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IV

JaeBum miró el mensaje que Jackson le había enviado en la mañana, sonriendo de lado al ver la imagen adjunta de un rechoncho Minho lleno de tierra después de ayudar a su mami en el jardín, para luego tratar de volver a concentrarse en la operación que haría en media hora. Sin embargo, el hecho de que Jackson le dejara de vez en cuando mensajes tímidos le hacía ver que el omega estaba poniendo de su parte para que las cosas funcionaran, y eso le aliviaba un montón.

Luego de lo que había hecho su mamá temía que Jackson lo rechazará sin pensarlo un poco.

Pero el omega seguía a su lado, nervioso, asustadizo, aunque seguía allí.

Se estaba encariñando demasiado rápido, sin embargo, no le importaba mucho.

Tocaron a la puerta de la habitación y soltó un gruñido en señal de que la persona entrara.

Mark se asomó con una ceja enarcada. Su amigo era pediatra y solían juntarse para fumar o comer algo de vez en cuando.

- Noto el amor en el aire - dijo Mark con sarcasmo.

JaeBum frunció el ceño, mirándolo con ojos entrecerrados.

- ¿Qué quieres, desnutrido? - le dijo bruscamente.

Mark arrugó los labios, observándolo mientras resoplaba.

- Hace mucho no tenemos una noche de hombres... - comenzó a decir vacilante.

- Mierda - JaeBum lo miró con burla -, ¿te peleaste con YoungJae?

Su amigo negó con la cabeza, sin embargo, sus ojos tristes demostraban que estaba mintiendo con claridad, y JaeBum se inclinó un poco. Cada vez que Mark y YoungJae tenían una pelea, el mayor solía ir a buscarlo para pedirle que fuera a tomar algo, tratando de despejarse.

- ¿Qué fue lo que hiciste? - le preguntó calmado.

- ¿Por qué todo el mundo cree que fui yo el que hice algo - se quejó Mark sentándose en la silla frente al escritorio - ¡YoungJae igual puede cagarla!

- Eh...

- Le dije que había engordado -soltó Mark atormentado - Ni siquiera lo pensé, lo dije porque mientras lo abrazaba-

- Oye, no quiero saber eso - protestó JaeBum.

-... le apreté su rollito y se lo dije - Mark continuó como si nada - Me echó de la cama y hoy en la mañana no me dijo nada - siguió lamentándose como un niño pequeño - Por favor, JaeBum, tengamos una noche de machos.

- Estoy seguro que eres cualquier cosa menos un macho en este momento, Mark - se burló JaeBum recostándose en la silla.

Mark lo miró de forma incrédula.

- No puedes decirme cuando estás como un perrito enamorado detrás de Jack - replicó Mark.

- ¡No estoy como un perrito ena-!

- "Oh, ¿por qué Jacky no me acepta? ¿Por qué Jacky le presta más atención a su bebé? Odio a Minho, lo odio tanto, quiero ser un bebé para que así Jacky me mime" - imitó Mark con una voz patética.

JaeBum lo fulminó con la mirada, convenciéndose a sí mismo de que no había forma alguna de que él actuara de esa forma alrededor del omega. Mark estaba exagerando, que dijera esas cosas era imposible.

- Saldré a tomar contigo sólo porque hace mucho no lo hago - contesto de mal humor.

Mark sonrió ampliamente, poniéndose de pie.

- Pasaré por ti a las seis - dijo antes de salir.

JaeBum respondió con un gruñido, conteniendo las ganas de lanzarle su lápiz a su amigo, y se limitó a sacar el móvil viendo una nueva notificación que llegó minutos atrás. Jackson le envió una foto de él poniendo una expresión de asco mientras señalaba la tierra llena de lombrices, y su rostro le sacó una sonrisa pequeña en tanto le contestaba.

Bueno, quizás Mark tenía razón y si estaba actuando como un perrito enamorado alrededor de Jackson, pero no lo iba a admitir nunca en la vida.

*****











Había recibido minutos atrás un mensaje de JaeBum diciéndole que no iba a alcanzar a llegar y que se diera a su casa sin dudarlo, que se verían al día siguiente, y luego de terminar de arreglar el patio tomó en brazos de MinMin, saliendo del hogar del alfa para dirigirse a su casa.

Minho estaba lleno de tierra porque quiso ayudarlo en el jardín, así que lo primero que hizo al llegar fue darle un baño que resultó siendo un desastre porque a su bebé no le gustaba bañarse y aprovechando cualquier distracción de Jackson salía de la bañera sin importarle si estaba desnudo para escapar corriendo entre risas y gritos.

Así que Jackson terminó con la ropa mojada, con un dolor en el estómago debido a las risas y agotado por el largo día. Minho parecía igual de agotado que él, porque cuando lo recostó en su cuna, no protestó un poco pidiéndole dormir con él y se quedó dormido en unos minutos.

Jackson soltó un bostezo, entrando a su cuarto dormido apenas su cabeza tocó la almohada.

Sin embargo, su sueño placentero se vio interrumpido por unos fuertes golpes en la puerta seguidos de timbrazos y gritos.

Maldiciendo por lo bajo -y rogando que Minho siguiera durmiendo- observó la hora para luego ponerse las pantuflas con una bata. Eran las tres de la mañana, ¿quién podía venir a esa hora?

Espera.

¿Era la voz de JaeBum?

- Jacksooooonieeeeeee, ábreme, bebé, por favoooooor - gemía JaeBum golpeando la puerta.

Bajó las escaleras, atónito.

- ¡Te quieeeeeeero, mi amooooooooor, mi lindo cachoooooorrooo! - insistía JaeBum de forma risueña.

Tomo aire, frunciendo los labios, y abrió la puerta.

Alcanzó a agarrar a JaeBum antes de que cayera al suelo.

Pudo sentir olor a cigarro y alcohol en su chaqueta.

Iba a decirle algo, pero entonces JaeBum levantó la vista.

- ¿Por qué me miras con tu triángulo malvado? - gimoteó como un niño pequeño - Quiero besarte, Jacksooooonieeeee - y extendió los labios en una trompita.

Jackson quería seguir luciendo enfadado por haber visto su sueño interrumpido, pero la actitud de JaeBum le estaba enterneciendo contra su voluntad.

Así que negó con la cabeza, sonriendo de lado.

- Voy a llevarte a tu casa, JaeBum - le dijo dando unos pasos.

- Noooooooooooooooooo - JaeBum se aferró con más fuerza a él - No te he visto en todo el día, bebito.

- Me estás viendo ahora - regañó Jackson.

- Pero nunca es suficiente - protestó JaeBum con pena - Podría verte todo el día y nunca sería suficiente, Jacksonie.

El omega sintió sus mejillas ruborizadas, y mordió su labio inferior de forma indecisa. Observó el sofá en el comedor para luego notar el rostro un poco rojo de JaeBum. Bueno, podía dejarlo durmiendo en el sofá, estaba seguro que en el estado de JaeBum daba lo mismo.

- ¿Dónde estabas, JaeBum? - le preguntó acariciándole el cabello.

JaeBum le sonrió, feliz por su atención, y Jackson sintió su corazón latir con más fuerza a ver la bonita sonrisa del alfa.

- Mark me invitó a beber porque estaba peleado con YoungJae - se quejó JaeBum -, es horrible escuchar sus quejas, pero dijo que debía hacerlo porque él siempre me escucha cuando me quejo de ti.

La sonrisa de Jackson se tambaleó y sus inseguridades volvieron.

- ¿Tienes alguna queja? - murmuró con la voz temblando.

- Sí - JaeBum sonrió de forma perezosa - Me quejo siempre de lo lindo, adorable y tierno que eres, Jacksonie. Eres como... ah... como mi cama.

- ¿Eh? - Jackson frunció las cejas.

- Sí, porque cuando te veo... - JaeBum se arrebujó a su lado -, me siento feliz.

Jackson estaba seguro que iba a morir pronto por las dulces palabras que JaeBum le decía debido a su borrachera. Era demasiado para él, nunca nadie antes le había dicho cosas tan dulces en tan poco tiempo.

- Entonces fuimos a beber con Mark y me contaba toda su vida sexual con YoungJae - siguió JaeBum - ¿Sabes lo que hacen en la cama? - el rostro del alfa se iluminó - Mi amor, ¿eres elástico?

Oh, santa virgen.

¿Realmente le estaba preguntando eso?

- ¿Dónde está Mark? - preguntó para desviar su atención.

- Fue a seducir a YoungJae - JaeBum lo abrazó por la cintura -, aunque estoy seguro de que YoungJae le dará un golpe - el alfa hizo un pequeño puchero - Quiero dormir contigo, Jacksonie, abrazadito a ti y decirte lo lindo que eres. Mi omega - soltó un suspiro - Mi bonito omega.

- JaeBum, vas a dormir en el sofá - regañó Jackson.

- ¡Noooooooooo! - lloriqueo JaeBum como un niño pequeño - No quiero, no quieeeeero - JaeBum sacudió a Jackson - ¿Por qué a tu bebé gordo lo dejas dormir contigo?

- ¿Le acabas de decir gordo a mi bebé? - preguntó Jackson incrédulo.

- Quise decir rechoncho.

- ¿Se supone que eso es mejor?

- Si no duermo contigo, voy a morirme.

- No vas a morirte.

- ¿Si te canto una canción, me dejarás dormir contigo?

Jackson iba a negarse, pero ver la mirada insistente de JaeBum le hizo ver que no podría librarse de ella.

- Sólo si tu canción me conmueve - respondió soltándolo, cruzándose de brazos.

JaeBum asintió con entusiasmo, comenzando a aclararse la voz.

Entonces, empezó a cantar:

- Perra, perra, eres un perra, tengo novio pero igual te caliento la sopa porque soy una perra. ¡Perra, perra, perra!

Jackson lo miró de forma inexpresiva cuando terminó de cantar.

JaeBum lo miró con una amplia sonrisa.

Unos segundos después, Jackson comenzó a reírse sin control alguno, sosteniéndose su estómago para no caerse en tanto JaeBum se reía también, encantado al ver al omega riéndose con tanta libertad, bajando su guardia totalmente.

A JaeBum le encantaba la risa de Jackson, era un sonido demasiado encantador y dulce.

Lo atrajo otra vez.

- ¿Podré dormir contigo, Jacksonie?

