Capítulo 4
Skylar
Me encontraba dando mi declaración, nuevamente papá anotaba todo. Ya sabía que ellos podrían tacharme por la asesina. Lo único que me reconfortaba era saber que ellos sabían que no podría ser yo, no con tan poco tiempo para poder hacer eso, cortar una cabeza sería muy trabajoso y la persona parecía haber hecho un trabajo elaborado, incluso las tripas estaban clavadas.
—Puedes irte —dijo mi padre.
Cuando llegué a casa junto a mamá fui a mi habitación donde una caja se encontraba en mi cama, me acerqué a ver de qué se trataba y cuando la vi tuve que tapar mi boca para no gritar tan fuerte. La cabeza de Tyron estaba en esa caja. Puse la tapa rápidamente y me dejé caer en el piso. ¿Cómo carajo me desharía de eso?
Pensé en ir y tirarla en la puerta de la comisaria en la noche, así que guardé eso en mi cuarto esperando que no apestara.
—Te mataré, Killer —exclamé furiosa por el aprieto en el que estaba.
Saqué la nota y me dispuse a leerla.
¿3,11? ¿Qué se supone que yo haga con esos números? Sé que no es una fecha, no es una hora. Killer lo menciona. Es el nombre de alguien, pero ¿de quién?
—Maldición —maldigo tomando mi cabeza entre mis manos —. Juro que cuando te encuentre te golpearé.
3,11.
Números sin contexto.
Fui hacia mi armario y puse la nota en una de las esquinas, puse un signo de interrogación con marcador rojo en un borde. ¿Qué es lo que me quiere decir, Killer? Sé que hoy puedo dejar descansar un poco ese tema, Killer no ataca dos veces en un solo día. Ahora lo importante es Kira y su máquina de escribir.
—Kira tiene una máquina de escribir —analicé —, estaba sola en su casa. Tuvo tiempo para hacerlo si salió luego de que yo fui a comer, pero ¿estaría correcto pensar que ella es Killer?
Moví mi cabeza para despejar la mente.
Me recosté en mi cama a mirar el techo. Esto era un poco complicado, ¿cómo es que creí que yo podría resolver todo con facilidad? Soy una simple universitaria, no soy Sherlock Holmes. Agarré mi celular y mi fondo de pantalla me dio una pista de lo que podría significar los números, era una opción. Rápidamente, me puse de pie y saqué mi cuaderno para comenzar a anotar el abecedario.
3 y 11 eran los números que Killer me dio. El tres sería 3 C y 11 K. ¿Qué demonios es eso? ¿Iniciales? Tiré mi cuaderno hacia otro lado, había fallado. No tenía sentido que me diera esas iniciales si un sinfín de personas las tienen.
—Tranquilízate, Skylar. —traté de calmarme —. Puedes descubrir eso más tarde, ahora solo piensa en cómo conseguirás las pruebas y la otra declaración de Kira.
(...)
La noche volvió a caer, mis padres estaban dormidos totalmente. Eran las dos de la mañana y yo tenía un plan. Mi padre me había revelado sin querer la cantidad de policías que hoy estarían en la comisaria: solo uno. Ahora solo tenía que buscar la manera de colocarle el sedante y conseguir las otras pruebas. Tomé mi abrigo, la pistola cargada, el sedante, un encendedor y saqué de su escondite la caja con la cabeza de Tyron.
Salir fue un poco más difícil con la caja en mano, pero lo conseguí, ahora estaba de camino a la comisaria. Por la hora calculaba que el oficial estaría casi dormido, porque para ser sinceros los oficiales no se tomaban tan en serio sus guardias nocturnas.
—Vamos, Sky, solo es uno —me dije a mí misma al ver al hombre recostado en su escritorio con la cabeza metida entre sus brazos.
Escondí la caja en unos arbustos y con una respiración profunda me propuse entrar lo más sigilosa posible. Cuando ya estuve frente al hombre me arrastré hacia la parte trasera de su escritorio para estar a su espalda. Realizar pecho a tierra fue una buena idea para que el hombre no me notara si llegara a despertarse. Me puse de pie y enterré la aguja en su cuello, sería la manera más fácil de encontrar una vena. Vertí el contenido rápido haciendo que el hombre intentara levantar su cabeza, pero el sueño lo venció, logrando que este cayera dormido.
