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Tras la confesión de Verónica, Natasha no pudo dejar de pensarla en todo momento, donde trataba de evitarla como pudiera pero entre la misión de vigilarlos y su reciente inserción en Shield con las ayudas a Fury, era un hecho realmente difícil y le estaba tomando cuentas respecto a sus emociones por la menor Stark.

Habían pasado las semanas desde ese momento pero sentía su peso como si fuera el primer día, así sumando sus nuevas atenciones en ayudarle con el área informática de Shield y los asuntos de empresa, quedándose hasta altas horas de la madrugada trabajando donde incluso pudo notar más de una vez como la tapaba y acariciaba su cabello cuando se quedaba dormida.

Se sentía demasiado cómoda y cálida con respecto a Verónica.

¿Cómo ignorarla cuando te dedica palabras y un apoyo incondicional?

Con ella se sentía querida, sentia que la entendían pero sobretodo Verónica Stark la hacía sentir humana.

Siguiendo con su obsesión de observarla sin que ella lo notara hoy estaba ayudando a mejorar la maquinaria de Shield, donde por cuenta propia estaba desmantelando y armando los motores actualizados por la misma, ya que decía que los hombres de Fury daban asco en el ámbito ingienero.

Donde toda la atención parecía posarse en el cuerpo ya sudoroso de la castaña quien se había tenido que hacer un moño como sacarse el overol quedando tan sólo en un short y top deportivo con una mayor vista de su trabajado cuerpo, no se había fijado bien en las pronunciadas curvas que poseía la joven Stark, no llegaban a ser exageradas pero al lucir esa piel bronceada, parecía poseer un brillo el cual aumentaba ante las pequeñas gotas de sudor que se abrían camino en su cuerpo hasta caer y perderse en el valle de sus senos.

--Vamos que te cargas un pastel como de repostería, chica Stark--dijo uno de los agentes a su lado mientras su mirada lasciva recorría su cuerpo sin pudor alguno, al parecer la pelirroja no era la única en prestar atención a la anatomía de la menor

La rusa con un golpe de repulsión y rabia de las miradas de los hombres, iba a interferir en llevarse a la chica consigo pero Verónica se adelantó a sus actos, como siempre hacía.

--¿Disculpa?--dijo la castaña al voltear y cruzarse de brazos

--Que estas más buena que el pan que te daría mi....

La menor alzó la mano para que se callara--A ver que esta gracia te la tengo que aplaudir ¿No?, que el niñito se calentó con un top, celebrenle el piropo de albañil--dijo para sus colegas comenzar a reír como el mismo

--Con ese pellejo es difícil no hacerlo--sigue riéndose el tipo

--Pellejo será el que te sobra en los huevos--respondio altiva y los hombres reír a coro mientras la rusa se atragantan con su propia saliva

--Que a mi no me da gracia--dice Verónica mientras se acerca con una mirada molesta--Son repugnantes tu mirada y palabras, y podría decir que hasta tu cara

--Cálmate, sólo es un decir

--Pues a mi no me agrada-dice la menor en un gruñido--Fury me designó a ayudarlos ya que ustedes dan pena en su trabajo, así que vendría siendo su jefa por lo que me tienen que respetar--dice para la pelirroja sonreír divertida ante la escena del grupo de hombres bajar la cabeza al unísono frente a las palabras de la joven

--disculpa--dice bajo el hombre

--¿Qué dijiste? Perdón no te escuche--dice al rodear su oreja con su mano

--Discúlpame--dice alto está vez para la menor sonreír

--Perfecto, ahora no sigan perdiendo el tiempo como inútiles y pónganse a trabajar

--¿Qué haz dicho?--se acerca molesto uno de los agentes

--Te dije inútil--bramó la menor al levantar la mirada desafiante ante la fulminante del hombre--Que no sepas hacer tu trabajo y estes ocupado mirando chicas como si tuvieras la pubertad es humillante en verdad

El agente indignado se acercó inmerso en su cólera, ahora aumentada y alzó el puño contra la chica donde Natasha dejó las risas de lado para interferir pero el llamado de Fury, le interrumpió

--Agente Romanoff a mi oficina, de inmediato--avisó Fury ya a su lado por no haber atendido su anterior llamado

Fijo su vista donde miraba la rusa, encontrando a la joven Stark, no siendo una novedad ya que había perdido la cuenta de las veces que veía a la pelirroja observando a Verónica.