Jackson asintió, sonriendo, permitiendo que los brazos de JaeBum lo sostuvieran esa noche.

*****











JaeBum se sentía en el paraíso a pesar de dolor en su cabeza que parecía romperlo en dos.

Pero qué le importaba, porque cuando abrió los ojos y vio a Jackson acurrucado a su lado, durmiendo con tranquilidad, todo lo demás desaparecía. Todo lo demás podía irse al diablo si despertaba cada día del resto de su vida con su omega abrazándolo, durmiendo entre sus brazos como si fuera el lugar más seguro del mundo.

Su omega.

Apretó sus ojos brevemente, haciendo una mueca ante el nuevo dolor de cabeza, pero no se movió, sólo atrajo más a Jacky en sus brazos. Podía recordar toda la conversación que mantuvo con Mark durante las noches, sus quejas, el verlo cantar karaoke, cuando salieron del bar a tropezones, caminando por la calle mientras gritaban, cantaban y se reían de estupideces. Su amigo había caminado a su casa con la intención de seducir a YoungJae para arreglarlo todo, pero JaeBum estaba seguro de que fracasó porque una de las cosas que más amaba YoungJae era dormir.

Y luego él había caminado hacia la casa de Jackson con la desesperada necesidad de verlo, de sentirlo, de acariciarlo, y cuando lo vio a los pies de la puerta, con su pijama junto con el rostro amodorrado por el suelo, supo que quería a Jackson como no había querido a ningún omega en su vida.

Supo que Jackson era suyo, y él era de Jackson, y nadie en el mundo iba a cambiar eso.

Se había comportado como un idiota, lo sabía muy bien, por lo que se estaría atormentado hasta la muerte por ser como un niño pequeño cuando se emborrachaba, pero no le importaba en ese instante porque había hecho reír a Jackson e incluso logró meterse a su estrecha cama.

Cuando comenzaran a vivir juntos, JaeBum le regalaría una cama enorme donde ambos pudieran dormir cómodamente y, por qué no, hacer otras cosas.

Haría todo lo posible para que Jackson tuviera siempre esa sonrisa preciosa que pocas veces esbozaba, aquella sonrisa que parecía iluminar su día.

Entre sus brazos, Jackson se removió, abriendo sus ojos con lentitud.

Santa madre de Jesús, ¿acaso Jacksonie se podía ver más lindo?

- ¿JaeBum? - le murmuró levantando la vista - ¿Qué haces en mi cama?

Enarcó una ceja, viendo el momento exacto en el que el chico parecía recordar lo que ocurrió horas atrás. Sin embargo, contra todo pronóstico, no comenzó a gritar escandalizado como se lo esperaba, sólo ladeó la cabeza.

Antes de que pudiera decirle algo, JaeBum hizo un movimiento rápido, dejándolo bajo su cuerpo, impidiendo que se moviera.

- ¿Puedo besarte? - le preguntó en voz baja.

Jackson lo observó con ojos enormes, su boca entreabierta, y se inclinó para darle un beso.

Al menos, eso pretendía.

- ¡Maaaaaaaaaaaaami!

Jackson lo echó a un lado cuando la puerta se abrió de un portazo y un rechoncho bebé entró tambaleándose, sonriendo enormemente.

- ¿Papi?

Minho se detuvo, mirando desde Jackson hacia JaeBum sin comprender un poco para luego inflar sus mejillas.

- ¡Mami! ¡Mami! - chilló Minho subiendo a la cama con esfuerzo, comenzando a gatear hacia ellos - ¡Mía, mía, mía! ¡Papi feo!

- ¡MinMin! - exclamó Jackson cuando el bebé lo abrazó por el cuello, abrazándolo como si fuera un mono - ¡Esa no es forma de saludar a JaeBum!

Pero Minho sólo le sacó la lengua a JaeBum, que fruncía el ceño debido al dolor de cabeza por los gritos del niño.

- ¿Crees que los cerditos vuelen, Jacksonie? - preguntó JaeBum de pronto.

- ¿Eh? - Jackson lo miró atónito, pero antes de poder preguntar a qué se refería con ello, JaeBum se puso de pie y tomó a Minho por la tela del pijama en la espalda, levantándolo en el aire.

El niño chilló por la sorpresa en tanto Jackson se sobresaltaba por completo. JaeBum arrugó los labios, sin soltar a Minho, para caminar hacia la ventana.

- ¡IM JAEBUM! - gritó Jackson horrorizado cuando JaeBum sacó a Minho por la ventana.

- ¡AAAAAAH! ¡MAAAAAAAMI!

- Escúchame, mocoso - dijo JaeBum sin soltarlo un poco -, tu mami es mía-

- ¡NUNCA! - gritó Minho.

- ¡JAEBUM, ¿QUÉ DEMONIOS TE PASA?! ¡DAME A MINHO! - gritó Jackson poniéndose de pie.

- No hasta que éste mocoso aprenda - gruñó JaeBum fulminando con la mirada a Minho - ¡Tu madre es mía!

- ¡NO! ¡NO, NO Y NO! - exclamó Minho pataleando y moviendo sus brazos en el aire.

- ¡Te haré volar! - amenazó JaeBum.

- ¡JAEBUM!

Minho, sin estar un poco asustado, le sacó la lengua groseramente.

Hubo un momento de silencio, donde nadie respiró.

JaeBum entró otra vez a Minho y el niño lo abrazó por el cuello mientras JaeBum suspiraba, recostándose en la pared, sentándose en el suelo.

- ¡Mami, iba a volar! - chilló con entusiasmo Minho.

JaeBum levantó la vista sólo para recibir una bofetada de Jackson, que le quitó a Minho de los brazos sin decir nada.

- ¡Eres un idiota! - sollozó Jackson ante la sorprendida mirada del alfa - ¡Creí que... yo pensé que...! - Jackson no pudo seguir hablando por el llanto, pero no era necesario que lo hiciera para saber lo que quería decir.

JaeBum acarició su mejilla adolorida en tanto Jackson se sentaba en la cama, apretando a Minho en sus brazos que los contemplaba con expresión asustada.

- ¿Tan poco confías en mí como para creer que pensaba matar a MinMin? - le preguntó JaeBum fríamente.

El llanto de Jackson se detuvo.

Se miraron en silencio, los ojos de JaeBum eran hostiles mientras los de Jackson se hallaban colorados por el llanto.

- Estaba jugando - espetó JaeBum duramente -, pero si cada vez que me acerque a MinMin vas a reaccionar así, entonces no sé por qué estoy aquí - JaeBum se giró hacia la puerta - Hemos terminado.

- ¿Papi? - gimoteo Minho.

Pero JaeBum no se giró cuando salió de la habitación, furioso, tratando de contener toda la molestia y el dolor que lo ahogaba en ese momento debido a lo que significó para él que Jackson todavía no le tuviera la confianza suficiente como para estar a solas con Minho. Que todavía dudara de sus intenciones a pesar de que ya le había demostrado varias veces que no pensaba hacerle algo malo a su bebé.

Si Jackson no confiaba en él, entonces ellos dos no tenían futuro alguno.

- ¡JaeBum!

Se giró mientras bajaba las escaleras, viendo a un deplorable Jackson lanzarse a sus brazos sin dudarlo un poco. El alfa tuvo que agarrarse al pasamano para no caerse provocando así un accidente en tanto Jackson enterraba el rostro en su cuello, temblando.

- Lo siento - murmuró Jackson a su oído -, lo siento, yo no... Sí confío en ti, lo prometo, es sólo que... cedí al pánico y... y Minho es todo lo que me queda...

- No - Jackson lo abrazó - Me tienes a mí también.

Jackson asintió sin mirarlo, aspirando el aroma que el alfa exhalaba, tranquilizandose con su toque dulce y amable.

- Jacksonie... - susurró JaeBum -, sigo molesto.

El omega parecía querer hacerse pequeño en sus brazos.

- Te lo recompensaré - le respondió -, ¿cómo puedo hacerlo?

JaeBum le levantó el rostro, mirándolo a los ojos.

- Vamos a tener una cita mañana en la tarde - le dio un beso en la frente -, y comenzarás a utilizar el anillo de compromiso que pienso comprarte, mi amor.

Mi amor. Sonaba perfecto.

Asintió, dándole un beso a JaeBum en la mejilla volviendo a aferrarse a él sin soltarlo un poco.

Jackson temía que JaeBum desapareciera un día y tuviera que volver a la triste oscuridad a la que ya estaba acostumbrado.

*****











JaeBum sabía que estaba en problemas cuando abrió la puerta y vio a su padre bajo el umbral de ésta con una expresión helada.

Al parecer no bastaba con la terrible resaca que tenía en ese momento, sino también tendría que lidiar con sus inacabables problemas familiares.

- Si es por lo de KyulKyung y mama, ya puedes irte - le gruñó haciéndose a un lado para darle la pasada.

Por supuesto que tendría que darle la pasada, después de todo, su padre era también un alfa, lo que significaba que JaeBum era un alfa puro al ser hijo de dos alfas, algo poco común en ese mundo. Le otorgaba un puesto de más categoría, se le consideraba superior por ese simple hecho, y ponía más responsabilidades sobre su espalda.

Además, sus padres solían ser más duros con él por eso, esperando siempre lo mejor de JaeBum. Olvidaban, a veces, que su hijo era un alfa y por lo tanto no podían obligarlo a algo que no quería.

- Tu madre está histérica porque comentó que su hijo quiere... casarse con un omega que luce más como un prostituto que como una persona decente - dijo su padre a modo de saludo.

JaeBum apretó sus manos mientras fruncía los labios, disgustado totalmente.

- ¿Quieres que me haga cargo de ella? - gruñó - Vienes a perder el tiempo, no pienso casarme con Kyulkyung ni hacer lo que mamá diga.

Su papá miró el comedor en silencio, examinándolo con cuidado.

- Kyulkyung es una chica linda - dijo con tranquilidad.

- Kyulkyung lo único que quiere es una buena posición - replicó JaeBum apoyándose en la pared.

- Es una chica linda, Im JaeBum - la voz de su papá se endureció -, y es una omega. ¿Qué más quieres? Es inteligente, agradable y tiene buen cuerpo. Follar con ella no te costará nada, y si lo deseas... - hizo una pequeña pausa para luego sonreír burlonamente -, puedes llevarte a ese omega que quieres y tenerlo como un amante. Estoy seguro de que a los dos no les molestara follar contigo al mismo tiempo.

JaeBum sintió su piel ponerse de gallina mientras insana y horrible rabia lo llenaba ante lo que su padre había dicho con tanta calma.

- Retira lo dicho ahora mismo - ordenó sin un ápice de amabilidad.

Su padre frunció las cejas.

- No dije nada malo - contestó el hombre bufando.

- Jackson será mi único omega y lo respetaré como tal - dio un paso, sonriendo burlonamente - Que tú y mamá tengan miles de amantes no significa que yo seré como ustedes, ¿lo tienen claro?

El alfa frente a él se quedó un momento en silencio, sus fríos ojos examinando el rostro de su hijo de forma analítica.

- No voy a permitir que te cases con un omega hombre, Im JaeBum, y menos con un omega que ya tiene un hijo - advirtió su padre.

JaeBum mantenía esa sonrisa burlona, pero el resto de su rostro seguía siendo helado y despectivo.

- Ese bebé es mi hijo también, ¿o acaso mamá no te dijo? - dio otro paso.

- Somos tu familia, JaeBum - espetó su padre.

- No - el menor humedeció sus labios - Mi familia desde ahora es Jackson y Minho, nadie más, así que, o me dejan en paz, o nunca más me verán en sus vidas.

Su padre lo miró con desprecio sin agregar algo más para luego salir de la casa despotricando en voz baja. Apenas se quedó solo, la sonrisa desapareció de los labios de JaeBum, convertidos ahora en una fina línea apretada en señal de molestia.

Si bien no era la primera vez que desafiaba a sus padres, si era la primera vez que los había visto a ambos de acuerdo con el hecho de que tuviera a una pareja que ellos no aprobaban. Lo que significaba una cosa peligrosa: los dos se pondrían de acuerdo para impedir que estuvieran juntos.

Tendrían que apurar sus planes, a conciencia de que las cosas con Jackson todavía no eran serias, y cualquier paso en falso podría arruinarlo todo.

Y podía ocurrir que si Jackson se enteraba de que el estar comprometido con JaeBum haría que la integridad de su hijo corriera peligro, acabara con todo lo antes posible.

JaeBum no quería pensar en esa alta probabilidad, porque quería desesperadamente a Jackson como su omega, como su esposo, como su pareja por toda la vida.

Se dejó caer en el sillón, frotando su frente con irritación y se dedicó a mirar la pared en blanco, pensando en alguna solución a todo lo que estaba pasando.

*****











- ¿Hoooooola? ¿YoungJae?

- Ah... Ho-hola... 

- ¿Estás bien, YoungJae? - Jackson arrugó las labios, sosteniendo el móvil contra su oreja - Suenas agitado.

Hubo un pequeño momento de silencio entre ellos dos y luego se escuchó un gemido de dolor al otro lado de la línea.

- Sí... Estoy bi-bien... - YoungJae tomó aire - ¿Qué... pasa...?

Jackson miró a Minho, que estaba jugando con las piezas de un juego, concentrado en ello.

- Te quería pedir un pequeño favor, si podías cuidar a Minho por el resto de la tarde - preguntó con súplica.

- Ah... - YoungJae soltó una risa nerviosa . No... no creo poder, Jacky...

Soltando un suspiro, Jackson revolvió su cabello.

- ¿Seguro? - insistió con suavidad.

YoungJae tosió.

- Verás, Mark y yo...

- Vale, no quiero saber, adiós, pasen una linda noche - y antes de que YoungJae pudiera decirle algo más, Jackson cortó la llamada suspirando, pensando en lo que podía hacer.

Dentro de unos minutos JaeBum vendría para ir a buscarlo y tener su cita, ¿y con quién iba a dejar a Minho? YoungJae era la única persona en la que confiaba lo suficiente para hacerlo, la única persona que no lo juzgaría, y estaba ocupado con su esposo. Podría contratar una niñera, sin embargo, conocía muy bien a Minho para saber que su pequeño bebé podía lucir tierno y amoroso pero era un pequeño demonio cuando no estaba cómodo.

¿Y si lo llevaba a la cita? No quería pensar en eso, no quería que JaeBum cambiará sus planes o las exigencias de Minho estuviera de por medio. No quería que JaeBum se sintiera presionado a aceptar más a su hijo.

Tocaron al timbre de la casa y soltó un quejido en voz baja. 

Abrió la puerta, encontrándose con un ramo de flores y a JaeBum relajado frente a él.

Parpadeó, sonrojándose.

- JaeBum, podías entrar por la puerta...

- Vamos, Jacksonie, no me arruines nuestra primera cita - se quejó JaeBum entregándole el ramo - ¿Estás listo o deberé esperar para que te arregles como hacen las chicas?

Jackson soltó una risa baja, haciéndole pasar mientras negaba con la cabeza.

- No, es sólo que... - bufó -, llamaré a una niñera para que cuide a Minho, ¿podrías esperarla?

- Claro - JaeBum se encogió de hombros, entrando al comedor - , pero, ¿no quieres llevarlo con nosotros?

Jackson volvió a parpadear, observando a JaeBum tomando en brazos a Minho como si nada, haciéndolo reír.

- Qué dices - rascó su nuca -, no quiero que Minho te moleste.

- Por favor, Minho no me molesta - JaeBum lo observó, sonriendo de lado - Jacksonie, somos una familia, ¿no es así?

Familia. Que bien sonaba la palabra en su mente, en los labios de JaeBum. Significaba algo totalmente importante para él, algo que le calentaba el corazón de formas inimaginables y le hacían pensar que quizás las cosas podían mejorar a pesar de todo.

- Si no te incomoda, está bien - le respondió Jackson sonriendo tímidamente.

- No digas eso - JaeBum se acercó, cargando a Minho - No pienses en mí, Jackson, piensa en ti. ¿Quieres que Minho nos acompañe?

Jackson lo miró a los ojos, mordiendo su labio inferior, para luego sonreír ampliamente, tomando la mano de JaeBum.

- Eso me encantaría, JaeBum - dijo al fin, dándole un apretón suave.

- Vamos, entonces.

*****











Jackson se había esperado la típica cena en un restaurante caro, por lo que no pudo esconder su expresión de sorpresa y entusiasmo cuando JaeBum se estacionó fuera del parque de diversiones.

Minho se quedó mirando los juegos con expresión embobada en tanto Jackson comenzaba a caminar al lado de JaeBum.

- ¡Ese! - chilló apuntando a una montaña rusa.

JaeBum, mientras pagaba, miró a Minho enarcando una ceja.

- Te caerás de allí y quedarás hecho masita en el suelo - le dijo como si nada, tratando de asustarlo.

Pero Minho extendió sus bracitos en el aire.

- ¡Masita de cedito! - dijo antes de reírse.

Jackson comenzó a reírse, llenando de besos las mejillas de Minho, y JaeBum le tomó la mano sin dejar de sonreír, sintiéndose satisfecho por haber pensado en que ir a ese lugar sería buena idea.

- ¡Ese mejol! - Minho apuntó a un barco pirata, moviendo sus piernas.

- ¿A cuál quieres subirte, Jacksonie? - le preguntó JaeBum ignorando a Minho deliberadamente, que berreó en señal de protesta.

- ¿Oh? - Jackson puso una expresión de horror - Oh no, ni loco pienso subirme a una montaña rusa.

- ¿Qué? ¿Les tienes miedo acaso? - la voz de JaeBum sono incredula.

- ¡Podría salirse un tornillo como en esa película y moriríamos!

- Es una película, Jacksonie.

- ¡MORIRÍAMOS!

- Vale, vale, lo entendí - JaeBum rodó los ojos - ¿Y al barco pirata?

- ¿Y si se suelta el barco y salimos volando?

- Jackson...

- ¡Volveríamos a morir!

- ¡Esta bien! - JaeBum apuntó al carrusel, rodando los ojos - ¿Y ese?

- Es muy aburrido...

- ...

- La estoy jodiendo, ¿cierto? - Jackson pareció retraerse con su propio comentario - Bueno, si quieres subirte a algo...

- No - JaeBum hizo una mueca de diversión - Es sólo que... me gusta verte así, tan relajado. Tan tú. Me gusta que seas así, Jacksonie.

Jackson sintió sus mejillas ruborizadas y quiso decir algo, pero los nervios se lo impedían en ese momento.

JaeBum lo ayudó a relajarse más, apuntando entonces al edificio donde estaba la pista de hielo, y le dijo que Minho podía jugar allí sin terminar hecho papilla. El omega asintió, tomando aire para relajarse, y siguió a JaeBum por entremedio de la multitud de personas.

Una vez en el interior del lugar, Jackson le puso un casco a Minho que estaba entusiasmado por entrar a la pista en tanto JaeBum iba a buscar algo que le ayudará a sostenerse y no caer al suelo, regresando con un perrito de juguete que se impulsaba si se rebota en su lomo.

Minho dijo que el perrito lucía como su mami, haciendo que Jackson se enfurruñara y JaeBum llevará al niño al borde de la pista hasta que el berrinche se le pasara a Jackson, que se acercó segundos después para sentar a Minho sobre el pequeño perrito con cuidado, mirándolo con expresión de temor a que algo le pasara.

El niño, en cambio, lo único que quería era que lo dejara para poder avanzar solo por la pista de hielo.

- No le pasara nada, Jacksonie - le dijo JaeBum apoyándose en la barrera que separaba la pista de hielo del resto.

- Mhn...

El omega suspiró, negando con la cabeza, y empujó a Minho suavemente por la pista, que chilló de la emoción mientras rebotaba en el asiento, haciendo que el perrito avanzara sin ninguna dificultad. Minho se rió sin control alguno, demasiado feliz de estar allí metido, y Jackson sonrió, ubicándose al lado de JaeBum.

- No era necesario que viniéramos aquí, JaeBum - le dijo de pronto Jackson sin dejar de mirar a Minho, que seguía patinando con el perrito en la pista, ajeno al resto - Sé que querías una cita sólo los dos, tuvimos que- 

- No te preocupes, Jacky - JaeBum le tomó la mano, dándole un apretón - Me gusta pasar tiempo contigo y MinMin. Podemos tener una cita los dos solos en otro momento, no importa.

Jackson mordió su labio inferior, observándolo ahora a la cara mientras JaeBum le devolvía la mirada con calma.

- ¿No te sientes celoso? - preguntó en voz baja.

- ¿De qué? - JaeBum enarcó una ceja - ¿De qué estés más pendiente de MinMin? ¿Debería estarlo? - el alfa se acercó unos centímetros - Eres su mamá, Jacksonie, es normal que le prestes más atención a tu bebé que a tu pretendiente.

- Novio - Jackson hizo un gesto nervioso - Si me voy a casar contigo, eres mi novio.

Los ojos de JaeBum brillaron.

- ¿Lo somos? - humedeció sus labios, llevando una mano a su bolsillo, sacando una cajita pequeña - Pensaba proponértelo esta noche, Jacky - la abrió, revelando un anillo de oro puro - Quiero que seas mi prometido. No pretendiente ni novio. Prometido - ladeó la cabeza - Quiero que fijemos una fecha a la boda, cuando quieras, me da lo mismo.

Jackson enrojeció por completo, sin saber qué decir ante las repentinas palabras de JaeBum, dichas sin vergüenza alguna. Miró del anillo al rostro del alfa, sintiendo sus piernas como gelatina, sin saber cómo sentirse con respecto a ello.

- Yo...

- Si crees que es muy apresurado, está bien - JaeBum hablaba con seriedad -, podemos hablarlo más adelante, no quiero que te sientas presio-

- Está bien.

JaeBum se quedó en silencio ante las palabras dichas por el omega con rapidez, que sentía sus mejillas rojas todavía, sin levantar su vista del suelo.

A Jackson le gustaba mucho JaeBum, le gustaba la forma en la que lo trataba, como si fuera un diamante aunque no llegara ni a los pies de uno. Le gustaba la forma en la que lo miraba, la forma en la que le hablaba, la forma en la que se comportaba alrededor de Minho. Todavía tenía sus pequeños resquemores, pero estaba aprendiendo a confiar de a poco en el alfa y a sentir que las cosas podían ir bien por primera vez en su vida.

Que JaeBum podía enseñarle a confiar en una persona sin problema alguno.

- ¿Estás seguro, Jacksonie? - la voz de JaeBum se suavizó y puso un dedo en su barbilla, levantándole el rostro.

- Im Jackson suena bien, ¿no crees? - se atrevió a decir el omega sonriendo débilmente.

JaeBum pareció pensarlo un momento para luego asentir con aprobación.

- Im Jackson suena perfecto - respondió deslizando una mano por la nuca de Jackson, empujándolo para darle un beso en los labios.

Jackson cerró sus ojos, sintiendo la respiración de JaeBum contra sus labios, y cuando abrió la boca se escuchó un grito:

- ¡MAMI!

Se alejó al ver a Minho echado en el suelo, acostado boca arriba, moviendo sus brazos y pies como una tortuga, el perrito tirado a su lado.

El niño gritaba porque no podía ponerse de pie y rompió a llorar, fastidiado.

JaeBum quería reírse al ver a Minho luchando por ponerse de pie, pero sabía que no era lo correcto cuando Jackson chilló con horror, entrando a la pista de hielo a pesar de que no llevaba patines.

¿Y para rematar la situación? Por supuesto, Jackson resbaló y golpeó el suelo estrepitosamente con su trasero.

JaeBum no lo aguantó más: comenzó a reírse sin control.

- ¡Im JaeBum! - chilló Jackson.

Pero JaeBum no podía dejar de reírse, mostrando una amplia sonrisa, arrugando sus ojos, sosteniéndose de la pared para tratar de calmarse un poco en tanto Jackson se arrastraba hacia Minho que había dejado de lloriquear para quedarse echado con una expresión enfurruñada.

Todavía se podían oír las risas del rubio cuando Jackson salió con esfuerzo de la pista, arrastrando a un malhumorado Minho entre sus brazos.

Por supuesto, la risa se le acabó cuando Minho le hizo un gesto grosero que decía claramente "me caí a propósito para quitarte la atención de mamá, estúpido"

Ese engendro...

Soltó un gruñido de celos, ayudando a Jackson a ponerse de pie, que tenía otra vez esa expresión enfurruñada en su rostro, ese gesto raro que hacía con sus labios que indicaba que estaba disgustado.

Trató de controlar la pequeña risa que quería salir de su boca, pero resultó imposible.

Jackson lo miró, fastidiado, para luego sonreír minusculamente.

- Me has mentido todo este tiempo - dijo de pronto, haciéndolo callar. JaeBum lo miró con una ceja enarcada - Tu tienes la sonrisa más hermosa del mundo, JaeBum.

No pudo evitarlo: ahora fue el turno del alfa de ruborizarse. Sus mejillas se sentían repentinamente calientes y desvió la vista, avergonzado por las palabras de Jackson dichas con cariño, con ternura.

Quería comérselo a besos de pronto, pero sabía que si se acercaba Minho comenzaría a protestar porque ese bebé era del diablo.

Se limitó a tomarle la mano y pasar un brazo por su cintura, dándole un pequeño beso en la mejilla.

- Vamos, aún nos quedan muchos juegos a los que ir.

Aunque, por supuesto, apenas se subieron a algunos primero porque Minho era demasiado pequeño y debido al miedo de Jackson por los juegos de alta velocidad. JaeBum lo aprendió de la peor forma luego de dejar al bebé con un guardia en tanto la pareja se subía a una montaña rusa y el alfa terminó sordo de un oído al escuchar los gritos del pobre de Jackson.

- Creo que salimos muy bien en esta fotografía - dijo el omega cuando iban de regreso a casa.

JaeBum se detuvo en un semáforo, observando la fotografía que Jackson mostraba, y sonrió de lado. Por supuesto que salían bien, con la rueda de la fortuna de fondo, Jackson riéndose mientras sostenía entre sus dedos un algodón de azúcar en tanto Minho aplaudía, sentado en los hombros de JaeBum, que miraba a Jackson con una minúscula sonrisa, agarrando su mano fuertemente. El omega llevaba unas orejas de cachorro en tanto JaeBum portaba unas de gato.

- La pondré en mi oficina - dijo JaeBum cariñosamente.

- La familia Im - comentó Jackson abrazando el oso de peluche que Jaebum le había conseguido en uno de los juegos.

- Im... Min... Min... - balbuceó Minho en el asiento trasero, medio dormido.

La pareja se miró sin dejar de sonreír, y minutos después JaeBum se estacionó fuera de la casa de Jackson.

- Gracias por la cita, JaeBum - murmuró Jackson con timidez.

El mayor le tomó la mano, dándole un pequeño beso.

- Te llevaré a más citas - dijo clamado.

Jackson abrazó al oso con más fuerza, mirándolo a los ojos.

- No es necesario, estoy acostumbrado... - hizo una pequeña pausa - a que todo vaya rápido, JaeBum.

El alfa no desvió la vista, observando la triste expresión de Jackson.

- ¿Cómo fue él? 

Y no era necesario que Jackson preguntara a quién se refería con él.

- Se llamaba Lee Jooheon - dijo el omega apoyándose en el respaldo de la silla con una mueca en los labios - Yo vivía en las calles desde los trece años, por lo tanto, cuando tenía mis celos, solía meterme en el bosque para... para que nadie me oliera - JaeBum le dio un suave apretón - Pero a los dieciséis no alcancé a llegar y... y Honey me encontró escondido en un callejón.

- Abusó de ti.

- Sí - Jackson mordió su labio inferior - Me marcó ahí mismo y dos semanas después nos casamos. Así que ya ves... nunca tuve una cita con mi alfa - el mayor comenzó a hacer círculos con su dedo pulgar en la palma de la mano de Jackson, haciéndole saber con eso que estaba allí - Honey trabajaba como asistente del director de una compañía de auto, así que ganaba mucho, lo suficiente como para... para mantenerme contento, como él solía decir. Era guapo, muy guapo, no tanto como tú, claro. Era de... de estos alfas conservadores, por lo que no me dejó trabajar y tampoco quiso que terminara mis estudios ya que no los iba a necesitar, según él.

Con las últimas palabras, JaeBum sentía que se crispaba levemente. La gran mayoría de los alfas eran conservadores en muchos sentidos, en especial en cuanto al lugar que le correspondía al omega dentro de la sociedad: creían que debían quedarse en casa todo el día, limpiando y teniendo la cena lista, cuidando a los niños y siempre sonriendo.

Pura mierda, pensaba JaeBum.

- Por lo que... me quedaba en casa la gran mayoría del tiempo y tuve que aprender a cocina. Las primeras veces todo me quedaba horrible - soltó una risa amarga -, y cuando eso sucedía, Honey se encargaba de hacerme saber con un buen golpe a no cometer el mismo error. Le tenía un miedo horrible, a pesar de que sabía que era mi alfa, pero no podía evitarlo. En especial, cuando la noche llegaba y él quería follarme, porque sólo buscaba su propio placer.

JaeBum lo atrajo, sintiendo ganas de vomitar, de matar a ese alfa que había osado hacer sufrir a Jacksonie.

- Pero de todas formas... fue un matrimonio normal. Siempre que yo asintiera en todo, las cosas iban a estar bien porque Honey así lo quería. ¿Te confieso algo? - Jackson lo miró - Me... me alegro de que hubiera muerto.

- Yo igual - concedió JaeBum - Era un hijo de puta...

- No - le interrumpió Jackson - Estoy alegre de que muriera porque... porque si siguiera vivo, yo no podría estar contigo, JaeBum. No habría podido ser tu omega - el menor ocultó su rostro en su pecho - Quiero ser tu omega.

Las palabras de Jackson hicieron que su estómago diera vueltas, su corazón se acelerara en unos segundos, y una increíble sensación de felicidad y calidez se extendiera por todo su cuerpo. Estrechó a Jackson en sus brazos, levantando su cabeza, chocando con sus ojos, y le acarició la mejilla.

Luego, se inclinó y le dio un pequeño y suave beso en sus labios.

Los labios de Jackson eran suaves, tiernos y dulces. Se acoplaban perfectamente a los suyos sin ningún problema, y deseo poder quedarse allí todo el tiempo del mundo.

Pero, por supuesto, necesitaban respirar, así que se alejó luego de unos segundos.

- Y yo quiero ser tu alfa, Jacky - le susurró antes de volver a darle otro beso.

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