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JaeBum estacionó el auto fuera del edificio, mirando a un nervioso Jackson que jugueteaba con las correas de la mochila en tanto Minho los observaba, confundido.
- ¿On tamos? - preguntó con sueño.
- Tal vez será mejor devolvernos - dijo Jackson llamando la atención de JaeBum -, ni siquiera sé por qué estamos aquí, digo, quizás no debería continuar mis estudios y dedicarme sólo a Minho y nuestros futuros hijos, así no-
- Jacksonie - le llamó la atención JaeBum -, por favor, respira cariño - el omega obedeció, tomando aire y botándolo varias veces - No pienses esas cosas, ¿está bien? Sé que quieres seguir estudiando y terminar la secundaria como corresponde, así que por favor, no te estreses - le dio un pequeño beso en los labios - Minho y yo confiamos en ti.
Jackson sonrió de forma temblorosa, para luego tomar aire una vez más y abrir la puerta. Antes de salir, se giró hacia Minho, que estaba cerrando sus ojos por el sueño.
- Pórtate bien con papi, MinMin - le dijo de forma cariñosa.
- Mmm... - asintió el bebé frotando sus ojitos.
Sonrió para luego voltearse hacia JaeBum, dándole otro beso en los labios.
- Pasaré a buscarte apenas termines - le dijo JaeBum pellizcandole la nariz.
Jackson asintió.
- Te quiero - le murmuró contra la boca.
Jaebum soltó un gruñido de placer.
- Yo también te quiero.
Jackson cerró la puerta, dejando el calor del auto para luego caminar hacia el edificio donde ya varias personas entraban en camino a las salas de clase. Jackson miró su horario, indeciso, y comenzó a buscar el salón donde tendría Literatura, la primera clase en la escuela nocturna a la que asistiría durante dos años para terminar sus estudios. Luego, JaeBum le había dicho que si quería estudiar otra cosa podría hacerlo, pero Jackson no quería adelantarse.
Por ahora, terminar su educación secundaria estaría bien.
Entró al salón, nervioso, y con la vista baja se sentó adelante, su olfato notando a betas y omegas entre el resto de estudiantes, todos mayores de dieciocho años, y no se sintió tan fuera de lugar.
- Hola.
Parpadeó, dejando de morder su labio inferior, y levantó la vista, encontrándose con la mirada de una dulce chica que le sonreía amablemente.
- Hola - saludó nervioso, sonriendo con timidez.
- Soy Lalisa Manoban - dijo la chica sentándose a su lado - Eres nuevo por aquí, ¿no es así?
Jackson sintió sus mejillas coloreadas.
- Sí, yo... Yo soy Jackson Wang - volvió a morder su labio inferior, sin perder el nervio.
- Jackson Wang - repitió Lalisa con ternura -, eres un omega muy asustadizo, ¿no es así? No te preocupes, aquí todos somo betas y omegas, no tienes que reaccionar con tanto miedo - le revolvió el cabello con confianza, volviendo a sonreír - Además, por tu olor, parece que tienes un alfa muy celoso y sobreprotector.
Sintió sus mejillas coloreadas, pero se sentó con orgullo.
- JaeBum sólo quiere cuidarme - dijo feliz.
- Entonces no te estreses demasiado - Lalisa soltó una sonrisa baja -, los profesores son muy buenos y no nos discriminan a pesar de no haber terminado la secundaria- Oh - puso una expresión pensativa - ¿Cuántos años tienes, Jackson?
- Dieciocho.
- ¡Soy tu noona! - Lalisa parecía feliz - Ya no soy la menor de aquí, ¡gracias, Jacksonie!
Se dejó contagiar por la risa tierna de Lalisa y se rió también, sintiendo como el nervio parecía irse de su cuerpo, relajándose por tener un rostro amistoso a su lado.
Entonces, el profesor de Literatura entró para dar comienzo a la clase, y Jackson parpadeó con sorpresa al ver la conocida cara de Yugyeom.