La nombrada no prestó atención por la amenaza del hombre formidable contra la chica. ¿Es qué acaso no podía dejar de ganar enemigos con su soberbia?

Estaba considerando buscar alguna forma de silenciarla pero debía admitir que le encantaba escucharla cuando humillaba a quien le molestaba.

Ignorando las palabras de Fury cuando la mano iba a impactar en el rostro de la chica, preparada para atacarlo, se quedó en su lugar por Phil adelantarse a sus actos.

--¿No te puedes dejar de meter en problemas? Dame un respiro, niña--Se quejaba Coulson a su lado

--Ellos me provocaron ¿Por qué me regañas a mi?--dijo la menor indignada al esconderse tras su espalda mientras les sonreía con burla al grupo de agentes

Natasha no pudo evitar una risilla ante la escena por lo que Fury la tomó del brazo para que le prestara atención.

--No lo repetiré, agente Romanoff

La pelirroja dio una última mirada antes de encaminarse con el moreno donde al verlo pudo notar como su semblante serio se tornaba histérico hasta el punto de su ojo temblar.

--Me llamó señor

--Me tienes preocupado Natasha

--¿Por qué debería?

--Haz tenido una baja considerable en tu desempeño este último tiempo, específicamente desde tu misión con los hermanos Stark

--¿Qué insinúa?

--No sé, dímelo tú--dijo al cruzarse de brazos

--Yo no he visto las bajas que insinúa, Anthony Stark no sospecha nada y Verónica se ha enterado por hackear la red antes de mi inserción

--Aún no son notorias--especificó el hombre-pero si es evidente tu falta de concentración, haz estado distraída, un hecho que nunca espere ver en ti--dice al levantarse y ponerse a su lado--He visto como tienes especial atención en la joven Stark y eso para una agente, es letal--insinúa preocupado por haber buscado información de la menor sin encontrar nada, sin antecedente alguno hasta la muerte de su padre a sus ocho años, como si Howard hubiera querido esconder parte de su infancia

--¿A qué quiere llegar con esta conversación? No tengo interés en esa niña--dice la rusa al cruzarse de brazos mientras su fria mirada escondía sus nervios por ser descubierta

--Porfavor Natasha, me falta sólo un ojo no soy ciego y déjame decirte que hasta uno podría notar como la ves

--Verónica sólo es una niña que forma parte de la misión que me encomendó, nada más

--Y espero que se mantenga así porque las emociones nublan el juicio y son la perdición para cualquier tipo de agente--dice al ver como frunce el ceño--No quiero perder a mi mejor agente con ello, mantén tu distancia o me veré en la obligación de designar a la agente Hill

--Cumpliré Señor--aseguró la pelirroja -¿Eso es todo?

--Si, puedes retirarte

Natasha al salir suspiró de sólo pensar y su mente invadir con el rostro de la castaña que ahora era una disputa tanto para sí como para su trabajo.

Donde tuvo que salir rápido ya que tenía que acompañar a una reunión a Pepper en menos de media hora.

Y al subir a su auto pudo notar una caja de regalo en su asiento por lo que sacó su arma para ver el interior del automóvil sin encontrar nada para proceder a abrir la caja de pandora con sumo cuidado que no fuera una bomba, con su experiencia en Shield un regalo podía ser un arma letal.

Pero esta vez en su interior habían pasteles de chocolate y arándanos además de un café junto a una nota.

"No olvides desayunar, sé que te gusta el chocolate y te doy un dato por si te atrasas a la reunión, los de arándanos son los preferidos de Pepper y mientras coma uno no puede enojarse con nadie.

Pdt: tu admiradora no tan secreta ♡"

Al leerla a la pelirroja se le salió una sonrisa inconsciente de los labios, sin siquiera darle importancia al hecho que la joven Stark se metió a su auto sin problema alguno para dejar el obsequio.

Tal parecía que Fury no estaba tan equivocado con sus palabras.

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Al llegar la noche Pepper le encomendó un trabajo de última hora donde no pudo negar la ayuda de Verónica ya que no alcanzaría a sacarlo para el otro día.

Se mantuvo en silencio a pesar que la menor le comentara de graciosos anécdotas para hacerla reír o buscara que le contestara con bromas y demás pero Natasha simplemente la ignoró con una frívola mirada hasta que terminó por callarse de igual forma para ir al otro lado de su cuarto a finalizar los informes, sin dirigirle la mirada, dolida, lo que la pelirroja pudo notar con la amargura comenzando a reprender sus acciones.

Dando así pasada las dos de la madrugada en que todo estuviera listo, notando como la menor se había quedado dormida.

Avanzó lento y sigiloso a taparla cuando se sintió atraída en acariciar su cabello, no le gustaba que Verónica estuviera afligida o molesta y mucho menos por su culpa ya que inevitablemente lo sentía como propio.

Sumergida por lo que dictaban sus emociones no pensó más allá que la joven frente suyo y como su rostro sereno resplandecía ante el natural rubor mientras dormía, alcanzó los atractivos labios que la dejaron atraída en volver a probarlos.

Un beso casto como despedida para tomar la definitiva distancia con la joven Stark pero nunca esperó ser correspondida en el acto con la castaña tomandola por absoluta sorpresa al acunar sus mejillas entre sus manos y profundizar el beso.

Natasha no pudo repudiarlo al embriagarse con su dulce escencia, queriendo retomar ese placer de sentir esos labios de chocolate y café sobre los suyos, mordiendolos y succionando para obtener un mayor sabor pasando así su lengua a recorrer su boca por completo.

Donde al separarse por la falta de aire, Verónica volvió a sorprenderla cuando se sacó su remera larga y dejar a la vista un conjunto de lencería burdeo, la menor poseía el encanto de tomarte desprevenido en el más inesperado momento.

--Sé que Fury no aprueba esto, ni tú al querer mantener tu desempeño como agente vigente pero también he notado como me miras--decía a medida que se acercaba--es exactamente como yo te veo y si dices que no te gusto al menos sientes deseo y eso basta para dar este paso ¿No?

--¿Qué haces Verónica?--dijo la pelirroja en un suspiro

--¿No es obvio? Quiero estar contigo al menos una vez antes que me ignores por completo, sé que no quieres algo serio pero al menos una vez quiero sentirte conmigo como esa noche la cual se vio interrumpida

Natasha mordió su labio inferior con fuerza para retener todas las repercusiones de sus palabras y que su atención no pasara a la anatomía de la menor.

--No Verónica, ya te dije que nunca me vas a gustar ni atraer, así que deja de humillarte de esta forma, es patético y arrastrado--dijo frivola donde al sumar sus palabras parecían formar un témpano de hielo por completo

La menor bajó la vista, conmocionada y avergonzada mientras los frenéticos latidos de su corazón mutaban a una dolorosa punzada cargada en vergüenza.

--Disculpa pero malinterpretar todo, no te volveré a molestar--dijo en un susurro--hagamos como que esto nunca ocurrió y olvidemoslo

Verónica se incorporó para vestirse, saliendo rápidamente de la habitación pudiendo soltar un suspiro junto a una lágrima traicionera.

Aunque Natasha al verla partir con el remordimiento golpeándola se dejó insitar por el impulso de detenerla antes de que se fuera y atacar sus labios sin pensar en nada más que la chica entre sus brazos.

No sabía cómo se dejó llevar por ese imán invisible que la hacía buscar a la castaña a toda costa. Deseando sus labios, su cuerpo y su ser por completo.

Lo que Verónica Stark le provocaba era indescriptible con una ola de sentimientos como emociones que desconocía y que hora la golpeaban con fuerza

Todo en ella la dejaba sin palabras con una inevitable gracia, todo lo que hacía le resultaba exquisitamente intrigante sin cansarse del descubrir más cualidades como imperfecciones.

Era lista, astuta, audaz y voraz lo que escondía mediante su falta de comunicación social ya que su timidez era lo que menos la describía, era demasiado directa y arrogante para serlo como también demasiado torpe, contradiciendo todo lo antes descrito siendo malditamente adorable.

Donde por otro lado la inocencia que tenía en ciertos temas le daban una absoluta ternura a sus actos, opacando con ello parte de esa gran personalidad.

