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XVI "¿Calma?, antes de la Tempestad"

























Habían pasado veinte meses, casi dos años desde que Verónica estaba en una relación con la letal agente rusa que vino a investigarlos junto a su hermano, bueno, meses de andar y venir al Natasha nunca querer llegar al tema de ponerle un nombre a lo que tenían.

Sabía que no podía por el peligro que conllevaba trabajar en Shield para sus seres queridos, ella quería cuidarla al evitarlo pero no podía evitar sentirse insegura sobre sí en verdad las misiones eran más importantes para Nat que ella.

Pero la amaba a pesar de tenerla por días fugaces en medio de semanas o meses de ausencia. Al menos la había convencido de que le mandar algún recado de que estaba buen e incluso algunas veces podían hablar por teléfono.

Como ahora que Natasha le había avisado que vendría a verla por su última misión en Milán de la cual se fue por un mes. Donde le había preparado una receta que Camila le enseñó junto a la señora Yilmaz por línea.

La mesa estaba decorada junto a unas velas color crema y los platillos negros donde resaltaban los colores de las diversas comidas turcas, asegurándose de elegir algo sano pero delicioso al la rusa siempre estar pendiente de mantener una dieta correcta.

Y ella al verse echa un desastre en tratar de preparar todo fue a arreglarse, eligiendo un vestido con un sutil drapeado en su escote como espalda, rojo tal como una vez Nat le había comentado que le gustaba como le quedaba.

Sonrió al estar lista y en sincronía de lo bella que había quedado la sala, fijándose ansiosa que faltaba menos de una hora para que dieran las nueve , que era el tiempo que le había avisado que llegaría.

¿Le gustaría lo que le prepararó?

¿La habrá extrañado de igual forma que ella que ahora no puede aguantar las mariposas en su estómago que aceleran su corazón de sólo saber que la verá?

Pero así su ansia se convirtió en frustración y las mariposas en punzadas como rugidos al pasar las horas con Natasha sin dar señales de vida.

La había llamado sin obtener respuesta, quizás su misión se había alargado pero al menos le hubiera dejado algún mensaje, suspiró.

No quiso ir a acostarse ni comer y desmoronar su obra de arte culinaria antes que Nat lo viera, "Sólo diez minutos más" se dijo como el tiempo de esperar en irse a la cama pero el sueño la terminó venciendo antes que pudiera darse cuenta.

Mientras por otro lado Natasha descendió del Quinjet en un suspiro cansado mientras estiraba su cuerpo, al encender su celular para ver la hora cuando le llegaron todas las llamadas perdidas de la menor, y sin pasar a su departamento a cambiarse ni tomar una ducha, fue directamente donde la Stark.

Para al llegar encontrar las luces encendidas y esperar el regaño del siglo pero en su lugar, la mesa estaba decorada con los más intrigantes platillos mientras las velas ya estaban por la mitad.

¿Verónica le había hecho esto?

No sería la primera vez que la sorprende con un detalle tan lindo pero aún le provocaba una dulzura inconmensurable que llenaba su pecho por completo, aunque ahora le diera una punzada al ver a la castaña durmiente en el sillón de la sala mientras estaba realmemte hermosa y sólo por ella, quien llegó horas después de la que le avisó.

Fue rápidamente por una manta para arroparla y sentarse a su lado con cuidado de no despertarle. Deteniéndose a admirar su rostro mientras lo delinea con la yema de sus dedos.

Cada vez la extrañaba más en cada misión larga a la que iba, tanto que no dejaba de pensarla como recordar sus sonrisas, su voz, su aroma al tener raptada una de sus camisetas para sentir como si durmiera con ella.

¿Qué le había hecho esta chica?

¿Un hechizo por el cual ni ella misma se reconocía?

Ni en toda su vida imaginó que podría sentir tantos sentimientos en su fría alma y mucho menos por tan sólo una chica llena de cualidades.

——No te merezco——susurró al apoyar su frente en su cabeza

——Tu mereces el cielo y más, sólo debes avisar si te vas a atrasar——escucha a la menor y levanta la vista para encontrarla frotando sus ojos mientras sus mejillas estaban sonrojadas, era adorable

——Discúlpame——murmura antes de alcanzar sus labios que no demoran de amoldarse a la perfección en una conocida danza mientras la rusa sonríe contra estos al subirse a cuclillas de la chica para intensificarlo en robarle el aliento para al se parase por falta de aire, depositar un suave beso en el puente de su nariz

——No es justo rusa

——¿El qué?

