POV KILIAN.

Desperté con Dracarys en mi rostro.

—Quítate —Lo saqué un par de veces, porque es igual de obstinado que Hunter, al final giré mi cuerpo sobre la cama una vez entendí que el felino no me iba a dejar dormir en paz.

Estiré mi brazo hacia el móvil y eran pasadas las 07:20 de la mañana, la alarma había sonado infinidad de veces.

—Vaya que estaba cansado si no la escuché ni una vez —murmuré con la voz algo ronca y juraría que Dracarys me decía "Yo sí que la escuché, hijo de tu puta madre" con sus filosos ojos. Sin razón reí bajo.

Nunca tuve mascotas, sus reacciones y mi respuesta ante cosas insignificantes, como la mirada de un simple gato, me hacían sorprenderme a mí mismo. Cada día parecía más inteligente el animal y mientras crecía me sentía extrañamente orgulloso de algo sin sentido como el paso del tiempo. Era lógico que creciera, pero como nunca pude vivir lo que era ver y criar a otra criatura tan pequeña, bajaba un poco mis defensas y hacía ciertas cosas irracionales, como imaginar que el gato no me dejaba dormir en venganza por mis alarmas molestándolo. O hacerlo enojar rascando su panza. 

El departamento se sentía menos vacío.

La alarma volvió a activarse y maldije:

—A la mierda, no iré. —Volví a taparme con la sábana, con la clara intención de quedarme así el resto de la mañana.

En ese momento el rostro de Hunter se cruzó por mi mente.

—Demonios... —suspiré y me reincorporé pesadamente, erguí mi cuerpo y tomé distancia de mi confortable cama.

Sujeté el otro móvil y observé la pantalla, había llamadas perdidas y mensajes, petrificándome al descubrir al responsable de ello... Debí suponerlo, era demasiada tranquilidad.

"Mi paciencia es limitada, Kilian. No me provoques."

La última vez que hablé con él en persona, fue cuando tenía unos, ¿quince años, quizá? No creo que esté en la ciudad, de ser así ya me hubiese enterado. De todas formas, es cuestión de tiempo... no podré continuar huyendo por siempre, aunque lo intentaré con todas mis fuerzas.

No puedo enfrentarlo. No soy yo mismo cuando él esta presente, cuando me habla y el terror corroe mis músculos y sube hasta mi cabeza, obligándome a sacar lo peor de mí para protegerme de su presencia, de su inmenso poder destructivo.

A causa de divagar y repensar sobre el incidente en la mañana, donde me deshice de ese móvil sin dudarlo, terminé llegando tarde al instituto y perdiendo la primera hora de clases. Perder la clase no era realmente malo, lo peor era la jaqueca que no disminuía a medida que el día avanzaba.

Crucé el pasillo hasta llegar al salón de música, donde estaban todos esperando al estúpido intento de profesor que tenemos. Me apoyé en el marco de la puerta abierta y miré a todos en el lugar, buscando a Hunter y... ahí estaba, junto a su grupo de siempre.

—¡Wow Hun! —No pude escuchar lo que decían ya que gritaban unos y otros, pensando fuertemente en hacer una masacre a lo niño estadounidense promedio. Lo que sí pude distinguir era que Frank estaba muy emocionado.

Odio las putas mañanas con tanto alboroto y froté mis oscuros ojos bajo mis párpados con dos de mis dedos, reposándolos en el puente de mi nariz, fastidiado.

Ahora estaba hablando con el tipo que nunca recuerdo su nombre.

—N-No lo compré... —escuché decir a Hunter.

—¿Es broma? —Sanna inquirió con sus enormes ojos claros bien abiertos.

Hunter comenzó a hacer círculos con los pulgares, estaba nervioso, jodidamente tierno ¿Si lo beso se enojará? «Bueno, conociéndolo es capaz de saltar por la ventana de la impresión, no, Kilian, aleja esos pensamientos»

Aaron exaltado dijo algo y seguido gritó "¡Tienes una Suggar Mommy!"

¿De qué carajo estaban hablando?

Pensé en acercarme, pero sus amigos todavía sentían cierta incertidumbre conmigo alrededor o así lo sentía yo. Hunter estrechó los ojos y negó con la cabeza en su conversación. Pero su nerviosismo iba en aumento y mi cuerpo se tensó. Debería intervenir.

Entré en el salón y caminé unos pasos hacia ellos. El castaño seguía de espaldas a mí por lo que no me vio venir, como siempre ahí todo distraído.

—¿Sales con alguien y no me has dicho? —dijo Frank al final de una oración que agarré a la mitad.

—¿Escuché bien? —chilló muy agudo lo último una chica que estaba escuchando y tapé uno de mis oídos por su tono, jodida mañana tan molesta.

—Es imposible —añadió otro chico que no conozco, como si lo que dijeron fuese una puta demencia.

Ellos continuaban hablando mientras la distancia entre nosotros se iba acortando, ya a solo unos pasos de Hunter.

—Nunca lo he visto interesado en nadie —dijo la morena de antes.

¿Interesado en alguien?

—Deben estar confundidos, él no sale con nadie —dijo otro.

Estiré mí mano para tocar el hombro de Hunter, pero habló y me detuve.

—¡Si! ¡Salgo con alguien! ¿Tan raro es eso? —espetó enojado.

Todos se sorprendieron... incluyéndome.

«¿Es normal estar emocionado por algo así? Estoy entrenado desde que tengo memoria para regular mis emociones y controlar cada aspecto físico, para así estar en equilibrio y calma, razonando todo a mi alrededor con frialdad y manteniendo mis emociones reguladas ¿Cómo podía este chico con esa simple frase hacer que mi pecho se inflara con un montón de orgullo y satisfacción? No lo sé, no sé cómo hace este tipo de cosas, pero me fascina»

No podía estar más complacido y mi rostro no llegaba a procesar lo que experimentaba, seguramente me veía demasiado serio, más de lo usual.

Al estar detrás de Hunter los chicos guiaron su vista a mí, sin quitar su sorprendida expresión. Hunter finalmente notó que todos estaban atentos a su espalda y se dio la vuelta cautelosamente.

Me miró y palideció, abriendo ligeramente la boca como si intentase decir algo, pero no pudiendo hacerlo. Era evidente su nerviosismo y sus mejillas comenzaron a tornarse de un color rojizo.

—Hola, Kilian —me saludó Sanna y seguido los demás.

¿De que hablaban concretamente?

Ignoré a todos por completo y levanté una ceja sin quitar la vista de Hunter.

—¿Será que ya sabías que Hunter tiene una relación secreta? —preguntó Frank, pasando su brazo descaradamente por encima de mi hombro y señalando a Hunter. Creí que mi presencia los incomodaría, pero se estaban adaptando a mí mejor de lo que esperé, hubiese sonreído si no estuviese pensando en lo que dijo Frank:

«No puede ser, escuché bien... Pero él nunca estaría de acuerdo en hablar sobre su sexualidad de esta forma frente a todo el salón. Algo no sonaba creíble o no estaba completa la información»

—"Está saliendo con alguien" para ser precisos —lo corrigió Matthew con una sonrisa de las suyas.

«¿Saliendo con alguien?  Ya veo. ¿Lo habrá dicho por mí? Seguramente lo dijo por mí» Todo mi cuerpo sintió una sacudida que claramente no exterioricé y levanté la barbilla.

—Bueno... Podría decirse que a mí también me sorprendió. —Pasé la lengua por mi labio inferior y Hunter claramente buscaba una oportunidad para huir. 

No sé qué tan aterradora se veía mi mirada, solo sé que intentaba controlar mis ganas de lanzarme sobre él y abrazarlo. Jodidamente hermoso. Centrando mi concentración en mantenerme sereno como siempre.

No había por qué ceder ante mis impulsos, era lo suficientemente fuerte como para no mostrar emociones ante esto. Imperturbable, así era, así siempre debía ser.

—Es... Yo solo... —Miró a todos lados de forma ansiosa.

—A sus asientos, jóvenes. —La fastidiosa voz del hippie llamó la atención de todos e hizo que Hunter sonriera.

Fruncí el ceño.

Me senté al fondo, como siempre, miré a mi izquierda esperando a que Hunter viniese. Mi mente palpitaba gracias a la jaqueca, destrozar mi móvil después de ese asqueroso mensaje entumeció mis ánimos desde temprano y los chillidos a mi alrededor solo me frustraban. Lo único agradable que había visto este día fue a Hunter y necesitaba de alguna forma descansar apropiadamente, cosa que me era sencilla en los momentos que él estaba a mi lado, pero al levantar la vista noté que se sentó adelante.

«¿Ah? ¿Qué le sucede?»

Me molestaba demasiado que me ignorase así, no le hice absolutamente nada, hasta ayer creí que todo estaba bien.

¿Hice algo mal? No. No lo creo. Es decir, no lo sé, a veces no entiendo qué es lo correcto cuando trato con Hunter, ya que nunca pasé tanto tiempo y de manera tan personal como lo hago con él.

La clase finalizó y Hunter se la ha pasado hablando con el profesor y con Sanna, parecía alegre y algo dramático, lo de siempre.

¿Estaba imaginando cosas y no esta evitándome?

Me miró de reojo y volvió a evadir mi mirada. «Ah no, mi imaginación un carajo, esto es real, me esta malditamente evitando» Y me parece una mierda que lo haga, no entiendo el porqué.

¿Por qué me afecta tanto?

Pensé en levantarme y descansar en la terraza hasta la noche. Detuve mis intenciones en seco al ver a Hunter riéndose con Greco y Matthew. Otro tipo al que no logro entender del todo, no estando seguro si quiere a Hunter o quiere verlo llorar... quizá ambas, a su rara forma, puto rubio desquiciado.

Y ahí estaba la jodida cereza del pastel de porquería que era mi mañana: el profesor se la pasaba pegado a Hunter desde que comenzó a dar clases.

¿Qué mierda pretende con eso? Sé que no he sido muy atento a mi alrededor estos últimos años en el instituto, pero en mi condenada vida ningún profesor se había preocupado tanto por mí, no era normal, ellos solo vienen, imparten una clase con el objetivo que memoricen mierdas de manera automática para aprobar sus exámenes y se van a sus casas sin importarles un carajo realmente más allá.

Pero el pedófilo en potencia no, claro que no, el muy cínico ahí estaba siempre atento a Hunter.

Por la puerta entró otro dolor de trasero, el día iba de mal en peor.

—Disculpe, profesor ¿Finalizó la clase? —dijo el estirado amigo de Hunter, con su raro cabello castaño con partes algo rubias y una postura como si tuviese un palo metido en el jodido culo por la rectitud de su espalda.

Me molesta que me ignore y que a todos los demás los trate con tanto amor. De repente me hizo a un lado de la manera más obvia posible.

—Si, pasa, no hay problema. —Odio su voz.

Los detesto a todos. La mayoría de las personas me fastidian, pero ellos tienen el premio mayor en mi ranking de personas que me joden la existencia por alguna razón. Nunca necesité razones para que otros me cayesen mal, pero siempre estuve rodeado de malas personas, aborrecerlos era lo normal, en cambio ellos no me caen mal por ser malos, sino por algo que todavía no llegaba a entender del todo.

Debe ser porque se ven como buitres alrededor de Hunter. Sí, definitivamente es eso.

Ese bastardo en la entrada del salón notó mí furibunda mirada y no se atrevió a entrar, pero Hunter fue hacia la puerta y se puso a hablar con él de todos modos, como si se conocieran de toda la vida.

Peiné mi cabello ligeramente hacia atrás y suspiré, no estaba siendo yo mismo. Aunque si habláramos de mi forma usual de ser en las calles, no aceptaría siquiera mínimas cosas que me irritasen, así me criaron después de todo: lo que no se doblega, al final se rompe.

Moví mi cabeza despacio de un lado a otro, escuchando mi cuello tronar y despejando mi mente «calma». Me negaba a ser de ese modo, rechazaba todo tipo de conducta que mi padre arraigó en mí, lo que era en ese entonces no es lo que quiero ser.

A su vez, es difícil, porque no conozco otra cosa.

Tomé mi mochila y caminé hacia la puerta, estaba harto, no debí venir, no debí intentar ser tan normal, jodido instituto de mierda con gente de mierda.

Pasé por el lado de Hunter y lo miré por encima de mi hombro. Estuvo a punto de hablarme, por lo que reduje la velocidad de mis pasos para escucharlo, solo una palabra de su parte y yo me quedaría, escucharía, quería hacerlo... pero desvió la mirada.

Como todos hacen, siempre, apartó su vista y me congelé.

«¿Qué demonios?»

Chasqueé la lengua y salí del puto salón.

—Comenzó a ignorarme de la nada, no me habló ni me envió un mísero mensaje, esto es una mierda —pensé en voz alta.

Quizás le molestó que le haya regalado un móvil, a veces se comporta de formas que no entiendo en absoluto y me desconcierta. Tal vez tomé demasiado confianza, me acerqué demasiado, confié demasiado rápido. No, Hunter no es de los que traicionan, él no.

De todos modos, estoy demasiado enojado para pensar claramente, me siento un estúpido niño siendo dejado de lado y haciendo berrinches, eso me enfadó todavía más, nunca me permitieron ser un niño, no podía comportarme como uno ahora que ya era un hombre. Patético de mi parte.

Hablando de niños inmaduros ¿No podía simplemente comportarse como un adulto y decirme que demonios le ocurría?

Espero que todo se solucione pronto, porque no tengo ánimos de seguir de este modo. No me gusta esta situación ya que detesto no poder estar a su alrededor. Que no me sonría. No me hable. Un día ya fue suficiente, mañana todo será mejor de alguna manera, se le pasará su estupidez y me mirará dulcemente, como todas las mañanas.

Quiero dormir. 

Necesito descansar.

¿Notan la mejora en la narración y cómo explayé más la personalidad de Kilian? Él se cree todo un adulto y es un neneeeee lloroeoigfjvodklv Ok. Es que me siento orgullosa hoy por alguna razón jajaj♥

Buena semana y recuerden que ustedes mismo se ponen sus propios límites. Sí, la vida es jodida, pero decidir hasta dónde vas a llegar en ella depende de uno mismo. 

Consejo de la semana en el horóscopo Sensen: no dejen escapar oportunidades, no se rindan sin intentar y si fracasan, inténtenlo de nuevo hasta que lo consigan.