—Lo siento —le dije al hombre dormido. Caminé a la oficina de mi padre dispuesta a encontrar lo que buscaba. Tal como lo dijo mi amigo, mi padre ya tenía las pruebas en este lugar.
Abrí la carpeta y lo primero que vi fue una hoja con las huellas dactilares de Liam en una hoja. Busqué en la hoja siguiente y comprobé que Liam sí era Liam, las pruebas revelaban que las huellas sí eran de él. Tomé foto a las hojas y luego con la declaración de Kira hice lo mismo. Dejé todo en orden y salí. Una vez afuera tomé la caja del arbusto, lancé la cabeza al piso y me fui a un montículo de ramas lejano. En esta puse la caja y con el encendedor le prendí fuego. Esperé hasta que esta se hiciera cenizas y luego me fui de regreso a mi casa .
(...)
A la mañana siguiente tuve que ir a casa de los Johnson. Alice me había llamado, me dijo que Liam no había salido en su habitación desde la noticia. Ella no podía estar al tanto de él ahora que estaba ocupada con los preparativos para el entierro de Wyatt.
—Iré a verlo —le dije a la demacrada mujer.
—Gracias, cariño.
Subí a la habitación del chico, miles de veces había estado en este hogar. Mayormente, estaba con Wyatt, pero algunas veces las pasaba con el callado rubio que permanecía en su mundo.
—¿Puedo pasar? —pregunté tocando su puerta.
—¿Skylar? —cuestionó, sonaba confundido —. Espera, estoy sin camisa, ya te abro.
Sus pasos caminando por la habitación se escucharon. No duró mucho cuando abrió la puerta mientras seguía acomodando su camiseta y su cabello se mostraba desarreglado. Lo miré esperando a que me invitara a pasar, cosa que hizo de inmediato.
—Tu madre me dijo que no estabas bien —comenté mientras entraba a su cuarto. Examiné el lugar y vi un cuadro con un dibujo de Wyatt y el formado con letras de colores —. Es lindo —dije apuntando el cuadro. El chico de ojos azules asintió, vi su cuarto y estaba repleto de hojas de libros antiguos.
—Mamá solo está ocupada con lo de Wyatt y yo... —dijo quedándose a medias, así que lo miré motivándolo a que siga —. Yo no quiero ser una carga más, por eso me encierro, no quiero que ella cargue con mis penas.
—Es un lindo acto, pero igual fallas, Liam —comenté —. Tu madre se preocupa porque no sales de estas cuatro paredes, ella acaba de perder un hijo y ahora siento que está perdiendo a otro. No te alejes de ella, Liam, es mejor que afronten su dolor juntos. Y si quieres yo puedo estar contigo en el proceso.
El chico me miró y me abrazó.
Luego de un rato en el lugar me fui a casa de vuelta, necesitaba seguir con la investigación del caso Killer. No podía dejar de lado el caso, si bien extrañaba a Wyatt, lo mejor para poder cerrar mi herida es descubrir al asesino y hacerlo pagar por lo que le hizo a mi novio.
No podía rendirme ahora, no cuando una próxima víctima era posiblemente asechada.
Al llegar a casa el silencio absoluto me recibió. Me senté en mi cama y con una foto de mi novio y yo me dispuse a llorar, no me había dado el tiempo necesario de quebrarme. Dejé que los sollozos y recuerdos llenaran la habitación, ahora estaba siendo débil. Me mostraba débil por Wyatt, mi Wyatt.
—Descubriré quién te hizo esto, mi amor —le dije a la foto mientras delineaba el rostro del rubio en la foto.
Sequé mis lágrimas y me dispuse a continuar mi investigación. Saqué mis notas, abrí mi armario para ver mi tablero y tomé la nueva declaración de Kira.
Caso N#10: Asesinato de Wyatt Johnson
Oficial: Magnus Jones.
