Killer

—Estás loco —espetó mi gemelo, sentado en la silla en el sótano del instituto.

—Claro, aunque eso ya lo sabías.

—No tengo nada que ver con, Sky —exclamó furioso.

No me importaba. Claro que había estado enojado por la cercanía de mi gemelo y la castaña que llevaba el nombramiento de mi novia. El solo pensar en mi hermano junto a mi chica hizo que los recuerdos del drogadicto de Malcom Blake rodeando siempre a Skylar, me hacía enfurecer, el chico siempre estuvo atraído por la castaña. Cuando lo enfrenté lo negó, pero me encargué de dejarle saber cuánto lo odiaba.

—No me importa —contesté antes de comenzar a golpear su cuerpo.

La sangre que emanaba de él me parecía fantástica, había visto cosas extraordinarias, pero la vista de esto era una maravilla. El ver a mi hermano gemelo con mi ropa, simulando ser yo, luego de que lo dejara inconsciente y lo trajera a este lugar cambiando su ropa, listo para iniciar con mi juego, me encantaba.

Mi hermano gritaba de dolor, pero nadie lo oía. Sus gritos se intensificaron cuando comencé a quemar las huellas de sus manos y pies, cuando el cuchillo comenzó a marcar letra por letra, grabando el ahora nuevo seudónimo que todos conocerían, Liam gritaba cada vez más fuerte. Me encargué de que quedaran bien marcadas.

Podías ver las letras K-I-L-L-E-R marcadas perfectamente en su piel, dando así final a mi trabajo, maté a mi hermano.

Ahí todo inició, ese fue el inicio del juego de Killer.

FIN.