——Si me besas así no me puedo enojar

——Entonces tendré que seguir——sonríe al acercar su rostro al suyo pero antes de rozar sus labios, al Verónica removerse, Natasha suelta un quejido

Y la menor abre los ojos para notar la mejilla con un corte como en su quijada.

——Perdón——exclama al acariciar delicadamente su rostro——iré por un botiquín——susurró para Natasha levantarse y dejarla marchar por el, pudiendo ver a más detalle lo bien que le quedaba el vestido a la castaña

Y sonrió al ver como traía sus brazos llenos de cosas que apenas podía avanzar.

——Quítate el traje para ver la herida——demanda la Stark al sacar el alcohol junto a sus pomadas cicatrizantes que había creado desde que conoció a la rusa

——No tienes que buscar excusa para que me desvista y lo sabes, Ronnie——sonrió sugerente la pelirroja

——Hablo enserio Tasha

——Yo igual——dijo sin abandonar la picardía de sus labios al bajar el cierre de su traje lentamente y quitarlo por completo, dejándole una maravillosa vista de su cuerpo esculpido por los mismos ángeles a la menor, quien tragó en seco al calor subir a sus mejillas, la había extrañado tanto

Pero al notar unos moratones en su abdomen, sus pensamientos se esfumaron, agachandose con la crema en sus manos y dejarla suavemente en la zona afectada mientras la esparce en delicados movimientos circulares.

——Maldito tuerto——gruñó Verónica para la pelirroja salir de su ensoñación de admirar el perfil de la menor, concentrada en atender sus heridas——Es un imbécil insensible

——Ronnie sé que estás molesta pero no te desquites con el tuerto

——No te ha dejado descansar al mandarte de misión en misión, cada una más riesgosa donde la vez pasada te apuñalaron y luego de que te dieran el alta te fueras a otra

——Es mi trabajo Verónica y no es de tú incumbencia las exigencias de mi jefe——dijo cortante como el hielo hasta ver la nostalgia surcar en la mirada castaña

——Lo sé——murmura la menor para terminar de hacer las curaciones en un silencio que se tornó tortuoso para la rusa, se suponía que le daría una sorpresa y lo había arruinado al no pensar en sus tontas palabras

——Te traje una muda, puedes cambiarte para que estés más cómoda ——Verónica le entregó la ropa para encaminarse en sentido contrario sin detenerse un segundo a verla

——¿Dónde vas?

——Me quitaré el vestido

——Necesitas que te ayude con eso——exclama Natasha en un susurro

——No——brama la Stark al ingresar a su cuarto y la mayor soltar un suspiro

Y se vistió rápidamente para ir con Verónica quien se había acostado dándole la espalda donde un nudo se formó en su estómago al acomodarse a su lado.

——Ronnie——susurra la pelirroja al apoyar la frente en su nuca y enrollar sus brazos en su cintura, notando como su cuerpo se tensaba ligeramente

——¿Qué ocurre?——murmura la castaña sin voltear

——Te iba a contar una noticia pero no creo que ahora me quieras escuchar——rió nerviosa

——sólo dilo

——Fury me dió unas semanas de vacaciones y pensé que podríamos ir a...

——¿Vacaciones como a las que me dejas plantada por ir a investigar a alguien de Hydra?——interrumpe una molesta Stark—— sé como son los días libres que te da el tuerto

——No será así esta vez, no aceptaré ninguna misión cuando estemos fuera, estaremos tranquilas, ¿Si?——exclamó para la castaña voltear

——¿Lo juras?

——Es una promesa——sonrió Natasha al acariciar su mejilla

——Creo que tengo dignidad cero cuando se trata de ti, no puedo enojarme por más de cinco minutos ——susurró al esconder su rostro en su cuello y poder sentir el adictivo aroma a jazmín——¿A dónde te gustaría ir?

——Pensaba en alguna playa caribeña, sólo las dos en medio de las cristalinas aguas

——Suena estupendo——sonríe la Stark

——Ahora vamos a comer, ¿Si?

——¿Hablas de comida o de ti?——murmura Verónica en un tono sugerente

——Empezemos por comida y después veamos que nos depara la noche——ladea una sonrisa la rusa

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Llegaron en la noche a las caribeñas playas donde dejaron sus cosas para Verónica escaparse mientras la rusa arreglaba las cosas.

