Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Capítulo 09 (editado)


HUNTER.

Desperté y sentí algo tibio y familiar junto a mí.

Recorrí con mis manos lo que se encontraba a mi lado y ese perfume me inundó de recuerdos sobre una sola persona:

—Kilian —murmuré somnoliento, sin darme cuenta de la enorme sonrisa que tenía en mi cara y acaricié su pecho con mi frente.

—Mi niño tan dulce —murmuró besando mi frente y abrazándome.

Adoro su aroma.

Esperen... ¿¡Kilian!?

Me sobresalté al cobrar un poco el conocimiento, abrí los ojos y parpadeé varias veces.

—¿¡Por qué estás en mi cama!? —exigí una respuesta levantándome sobre mi codo y mirándolo de modo más desquiciado que podía tener mi cara de recién despierto.

—Siempre ruidoso por las mañanas. —Me apretó con fuerza y hundió su rostro en mi cuello—. Mi cama era muy fría.

—¿Pero si alguien...? —Mordió mi desprotegido cuello y una descarga de adrenalina recorrió su sistema— ¡Auch!

—Le puse llave a la puerta, no soy tan idiota. Aunque se enterarán si sigues gritando.

Hice un gesto con mi labio inferior y al parecer eso lo hizo reír para sus adentros, mostrando una leve sonrisa exterior.

Una hermosa expresión involuntaria en él, provocó un calor en mi pecho y le devolví la sonrisa... No pude evitarlo, sus oscuros ojos entrecerrados por el sueño, pestañas arqueadas, largos dedos tocando su cabello desordenado, piel clara y todo su físico perfectamente proporcionado.

No puedo creer que este increíble chico esté conmigo, a veces parece irreal.

—Buen día —musité en un susurro, acariciando su mejilla.

—En vez de decir "buen día", podrías darme un buen día —articuló con voz grave y confiada.

Comenzó a acariciar mi espalda y acercarse sospechosamente a mi cuello con sus labios.

—Oye Kilian —tartamudeé mientras el ardor tomaba lugar en mis mejillas.

—¿No extrañas hacerlo conmigo? —inquirió sin rodeos, besando con intensidad el tendón sobre mi cuello y descendió sugerentemente por mis clavículas hasta detenerse en mi pecho.

Y sí, sinceramente quiero hacerlo... pero me pone muy nervioso que estemos aquí con mucha gente del Instituto a solo unos metros de distancia.

—Mírame, quiero ver lo mucho que te contienes y finges no desearlo —siseó sobre mi pezón derecho, sentí cómo humedeció mi camiseta con su lengua antes de morder suave y duramente, provocándome un jadeo algo sonoro.

—No gracias —murmuré torpemente.

Si lo miraba me podría en evidencia sin lugar a dudas, tiene la habilidad de ver a través de mí y la sola idea me avergonzaba muchísimo.

—¿Seguro?

Carajo, su hermosa y dominante voz.

—Para nada —dije sin pensar y juraría que sentí sus dientes al sonreír sobre mí.

—Porque yo jodidamente quiero hacerte mío... Hacerte sentir lo mucho que te deseo, Hunter —su aliento tibio me estremeció y el estremecimiento empeoró cuando sus dedos bajaron por mi abdomen, pasaron por debajo del elástico del boxer y se detuvieron justo antes de tocar mi miembro.

La sensación de necesidad aumentó en un pestañeó y gemí en desacuerdo ante su quietud ¿Cómo se atrevía a provocarme tanto y detenerse?

—S-Solo unos besos y ya.

«Okay, sí, me rendí como el alma mundana y pecadora que soy. Pero en mi defensa es su culpa por ser tan sexy y provocador, cualquiera en mi situación entendería»

Sonrió ampliamente al escuchame.

Esto no serían solo unos besos y ambos lo sabíamos.

Lo besé aún con esa espectacular sonrisa todavía dibujada en su rostro y siguió el beso con entusiasmo.

Unos minutos después ya se encontraba sobre mí, quitándome la camiseta y el boxer, que eran lo único que traía puesto al igual que él.

Se separó un poco y me miró detenidamente, inspeccionando cada parte de mi cuerpo.

—Ya, sabes que me pone nervioso cuando haces eso —me quejé empujandolo un poco.

Comenzó a reír por lo bajo mientras sacaba un condón de su billetera sobre la mesa de luz.

—Siempre tienes condones por todas partes, degenerado —añadí burlesco.

—Es que mi novio es tan lujurioso que debo salir preparado para cuando ocurren cosas como estas —se angustió falsamente como si fuese una inocente palomita del señor Jesús.

Que haga ese tipo de expresión con semejante cuerpo y cara de asesino serial es tan contradictoria que en vez de verse inocente, parece el doble de peligroso y mordaz.

—¿P-Pero que? tú eres el que... —Bajó su mano hasta mi entrepierna, tomó mi media erección y me miró con la autosuficiencia más descarada que me mostró jamás.

Desvíe la mirada e infle mis cachetes.

—Es injusto, tú comenzaste y... —Cubrí mi boca con una mano intentando no soltar sonidos humillantes.

—Me gustas, Hunter, demasiado —admitió sin dejar de mirarme, ignorando todo por completo.

Sentí calor, mucho calor subiendo hasta mi cabeza, expandiéndose por todo mi sistema hasta la yema de mis dedos.

Es una de las tantas nuevas reacciones y sentimientos que Kilian provoca muy seguido en mí.

No sé cómo explicarlo, pero me encanta.

Lo rodeé con mis brazos y lo acerqué a mis labios con algo de brusquedad. Cierta desesperación de tenerlo más cerca.

—Eres un caso perdido —admití entre besos y mordidas.

—Lo sé, pero te gusto —afirmó triunfal.

—Más que eso... Te amo.

Comencé a recorrer su cuerpo con mis manos y así quitarle lentamente la camiseta, seguido del boxer, haciendo que su miembro rozara contra el mío.

—Pero no más de lo que yo a ti —murmuraba entre besos.

En ese punto mi mente estaba en blanco, solo podía centrarme en lo mucho que lo deseo y la fricción entre ambos.

Mis gemidos incrementaron a medida que sus mordidas y besos lo hacían, todo mi cuerpo deseaba a Kilian.

Se colocó el preservativo y sonreí para mis adentros, de verdad quiero hacerlo, quiero sentirlo en mí y dejarme llevar.

Metió dos de sus dedos a mi boca e instintivamente comencé a chuparlos.

Sonrió con una mueca bastante peligrosa de complacencia, mientras los llevaba de mi boca hacía mi entrepierna y en vez de cohibirme como antes, abrí mis piernas esperando lo inevitable, sollozando cuando los introdujo lentamente.

Mi mano se aferró a su fuerte bíceps y no pude cerrar la boca, respirando con dificultad.

Al cabo de pocos minutos estaba completamente dilatado, los saco y alineó su miembro sin problemas, mi cuerpo poco a poco reconocía y reaccionaba al de Kilian, como si le perteneciera a él, como si encajaran a la perfección el uno con el otro.

Sentí el calor de su punta ejerciendo presión y abriéndose camino, clavando mis uñas en su brazo cuando llegó a la mitad y arrastrándolas hacia abajo con violencia cuando se introdujo del todo en una estocada.

—¡Mmh! —callé mi propio grito con mi otra mano sobre mi boca.

Levantó ligeramente una de mis piernas y comenzó a penetrarme con suavidad, dando leves embestidas ya que es la primera vez que no usamos lubricante más que el que venía con el condon, pero cada vez que lo hacemos duele menos y mi cuerpo se acostumbra más.

O quizá él cada vez encuentra más formas de prepararme y tocarme con tal detenimiento para no herirme, que se vuelve experto en dónde y cómo avanzar para aligerar mi cuerpo y relajarme, dejando en segundo plano el dolor.

Cada vez quiero más de él, es una sensación increíble sentir como entra y sale de mí.

—Kilian... ah... más —susurré involuntariamente entre jadeos.

Me tomó de los hombros y jaló con fuerza hacia abajo entrando por completo en mí.

—¡Diabl...! —me calló con un beso y mordí su labio inferior.

—Aunque es algo que me pone mucho escucharte gritar... las paredes no son muy gruesas —dijo con la respiración agitada.

—Cierto... Podrían descubrirnos —hablé más que agitado y frunció sus cejas, acción que llamó mi atención.

—Además, le estarías regalando de tus hermosos gemidos a extraños —admitió casi infantil y se acercó tanto a mis labios que creí que no acabaría su oración antes de besarme—. Son solo míos.

Cielos, debo controlarme.

Pero cuando dice esas cosas me dan ganas de dejarme llevar y retorcerme de felicidad y excitación.

Apreté mis labios y todo mi cuerpo se contrajo al sentir otra profunda embestida, arañé la espalda de Kilian sin ningún tipo de piedad y lo escuché jadear.

Me giró sobre la cama sin salir de mí, dejándome boca abajo, donde sujetó mis brazos sobre mi cabeza. De esta forma mi cuerpo había quedado a su merced.

