Capítulo 2: Café
- Aquí tiene, disfruté su café - JiMin entregó el último café del día, con un suspiro se recostó sobre la barra y soltó un suspiro algo cansado. Gruño por lo bajo al escuchar la campanilla indicando que alguien había entrado, aunque Taeyeon había volteado ya el letrero de cerrado - Lo siento, ya cerramos, regrese mañana.
Levantó su rostro y se encontró con un chico peli castaño se encontraba frente a él, sus ojos eran fríos y su rostro tenía una barbilla marcada, sus facciones duras lo hacían ver muy diferente a los demás chicos que JiMin había visto.
- Lo lamento, acabo de llegar al pueblo y quería un café, no conozco mucho así que pensé que estaba aún abierto por las luces - su voz no era diferente a su semblante. Esta sonaba rasposa y fría, tanto que sintió un escalofrío al escucharla.
- Está bien, prepararé su café - JiMin se dio la vuelta y comenzó a preparar todo para el café del más alto. El recién llegado se acercó a la barra y tomó asiento en una de las sillas que estaban ahí, mirando cada movimiento que realizaba el chico frente a él - ¿Cómo lo quiere?
- Fuerte, solo con una de azúcar - JiMin asintió y exprimió el café, al tenerlo lo depósito en una taza y mezclo la cucharada de azúcar; la delicadeza con la que preparaba la bebida le asombró al castaño, quien sonrió y espero su bebida.
El más bajo se acercó con la taza ahumada y la dejó frente al contrario, quien la acercó y sopló para no quemarse. Al tomar un sorbo su rostro se relajó. La bebida estaba exactamente como la quería.
JiMin sonrió al ver que nuevamente había realizado bien su trabajo. Taeyeon se acercó a él y miró al chico que estaba aún con su café y viendo todo el local.
- ¿No le dijiste que ya habíamos cerrado? - le preguntó, lo cual el chico asintió.
- Sí le dije, pero al parecer es nuevo, así que lo dejé pasar. No te preocupes, yo cierro luego de que se vaya, vete tranquila.
La chica asintió y se despidió con un beso en la mejilla. El otro los miro, pero sobre todo miraba al de ojos avellana, quien al encontrarse con la mirada tan oscura de quien tenía enfrente y para no dejarse intimidar volteó los ojos y le dio la espalda. El castaño soltó una sonrisa ante esa acción, porque tal vez le había gustado el actuar de ese joven.
Se levantó de su silla y se acercó al más joven, quien al sentir la presencia del otro se dio la vuelta - ¿Necesita algo más?
- No, todo está bien - le sonrió, y JiMin pudo reconocer esa sonrisa petulante que le estaba dando - Gracias por el café, está en su punto exacto, felicidades... - tomó el último trago del café, y JiMin supo que lo que esperaba era que dijera su nombre.
- Park JiMin - le dijo y se cruzó de brazos.
- Gracias, JiMin - dejó la taza en la barra y se acercó a esta apoyándose en sus antebrazos - Soy Jeon JungKook.
Jeon se levantó, dejando lo que costaba el café a un lado de la taza. Le regaló un asentimiento y salió del recinto. JiMin miro la barra donde estaba mucho más dinero de lo que valía ese café. Dejo lo justo en la caja fuerte y tomo lo sobrante. Terminó de ordenar y apagó las luces para luego cerrar correctamente y poder irse a su hogar.
La noche era solitaria, no había ni un alma en el lugar, o bueno en ese lugar, pero más al sur había un grupo de jóvenes saliendo de un cabaret, donde un poco más lejos estaba alguien observando a su próxima presa. Ya tenía un nuevo trabajo por realizar.
- Lamento haberte dejado solo ayer, debí quedarme para ayudarte con lo que faltaba - La rubia se acercó a la barra luego de haber dejado un pedido en una de las mesas. El lugar se encontraba como cualquier día, casi solitario, únicamente con unos cuantos clientes, esto debido a la hora, puesto que al almuerzo les costaba atender a cuanto cliente apareciera.
- Esta bien, no me fui tan tarde - JiMin serio la vuelta y preparó una nueva bebida, al mismo tiempo servía un sándwich para un nuevo cliente.