Fecha: 16 de junio del 2021
Localización: Hinsdill
Nombre: Kira Petterkind.
Parentesco con la víctima: Miembro del taller de arte.
Declaración:
No quise mentir, mi memoria es fallosa, muchas veces tomo pastillas que me ayudan a mantener mi memoria en orden. No recordaba que Wyatt se quedó hasta el final, yo solo creí recordar haberlo visto llegar e irse rápidamente, solo recordaba haberlo visto nervioso y apresurado, más cuando me dijo que tenía algo que hacer antes de ir a ver a Skylar. Juro que no miento.
Notas: El chico Johnson tenía algo que hacer, la joven Petterkind estará bajo supervisión policial.
Tomé mi cuaderno.
Kira tendrá vigilancia.
Wyatt tenía algo que hacer.
Tengo que examinar su teléfono en busca de algo.
Me recosté a descansar la mente para seguir tratando de resolver los números de la nota anterior de Killer, no sabía si podía ser hoy o mañana, podría ser ahora mismo. Y como si el destino escuchara mi dilema, una radio sonó abajo. Corrí a ver qué pasaba y vi el intercomunicador personal de papá en la sala.
—Atención a todas las unidades, tenemos un 10-50 en el salón de eventos de la ciudad —reportó un oficial —. Un local reportó el suceso, estoy en camino.
Agradecía vivir cerca de ese lugar, así que corrí lo más rápido para poder llegar al lugar. Al llegar vi una escena horrible. Lina, una chica estudiante en mi instituto perteneciente al club de química, se encontraba colgada en el centro del salón de eventos —Guindaba en el centro del escenario—. Me acerqué para ver mejor, mientras que una anciana trataba de retenerme. No me acerqué mucho, pero pude ver la falta de un dedo que se encontraba en el piso tras un charco de sangre que brotaba de su frente y caía al piso, en donde el nombre de Killer se encontraba delineado con sangre. Vi su ropa, el alrededor del lugar y no encontré ninguna nota. Había fallado, no había descubierto la pista de Killer y ahora Lina estaba muerta porque no fui lo suficientemente lista para resolver la pista. Yo tenía la culpa de que esté muerta. Escuché las sirenas de las patrullas a lo lejos y corrí en dirección contraria. Mi padre no podía verme aquí, si me veía creería que yo tengo algo que ver y me pondría vigilancia. Con el sentimiento de culpa me alejé del lugar. Necesitaba ir a casa. No podía estar más en este lugar.
Cuando llegué a casa una nueva nota me esperabaen mi escritorio.
Grité y aventé todo a mi paso, otra vez los malditos números.
Killer
Lina era fácil de seguir, sabía que Skylar no había resuelto la pista, así que temprano me dediqué a cazar a mi presa. Lina, la chica de corto cabello y lentes negros, iba de camino al salón de eventos de la ciudad a preparar todo para la presentación de su preciado club de química, la noticia de ese evento corría por toda la ciudad. Ahora todos tendrían una verdadera sorpresa, un show digno de presenciar.
—Lina —llamé a la chica para luego golpear su cabeza con una piedra filosa.
—¿Por qué haces esto? —preguntó mirándome tambaleándose un poco.
—Diversión —contesté antes de volver a golpearla.
Seguí golpeado ahora su cuerpo y pateando su cabeza. El rojo vivo que manchaba el piso era hermoso, pero mis zapatos eran cubiertos por fundas, no iba a dejar a la vista mis pisadas. Tomé una cuerda y con los guantes puestos hice que la chica se la pusiera en el cuello. Busqué como colgarla y ahora la chica luchaba contra la cuerda mientras con ayuda de una rueda que servía para tirar de la cuerda que elevaba las luces del lugar, colgué a Lina que daba gritos sofocados.
—Recuerda que fuiste víctima de Killer —dije mirando como sus ojos se cerraban antes de morir. Con la sangre que chorreaba escribí mi nombre. Una nueva víctima. Eliminé todo rastro de que estuve algún momento en el lugar y me fui con una sonrisa en el rostro.
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