Estaba nerviosa y el nudo en su estómago la delataba al su inseguridades golpearla.

Le estaba preparando una cena a orillas de la playa mientras reía de lo tonta que se debía ver al caer en el cliché de la comida bajo las estrellas pero al tratarse de sorprender a la rusa todo parecía poco.

Sólo quería complacerla para proponer el siguientes paso, quería poder decir que estaban juntas sin temor a hacerla enojar y sobre todo al fin había juntado la fuerza para pedirle ser novias oficialmente.

——¡¿Dónde estabas?!, Te busqué por todas...——La pelirroja se queda muda al ver lo que Verónica había preparado mientras sentía sus mejillas encender al notar lo nerviosa que se veía al sonreírle tímidamente, sonrojada, jugando con sus pies; era adorable——¿Por qué tan nerviosa?, No es como si me fueras a pedir matrimonio——ríe Natasha y la castaña baja la mirada, oh no

——Respecto a eso no es tal cual como dices pero si quería ped...

——Esto se ve delicioso, ¿Comemos ya?——interrumpe la rusa al captar para donde iba la conversación

Verónica sólo asintió al sentarse a su lado y tratar de probar bocado pero simplemente no pudo hacerlo por lo que se detuvo a ver las olas golpear en la orilla mientras en lapsos a admirar a Natasha probar todo en lo que se fija en sus muecas si le gustaba o no y sonrió al verla arrugar la nariz con un platillo picante.

Tan sólo quería disfrutar de más momentos así, ¿Era mucho pedir?

Natasha al notar que la menor no había comido nada, no pudo evitar una punzada de culpa, sabía que estaba frustrada pero no podía ofrecerle más de lo que ya tenían, no cuando arriesgaba su empleo, no al arriesgarla a ser el blanco de sus enemigos.

Y al intentar hablar en algún tipo de disculpa o algo, sus palabras no salían por lo que se limitó a acariciar sus castaños rizos donde al ver que no fue corrida por una molesta chica, escondió su rostro en su cuello al apoyarse en su hombro para sonreír al aroma que tanta calma le daba, invadirla, Verónica era mejor que cualquier droga y calmante, sólo sentirla para ya envolverse en una suave nube en la que no cabían sus problemas.

——Tasha——Murmura la menor en un susurro

——¿Mhm?——exclama Natasha al depositar un suave beso en su cuello antes de levantar la mirada a su encuentro y ver como su rostro enrojecía al entregarle lo que había mantenido oculto todo este tiempo

——¿Qué es esto?——Exclama la pelirroja al recibir una pequeña caja negra aterciopelada en sus manos, frunce la nariz y sus labios forman una línea, lo que sólo podía ser descrito como ternura a los ojos de una enamorada

——Que te envolví las bragas que se te quedaron en mi departamento el otro día——sonríe irónica la chica frente a sus florecientes nervios

Natasha sólo ríe para abrirla encontrando un par de colgantes en ella.

——¿Lo sacaste de alguna película o uno de esos dramas coreanos?——continuó risueña para su sonrisa desvanecer sin más, y en su rostro mostrarse una expresión indescifrable.

Para Verónica sentir el golpe de ansiedad volver a golpearla...

Siquiera tenían una relación formal, nunca tuvo el chance de poder pedirle ser su novia ya que Nat siempre escapaba o cambiaba la conversación y ahora parecía ser uno de esos momentos.

Quizás fue demasiado rápido o simplemente fue impulsiva, sólo logró incomodarla y quedar en vergüenza.

Mordió su labio inferior ante la frustración, mientras intenta gesticular alguna excusa, cuando sintió unos labios presionar sobre los suyos, en respuesta y silencio de sus crecientes dudas. Para al reaccionar sus manos se posaron en la pequeña cintura de su amante quien la mantenía abrazada por el cuello.

Envolviendose en esa burbuja color de rosas en la cual sólo estaban ellas contra el mundo.

Donde al separarse con una sonrisa boba en su rostro, ve las esmeraldas achinadas en una sonrisa encantadora, notando que estaba usándolo y al fijarse dónde la pelirroja dirige su vista, también descansaba el collar sobre sí.

——Ya no te lo puedes quitar——exclama con una sonrisa boba en el rostro

——No lo haré, es lindo y hace juego con mis ojos——sonríe de lado para terminar de robarle el aliento

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Habían pasado dos semanas en una perfecta calma y sincronía de sus almas, mientras disfrutaban días de bañarse, jugar, hablar, bailar y convivir para en las noches desatarse en una desenfrenada pasión que les terminaba de extraer las energías, quedándose acurrucadas al desnudo para dormir por horas como tener extensos baños en conjunto.

Donde Verónica al ver que Natasha no volvía de ir a comprar cerveza y sus infaltable papas a la francesa, decidió ir a buscarla ya que se preocupó al ella no cogerle las llamadas tras pasar algunas horas.

Así que fue al bar para quedarse petrificada al verla junto a un hombre, y ver como se dejaba toquetear para interrogarlo en disfrazado coqueteó, sintió la conmoción cambiar a una floreciente ira, se suponía que Natasha no aceptaría ninguna misión en sus vacaciones.

Para la rusa al notarla, excusarse con el hombre que debía hablar con su amiga y volvería, mientras éste le da un beso pegado a los labios que le dio repulsión como una punzada en el pecho a la Stark que no pudo expresar, un hecho que terminó por hartarla en la frustración de no poder hacer nada para no sacrificarle su maldito trabajo. Así que se fue sin más, ya no quería seguir viendo, quería dormir la molestia en su corazón antes de tener que hablarle pero Natasha no la dejó al tomar su mano.

——Ronnie puedo explicarlo

——Me lo prometiste Natasha, me juraste que no te irías a una misión

——Y lo cumpliría sólo que apareció la mano derecha de la líder de Hydra y Fury al saber que andaba por aquí me lo pidió...

——Fury se puede ir a la mierda, podías negarte

——Era una oportunidad de oro Verónica, no te pongas así

——¡¿Y cómo quieres que me ponga?!, ¿Crees que es lindo verte en manos de un loco y no poder hacer nada?

——Verónica no tendremos esta conversación aquí

——Bien——gruñó la menor al salir rápidamente de su campo visual y ella soltar un suspiro, ya vería como arreglarlo.

Llegando así la madrugada en que se pudiera desocupar y mandarle el informe a Fury, cambiándose  para ir exhausta  la cama sin nadie allí.

Natasha veía el collar que Verónica le dió entre sus manos mientras a su lado el lugar donde la menor estuvo con ella en sus mejores noches, estaba vacío y todo, ¿Por qué?, porque ella no había querido formalizar su relación hasta ahora.

Pero aunque no podía negar sus deseos por ello, sus miedos e inseguridades la sobrepasaban, le aterraba involucrar a la castaña en esta vida de tormentos de estar con una agente, y sobretodo al ella querer formar parte de la organización, no quería.

Pero por otro lado temía que al ella darse cuenta del verdadero monstruo de su pasado, la deje por completo.

Así que soltó un suspiró al ponerse una bata ligera de seda negra y salir a la playa a los pies de la cabaña donde se encontraban.

Allí a orillas del mar, la vio abrazada a sus rodillas mientras su vista parecía perdida en admirar el tempestuoso oleaje nocturno.

Un nudo se formó en su pecho al ella ser culpable nuevamente de su dolor.

——Hace frío afuera——susurró al llegar a su lado y percibir como su cuerpo se tensaba

——¿Quieres que vaya a calentar tú cama?——exclamó la menor pero no había rastro alguno de picardía en su voz para en cambio ser reemplazada por una nube de nostalgia que sólo empeoro el estado de la pelirroja——porque parece que sólo para eso me quieres

——No es así Ronnie, yo...

——¿Sino es así entonces por qué no formalizamos esto?, ¿Por qué tengo que quedarme en silencio cada vez que alguien se te acerca?, ¿Por qué no puedo tomar tu mano cuando estamos fuera de casa?, ¿Por qué...——suspira en cuanto sus lágrimas cortan sus palabras

——Sabes que no puedo, tu me habías dicho que no importaba cuando decidiste estar conmigo esa vez——murmura en un hilo de voz ante la conmoción de ver a Verónica llorar a su lado por su culpa

——Te amo tanto Natasha, tanto——suspira al conectar sus miradas y la nombrada sentir el frenesí de su corazón——que tendría una familia contigo, una casa en medio del bosque para que encuentres la paz que necesitas después de tu trabajo mientras yo hago mis proyectos y creo nuevas armas para ti en lo que cuido a——suspira——quizás una niña con tus ojos...