—O-Oye, despacio —murmuré.

—Seran solo unos besos, no temas —ironizó y mi piel se erizó.

Mi espalda se arqueó involuntariamente al sentirlo entrando y saliendo nuevamente a gran velocidad.

Intenté liberar una de mis manos para poder tocar mi miembro, pero Kilian no soltaba su agarre en mis muñecas.

Estaba jodidamente excitado; el vaivén de nuestros cuerpos sobre la cama, la respiración de Kilian en mi espalda, sus besos en cada centímetro de mi piel acompañado de chupetones y mordidas me estaban volviendo loco. Ya no podía aguantar más.

—Ah... por favor —supliqué con mis ojos llorosos.

—¿Mmh? ¿Qué sucede, mi niño? —susurró con una satisfacción indisimulable.

—Vamos... ya no, ah... no aguanto —gemí desesperado y algo molesto.

—Oh, era eso...

Idiota, está jugando conmigo.

Soltó mis manos y levantó un poco mi cadera.

—Genial, ahora podre...  —mis pensamientos se detuvieron al instante cuando sentí la mano de Kilian en mi entrepierna y comenzó a masajear de arriba abajo sin parar, mientras continuaba penetradome.

En ese punto mi mente ya estaba en las nubes.

No podía pensar en nada más que el placer que me provocaba Kilian.

Apreté las sábanas con fuerza mientras hacía leves círculos con mi pelvis moviéndome al compás de su cuerpo.

—Ah mmh... no puedo... Estoy... —No resistí más tiempo y me vine sobre la sábanas debajo de mí.

Mis músculos cedieron ante el gran orgasmo que tuve y me desplomé sobre la cama.

Kilian se retiró de mi castigado interior, se quitó el condón y, aunque continuaba con mis ojos cerrados recuperándome, sentí un tibio líquido escurrir por mi espalda.

Se tumbó junto a mí y me miró fijamente con una sonrisa de lado.

Todavía estaba boca abajo, así que cubrí mi rostro para evitar que Kilian viese mi vergonzosa expresión. Pero tomó mi mano, la quitó de mi rostro y me besó gentilmente.

Hundí mi cara en la almohada unos segundos y volví a observarlo.

—No puedo dejar de ponerme nervioso cuando lo hacemos, me siento un completo estúpido.

Sonrió y llevó mi mano a su pecho.

—No me siento nervioso.

«Lo supuse»

—Pero siempre que estoy contigo mi corazón se pone de esta forma. —Toqué su pecho y sus latidos eran irregulares, fuertes y rápidos al igual que los míos—. Si no me concentro y pongo todo de mí, me es muy difícil conseguir que se tranquilice —dijo casi inaudible.

Abrí los ojos y una felicidad inmensa se apoderó de mí.

Me levanté un poco sobre mis codos para poder abrazarlo pero me sentí pegajoso y sucio al instante.

—Iug, estoy asqueroso —murmuré mirándome de arriba abajo.

—Puede ser. Mejor no te acerques —pidió burlesco mientras se alejaba unos centímetros—. Pensándolo mejor, creo que iré a dormir a mi cama.

—Ja, ¿De quién crees que es la culpa que esté así? —Lo abracé y me frote contra su cuerpo mientras reíamos.

—Que vengativo —se quejó entre risas.

—Ahora vamos a bañarnos.

—Ah bueno, hoy estás insaciable. No me quejo, me podría acostumbrar —dijo con una pícara y malvada expresión.

—¡N-No me refería a juntos!

Tocaron la puerta y ambos miramos en esa dirección.

—¿¡Quién diablos toca!? —preguntó Kilian con tono de enfado.

Quién sea que haya estado del otro lado de la puerta huyo rápidamente al escucharlo.

Pobre persona desconocida ¿A quién habrá asustado?

Miré a Kilian y me estaba observando con una sonrisa.

—Eso no se hace ¿Si era algo importante?

—¿Qué? Solo pregunté quién era —respondió fingiendo inocencia.

Bufé y me levanté para ir a la ducha, aunque mi cometido se vio estropeado cuando jaló de mi cintura haciéndome caer sobre él.

—Buen día, mi chico precioso —susurró con una sonrisa suave, de esas que jamás mostraba frente a nadie que no fuese yo.

Me dejé llevar e instintivamente lo besé.

—Buen día —murmuré completamente sonrojado.

Mis nervios son una mierda, pero de a poco soy mas sincero con Kilian y mis sentimientos.

Sonreí.

Últimamente sonrío más de lo usual y Kilian... Bueno, me parece que últimamente sonríe más de lo que lo ha hecho en toda su vida.

Nos besamos hasta que al cabo de unos minutos tomé mi toalla de adentro de mi maleta y me dirigí al baño interior a darme una merecida y profunda ducha.

Salí y Kilian acababa de regresar, supuse que fue a las duchas comunes a asearse y sin pudor alguno prosiguió a cambiarse, donde posteriormente quiso detenerse a ordenar la habitación y el gigantesco gruñido de mi estómago lo detuvo.

—¡Ya! Tengo hambre, después ponte en modo Cenicienta —bromeé y recordé que las pocas películas que conoce son las que vemos juntos—. ¿Sabes quién es?

—Sí, es decir, sé el concepto general, pero no ví sus películas y esas mierdas.

Negué con la cabeza y tomé su mano para salir de la habitación, pero recordé dónde estábamos y lo solté rápidamente, sintiéndome el doble de herido por creer que lo lastimé con ese gesto.

—Esta bien, no te apresures —susurró amablemente, besando mi frente antes de qutarle el seguro a la puerta y abrirla frente a mis ojos—. ¿Vamos a comer, Dracarys junior? —bromeó y recordé la desesperación de mi pequeño felino cuando come su comida.

—¡Oye!

Me perdona tan fácilmente cosas que a mí me llenarían de inseguridad y tristeza, que me siento culpable, pero a su vez, no puedo evitar tener miedo de lo que vaya a suceder si nuestra relación sale a la luz...

Realmente lo amo. No merezco tanta amabilidad y comprensión, pero la agradezco con toda mi alma. Le agradezco su fuerza. Lo indestructible que parece ser en ocasiones.

ØØØ


—¡Chicos! —gritó Sanna y sonrió al vernos entrar en el gran comedor—. Pensé que dormirían todo el día.

Sí, dormir.

—Estamos de vacaciones, que se levanten a la hora que quieran —añadió Aaron saludándonos con la mano levantanda.

—Así me gusta —dije chocando los cinco con él y sentándome con ellos.

Al sentarme sentí un leve dolor y di un pequeño brinco involuntario.

—Wow, ¿Qué te pasó? —preguntó Matt sentado frente a mí.

—Eh, emm... algo me pincho, creo que había un clavo o una astilla. —Fingí que sacudía mi asiento y Kilian no pudo contener una gran carcajada mientras se sentaba a mi lado.

Idiota, idiota, idiota. Lo detesto.

Lo miré furibundo e intentó dejar de reír... en vano, ya que no pudo parar.

Todos lo miraron, no tanto por el hecho de que se reía por que me había "clavado una astilla", sino más bien por el hecho de que él estaba riendo tan libremente.

Un grupo de atractivas chicas sentadas a unas mesas de distancia mordieron su labio inferior mientras lo veían.

Pero no solo mujeres, todos en general se giraron sorprendidos y en sus rostros se formó una pequeña sonrisa.

Por mi parte sentí un nudo en mi garganta ¿Qué había sido eso?

Es bueno que conozcan el lado bueno de él.... el verdadero y dulce Kilian, con esa hermosa sonrisa... debo dejar de pensar de forma egoísta y alegrarme por esto.

Sonreí y negué con la cabeza.

—Ya, lo siento, ya esta —avisó secándose una lágrima provocada por reír tanto.

—Idiota —respondí con una sonrisa algo dura.

—¿Estás bien? —habló bajo cerca de mi oído al verme pensativo.

—Eh, si, si lo estoy.

Dios pudo darme cualquier tipo de talento, pero el arte del engaño no estaba entre ellos. Soy pésimo mintiendo.

Él lo notó al instante y levantó una ceja. Los chicos se pusieron a hablar de temas triviales, pero Kilian seguía mirándome.

Como si intentase descifrar que me ocurría.

—De verdad, no es nada.

Él rodó los ojos y bajé la mirada.

Es que de verdad no se que me ocurre, no es que no este feliz por que todos lo miran de forma amable, pero no lo sé... ¿Inseguridad? ¿Celos? No lo sé, nunca me pasó algo así.

Bajé de mi nube de pensamientos al sentir la mano de Kilian sobre mi pierna, dándome un leve apretón desinteresado.

Lo observé sorprendido y estaba conversando con Aaron y Frank en completa normalidad. Me miró furtivamente con una leve sonrisa y mi corazón dio un enorme salto.