El alfa le miró con asombro, para luego sonreír amablemente, acercándose a saludarlo.
- Hola, Jackson - le saludó Yugyeom.
Jackson le devolvió la sonrisa, aunque sintió su estómago un poco apretado por los nervios.
A JaeBum eso no le agradaría demasiado.
- Hola - saludó - No sabía que eras profesor aquí, ¡eres tan joven!
Yugyeom rió con diversión.
- Tranquilo, el programa de estudios lo hizo mi papá y me ofreció empezar mis prácticas aquí - se encogió de hombros - No creía verte en este lugar, esto es muy raro.
- ¿Se conocen? - interrumpió Lalisa con admiración.
- Fuimos amigos cuando pequeños - explicó Yugyeom sin borrar su sonrisa.
- Eso es muy lindo - suspiró Lalisa - A la mayoría de mis amigas las terminé odiando.
Jackson comenzó a reírse, negando con la cabeza, y Yugyeom le imitó.
- Bueno, creo que comenzaré la clase - dijo Yugyeom - Seguimos hablando después Jacksonie, ¿te parece?
Asintió en silencio, sacando de su mochila un cuaderno y los lápices que JaeBum le había comprado. Lalisa, a su lado, se inclinó unos centímetros.
- Tú le gustas - se burló Lalisa.
Jackos sintió sus mejillas rojas, pero no dijo algo, empujando a la chica que se reía en voz baja.
Sin embargo, cuando Yugyeom le miró de pronto, sonriendo como si nada, Jackson sabía que Lalisa tenía razón, y realmente no sabía cómo reaccionar ante ello.
Horas más tarde, JaeBum le estaba esperando en su auto, y subió saludándolo con un pequeño beso que hizo sonreír al alfa. Eran cerca de las doce de la noche, por lo que se acurrucó al lado de JaeBum.
- No debiste venir a buscarme - le dijo mientras el alfa conducía -, podría haber llamado a un taxi, tienes que dormir para que descanses bien.
JaeBum le acarició el cuello, sus dedos tocando superficialmente la marca con cariño.
- No puedo dormir si no estás en cama - le dijo con calma -, se siente frío y extraño.
El calor subió hacia las mejillas de Jackson, que se acurrucó más contra JaeBum, sintiéndose un poco culpable.
- ¿Cómo te fue? - preguntó entonces JaeBum.
El omega suspiró, sonriendo.
- Muy bien - contestó - La gente allí es muy simpática, ¡soy el menor de los alumnos! Hay algunas mamás que me trataron como un bebé por eso - soltó una risa baja - Me sentí feliz. Me haces muy feliz, JaeBum, gracias.
JaeBum aprovechó que estaban en una luz roja para inclinarse y darle ahora un profundo beso a Jackson en los labios, sintiendo como se derretía por ese simple toque y su alfa ronroneaba por el gusto de que su omega estuviera contento a su lado.
Al separarse, le dio otro beso pequeño.
- Te amo - le dijo entre besos.
Jackson nunca había sentido a su corazón latir con tanta fuerza, así que se limitó a darle otro beso a JaeBum.
- Yo también te amo - contestó ignorando todos los problemas a su alrededor.
Omitiendo el número de Yugyeom que había guardado en el bolsillo y que pesaba como un ladrillo debido a la culpa.
*****
- ¿Sabes qué ocurre cuando el alfa engaña a su omega marcado?
Kyulkyung levantó la vista, encontrándose con la helada mirada de Im NaYoung, que bebía café de su taza, y suavizó su expresión, negando con la vista.
- No, señora Im.
- No, porque no es normal que un alfa engañe a su omega - NaYoung se encogió de hombros, indiferente - Si logras que JaeBum haga tu marca en ti, tu hermanito menor va a sufrir mucho, porque el vínculo que lo une a JaeBum se rompería por completo. Tendría suerte si logra sobrevivir.