La rubia sujeto el nuevo pedido y lo llevó a una de las mesas. El castaño y la rubia miraron a la entrada al escuchar la campanilla, donde un grupo de cuatro chicos muy bulliciosos entraban al recinto. Ambos pudieron reconocer a uno de ellos, puesto que era el hijo de un gran CEO de una agencia de turismo muy reconocida en el país. Se trataba de Kim DakHo, el chico era alto, con cabello azabache, sus ojos eran filosos y tenía una sonrisa que tal vez para muchos sería hipnotizante. JiMin suspiro, pues ahora sí tenían mucho trabajo por hacer.
El recién llegado se acercó e hizo la orden de su mesa, JiMin trataba de anotar todo para que nada faltara. Al tener todo pensó que el chico se iría y lo dejaría solo, pero no, este se quedó y le lanzó una mirada muy profunda, analizando cada parte de su cuerpo.
- Sabes, eres muy lindo como para trabajar en este lugar, más detrás de esta barra - se colocó de lado para poder ver al chico.
- Lastima, me gusta mi trabajo - le respondió con un semblante tirando a lo burlón, pues no le gustó mucho que el chico usará una táctica tan estúpida - Y solo para aclarar, señor - Dejó dos malteadas en la barra y acercó su rostro al contrario quien sonrió - No me interesa su opinión, con todo respeto - colocó su dedo índice en la frente del chico y la empujo hasta que el otro soltó una risa.
- Vaya, tienes carácter - volvió a la barra y tomó una de las bebidas - me gusta - sorbió la pajilla manteniendo sus ojos clavados en los del azabache - JiMin - susurro su nombre y el castaño solo se dio la vuelta volviendo a su trabajo.
Escuchó una risita y como aquel se retiraba, soltó un suspiro, realmente le habían arruinado el día.
La puerta volvió a avisarle que había alguien esperando a que lo atendieran, dejó las bebidas cerca de Taeyeon y la chica llegó para recogerlo. Al volver a la barra se encontró con la misma mirada de la noche anterior.
- Así que volvió por un nuevo café - el castaño asintió - ¿Igual?
- Sí - tomó asiento en la misma silla y esperó pacientemente a que el de ojos avellana regresará con su café.
- Aquí tiene - dejó la taza y se regresó a atender a alguien más.
JiMin se mantenía con un ritmo acelerado, atendiendo por aquí y por allá, sumando el que era el único en preparar las órdenes. Jeon no apartaba la mirada en todo lo que hacía, como también miraba a todos los clientes en el lugar.
Antes de retirarse aquel grupo tan bullicioso, el mismo que había hecho sentir muy cansado al castaño se acercó a la barra, llamando la atención del más bajo.
- Te propongo algo, JiMin - el castaño espero con sus brazos cruzados y su cabeza ladeada a que continuará - Hoy, en la noche a la hora de tu salida, vamos por una copa, ¿te parece? - los ojos de Jeon permanecían en ambos chicos que estaban a unas sillas alejados de él.
JungKook esperaba la respuesta del chico, al igual que Kim, quien empezó a morder su labio inferior, una clara invitación e incitación para el contrario.
- No, gracias - las risas no se hicieron esperar por parte de los amigos de quien fue rechazado.
- No creas que me rendiré - se retiró con eso último.
Jeon aún los miraba analizando cada movimiento que hacían. Luego miró al castaño quien se apoyó sobre la mesa e inclinó su cabeza hacia arriba resoplando.
Se dirigió al otro al ver que este no apartaba su mirada de él - ¿Necesita algo más, señor Jeon?
- Estoy bien, JiMin - el castaño sacó el dinero y se lo entregó.
Antes de que pudiera salir la voz del contrario lo detuvo - Me está dando más de lo justo.
- Quedate con el cambio - le respondió y terminó de salir, perdiéndose de vista en un segundo.
JiMin suspiró y guardó el cambio regresando a su trabajo.
Por otro lado, Jeon mantenía su mirada en aquel muchacho que caminaba a una distancia algo larga de él.
Su deber era seguirlo y conocer cada lugar al que visitaba, todo para poder proceder con lo que debía.
Y aquí el segundo capítulo. No puedo decir que les guste, porque apenas vamos comenzando y he dado indicios leves de lo que se aproxima.
¿Quién creen ustedes que es la presa de JK?
Nos leemos pronto.
I Purple U 💜
💙🖤🦋
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro