Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Capítulo 022



A los pocos segundos me di cuenta que Kilian me había hecho una pregunta y contesté:

­­—Si, estoy muriendo de hambre... pero yo cocino—afirmé camino a la cocina con una sonrisa.

Me tomó de la cintura por detrás, arrinconándome contra la mesada que estaba junto al fregadero.

—Oye... —Llevó su mano hasta mi cuello e inclinó levemente mi cabeza hacia la izquierda, dejando mi cuello expuesto a sus labios.

Deslizó su otra mano hacia mi abdomen por debajo de la sudadera y presionó, arañándome ligeramente.

—K-Kilian... —articulé entre jadeos, levantando mi mano hacia su nuca y jalando de su cabello.

—Auch —gruñó acercando su boca a mi oído— Sabes... mientras más lo hagamos, menos te dolerá —sus palabras resonaron en mi mente y tragué grueso.

Giró mi cuerpo para obligarme a verlo a los ojos y bajó con suma lentitud su mano, acariciándome, llegando al elástico de mi ropa interior y colando sus largos dedos por allí, rodeando mi miembro y esparciendo un impulso de adrenalina por mi torrente sanguíneo, despertando mi erección.

Se quitó la camiseta negra y podría jurar que nunca me cansaré de ver su cuerpo. Tiene los músculos tonificados, su piel a pesar de ser clara no llega a ser alguien pálido, con un leve bronceado que resaltaba su perfecta anatomía.

Sonrió al ver de la forma estúpida que quedé mirándolo y me sonrojé.

Comenzamos a besarnos como si no importara nada más, guiando nuestros pasos en dirección a la cama, dejando un rastro de nuestras prendas dispersas en el suelo.

No estaba seguro en qué momento se colocó un condón, pero al notarlo no iba a quedarme sin hacer nada y tomé el frasco de lubricante, colocando un poco... bastante, en mi entrada.

Acortó la distancia tortuosamente hasta mi abdomen, besando y ascendiendo por mi ombligo, dejando un camino de besos recorriendo ágilmente hasta llegar a mi cuello, donde yo no podía detener mis jadeos y suspiros de placer.

Me mordió en el hombro y mi pequeño jadeo involuntario se transformó en un sonoro gemido, por acción reflejo mi cuerpo se contrajo ante el ardor en mi piel y contraje mis músculos, por lo que cerré mis piernas y presioné mis brazos contra mi pecho.

—Abre tus piernas —ordenó y con su mano guió mis movimientos, sin dejar de mirarme a los ojos, cosa que me obligaba a apartar la mirada para no morir de vergüenza.

—Sé bueno —susurré con un nerviosísimo que casi no me dejaba hablar.

—No creo que eso sea posible, no soy de los buenos —siseó sobre mi piel y todo en mí se erizó.

Diablos.

—Kilian... —Acaricié su cuello y hombros tímidamente, queriendo sentir más contacto con su cuerpo que por alguna razón me tranquilizaba tanto.

Lo notó, indudablemente se dio cuenta de lo inexperto que era en todo esto y tembloroso que estaba, besando mis labios de improvisto y sonriendo con calma.

—Pero contigo es imposible no ser amable... —contestó y deslizó sus labios por mi clavícula, haciéndome curvar mi espalda sin querer y deslizando sus brazos por allí, uniendo por completo mi pecho contra su ardiente piel.

Los besos pasaron rápidamente a una intensidad que me era difícil de seguir y mis jadeos en busca de aire lo hacían sonreír con un deseo algo atemorizante en sus oscuras pupilas. Parecía muy deseoso y cuando su erección presionó contra la mía confirme lo que ya sabía. Sus dedos jugaron a su antojo con la parte inferior de mí y luego de sus caricias previas finalmente sentí cómo comenzó a penetrar lentamente.

No podía evitar gemir con una voz que en todos mis jodidos años de vida imaginaría que emitiría. Todavía costaba que entrase, aun así, sentí que estaba un poco más dilatado que ayer... o quizá yo estaba más relajado.

Apreté la cintura de Kilian con mis piernas y tomé su rostro con ambas manos, acercándolo a mí así poder probar sus labios.

Besarlo calmaba el ardor, no podía dar una explicación del porqué, pero definitivamente lo hacía mucho más placentero y menos doloroso.

Su lengua recorrió mi cavidad bucal con ímpetu, mientras sus embestidas se sentían cada vez más fuertes.

—Oh, Dios... Mmnh, ah...

—Si quieres puedo parar —susurró minimizando la intensidad de sus estocadas.

—N-No, por favor...

«Ni yo puedo creer lo que acabo de decir. Aquí murió mi amado orgullo, se te quiso»

Pero de verdad quería que siguiese dentro de mí. Que la distancia no existiese, justo como ahora. Esta conexión y sensaciones me volvían loco.

Sonrió triunfal, levantó una de mis piernas hacia mi pecho y penetró profundamente.

—¡Ah, n-no...! —Apagó mi grito ahogado impactando sus labios contra los míos, apreté los parpados y seguí el beso mientras daba fuertes mordidas a su labio cada vez que lo sentía muy profundo.

Mis manos bajaron hasta mi entrepierna y comencé a hacer movimientos frenéticos de arriba abajo. Solo Kilian tenía el don de poder excitarme de esta forma. Sentirlo en cada parte de mí me impedía controlar a mi propio cuerpo el cual quería corresponder a cada uno de sus deseos.

—E-Estoy por... amh... —Las manos de Kilian tomaron mi cadera y me empujaron hacia abajo, enterrándose con mayor profundidad.

—¡Diablos! —Clavé mis uñas en su espalda y las arrastré hacia abajo, haciéndolo gruñir.

El cuerpo de Kilian hervía, es como si me quemara, como si me estuviera arrastrando lentamente hacia su infierno y sinceramente... me gustaba a donde me dirigía. Si era con él, cualquier infierno parecía un lugar inofensivo.

Llevó dos de sus dedos hacia mi boca semiabierta, tocó mi labio inferior y los introdujo. Por acto reflejo dejé que mi mente perdiera el control y cedí ante mis impulsos, comenzando a chuparlos y estremeciéndome ante el jadeó satisfecho y consumido que emitió Kilian.

Me miró, sacó sus dedos de mi boca, la abrió y me beso perdidamente.

En ese momento sentí ese tan familiar líquido tibio sobre mi vientre, una enorme sensación de placer recorrió todo mi cuerpo centrándose en mi parte baja y provocándome leves espasmos.

Kilian por su parte continuó con su tortuoso vaivén, seguido sacó su miembro de mi interior, se masturbó unos segundos y se vino sobre mi abdomen. Un poco cayó en mi mandíbula, a lo que completamente fuera de mí deslicé el dedo índice y medio por el semen de Kilian y lamí mis dedos.

Mordió su labio inferior y su rostro se vio tan excitado que tragué con dificultad.

Me besó de una forma tan intensa, que juraría que iba a continuar donde estábamos, pasó su brazo por debajo de mi cintura levantándome unos centímetros de la cama y arqueando mi espalda.

«Me encanta ser yo el que provoca todo eso en él»

Lo rodeé y apreté con fuerza hasta que sentí un dolor agudo en mi hombro. Se separó un poco y me miró.

—¿Te sientes bien? —acarició mi pecho por encima de las vendas.

—Si, estoy genial —dije flexionando mi brazo y guiñando un ojo.

—Mejórate pronto —observó mi cuerpo y pasó su lengua por su labio inferior— Es difícil contenerme contigo, pero si no lo hago te haré llorar —admitió y luego sonrió maliciosamente—. Bueno, no de la forma en la que me gustaría, así que mejórate.

Un escalofrío recorrió mi columna. «Carajo»

Despeinó mi cabello y me beso en medio de la frente con una dulce sonrisa.

—Esperaremos —finalizó y soltó un suspiro paciente, acto seguido nos limpiamos sin mucho cuidado el sudor y los residuos de nuestro anterior orgasmo.

Así nos quedamos, tirados en la cama, solo hablando y jugando por bastante tiempo.

—¿Te gusta bailar?

—¿Y eso? —cuestionó casi riendo por mi pregunta.

—¡No sé! Soy malo sacando temas de conversación, agradece que no dije alguna idiotez sobre el clima o peor, una vez empecé a hablar sobre la leyenda del chupacabras, por favor no me hagas hablar de esas cosas —dije a máxima velocidad y rió todavía más, a lo que inflé mis mejillas.

—Bien, entiendo. —Guardó silencio unos segundos mientras acomodaba mi cabello hacia atrás con suavidad—. No, no me gusta bailar.

—Ya veo...

—De igual modo a veces lo hago.

—¿Mmh?

—En ocasiones hay que hacer cosas que no nos gustan, lo deseemos o no.

En ese momento me congelé. No me asustó su voz, tampoco lo dijo de mala manera, no fue su tono, ni su mirada, nada de él se veía fuera de lo normal.

Precisamente eso me hizo sentir un nudo en mi pecho: para él esa frase era algo normal.

—Eso... no suena bien. Es... triste e injusto... —murmuré lo último y elevó una ceja al no escucharme bien.

Notó mi inquietud y eliminó toda la tención del aire al darme un abrazo juguetón.

—No es nada, tampoco odio hacerlo y por lo que sé no lo hago tan mal, así que no pongas esa expresión. —Acaricié su pecho con la palma de mi mano derecha y apoyé mi rostro ahí.

—No quiero que hagas cosas que odias nunca más —susurré y quedó en silencio.

—No funciona así el mundo —contestó algo, pero justo apareció Dracarys en nuestro campo de visión y en el momento justo que rompió a propósito un vaso— ¡No hagas eso! —gritó viendo el desastre en el piso de la habitación.

Pensó en esperar para juntar los vidrios, dijo que no pasaba nada, pero se levantó de al poco tiempo a hacerlo. Fue gracioso verlo luchando contra sí mismo para ignorar el desastre, miraba a otro sitio y sus ojos volvían al caos nuevamente.

Me puse ropa sin mucho cuidado, lo ayudé a recoger nuestra ropa regada por el lugar y el piso brillaba de limpio gracias a él. Fui directamente a la cocina a preparar algo de comer. Es increíble el hambre que puedo tener después de hacer... esas cosas.

«Me duele todo el cuerpo, necesito dormir y recuperar energía»

—De verdad tu comida es deliciosa —aseguró, una vez ambos estuvimos frente a nuestros platos en la mesa y unos exquisitos canelones de carne.

—Gracias... sé cocinar porque mi madre trabajaba mucho cuando era pequeño y mi hermana mayor... —miré a la nada recordando su comida e hice una expresión de asco—. Preferirías tomar una sopa de cloro y vinagre antes que comer algo que ella haya cocinado.

Sonrió y negó con la cabeza.

—Una hermana, ya veo... —dijo llevando otro bocado a su boca.

—Si, sí. Astrid tiene 23 años. También tengo un hermano pequeño, Will de 9 años —se vio un poco pensativo.

Comí otro bocado y levanté una ceja.

—¿Mmh? —hice un sonido con la garganta y lo observé, intrigado.

—No es nada.

—Ya sé, mi comida es tan deliciosa que te dejó sin palabras —esbozó una pequeña sonrisa.

Me gustaría saber más sobre Kilian, contarle muchas cosas sobre mí, solo hablar sonaba a un gran plan. Espero que con el tiempo pueda ir confiando más en mí y contándome sobre su pasado.

Por ahora con verlo sonreír me basta.

Aunque conocer más sobre su vida llegaría antes de lo que hubiese imaginado, ya que esa misma noche me llevaría a conocer a una persona bastante extraña, quizá la más extraña, que formaba parte de su vida.


¡Amores! Como especial por un sorteo y los 5M en ambos libros, subí una mini versión omegaverse de Kilian en mi perfil♥ 

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro