Capítulo 8: ¿Realmente no quieren lastimarlo?
Jeon camino a paso rápido, disminuyendo la distancia. Se sentía furioso y los roces anteriores con el pelicafé sólo fueron la mecha de la bomba.
— ¡¿Qué puta haces?! — lo agarró del cuello de la camisa y lo separó del chico, poniéndolo frente suyo, manteniendo tras su espalda al castaño.
— Ya llegaste a arruinar todo — se alejó de golpe, apartando la mano del contrario — ¿Te importan las mierdas que haga? — le pregunto con una ceja enarcada.
— No, no me importa tu mierda, pero JiMin no está a tu disposición, maldito desgraciado — le reprochó.
JiMin estaba escuchando todo, aunque su mirada estaba baja y sus lágrimas mojaban su pantalón, el cual llevaba días usando.
— ¿Y para que lo trajiste si no es para que lo tengamos como un puto? — JiMin jadeo ante ese comentario, ¿que ellos querían que él se acostara con ellos?
Jeon no lo soportó más y dejó que su puño se hiciera cargo de sus acciones, liberando la ira que había acumulado en esos días.
JiMin se espantó un poco con el sonido del impacto en el rostro del pelícafe, se escuchó tan fuerte que podría decir haber sentido ese golpe.
— Dilo otra vez, dilo, di que JiMin es un puto y vamos a ver como termina tu rostro — sacudio su puño mientras su respiracion se encontraba erratica.
Kim sostenía su mejilla y limpio su labio ante el presente del líquido rojizo resbalando por la comisura, JiMin realmente temía por la situación, pero a la vez se sentía seguro tras el cuerpo de su secuestrador.
— Vete de aquí, Kim, te encuentro otra vez en este lugar y no tendré piedad en roperte cada uno de los huesos – Kook apuntó tras el de piel canela, para que se fuera.
TaeHyung salió, pero tenía una mirada desconcertada con lo que acababa de pasar.
Kook se dio la vuelta al perder el rastro del chico de cabello ondulado en las escaleras. Al darse la vuelta vio como JiMin sostenía su mejilla, la cual estaba tomando un color morado verdoso, se hincó frente a él y tocó suavemente su mejilla.
En su rostro no había cambiado su expresión, la seriedad y frivolidad se encontraban en él, pero Jeon sentía tanta prepotencia al ver al castaño frente suyo con sus ojos rojos y sus labios hinchados.
No quiso hablar, ninguno de ellos pudieron hacerlo, solo permanecieron en sus sitios mirándose en los ojos del contrario.
Jeon se quedó en una esquina del cuarto, en espera de que JiMin pudiera conciliar el sueño, la noche los había alcanzado y el durante todo el tiempo no salió del sótano. Se paró al ver como el castaño cabeceaba sobre el sofá, hace un par de minutos habían congelado sus miradas, sintiéndose como una competencia para saber quién era el más fuerte entre los dos. Kook apartaba ocasionalmente la suya, pero era por el extraño sentimiento que le causaba la almendrada mirada del contrario.
JiMin cerró sus ojos y se balanceo hacia su lado izquierdo, golpeandose en el proceso.
— Auch — sobo su cabeza y recobró su postura. Kook se percató de eso y fue cuando se dio cuenta que el castaño no dormía por su presencia en el mismo cuarto.
— Descansa, ya es noche — se levantó y caminó hacia su costado para salir de la habitación.
Subió las escaleras dejando al castaño claro sobre el sofá. JiMin suspiro y se acomodo sobre este, el sueño le estaba ganando, y no lo podía soportar más.
Jeon cerró tras suyo la puerta que daba hacia la habitación y subió a su cuarto, deseando no encontrarse con Kim en ella.
Todos estaban ya en sus respectivos aposentos, y trato de no ocasionar ningún sonido que los hiciera salir. Llegó con suerte a su puerta y abrió esta, encontrándose con la presencia del pelícafe.
— ¿Qué haces aquí?