"Sin importar qué esté haciendo o lo que ocurra, tú siempre serás mi prioridad", sentí que eso quiso trasmitir con su postura, mirada y lenguaje corporal.

Volví a mirar al frente con algo de nerviosismo, pero el nudo en mi garganta y mis estúpidos pensamientos desaparecieron.

Con el simple contacto de su mano me sentí tranquilo... bueno, tranquilo y nervioso ya que si alguien nos veía iba a ser un desastre.

Aún así acaricié con la yema de mis dedos su mano y apoyé la otra en su pierna.

—Hoy te he visto reír mucho —le dijo Frank a Kilian.

—¿Tú crees? —rascó su nuca con su mano libre y los músculos de su brazo se marcaron.

—¿Haces mucho ejercicio? —preguntó una morena junto a Frank.

Éste miró sin interés.

—Lo normal —respondió con sinceridad.

—Antes creí que era difícil hablar contigo, pero veo que eres bastante razonable y normal.

—¿Eso crees? —ironizó con una tenebrosa sonrisa y de repente sus labios formaron una línea recta que no daba lugar a ningúna respuesta.

Ella se estremeció y abrió los ojos algo asustada.

Kilian soltó una risa seca y se estiró en la silla.

Frank, Sanna y Aaron se rieron ya que lo conocen un poco más y sabían que solo quería asustarla. La morena lo notó, comenzó a reír con algo de nerviosismo y acomodó un mechón de su cabello detrás de su oreja.

—Hola, rubia hermosa de mi life —habló Rossy, saltando sobre Sanna y frotando su rostro contra el de ella.

—¿Cuantas veces te tengo que explicar lo del espacio personal? —bufé negando con la cabeza y sonriendo.

—Puedes invadir todo el espacio que quieras aquí —añadió Frank dando palmadas a sus piernas en señal de que se sentasr allí.

—No, promiscuo —me miró, luego a Kilian, sonrió y nos saludó sin soltar a Sanna que acariciaba su cabello.

Mientras comíamos ella nos contó que vino de vacaciones a ver a su família y amigos, que es hermoso en Francia y lo divertidos que son sus compañeros.

Nunca va a cambiar esta chica, es una bomba explosiva llena de carisma y efusividad.

Recuerdo que vivía con sus padres y sus dos hermanos, el cual conocí solo a uno de ellos ya que el otro siempre estaba fuera estudiado o cosas así. Pero era muy divertido, era algo rubio y con una gran sonrisa.

Ibamos mucho a su casa, pero luego de que su hermano falleció... su otro hermano se fue, sus padres se separaron y ella dejo de invitarnos a jugar a su casa.

Intentó aislarse de todos... pero por supuesto que no se lo íbamos a permitir, la seguíamos a todas partes, la mimabamos y retabamos como si fuesemos una família y ella terminó refugiandose en nosotros, más que nada en Sanna y en mí.

A lo largo de los años la seguimos consintiendo igual que siempre y volvió a ser la dulce Rossy de siempre.

Aunque nuestro grupo de amigos cambió, unos se fueron y otros se quedaron, soy muy feliz cuando sé que no hay distancia que vaya a romper el cariño que sentimos. Puede que suene tonto o infantil, pero para mí ellos son familia.

Al terminar el desayuno con gran parte de la gente dentro en la segunda cabaña donde estábamos, Frank se paró sobre la mesa y dió un anuncio:

—Bueno, mis testigos de Jehová, escuchen —Todos lo miraron y algunos sonrieron al verlo ahí arriba.

Kilian parecía ligeramente intrigado por su actitud.

—Baila, papi —gritó una chica y otras silbaron.

—¡Striper! ¡Striper!

Dios, este Frank es único.

—Eso se reserva por privado, jóvenes —bromeó y todos rieron—. Vamos al punto, más tarde jugaremos a... ¡Los últimos juegos del año!

Todos los que suelen venir cada fin de año se emocionaron, gritaron y aplaudieron. Los nuevos por otra parte se vieron sorprendidos y entusiasmados.

Kilian guió sus ojos hacia mí, pidiéndome una explicación del tema y le hice una seña de que en breve iba a saber bien de que se trataba.

Se encogió de hombros y sonreí.

—Okay, okay, para los que son nuevos les explicaré...

Algo me dice que este fin de año será más interesante que los últimos, no puedo esperar a verlo.


LOS AMO.

¿Les gustaría contarme cómo va su mitad de año? Así leo sus comentarios y los conozco más o se deshagan de algo.

Siempre soy feliz leyéndolos, aunque me de ansiedad responderles o molestarlos🫠🩷

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro