Estaba perdido en medio del bosque.
Jodidamente perdido.
Mi agotamiento mental era tal que contuve mis ganas de gritas "estamos perdidas" y reírme de mi propia desgracia.
Esto era grave.
Miré las estrellas intentando orientarme pero obviamente no supe como, ya que no soy una jodida brújula y además no tengo sentido de la orientación.
No sé ni dónde mierda queda el norte.
Los ruidos del bosque me asustaban de sobre manera y solo podía pensar en los rumores sobre este bosque y las historias de terror que contaron en la fogata.
Caminé alumbrado el camino con la linterna de mi móvil y éste estaba a punto de apagarse.
Demonios.
¿Por qué termine metido en todo esto?
—Bien, ¿Qué necesitan, chicas? —Las tres se miraron muy preocupadas.
«Quiero ir con Kilian»
—Verás, Hunter... necesitamos un enorme favor.
Levanté una ceja y Grace se acercó más a mí. Tomó mi mano y se detuvo a centímetros de mi rostro... Creo que esta demasiado cerca.
—Por favor... hace un momento entramos al bosque y... —la interrumpí y di un paso hacia atrás:
—¿¡Pero que dem...!? —Me tapó la boca.
—Shh, shh. No grites... —Puso una cara de fastidio por unos segundos y luego volvió a su mirada lastimera— Solo queríamos ver si las leyendas eran ciertas, pero no, no pasó nada, entonces volvimos. Pero... me di cuenta poco después que no tenía mi billetera.
—Oh Dios, que locura, podría haberles pasado algo.
No es que me agraden, pero aún así sería terrible que algo les suceda.
—Uh, bueno, lo siento por ti.
—Pero no es solo eso, en mi billetera tenía todo: mi identificación, dinero para el autobús y el boleto de tren para volver a casa mañana, todo estaba allí.
—Pero... ¿Por qué me piden ayuda a mí? ¿Qué puedo hacer? Deberíamos decirle a Frank y Matt, ellos podrían ayudar.
-No, no, por eso mismo te llamamos a ti. Frank y el otro están muy enojados conmigo por lo que dije en la fogata.
Yo también estoy algo enojado por las cosas que le dijo a Matthew, fueron despectivas e hirientes.
No entiendo por qué no me rehusé a venir con ellas.
—Bueno, pero no es necesario ir al blsque de noche, pondríamos esperar a que salga el sol y allí...
—Ejem... es que... el tren parte a las... las 6, sí. Y por eso no podemos esperar a mañana, ya sería tarde —añadió Meryl, nerviosa.
Debe estar inquieta por haber entrado allí y saber que los muchachos las regañarán en cuanto lo sepan.
—Pero solo ve y discúlpate con ellos, no seas inmadura.
Estrechó los ojos.
Soy el menos indicado para decirle a alguien que madure, pero bueno.
—Si se me ocurriese decirle a Frank que le desobedecí y entré al bosque... él no volverá a hablarme. Me echará en mitad de la noche y no tengo forma de irme sin mi cartera... mi única opción es recuperar la billetera ¿Entiendes?
Finalmente asentí y bufé.
Que problemáticas, no deberían haber hecho eso desde un principio.
—Por favor, Hunter —suplicó Meryl.
—¿Quieren que... entre al bosque? —cuestioné un poco asustado.
—Emh, sí. Pero nosotras entramos y son solo leyendas eso sobre monstruos, no sucedió nada... —comentó Paula.
—Por favor... te lo ruego —Lágrimas comenzaron a rodar por las mejillas de Grace mientras me pedía ayuda desesperadamente.
—No importa, Grace, vamos nosotras. Déjalo —se enfadó Meryl.
—No —negué rotundamente—, eso sería más peligroso: tres adolescentes atractivas y con poca ropa —las señalé de arriba abajo con la mirada—, solas en medio del bosque a las tres y media de la mañana. No, no puedo dejar que hagan eso ¿Nunca vieron películas de terror?
Suspiré y terminé cediendo a su petición. Las tres me abrazaron, se miraron entre ellas y sonrieron.
—Solo fuimos un par de metros dentro del bosque, así que no debe estar lejos —aseguró Grace secando sus lágrimas.
—Diablos, odio esto. Esta mal, muy mal, no debería hacerlo —comencé a murmurar mientras caminaba haciendo pequeños círculos lleno de nerviosismo.
—Calma, solo tienes que caminar dos metros hasta un enorme arbusto, allí doblas a la izquierda y seis metros más a la derecha donde esta un enorme pino, luego caminamos unos minutos y después volvimos.
—Entonces... primero hay un arbusto, giro y veo un pino, después doblo en... —dije haciendo ademanes.
Soy tan desorientado que ya me siento confundido.
Bueno, me guiaré por el gps del móvil y listo.
—Eres el mejor, Hunter, te devolveré el favor cuando vuelvas —se me insinuó Meryl apoyándose levemente contra mí.
—E-Este... no, no quiero nada. Solo no vuelvan a hacer algo así por favor y... sean un poco más consideradas con los demás, hieren a las personas, pudiendo ser amables —dije aquello al tiempo que salté por encima de la cerca.
«Después de esto juro que no volveré a entrar aquí, si fuese por mí no lo haría nunca en primer lugar, pero me dieron lástima... de todas formas, no iré tan lejos...»
Sí, ya recuerdo el por qué terminé aquí: Por idiota, por eso mismo.
Nunca creí que no hubiese señal en el jodido busque, en las cabañas había buena cobertura por lo que no entiendo bien que sucedió. Putos datos y puta señal, siempre fallando en el momento menos oportuno
Mi cuerpo esta tiritando en parte por el frío y en parte por el miedo.
A cada paso esperaba encontrarme con algo desagradable o monstruoso...
—En estos momentos me arrepiento de no haber visto esos malditos programas de supervivencia que daban en el Discovery Channel, por lo menos sabría hacer una fogata o algo —hablaba conmigo mismo.
Tengo demasiada hambre y mucho sueño.
Quiero dormir.
Ahora debería estar en mi hermosa y acogedora cama durmiendo con Kilian... bueno, no sé si "durmiendo" sea exactamente lo que... ¡Ya! de lo que sí estoy seguro es que estaríamos en la cama.
Tenía la esperanza de que me estuviese buscando, pero... ya era demasiado tarde y él debe haberse quedado dormido esperando a que yo fuese a la habitación.
—¿Qué diablos es eso? —había algo que colgaba de un árbol.
¿Qué será...?
Me acerqué cauteloso, dando pequeños pasos hacia dicho árbol. Al estar lo suficientemente cerca alumbré con la linterna del móvil y pude ver que era.
—Joder —tartamudeé pálido.
Un animal muerto.
Estaba colgado del árbol por sus patas traseras. Creo que era una especie de venado, aunque no estaba seguro por el estado tan desfigurado del animal.
Tengo ganas de vomitar.
Parecía no haber muerto hacía mucho tiempo, ya que no estaba podrido, pero era algo muy asqueroso de ver, le faltan los ojos, le sacaron parte de la piel, una de las patas no estaba y lo peor era un enorme corte en su estomago que dejaba ver sus órganos dentro de su cuerpo.
No lo pude soportar y terminé vomitando a pocos metros del lugar.
Sin pensarlo dos veces me alejé de allí, no sabía a donde carajos estaba corriendo, pero solo me importaba alejarme de ese terrorífico lugar.
Ya después de caminar sin rumbo casi por una hora, finalmente me rendí y acerqué a un gran Sauce llorón. Tomé asiento debajo de éste y rodeé mis piernas con mis brazos.
Mi móvil sonó, avisando que se quedó sin batería y que en pocos minutos se apagaría.
Me arrepiento completamente de haber entrado aquí.
Kilian... solo quiero estar con él.
Mis ojos comenzaron a sentirse pesados. Pensar en Kilian me había tranquilizado y lentamente caí dormido.
Lo más seguro sería descansar hasta el amanecer y buscar ayuda con la luz de un nuevo día. Vagar por la noche oscura con la poca visibilidad que me daba la luna no parecía muy acertado.
Con esos pensamientos caí rendido, abrazándome a mí mismo.
ØØØ
E
l crujido de una rama me despertó.
¿Cuánto habré dormido?
Miré a ambos lados y a mi izquierda pude ver una sombra oscura.
Me levanté de golpe y parpadeé varias veces para intentar ver que diablos era eso.
Cuando mi vista se acostumbró a la poca luz del lugar pude ver que no era un monstruo, era un hombre.
—Oh... ¿Qué tenemos aquí? —cuestionó con su voz grave y rasposa.
Era un hombre mayor con barba blanca, con la típica ropa de un leñador, pero muy sucio. Con una mano sostenía una bolsa grande, en la otra tenía una linterna con la que alumbraba mi cuerpo y un radio comunicador estilo woki-toki colgaba de su cinturón.
Mi respuesta fue el silencio.
No dije nada ya que la forma en la que me miraba estaba alterandome, no se veía como alguien que fuese a ayudarme, parecía que tenía algún tipo de problema mental a decir verdad.
—¿Estás perdido, jovencito? —Me generaba mucha desconfianza éste señor.
Para ese momento todos mis músculos estaban tensos, mis sentidos alertas y no le quitaba la vista de encima ni por un segundo.
—No, señor, no lo estoy —dije intentando sonar lo más convincente posible—. Vine con mis amigos a recorrer el bosque.
—Ah... con que sí... ¿Entonces dónde estan ellos? Dejando atrás a un chico tan indefenso y delicioso.
«Oh, carajo, diablos, esas palabras definitivamente erizaron cada parte de mi delgado cuerpo»
Una parte completamente instintiva en mi cuerpo y cerebro gritaba "corre". Debía correr con todas mis fuerzas.
—Oye Big, ya estás tardando mucho —aseveró la voz de otro hombre desde su comunicador.
Tomó el aparato y lo acercó a su boca.
—Ya iré... Estoy ocupado —contestó con una seria expresión.
Di pequeños pasos hacia el costado tratando de no tropezarme con las raíces del árbol sin apartar mis ojos del peligro que representaba ese hombre.
—¡Deja de hacer tus putas mierdas con los animales y ven, te digo! —gritó.
¿Animales?
—Encontré algo mucho más divertido que animalitos, Billy, encontré a un muchacho con... labios gruesos —dijo apretando su agarre en dicho aparato y no hizo falta buena iluminación para distinguir la locura en sus ojos.
Diablos, esto es peor de lo que creí.
—No me digas... —la voz del otro hombre sonaba tenebrosa y hasta emocionada al escuchar al viejo nombrarme.
No supe cómo, ya que estaba paralizado de miedo, pero milagrosamente pude moverme y reaccionar.
En ese momento comencé a correr.
Sin importar nada más, no sentía el hambre ni el cansancio de antes, solo sabía que tenía que correr con todas mis fuerzas y alejarme lo más posible de ese sujeto.
Cuando dijeron algo sobre los animales... ¿Él le habrá hecho eso al venado de antes?
Si fue así con más razón debo seguir corriendo.
Después de cerca de diez minutos, el efecto de la adrenalina comenzaba a desaparecer y mi cuerpo sentía los resultados por correr sin haber calentado los músculos antes.
Me dolía todo.
Miré a mi alrededor y no había señales de ese horrible señor.
Suspiré y me apoyé en un árbol.
En ese momento no sabía que hacer y no puede calmar mis nervios.
No sabía si seguir caminado o quedarme quieto, no había un lugar donde esconderme, no tenía batería por lo que no veía bien, aunque si salía el sol seria peor, porque esos hombres me encontrarían más rápido.
—Hola, hombrecito —me sobresalté al escuchar junto a mí la voz del radio.
—¡No me toques! —grité empujándolo.
Lo miré mientras caía al suelo y era un hombre de unos treinta años con ojeras, un cuerpo delgado y cabello castaño.
—¿Lo encontraste, Billy? Corrió hacia el norte, no puede estar lejos —oí al viejo por el radio de éste sujeto.
Desde el suelo me pateo la pierna y por poco no me la quebró.
Caí de bruces, sentí el ruido de algo que también cayó y sin miramientos se abalanzó sobre mí.
—¡Maldito hijo de perra! —él maldecía y yo intentaba quitármelo de encima.
—¡Auxilio! ¡Alguien ayudeme! —soltaba en medio del forcejeo, por si alguien milagrosamente me escuchaba.
Le di un golpe en el rostro y enfureció por completo.
—Que chico tan jodido —escupió antes de darme un fuerte golpe con algo en la sien.
En ese momento todo se volvió negro.
Cada tanto recuperaba un poco la conciencia y veía como el suelo se movía debajo de mí.
Me estaban arrastrando.
Volví a abrir los ojos y vi la espalda de alguien, reconocí la ropa de leñador al instante y me di cuenta que el viejo me cargaba sobre su hombro.
Esto... es... malo.
Fin ( . _ . )
Jajajjajajshdbdh
Ok, no es gracioso, todo se fue al carajo MAL. Perdón por hacer sufrir al bebé y hacerlos sufrir a ustedes ( π ^ π )
Los amo.
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