Kyulkyung parpadeó, comprendiendo lo que NaYoung quería decirle, y asintió otra vez en silencio, poniendo una expresión pensativa.
- Pero JaeBum es prudente también - dijo meditabunda la alfa -, no sale a beber a menos que esté acompañado, y aún así, borracho... - miró a Kyulkyung - Pero te pareces mucho a tu hermano, quizás si logre confundirte.
- No necesitamos la marca - dijo de pronto Kyulkyung -, sino algo que me ate a él, así el resto se hará solo - mordió su labio inferior - Si logro que JaeBum me deje esperando un bebé, JaeBum tendrá que hacerse cargo, y además... - Kyulkyung sonrió con burla -, Jackson no aceptará jamás que su alfa lo haya engañado. Conozco a mi hermano. Puede ser un idiota necesitado, pero jamás podrá perdonar una infidelidad.
NaYoung soltó una risa baja, divertida, y se inclinó tomando la barbilla de Kyulkyung, que parpadeó lentamente, liberando feromonas de atracción.
- Yo sigo trabajando en lo mío - ronroneó NaYoung contra los labios de la omega -, ya verás, lograré atar a JaeBum de manos y pies para que haga lo que yo quiera. Y en cuanto a tu hermanito - le dio un beso superficial, lamiendo sus labios -, aprenderá cuál es su lugar.
Kyulkyung sonrió con tranquilidad, dejando que los labios de la alfa se deslizaran por su cuello en un beso posesivo, y se permitió imaginar el futuro que había estado construyendo todos esos años, futuro que iba a ser realidad muy, muy pronto.
*****
YoungJae quería tomar a sus hijos por el cuello y ahorcarlos dulcemente para que así lo dejaran en paz, pero se limitó a darles un golpe en el trasero con la escoba, causando que gritaran en señal de protesta y huyeran hacia el patio mientras escuchaba la risa descontrolada de Minho.
Soltó un suspiro, tomando la bandeja donde había servido unos vasos con jugo, y fue también al patio, viendo a Jackson sentado en una banca mientras observaba a los niños jugando en tanto JaeBum y Mark se encargaban de preparar la carne en la parrilla.
- La mitad del sueldo de Mark a que queman la carne - dijo YoungJae dejando los vasos sobre la mesita.
Jackson se rió, sacudiendo la cabeza.
- No le digas a JaeBum, pero creo lo mismo - susurró Jackson, agarrando un vaso para beber de él - Jesús, necesitaba este descanso, la escuela me está estresando - puso una expresión enfurruñada - Había olvidado lo malo que era en todo, no sirvo para estudiar.
YoungJae le revolvió el cabello, negando con la cabeza.
- No digas eso, siempre quisiste volver a la escuela a pesar de ser malo en ella porque no querías sentirte un inútil, así que ahora le pondrás todo tu esfuerzo y te graduarás con honores - dijo YoungJae solemnemente.
- Estás hablando como las mamás omegas de ese lugar - se quejó Jackson antes de comenzar a reírse al ver la mirada indignada de YoungJae.
- ¡A mí me respetas, Jackson Wang! - YoungJae le dio un manotazo, escuchando su grito medio quejido medio risa.
- Es Im Jackson - dijo de pronto JaeBum, cargando a un enfurruñado Minho por las axilas que pateaba el aire queriendo soltarse pero sin lograr nada - El demonio estaba tirándose tierra a los ojos de HyunJin y JeongIn.
YoungJae se atoró con el vaso de jugo en tanto Minho ponía una expresión de inocencia y Jackson lo tomaba en brazos, cambiando su rostro para comenzar a regañarlo.
- ¡Mis bebés! - gritó YoungJae poniéndose de pie para ir a ver a sus hijos que estaban sentados en el suelo mientras lloraban y frotaban sus ojos.
- ¡Minho! - llamó la atención Jackson - ¿Cómo se te ocurre hacer eso? ¡No puedes ir por la vida tirándole tierra a tus amigos!
- ¡Come tiela! - chilló Minho, y antes de que Jackson pudiera seguir regañándolo, el bebé pasó su mano llena de tierra sobre el rostro de Jackson, dejándolo todo sucio.
Por supuesto, Minho comenzó a reírse mientras el omega gritaba para luego ponerse de pie, escupiendo tierra y regañándolo sin dejar de escupir. Escuchó las carcajadas de Mark y JaeBum, y los fulminó con la mirada mientras Minho trataba de soltarse del agarre de Jackson, pero sin lograr mucho para luego inflar sus mejillas con enojo.
Jackson caminó a tientas al baño, donde YoungJae le quitaba la tierra de los ojos de HyunJin y JeongIn, y cuando vio el rostro del omega soltó una risa baja.
- Tú hijo es el Anticristo - dijo YoungJae dándole espacio para que Jackson pudiera limpiar su cara.
Jackson sentó a Minho sobre el lavamanos, abriendo la llave.
- No pienso comprarte más dulces por un mes, Minho - castigó Jackson con sus labios fruncidos en esa mueca que a todo el mundo llamaba la atención.
Minho enrojeció por la molestia.
- ¡Mami mala! - acusó Minho para luego chillar cuando Jackson comenzó a limpiarle las manos - ¡Malo, malo, malo!
Jackson soltó un bufido, echándole jabón a las manos de Minho mientras HyunJin y JeongIn salían del baño para volver a jugar, ahora limpios. YoungJae se sentó en el inodoro, pensativo.
- Estás muy malcriado, Minho - dijo Jackson llamando la atención del bebé, que seguía pataleando para soltarse - ¿Qué ocurre, MinMin?
Los ojos del pequeño se llenaron de lágrimas.
- Te estanio - lloriqueo Minho -, te vas y no estás, y papá te estania.
Jackson suavizó su expresión, limpiándole las manitos rechonchas al bebé para luego sonarle la nariz, suspirando.
- Yo también los extraño - dijo Jackson -, pero son sólo unas horas, MinMin, nada más, no tienes por qué ponerte así - le pellizcó la mejillas, ganándose un puchero del bebé.
- Papá rapea mal - insistió Minho.
- Le daré clases de rap, entonces, ¿eso estaría bien? - Minho asintió, no muy convencido, y Jackson lo bajó - Ahora anda a jugar y pórtate bien. Si lo haces, te daré un dulce.
Minho sonrió para luego salir del baño a tropezones, directo al patio para seguir jugando, y Jackson miró a YoungJae, que le observaba en silencio.
- ¿Ocurre algo? - preguntó Jackson limpiando sus manos.
- ¿Cuándo le dirás a JaeBum que tu profesor es tu ex y tienes su número? - preguntó YoungJae con calma.
Jackson soltó la toalla y miró a su amigo con incredulidad.
- Yugyeom no es mi ex - contestó sin humor en su voz -, es sólo un amigo.
- Le gustas a ese alfa - señaló YoungJae bufando, poniéndose de pie -, y te has estado mensajeando con él sin decirle a JaeBum - YoungJae cerró la puerta del baño - Incluso has quedado en ir a tomar un café con él. ¿Eso podría considerarse una infidelidad?
El omega tuvo que controlar su mano para no darle un bofetada a YoungJae, que seguía tranquilo aunque en sus ojos podía leer la acusación.
- No es una infidelidad porque no pienso en Yugyeom de una forma romántica - escupió Jackson en un gruñido bajo - Y si no le digo a JaeBum, es porque sé que reaccionará de forma celosa y quiero evitar ese problema, ¿entendido?
- Pero él te mira de una forma romántica - prosiguió YoungJae - Jackson, estás comenzando una nueva vida, no invites los problemas a ella.
Jackson abrió la puerta, molesto, pero se giró una vez más hacia YoungJae.
- No estoy haciendo nada malo - dijo saliendo del baño.
No estoy haciendo nada malo, se repitió cuando entró al patio y abrazó a JaeBum por la cintura, apoyando su cabeza contra su hombro, y el alfa le sonrió para luego darle un beso en la mejilla.