La pelirroja se quedó en absoluto silencio al su capacidad de hablar desvanecer al igual que su correcta respiración frente a la incredulidad de la confesión de la menor, mientras aprecia absorta en el brillo castaño que confirmaba las palabras antes dichas.

¿Verónica tendría una familia con ella?...

¿En serio le había propuesto que sería feliz a su lado?....

¿Criar a un niña como siempre soñó?...

Su mente se nubló ante las imaginativas escenas plasmadas por la Stark, y su corazón parecía estar corriendo una maratón para luego echarse a reposar en la más cálida nube.

Una imagen del más bello ensueño que desvaneció ante sus florecientes inseguridades, ella era una brutal espía con un arsenal de números rojos en su lista, la sangre ensuciaba más allá de sus manos y sabía que tarde o temprano revertirán en una culpa irreversible.

Natasha no se sentía merecedora del paraíso y temía arrastrar a quien se había convertido en su ángel al infierno que en verdad pertenece.

Así que bajó la mirada para remojar sus labios y musitó aún abrumada las primeras palabras que surcan en su cabeza.

——Iré por un manta——murmuró al levantarse para no desmoronarse frente a la conmoción de Verónica, a quien literalmente la dejó con la palabra en la boca o más bien su corazón atragantado en su garganta

——Como quieras——exclama la menor al tener que aclarar su voz rasposa——iré a dar una vuelta

Luego de esa noche tuvieron que volver ya que Fury las necesitaba a ambas, a Natasha para involucrarla en una nueva misión de robar información de un paradero de Hydra y a Verónica para le trajera los avances de las armas químicas que le había pedido.

La menor se mantuvo en silencio todo el camino mientras veía por la ventanilla del avión privado junto a un café con un arsenal de azúcar, leche, chocolate y caramelo, acostumbraba a tomar el café amargo pero cuando algo la trastornaba no tenía mejor remedio como ahora que debía tragar la conmoción de nunca poder llevar una relación como le hubiera gustado con Natasha. Y quería frenar los pensamientos como la punzada en su corazón de que las misiones parecían ser más importantes para la rusa.

No quería imaginarlo pero le era imposible...

——Señorita Stark, le estoy hablando——levantó la voz el moreno al ella no responder mientras parece estar en otro mundo, ni siquiera se había percibido que ya estaban con Fury

——¿Qué quieres ahora?, ¿Mandar a Natasha al Tíbet por un año?——brama la castaña al desquitar toda su histeria y frustración en el moreno—Parece que disfrutas el mandarla cada vez más lejos, porque si está tiempo conmigo baja su rendimiento, ¿No es lo que dices todo el tiempo?

——Verónica——advierte la pelirroja a sus espaldas

——¿Quién eres para intervenir en su vida personal?——su mirada se torna fulminante——y si hablas de la ética no me vengas con la hipocresía porque se bien de peculiares formas que tienen de tratar sus asuntos y no sólo hablo del capitán congelado por décadas en su centro——espeta soberbia

——Verónica fue suficiente——gruñó Natasha para la menor mantener su mirada colérica pero tras esta nota la angustia queriendo salir a flote por lo que debe retener su impulso de detenerla en un abrazo cuando se va

——Déjala, sólo está alterada, he tratado con los Stark y son un verdadero amor cuando están enojados——suspira el del parche——ahí esta todo detallado——exclama al entregarle una carpeta——no deberías tardar mucho y sé que de camino hay una florería——dice al guiñar su único ojo y desaparecer de la sala

Mientras Verónica se había ido a encerrar en su cuarto con un Playlist de rock retumbando en las padres e intentar distraer su mente, como Natasha con las palabras de la menor en tener una relación no abandonaban sus pensamientos. Ambas ajenas al reciente descubrimiento de Nicholas Fury quien por dos años de intentar buscar información de la chica Stark y su niñez, pero lo que vió nunca lo creyó posible, ¿Cómo semejante terremoto de su existencia se había mantenido oculto por años?, bueno tratando de Howard, se había encargado de ocultarlo muy bien.

Pero tarde o temprano llegarían por la chica y debía advertirles, trató de llamar tanto a Verónica y Natasha pero al nadie cogerle, fue decidido al departamento de la Stark mientras se mentalizaba en como explicarle lo que había encontrado, sin notar que una persona se había adelantado mucho antes a sus movimientos....

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