termino debajo de él, jadeando en busca de más aire—. ¿Qué estás haciendo? —Gruño, tratando de quitarlo de encima, pero él es mucho más pesado de lo que pensé.

Ambos nos observamos por lo que parece una larga eternidad, en silencio. El aliento de Daen golpea contra mi rostro y es cuando dejo de luchar contra su agarre. Los latidos de mi corazón incrementándose con rapidez y lo último que soy capaz de sentir son los labios de Daen contra los míos.

Mis manos de deslizan a la parte trasera de su cuello, impidiendo que se aleje. Puedo sentir el gruñido de Daen formase en el interior de su pecho. Cuando intento profundizar el beso, él me detiene, colocando una mano sobre mí pecho.

Cuando soy capaz de abrir los ojos, el iris azul de los suyo me recibe. Puedo ver el cansancio y algo más en el brillo de ellos, pero no soy capaz de decir una sola palabra.

—¿Puedes parar de darme luz verde y luego quitármela cuando quieras? —Su pregunta me toma por sorpresa, pero no respondo. Sabía que tenía razón, pero no sabía qué hacer con lo que ocurría.

A su vez, sin pensar demasiado, suelto: —¿Puedes dejar de verme como una princesa en apuros?

La sonrisa de Daen me hace sonreír. El castaño sobre mi intenta retirarse, pero lo detengo, colocando mis piernas alrededor de su cintura.

—Hel...

—No —Lo interrumpo, sujetando su rostro con mis manos—. Lo siento, ¿sí? Pero es difícil estar aquí encerrada... y no saber lo que siento por ti.

—¿Qué?

—Que cuando estas cerca a mi no me siento yo misma, y tengo miedo de eso —Agrego, manteniendo mis ojos clavados en los suyos—, pero no quiero que ese extraño sentimiento se vaya.

Daen se rie, apoyando su frente contra la mía. Dejo ir el agarre de mis piernas con lentitud y rodeo su cuerpo con mis brazos, sintiéndome por primera vez, cómoda en sus brazos.

—Es la declaración más tonta que he escuchado. —No puedo evitar largar una carcajada. Desde hace mucho tiempo, empezaba a pensar al igual que lo hacia mi padre. Talvez era bipolar y no lo sabía.

—Es la primera vez que lo hago —Me sincero, recordando la limitada cantidad de novios que había tenido—. Tienes suerte.

Daen se levanta con rapidez, dejándose caer a mi lado en la cama. El silencio que invade la habitación no logra incomodarme. Era como aquellas veces en las que me quedaba con mi padre en silencio, dejando que dijera lo que nosotros no podíamos decir con palabras.

—Tu padre era un buen hombre, Hel —Daen murmura, luego de lo que parece ser una eternidad—, pero os hombres buenos solemos tomar malas decisiones.

—¿De qué hablas? —Pregunto, completamente confundida. Me levanto de la cama tan rápido como puedo y observo al castaño que continúa sobre mi cama.

—Hel —musita, llenándome de curiosidad—. Tu padre no siempre tuvo esas agencias de moda. —Intento abrir la boca, intentando entender lo que dice, pero me interrumpe con rapidez diciendo: —La mafia fue el primer camino que tomo para llegar hasta donde llego.

¿Qué?

—Hel... es fácil entenderlo —Daen se levanta, observándome con preocupación—. Tu padre era el jefe de un cartel de drogas. —Niego con la cabeza, soltando una larga risa.

—Eso es algo estúpido —Me río, levantándome de la cama. Puedo sentir la mirada de Daen sobre mí y me giro con rapidez, observándolo—. ¿Quieres decir que mi padre vendía drogas?

—No —Responde, aumentando mi confusión—. Tu abuelo lo hacía.

—¿Estas escuchando lo que dices? —Suelto, completamente a la defensiva—. ¡Mi abuelo no mata ni una sola mosca!

Cuando intento dar una explicación coherente, Daen está frente a mí, ahuecando mis mejillas en sus manos, sus ojos azules completamente culpables me observan.

—Rusa, este no es un mundo donde tu elijes que hacer, solo debes hacerlo —Niego con la cabeza, tratando de alejar sus palabras de mi—. ¿Cómo explicas el sinfín de guardaespaldas que estaban contigo día a día?, ¿Cómo explicas mi presencia aquí?

—Eso no es cierto —Niego nuevamente, alejándome del toque de Daen—. Si es cierto... eso quiere decir que...

—Tienes más personas que quieren verte muerta de las que te quieren, Hel —Cierro la boca, tratando de asimilar sus palabras—. Y él es una de esas personas.

El fuerte sonido de algo quebrándose nos obliga a separar, luego, lo que parecía ser un disparo, libera un sinfín de voces gritando al mismo tiempo.

—¿Daen? — Lo llamo cuando lo veo acercarse a la ventana. Él levanta la mano, indicándome que guarde silencio, espero pacientemente, hasta que una maldición abandona sus labios.

Un grito se libera de mi cuando una fuerte explosión resuena con fuerza, obligándome a cubrir mis oídos. El cuerpo de Daen está sobre el mío, manteniéndome cubierta de lo que parecía ser fuego.

—¡Daen, Hel! —La voz de Cabo resuena con fuerza, aun haciéndose notar sobre los gritos—. ¡Necesitan salir de aquí!

Siento las manos de Daen tomar mi rostro, examinándolo con rapidez.

—¿Estás bien? —Su pregunta es apresurada, pero me limito a asentir. Como puede, el castaño se levanta sin ayuda y luego tira de mi cuerpo, manteniéndome junto a él—. ¿Qué diablos fue eso? —Daen se dirige a Cabo, quien le entrega un arma.

—Una trampa. —Se limita a responder, dándome una rápida mirada.

Daen tira de mi mano una vez que Cabo se ha adelantado, mis pies descalzos me obligan a detenerme y Daen se da cuenta. Sus ojos se desvían a mis pies y maldice por lo bajo.

Negándose a regresar a la habitación, me ofrece su espalda, con cuidado, me subo en ella. La visión de fuego y residuos de vidrios en el suelo me sorprenden más de lo normal.

Daen camina con rapidez, alejándose de los vidrios en el suelo. Las escaleras frente a nosotros son cruzadas con rapidez y, cuando menos lo pienso, estamos fuera de la casa.

Daen me deja en el suelo, junto a tres de los vigilias de Cabo. Estos, completamente listo para atacar, me colocan en el centro de ellos.

—¡Daen, ¿dónde está Zoe?! —pregunto, tomando al castaño por sorpresa.

Cuando él intenta regresar a la casa, la visión de Zoe completamente llena de sangre llega a mi visión. La ropa celeste que cubría su cuerpo había desaparecido por completo, dejando su cuerpo completamente desnudo frente a los ojos de todos.

Un jadeo horrorizado de escapa de mis labios cuando la visión de marcas en su cuerpo me golpea. Letras cubriendo parte de su pecho y estomago grabadas con cuchillo.

Negándome a continuar junto a los vigilias, me escabullo, logrando escuchar los gritos de Daen, pero no me detengo hasta llegar junto a Zoe.

La morena me observa con ojos en blanco y la sujeto antes de que llegue a tocar el suelo.

—Z-Zoe, mírame, por favor. —Murmuro, ignorando la sangre que empieza a cubrirme. Las letras completamente más clara frente a mí, me indican quien era el culpable.

Sigues tú. —Daen lee, quitándome el cuerpo ya inmóvil de Zoe. Mis ojos no se mueven de su lugar, y siento como las lágrimas resbalan por mis mejillas.

¿Seguía yo? 



N/a:


¡Espero que les guste el capitulo! 

Perdon por la tardanza, he estado algo ocupada :( 

Pd: ¿Pueden pasarse por mi nuevo proyecto AGGRESSIVE? la pueden encontrar en mi perfil<3


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