*****
JaeBum dejó la taza de café sobre la mesa, cerrando sus ojos brevemente mientras suspiraba para tratar de relajarse un poco, y a su mente vino la imagen de Jackson durmiendo en la cama, acurrucado a su lado, apenas haciendo ruido alguno.
Pero en lugar de sentir la típica sensación de felicidad que normalmente habría experimentado, solo sintió un poco de molestia y disgusto al recordar que dos días atrás le había pedido a Jackson faltar a clases para tener un poco de tiempo en pareja, y el omega se había negado con rotundidad, diciendo que no faltaría ningún día ahora que estaba recuperando el ritmo. Además, parecía más concentrado, cuando él estaba en casa, en hacer sus tareas y pasar tiempo con Minho, que había estado más grosero y exigente esos últimos días con todo el mundo.
Quedaba menos de un mes para su boda y no quería imaginar cómo sería la vida matrimonial luego de eso.
Su móvil sonó, pero cuando vio el número, soltó un chasquido de desaprobación.
¿Acaso su padre no dejaría de joderlo en algún momento?
Al menos agradecía que fuera su padre y no su madre, porque ella era mil veces peor que su progenitor.
Luego de que su papá insistiera cinco veces más, contestó:
- ¿Qué ocurre? - preguntó con la voz dura - Estoy en mi descanso, así que más te vale que sea importante.
- Necesito hablar algo urgente contigo - respondió su padre con tranquilidad - Juntémonos en el café de siempre, JaeBum. Si no llegas en media hora, iré a buscarte a la clínica, ¿entendido?
Antes de poder mandarlo al diablo, su padre contó la llamada.
Bufó, poniéndose de pie para salir de la oficina con una mirada de muerte. Al menos podría comer algo más consistente fuera de la cafetería de la clínica, se consolaba con disgusto mientras tomaba el ascensor y marcaba el subterráneo donde estaba el estacionamiento.
Cinco minutos después estaba saliendo de la clínica tratando de contener la creciente molestia en su interior, y cuando se estacionó fuera de la cafetería elegante donde se juntaba con sus padres, suspiró para tratar de relajarse un poco. No quería espantar a las personas del lugar con su olor de alfa furioso, por lo que se forzó a pensar en algo que pudiera tranquilizarlo, como en el olor que liberaba el cuello de Jackson cuando lo abrazaba por las noches y le sonreía, contento de estar a su lado.
Notablemente más tranquilo, JaeBum se bajó y entró a la cafetería, buscando con los ojos a su padre. Como siempre, estaba en una mesa un tanto alejada, lejos de las miradas del resto pero con la posibilidad de que ellos pudieran observar lo que ocurría en el local sin ser demasiado obvios.
Se sentó a su lado, pero antes de dirigirle una palabra, pidió algo para almorzar.
Cuando el mozo se marchó recién se giró a su progenitor.
- ¿Tu omega no está haciendo un buen trabajo quitándote la tensión? - se burló su padre como si nada, bebiendo de su taza de café.
- Mi vida sexual con Jackson no es de su incumbencia - respondió JaeBum duramente - Ahora, ¿qué quieres hablar conmigo?
Im Hyun Sik entrecerró los ojos, negando con la cabeza, para luego hacer una mueca con sus labios.
- ¿Cuáles son las probabilidades de que rompas la marca que tienes sobre ese omega? - JaeBum enarcó una ceja.
- ¿Así que me están vigilando? No creí que caerían tan bajo - bufó JaeBum cruzándose de brazos mientras el mozo llegaba con la comida - Ninguna probabilidad. Jackson es mi omega y se quedará así por siempre.
Su padre suspiró, sin dejar de beber de la taza.
- ¿Por qué no puedes ver qué sólo queremos lo mejor para ti y la familia? - gruñó Hyun Sik - ¿Cuándo dejarás de ser un chico malcriado e insolente?
- Cuando mamá y tú dejen de ser un dolor en el culo - contestó JaeBum con expresión aburrida.
- Ten un poco más de respeto, JaeBum - dijo con advertencia su padre.
- El respeto se gana - replicó el alfa menor, y soltó un bufido, desviando la vista hacia la calle - De verdad, padre, ¿realmente creía que-?
Se interrumpió a sí mismo al ver a un alfa conocido sentado en una de las mesas en el exterior, poniéndose de pie y dándole un beso a la mejilla a Jackson.
A su Jackson.
El omega le sonreía a Yugyeom como si nada, sentándose a su lado, y comenzó a hablarle de quién sabe qué.
A JaeBum no le importaba ver a Jackson hablando con otros alfa. No, lo que realmente hizo hervir su sangre fue el hecho de pensar que Jackson no le había contado nada de eso, porque no le había hablado en ningún momento de salir a comer con Yugyeom.
- ¿Si realmente creía qué? - preguntó su padre frente a él, sin saber el motivo de su repentino silencio.
JaeBum soltó un gruñido bajo, sacando su móvil.
- Vete a la mierda - murmuró casuadno que su padre se indignara más, pero omitió eso por completo.
Le escribió un rápido mensaje a Jackson.
JaeBum
¿Almorzamos juntos hoy?
Observó de reojo a Jackson sacando el celular de su bolsillo en tanto Yugyeom le platicaba de algo para luego verlo fruncir levemente el ceño, tecleando con rapidez una respuesta que llegó a su móvil unos segundos después.
Jacksonie
Almuerzo con YoungJae, Minho se está portando mal ):
Apretó su móvil con fuerza ante la descarada mentira de Jackson.
¿Qué mierda estaba haciendo su omega con ese alfa? ¿Acaso no le había dejado claro semanas atrás que no lo quería cerca de él?
¿Y cómo mierda se habían comunicado?
¿Por qué demonios no le había dicho que se estaban viendo?
¿Acaso...?
Pensar en una infidelidad revolvió su estómago.
JaeBum vio a Jackson reír a través de la ventana y sintió que era suficiente, en especial cuando Yugyeom se inclinó, deslizando una mano por la pierna del omega.
Se puso de pie, los celos y la rabia bullendo en su interior como un volcán, ignorando lo que fuera que su padre estuviera hablando, y sin dudarlo un poco, salió del local.
La parejita le estaba dando la espalda, por lo que no lo vieron venir.
- Jackson.
Su voz fue un gruñido lleno de ira, disgusto y saña.
Jackson se tensó de forma irremediable ante el tono exigente de un persona que conocía.
Temblando, sintiendo a su omega gemir en su interior, se giró tratando de componer una sonrisa dulce.
Pero no pudo hacer nada al ver el rostro lleno de furia de JaeBum.
Cerró sus ojos al ver el puño ser levantado.
Sin embargo, el golpe no cayó sobre él, sino sobre la persona a su lado.
JaeBum se había lanzado sobre Yugyeom sin dudarlo un poco, su puño descargándose sobre el rostro del alfa. A pesar de ser más pequeño y delgado que Yugyeom, JaeBum lucía como una bestia en ese instante, sus labios componiendo una mueca de cólera y sus ojos siendo invadidos por su alfa inundado con saña.
Jackson se puso de pie, y sin dudarlo, agarró a JaeBum, por la cintura, tratando de alejarlo.
- ¡JaeBum! - chilló dejando que su omega lo dominara, usando esa voz que suplicaba que lo escuchara - ¡Por favor, JaeBum!
Por supuesto, el alfa se dejó envolver por la voz omega de Jackson, apaciguando su rabia lo suficiente como para soltar a Yugyeom.
- ¡No te atrevas a acercarte a mi omega otra vez! - gruñó JaeBum para luego voltearse, viendo los ojos llenos de lágrimas de Jackson.
Pero en lugar de conmoverlo como hubiera hecho antes, sólo sintió como el enojo crecía un poco más.
Agarró a Jackson de la muñeca sin cuidado alguno, tirando de él ante la atónita y asustada mirada de todo el mundo. Jackson iba avanzando a tropezones detrás de él, pidiéndole que lo soltara, que le dolía, que le iba a seguir, sin embargo, JaeBum no hizo caso, seguía tirando de él hasta llegar al auto, abrir la puerta del copiloto y empujar de él para sentarlo.
Cuando se sentó a su lado, Jackson gemía en voz baja debido al dolor, frotando su muñeca para calmar la irritación.
- Almorzando con YoungJae, ¿no es así? - gruñó sin perder su tono alfa, exigiendo respuestas.
Jackson bajó la vista, encogiéndose.
- Lo siento, alfa - susurró con miedo.
JaeBum soltó un nuevo gruñido, encendiendo el auto y conduciendo lo más rápido que pudo hacia su casa. Un viaje desde el centro hacia su hogar tardaría normalmente una media hora, pero ahora, debido a la velocidad que conducía, tardó cerca de diez minutos.
Se estacionó fuera, bajando con rapidez, y abrió la puerta de Jackson, agarrándolo otra vez de la muñeca, obligándolo a seguirlo.
Podía leer las feromonas de miedo que envolvían a Jackson, su súplica muda en su rostro, pero estaba demasiado cegado por la rabia y el odio como para ve sus acciones desde fuera.
Tiró de Jackson sobre el sofá, apoyando sus manos en el respaldo, e inclinó su rostro para no dejarle escapatoria alguna.
- ¿Desde cuando estás saliendo con él? - preguntó sin dejar su tono alfa, manipulandolo con facilidad gracias a la rabia que soltaba.
Jackson se estremeció, sintiendo sus ojos llenos de lágrimas.
- No estoy saliendo con él, alfa - sollozó queriendo bajar la vista, pero los ojos de Jaebum le decía que si lo hacía, todo iba a empeorar.
- ¿Por qué me mentiste entonces, omega? - gruñó JaeBum acercándose un poco más.
- No quería ponerte celoso - volvió a lloriquear Jackson -, y Yugyeom es sólo un amigo, nada más, él no...
- Si es sólo tu amigo - dijo en voz baja JaeBum -, ¿por qué no me dijiste nada? - agarró la barbilla de Jackson, levantando su vista, y se inclinó - ¿Quieres acostarte con él, omega? ¿Abrirte de piernas y dejar que llene tu sucio y abierto agujero? ¿Acaso la polla de tu alfa no es suficiente para ti? - apretó un poco su agarre, haciéndolo gemir - Respóndeme, zorra.
- No, alfa - sollozó Jackson, humillado - No quiero eso con él, yo te quiero sólo a ti, a nadie más. Lo siento, JaeBum, lo siento mucho, no quería mentirte, es sólo que...
- No soy JaeBum - gruñó el de cabello castaño -, soy Alfa.
Jackson sollozó.
- ¿Cómo lo contactaste? - volvió a preguntar JaeBum, sus dedos deslizándose sobre el lloroso rostro de Jackson, sintiendo como la calma de a poco parecía volver a él.
- Las clases nocturnas - hipó Jackson -, Yugyeom es profesor, ahí nos encontramos otra vez.
JaeBum se alejó, sintiendo como la ira volvía a inundarlo, pero estaba en ese instante lo suficientemente lúcido como para saber que debía alejarse de Jackson o seguiría buscando formas de humillarlo y herirlo por haberle mentido y dañado.
- No vas a volver allí - dictó con voz dura -, ahora sólo te dedicarás a tu bebé y a mí.
Jackson asintió en silencio, sin dejar de llorar.
JaeBum se giró.
- ¿A dónde... vas, Alfa? - preguntó el omega con tono débil.
- No me esperes - fue lo único que escupió JaeBum antes de salir de casa, dejando el aire cargado de hormonas llenas de rabia y odio en el aire, causando que Jackson rompiera a llorar ahora sin control alguno.
Lamentándose por completo por haber ignorado la clara y cierta advertencia que YoungJae le había dado.
/
JaeBum sabía que debía llevar muchas copas como para estar en ese deplorable estado, pero si era sincero, no quería dejar de beber.
Se sentía herido, abandonado como un perro callejero, pero por sobre todo, traicionado e idiota por haber confiado en Jackson y darle tantas libertades. Todo el mundo decía que había que tener bien sujetados a los omegas para que aprendieran cuál era su lugar, y JaeBum nunca creyó esas cosas por completo, pero ahora, como estaba la situación...
No podía evitar sentirse aterrado de perder a Jackson por concederle tantas cosas.
Se sintió más miserable aún al recordar la mirada asustada del omega sobre él, como se encogía y sollozaba cuando le obligaba hablar, y quiso salir de allí para ir a buscarlo, tomarlo en sus brazos, murmurándole que no lo dejara, que lo quería demasiado.
Pero se limitó a pedir otra copa de vino.
- ¿Aburrido, JaeBum?
Levantó la vista, enfocando su mirada en la omega frente a él, e hizo una mueca de disgusto.
- Vete a la mierda, Kyulkyung - balbuceo en un gruñido.
La chica hizo un puchero leve, y de pronto sintió como si Jackson estuviera frente a él.
Sin embargo, al volver a parpadear, Kyulkyung le hacía el gesto, no Jackson.
- ¿Qué pasó? ¿Mi hermanito no se ha portado bien? - Kyulkyung ladeó la cabeza, inclinándose - Jacksonie siempre ha sido un omega malcriado.
- No hables de él como si lo conocieras - gruñó bebiendo de golpe el vaso de vino.
- Pero lo conozco - ronroneó Kyulkyung de forma malintencionada -, siempre poniendo una expresión inocente y llorosa para que los alfas cayeras a sus pies y lo mimaran - sonrió con burla - ¿Sabes cómo sobrevivimos tantos años sin ayuda de nuestro padre, JaeBum? Jackson iba donde los vecinos alfas y se dejaba tocar para conseguir comida.
El vaso de vino se quebró debido a su agarre, salpicando su rostro, pero poco le importó. El dolor de la herida que se hizo apenas lo sintió también, sintiendo a su alfa gruñir con disgusto al imaginarse toda esa escena.
- Buscará a un alfa que lo haga sentir seguro - prosiguió Kyulkyung como si nada, tomando su mano herida, llena de vino y sangre -, por lo que no dudará en hacerse marcar por otro alfa cuando ya no le sirvas.
Sentía sus pensamientos nublados, su vista borrosa, pero aun así pudo ver con claridad a Kyulkyung llevándose sus dedos a su boca, lamiendo la sangre y el vino mezclados.
- ¿Por qué no vamos a mi casa? Necesito curarte esto - dijo Kyulkyung tomando una servilleta - Además, a Jacksonie no le haría gracia verte llegar así.
JaeBum se puso de pie, mareado, sintiendo su estómago apretado, y dejó que la omega pasará su brazo por su cintura, sosteniéndolo para no caerse.
- No dejaré a tu hermano - farfulló apenas, saliendo del bar con Kyulkyung a su lado - Es mi omega, y lo amo.
- Claro que sí - concedió Kyulkyung como si nada, deteniéndose y pasando sus dedos por el cabello de Jaebum para luego ponerse de puntilla, sus labios comenzando a acariciar su cuello -, así que tranquilo, JaeBum, sigue amando a Jacksonie todo lo que quieras, no me importa.
JaeBum trató de empujarla, pero se sentía cansado, derrotado, y sobre todo, abrumado por todas las sensaciones negativas que llenaron su interior, por lo que no alejó a Kyulkyung lo suficiente de su cuerpo, y la omega siguió pegada a él, sin dejar de tocarlo.
Sin dejar de tocarlo por el resto de la noche.
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