— Esta también es mi recamara — le respondió desde su colchón, su mirada era triste y el golpe en su mejilla y labio era demasiado notorio.
Le dio la espalda, sacando uno de sus chándales para caminar hacia el baño, se vistió y con la misma salió; se acercó a su colchón y cogió su manta y su teléfono.
TaeHyung lo seguía, preguntándose qué era lo que estaba haciendo — ¿Dónde vas?
— Dormiré en la sala, no hay habitaciones disponibles y las que están vacías tienen seguro, no quiero despertar a Yoon.
Salió y cerró la puerta tras suyo, Kim se sintió mucho peor al ver cómo lo trataba el castaño. Hace mucho que había superado esa etapa en él, pero sus acciones lo han llevado al comienzo nuevamente.
Jeon bajó a la sala y lanzó su cobija sobre el sofá, tomó asiento y reclinó su cuerpo dejando una pequeña almohada que permanecía en ese sofá siempre. Quedándose dormido después de una hora y media ante la incomodidad de su tamaño.
— Kook — fue sacudido suavemente, logrando que se quejara entre sueños — Jeon, levántate — abrió sus ojos encontrándose con Jin frente suyo — ¿Qué haces aquí? ¿No dormiste en tu recamara?
— No, prefiero dormir incómodo a compartir aire con Kim.
Todos los presentes miraron hacia un costado, excepto Jeon, quien no se había percatado de la presencia del pelícafe.
— Exagera, como siempre cuando discutimos — trato de explicarse, pero alguien no lo dejo.
— ¿Exagero? ¿Así como exagere con el golpe que te di ayer por estar acosando a JiMin? — Algo que siempre le cabreaba a Kook era que Kim no dijera cómo eran las cosas entre ellos. Su relación era complicada, pero siempre quien lo echaba a perder no era el castaño.
Todos intercalaban la mirada entre el cuerpo del pelícafe y el del castaño, quien no apartaba su fría mirada de la contraria.
— No hay remedio contigo, ¿cierto? — YoonGi se dirigió a Kim, quien apartó su mirada de Jeon — TaeHyung, deja tranquilo a JiMin, él no es ningún entretenimiento, si lo trajeron a este lugar fue por la imprudencia que tuvieron en la cafetería, y porque alguien más no pudo hacer mucho para callarlo, pero no podemos hacerle nada, no somos personas malas. Que tengas problemas no significa que debas dejarte llevar por ellos, controlate.
Min salió de la sala, pasando por un costado del de piel canela, quien en cierto momento bajó su rostro y asintió, se arrepentía de varias cosas que había hecho desde que secuestraron al niño bonito que mantenían en el sótano.
— ¿Sí no quieren hacerle nada malo, por que lo mantienen encerrado en ese sótano? — Min se detuvo en las escaleras, todos miraron a Jeon quien se percató que desde hace unos días JiMin no había abandonado el sótano, recordó su apariencia de ayer y como tenía tierra pegada en su rostro — ¿Realmente no quieren lastimarlo?
Y aunque no era su intención, desde un principio había hecho algo mal, había tratado como un animal al ser más inocente que había conocido.
Sin decir nada caminó hacia el sótano, dejándolos a todos helados por el comentario de Kim. A veces las personas con poca cordura eran realmente quienes tenían cordura, Kim se los demostró al hacerles ver lo que habían hecho sin siquiera tener malas intenciones.
TaeHyung salió de la casa, dejándolos a todos petrificados.
Jeon abrió la puerta del cuarto en el sótano y entró encontrando a JiMin descansando sobre el sofá, su postura era muy incómoda al tener todo su cuerpo contraído en posición fetal. Se acercó a él y acarició suavemente su cabello sin querer despertarlo.
— Te estoy lastimando sin notarlo.
Se me está haciendo costumbre el actualizarles tarde. Lo siento, no crean que lo hago apropósito.
Espero que les haya gustado el capítulo y si hay algún error háganme saberlo. Los quiero, nos leemos el próximo viernes si llego a terminar el capitulo.
I Purple U 💜
🖤🦋💙
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