Quería olvidar todas las preocupaciones y advertencias de Fury por al menos una noche, quizás con estar con quien tanto revuelo le ha causado, detenga su desconcertante interés por la joven Stark.

Quizás al estar con ella dejaría de tener la necesidad de seguirla y observarla en todo momento.

Quizás su corazón ya no la molestaría constantemente en su presencia.

Quería convencerse de ello mientras mandaba las palabras del moreno por la borda en cuanto sus labios se rozaron.

"SÓLO POR ESTÁ VEZ" dijo para tomarlo como una ley irrefutable mientras sus besos se tornaban más acalorados

Sin darle tiempo a responder ante la sorpresiva, la tomó por los muslos, logrando levantarla sin separarse de ella, avanzando hasta dejarla en la cama, acorralando su cuerpo bajo el suyo.

Quería besarla y escuchar su nombre salir de sus labios en recurrentes gemidos...

Quería probar su cuerpo, su escencia...

Quería tenerla por completo

Quería poseerla y marcar esa piel tersa sin pensar en las repercusiones

El deseo que la invadió nubló su juicio para ir tomando poder en su cuerpo como mente, la castaña al desnudo no salía de su mente donde el peligro de caer en el abismo de su sentir era inminente.

"Las emociones nublan el juicio y son la perdición para cualquier tipo de agente" escucho la voz de Fury en su conciencia, comprendiendo ahora el gran peso de sus palabras pero poco le parecio importar frente al momento .

"Al diablo con Fury" se dijo sin perder contacto con la boca de la menor, no acostumbra a besar durante el sexo, no le veía la gracia pero con la menor parecía ser malditamente necesario como si nunca pudiera saciarse del sabor de sus labios.

Dejó sus manos vagar y recorrer el cuerpo bajo suyo mientras se separaba para retirar la estorbosa prenda que le impedía un mayor contacto con su piel, aunque al hacerlo pudo sentir un ligero temblor en la castaña, maldiciendose al recordar que la joven nunca había estado con alguien y podría estar incómoda ante su fuerte demanda sobre su cuerpo.

--Tranquila linda, iremos lento--dijo con voz suave para conectar sus miradas, buscando cargarla de seguridad y besar la punta de su nariz con suma delicadeza

Verónica se derritió con ello mientras sus palabras sonaban dulces y sus esmeraldas parecían brillar aún más, llenando de magia el momento.

La menor cerró sus ojos al tomar el rostro de la pelirroja y profundizar el beso mientras acariciaba sus mejillas.

Natasha descendió suavemente sus besos hacia su quijada mientras alcanzaba su cuello donde su escencia predominaba sin poder evitar morder y succionar ligeramente la zona buscando obtener más, provocando que la menor soltara un jadeo para la peliroja subir su traviesa mirada hacia la chica quien se tapaba la cara con ambas manos.

Hace un momento le habló con toda seguridad para estar con ella y ahora se avergüenza ante un gemido, Aún no comprendía como podía ser tan soberbia y tan adorable a la vez pero sin dudas le encantaba.

Separó sus manos con cuidado mientras una sonrisita risueña adornó sus labios.

--No lo reprimas, quiero oírte gritar ante el placer que te pienso dar--ronroneó en su oído para la castaña sonrojarse más y correr la mirada al no poderla mantener sobre la suya

Natasha sonrió complacida de su logro mientras la burla volvía a adornar sus labios.

--¿Acaso dejé sin palabras a la gran Verónica Stark?

La nombrada mordió su labio inferior para reunir fuerzas en sostener su intensa mirada sin desfallecer en ello.

--¿Accediste a estar conmigo para cogerme o para burlarte de mi?, porque si es así prefiero mantener la dignidad que me queda en retirarme--dijo buscando parecer altiva pero su sonrojo aún notorio, no la ayudaba

--¿Quieres que me quede en silencio para follarte?--dijo para dejar a Verónica con la boca ligeramente abierta mientras intentaba responderle pero las palabras no parecían venir y la rusa sonrió con ello--De ser así es una proposición interesante

Dijo para retomar sus labios sin aviso previo como el descender de sus manos hacia el inicio del monte de sus senos, acariciando ligeramente la zona a antes de apretarlos, escuchando un dulce gemido que mandó una corriente directamente hasta su centro.

Conectó sus miradas para buscar alguna señal de poder proseguir en sus actos donde la urgencia que parecía mostrar su rostro la incitó a hacerlo.

Retiró su brasier, así pudiendo delinear el contorno de sus senos para detenerse a apretar sus pezones mientras buscaba mantener el contacto visual y poder apreciar cada gesto en el rostro de la menor. Metiendo uno en su boca y mordiendolo a la vez que tiraba ligeramente de el con sus dientes.

--Natasha--gimio alto y a la vez dulce con su primer grito de la noche donde la rusa pensaba escuchar muchos más

Dejándose llevar por el impulso de la pasión cargada en lujuria, sus esmeraldas brillaron oscuras al querer probarla.

Sacando la última prenda de golpe para volver en sí cuando las piernas de la menor parecieron temblar.

--Tranquila linda, te gustará--sonrió al besarla ahora más delicada--te lo aseguro--dejando pequeños en la punta de su nariz, mejillas, frente y detenerse al llegar a la comisura de sus labios donde la menor lo intensificó ante el derretir de su corazón ante la dulce reacción de la rusa.

Natasha siguió besandola mientras con la yema de sus dedos delineaba su entrada provocándole suspiros que eran ahogados con sus labios.

Los mordió ligeramente antes de descender un camino de besos hasta rodear su centro donde se abrió camino entre sus pliegues y poder ingresar su lengua a probarla por completo.

--Tasha--gimió mientras mordía su labio inferior ante los temblores que le comenzaron a golpear con fuerza, avisando la pronta llegada de un orgasmo por lo que la pelirroja detuvo sus acciones de golpe

--Aún no Verónica--demandó al separarse bajo una mirada de súplica por lo que sonrió al sacar su vestido y aún más cuando la menor parecía estar absorta en su atomia para fijar su mirada en sus cicatrices, cambiando su semblante a uno preocupado por lo que la mayor le levantó el rostro por la barbilla para fijar su molestas esmeraldas en ella, avisando que no tocara el tema pero la menor no pudo evitar hablar con ello.

--Te dije que quería saber más de ti porque quiero cuidarte y apoyarte, siento una necesidad de verte sonreír en todo momento y me duele el sólo pensar en tu sufrimiento--explicó al buscar su mirada--No sé manejar lo que siento por ti por lo que puedo actuar demasiado impulsiva e imprudente, no quería incomodarte, perdón por...

Natasha al perderse en sus palabras no la dejo continuar ante la necesidad de besarla, sintiéndose querida como una persona por primera vez en su vida.

Estaba teniendo fuertes sentimientos por la joven Stark y sabía que era su perdición por lo que está primera vez la atesoraría en su memoria ya que sería la última.

Con ese pensamiento inundando su mente volvió a prestar atención en el cuerpo bajo suyo para deleitarse ante los sonidos dulces que le brindaba la castaña, queriendo escuchar más para sentir el exquisito pero confuso gozo que a ella misma le daba por complacer a la menor.

Nunca imaginó que el darle placer a otra persona pudiera ser tan glorioso como atender su propio cuerpo.

No había tenido la necesidad de ser tocada para estar al borde del clímax y le generaba una sensación de una calidez abrumadora.

Queriendo ir más allá, sacó su última prenda para tomar a Verónica de las caderas y rodearla con sus piernas, las que flexionó mientras buscaba alinear sus entradas.

--Ahora no sabrás cuándo toques el cielo o la tierra mientras te follo como me haz pedido--dijo con la voz grave y demandante para terminar con el espacio que las separa y golpear sus núcleos, rozando sus clitoris con ello para gemir al unísono

Natasha comenzó a mover sus caderas lento para inevitablemente tener que subir el ritmo a uno frenético en el placentero roce que efectivamente hizo desfallecer a la menor en gemidos que le provocaban el aumento de sus embestidas, levantando la pierna de la castaña y a abrazarse a ella pudiéndose juntar aún más, provocando que los temblores en ella vuelvan con creces y esta vez permitirle alcanzar su liberación mientras retuvo el melifluó sonido de su orgasmo en sus labios mientras ahogaba el propio al sentir su escencia mezclarse con la suya.

Dejó a la menor recuperar el aliento mientras lo hacía con el suyo, sin esperar que Verónica estampar sus labios contra los suyos con pasión.

--No haz alcanzado tu liberación, ¿Me dejas ayudarte con ello?--dice en cuanto se separa ligeramente juntando sus frentes y mostrarle una sonrisa traviesa

--¿No se suponía que no tenías experiencia en estos temas?--dijo la mayor al encarnar una ceja, Verónica siempre la tomaba por absoluta sorpresa

--Pero no soy ignorante y aprendo rápidamente, aún más con la práctica--dijo en un tono sugerente para la pelirroja morder su labio inferior con absoluta gracia

--Sorprendeme entonces--ladeó una sonrisa cargada de picardía para tomar las manos contrarias y llevarlas a su cuerpo

Donde Verónica se dio el tiempo de besarla por completo, queriendo probar cada rincón de su piel mientras se deleita con el aroma a jazmín que desprende.

Donde sus pronunciados senos parecían ser el fruto de la tentación de cualquier mortal, sintiendo la inevitable atracción en sentirlos por lo que los delineó con sumo cuidado como si al tacto se fueran a desvanecer pero a medida que comprobaba su realidad iba cada vez más allá hasta el punto de probarlos y deleitarse con su escencia mientras deja pequeños mordiscos a su alrededor, generando jadeos en la pelirroja que inevitablemente le dieron una corriente eléctrica que subir aún más el calor del momento.

Aunque Natasha al ya estar al borde necesitaba más atención por lo que tomo el rostro de la menor para llevarlo hasta su entrada e iba a hablar cuando un beso inundó sus pliegues, acallando cualquier posible palabra y convertirla en un sorpresivo gemido mientras baja la mirada para encontrar a la castaña con los ojos cerrados y su cabello revuelto junto a unos mechones pegarse en su frente, sumergida entre sus piernas como una imagen cautivadora que sumado a sus acciones terminó por correrse en su boca.

Verónica no comprendió como en vez de repudiar el viscoso líquido que la inundó, le hizo sentir un mayor placer y aún más cuando la pelirroja se agachó a su altura para besarla y recorrer su boca con ansia, probándose a sí misma

Juntaron sus frentes en lo que recuperaban su respiración sin poder evitar el sumergirse en los orbes contrarios.

La Stark menor, vio un mundo entero en ellos mientras su cuerpo y alma aún parecían volar en una órbita lejana a este plano.

Nunca creyó sentir un terremoto de emociones con un sólo toque de una persona.

Siempre pensó que los sentimientos no eran más que una ilusión de los humanos para hacer su vida más alegre e incluso repudiaba las historias de romance al encontrarla absurdas pero ahora sentía cada verso y palabra dicha en ello como propio.

Mordió el interior de su labio para sus mejillas tornarse rojas mientras juntaba la fuerza para su confesión, no quería esperar más en decirle a Natasha que lo que sentía por ella, un amor que nunca creyó sentir, que se había enamorado de ella en el corto lapso de conocerse hasta ahora.

Tan sólo meses para sentir un mar de mariposas invadirla...

Pero una mirada fría pareció cruzarse sobre las esmeraldas de la pelirroja, nublando con ello cualquier posible brillo que antes podía presenciar.

Su rostro se tornó serio en cuanto Natasha se levantó y comenzó a vestir rápidamente sin siquiera voltearse a verla ni una sola vez en lo que tomó sus cosas junto al trabajo ya listo.

Su corazón se apretó en una desgarradora punzada, a te la posible desilusión que se negaba a ver.

--¿Nat?--dijo con la mejor voz que pudo lograr al sentir un nudo de conmoción en su garganta--¿Te irás así sin más?--dijo al hilo para la mayor detenerse de golpe pero sin dejar de darle la espalda, no podía ver su rostro y no decaer ante las crueles mentiras que necesitaba decir.

--Desde un principio te dije que no quería nada serio ni que me gustabas y que nos hayamos acostado no cambia el hecho--dijo casi en un gruñido para salir sin dar vuelta atrás

Verónica sabía y esperaba esa respuesta pero...

¿Por qué tenía que doler tanto?