
Capítulo 020
—Lo sé —afirmó con una media sonrisa y acarició mi espalda a modo de tranquilizarme.
Jodido egocéntrico, si no me aliviaran tanto sus mimos, me enojaría por ser tan maldito.
—Te odio —estreché los ojos llorosos haciendo un puchero y los froté.
—No creo que "odio" sea la palabra correcta —comentó sentándose sobre la cama y apoyando su espalda contra el respaldar—. Ven —dio unas palmadas en sus piernas, indicando que me sentase ahí.
—Aquí estoy bien.
Me acerqué dos pasos y una mueca rara que simulaba ser una sonrisa se formó en mi cara. Levantó la barbilla y me tomó de la cintura, sentándome sobre él.
—No estoy de acuerdo con eso —siseó en mi cuello—. Ahora esta mejor. —Sus manos bajaron por mi cintura y una corriente eléctrica atravesó mi espina dorsal— ¿Seguro quieres intentarlo? —inquirió mirándome y presionando mi cadera con ambas manos.
Asentí torpemente y acto seguido me besó.
Este chico definitivamente me estaba enloqueciendo.
Comenzó a quitar mi camiseta mientras acariciaba y recorría mi cuerpo con sus dedos, a lo que terminé quedando únicamente con mi bóxer. De esta forma ambos nos encontrábamos igual de expuestos y el contacto de su piel contra la mía me inhibió ligeramente, interrumpiendo nuestro húmedo beso y encogiéndome en mi sitio.
—¿Nervioso? —ironizó y presioné fuerte mis manos en sus hombros.
Desvié la mirada e inflé mis cachetes, se me hizo costumbre hacer ese tipo de gestos estando en confianza con mis amigos, pero se intensificaban ahora con Kilian.
—Esa expresión me fascina —dijo antes de tomar mi barbilla y girar mi rostro nuevamente hacia él.
—Que abusivo —reproché y sin razón ambos sonreímos.
Tomó un frasco que había en la mesita de luz y lo abrió tranquilamente.
Lo miré extrañado y sonrió de lado.
—Es lubricante, Hunter. —Me lo enseñó— Para no lastimarte.
"Para no lastimarme" «Ah, eso es bueno, así no me lasti-¡Qué? Sonó a que me va a doler, eso significa que no será nada sencillo. Va a doler. Peligro, abortar misión, salga de ahí soldado»
Al oírlo los nervios me devoraron y se reflejó mi temor en los pequeños temblores de mis piernas.
«No, no iba a huir, aunque estuviese inquieto quería saber qué sucedería después, qué tan cercano podríamos ser. Qué se sentiría hacerlo con Kilian»
Decidí desplomarme sobre la cama, específicamente boca abajo, para ocultar mi rostro y la vergüenza que me desbordaba. Eso lo hizo soltar una especie de jadeo de asombro y enternecimiento y agradecí no estar viendo su rostro.
Me estremecí al sentir cómo se deshacía de mi ropa interior, seguido por ese líquido detrás de mí y uno de sus dedos, miré furtivamente a Kilian y parecía bastante a gusto.
Eso me gustó.
Levanté un poco la parte superior de mi cuerpo apoyándome sobre mis manos, llevé una de ellas hacia atrás y coloqué uno de mis dedos junto al suyo e intenté introducirlo, sin éxito.
—Déjamelo a mí.
—Q-Quiero ayudar —musité y sonrió apacible, apoyando su otra mano sobre mi cadera y acariciándome a medida que movía su dedo en mi interior—. A-Ah, no entra —gimoteé.
—Estás demasiado nervioso... es tierno.
«No sé si se esta burlando de mí o lo dice en serio, pero el rubor en mi rostro no desaparecerá hasta el día de mi muerte»
Finalmente logré introducir el dedo índice junto al de Kilian y así continué lentamente estimulando el lugar e intentando no gemir por ello.
De la nada Kilian me dio una fuerte mordida en mi piel expuesta ante sus ojos, precisamente un lugar que juraría nadie en mi jodida existencia pensaría en morder: mi espalda baja, peligrosamente cerca de mi trasero.
—¿¡Qué diablos... —Me sobresalté de repente y giré mi rostro hacia él.
—Marco territorio —murmuró con una malvada sonrisa.
Descendió su mano libre de mi cadera hacia mi miembro y comenzó a acariciarlo.
—Cielos... —sollocé intentando frenar mis jadeos.
No supe si fue por el momento, que era la primera experiencia sexual que experimentaba, las caricias de Kilian o el simple hecho de que era él con quien estaba por acostarme, pero realmente se sentía bien. Los nervios lentamente iban bajando y la excitación subiendo.
Sentí otro de sus dedos entrar. En comparación, los suyos son mucho más grandes y largos que los míos, habiendo en total tres dedos dentro de mí, entrando y saliendo simultáneamente.
Lamió mi espalda, siguiendo la línea de mi columna vertebral hasta mi cuello, haciéndome arquear la espalda y su sorpresiva mordida en mi hombro me estremeció.
—Creo que con eso ya es suficiente. —Lo escuché decir retirando sus dedos de mi interior.
En ese momento volteé un poco el rostro y vi cómo se puso un condón, solo viéndolo ponérselo ya quise llorar, eso no iba a caber, iba a morir. Mi tumba dirá "aquí yace Hunter Rainhard por andar de caliente".
El corazón bombeó con fuerza dentro de mi tórax, un sudor frío recorrió mi frente, mis manos y cuerpo parecía no obedecer y tiritaba ante todo lo que estaba percibiendo.
—¿Quieres continuar? —preguntó por última vez con una seriedad que no me daba lugar a mentiras o vacilaciones, no me sentí presionado, más bien percibí su preocupación debajo de su autoritario tono de voz.
Asentí repetidas veces y hundí mi rostro en la tela debajo de mí. Sujeté con fuerza la almohada y sábanas, sintiendo cómo alineó la punta de su caliente miembro en mi entrada, ejerciendo presión.
—Am, Auh, no... —sollocé estirando con fuerza las sábanas.
Apreté los ojos y Kilian se acercó a mi oído.
—Relájate, Hunter... de otra manera no podré entrar en ti. —Acarició más rápido mi erección y me mordió el lóbulo de la oreja.
«Me excitó demasiado lo que dijo ¡Diablos!»
—Ah Ahh... N-No puedo... —mordí mi propio labio en un intento por soportar el dolor.
Miré por encima del hombro y noté que a Kilian le estaba doliendo de alguna manera.
—¿E-Estás bien? —Mi pregunta lo sorprendió.
—Lo estoy... Me presiona y duele un poco porque eres bastante... estrecho —admitió e invadió más profundo.
—L-Lo sient- ¡Ah, ahu! —Mis brazos cedieron, haciéndome apoyar sobre mis codos.
Tomó mi barbilla y la parte inferior de mi cuerpo experimentó un alivio momentáneo cuando se retiró de esa zona. Giró mi cuerpo con suavidad, quedando cara a cara, y sin apuro continuó con su paulatina intromisión.
—Te estás disculpando, aun cuando soy yo el que esta haciéndote más daño —comentó con algo de desconcierto y su cadera se inclinó hacia la mía.
—Nnh ah —Intente articular una frase, pero mis gemidos opacaban mi voz.
—No te das una idea de lo mucho que me gustas, Hunter Rainhard —susurró erizando mi piel.
Estiré mi brazo hacia él, coloqué mi mano en su nuca y lo acerqué a mí, besándolo. Al sentir ardor en mi parte baja jalé su cabello hacia atrás y soltó un pequeño jadeo que chocó contra mis labios.
—Fuiste un idiota conmigo —dije a toda velocidad y me miró curioso en medio de su excitación—. No digas que lo harás con otros como si nada.
—Ah, eso... Me enojé, eso pasó —admitió infantilmente y hundió su cadera—. Pero no cambiaría esto por nada del mundo.
Cerré fuertemente mis ojos al sentir casi por completo a Kilian dentro de mí.
—P-Para, ahh, por favor, no te muevas... —supliqué llevando mi mano hacia su abdomen, impidiendo que empujara su cadera.
«Diablos, esto duele»
—¿Estás bien? Calma, dime cuando seguir —dijo apoyando el peso sobre su mano izquierda e inclinándose sobre mí para besar mi mejilla, soltando un poco su agarre en mi cadera con su otra mano y relajando sus trabajados hombros.
En ese momento saqué dos conclusiones: la primera fue que, en los libros homosexuales (que leí así nomás online hace unos momentos) esos dichosos mangas y videos gays... eran endemoniadamente poco realistas "Ellos se besan, tienen sexo la primera noche, pura pasión y cero dolores" ¡Mentiras, puras mentiras!
Esos bastardos me mintieron.
Y la segunda: este chico no estaba consciente del jodido tamaño de su pene.
Tomé un poco más de lubricante y lo esparcí entre la parte restante de su erección y mi intimidad. Lentamente comencé a adelantar mi cuerpo, logrando que me penetrase todavía más.
Kilian hizo una pequeña expresión de dolor.
—Lo siento... Si fuese una chica... e-esto sería, ahh... más fácil para ti. —Me disculpé, bajando la mirada.
—Pero yo quiero hacer el amor contigo —sentenció, tomando mi rostro y besándome gentilmente.
Mordí su labio con suavidad y susurré "y yo quiero hacerlo contigo", con una valentía que desconocía.
La excitación en ese momento estaba llevándome al límite.
Penetró todavía más y me afirmé a su brazo con fuerza.
—Ahora eres todo mío —dijo jalando de mis hombros hacia abajo, hundiéndose casi por completo en mí.
Un escalofrío recorrió mi espina dorsal hasta llegar a mi cabeza. Comenzó a mover con más rapidez su cadera, un fascinante e intenso vaivén, entrando y saliendo, mientras sus besos en mi cuello me distraían del ardor.
—Ah, ahh... Espera... —Entrelazó sus dedos con los míos y presionó.
—Solo un poco más —sugirió con su voz ronca y cargada de lujuria.
Era como si Kilian me consumiera por completo, haciendo estragos en mi organismo, la fricción de su cuerpo junto al mío, sus jadeos y suspiros chocando contra mi piel, era increíble.
Comencé a acariciar velozmente mi miembro, mientras sus embestidas se volvían más profundas y rápidas.
—Ah mmh... siento que... estoy por... Kilian —admití delirante, sin poder cerrar del todo mis labios y mis ojos llenos de lágrimas, a lo que sonrió con suficiencia.
—Yo también... tu deliciosa cara de placer en este instante podría hacer que me corriese ahora mismo —murmuró en mi cuello.
Solté la mano de Kilian para intentar controlar mis gemidos cubriendo mi boca, pero sujetó mi mano nuevamente, con más fuerza.
—Quiero escucharte —demandó autoritario y apretó su quijada conteniendo la satisfacción que desbordaba por sus feroces pupilas.
Desvié el rostro, viéndolo de soslayo, su intensidad me absorbía y hacía perder el raciocinio.
«Aunque fuera vergonzoso, realmente me gustaba esto»
Continué tocándome y besé entre gemidos a Kilian, siendo éstos apagados por sus labios, su aliento chocando contra el mío y sus jadeos mezclándose con mis pequeños gritos que ya no me esforzaba tanto por reprimir. Eso le fascinó y su cuerpo y movimientos me lo demostraban sin pudor alguno, apoderándose de mí en cada vaivén.
—Ya no... puedo... —Una electricidad recorrió mi cuerpo y se intensificó en mi vientre, señal de que me vine finalmente.
En ese momento Kilian miró mi cuerpo mientras continuaba con sus potentes y lentas estocadas, se introdujo muy profundo unas últimas veces haciéndome sollozar y seguido de eso sacó suavemente su miembro, había llegado al clímax sin duda.
—Oh, auch —gemí con mi respiración agitada y mis ojos llorosos, intentando controlar los espasmos involuntarios de mi cuerpo.
Se quitó el condón, le hizo un nudo, lo tiro a un costado de la cama y dejó caer su peso sobre mí.
—O-Oye pesas, quítate —dije falsamente y acaricié su cabello, me gustaba que me abrazara así.
Levantó la vista y apoyó su marcada mandíbula en medio de mi pecho.
Mi mente estaba llena de pensamientos sobre él mientras me perdía observándolo.
Con el dorso del dedo dibujé pequeños círculos en su mejilla y se levantó sobre sus brazos para besarme. Lo correspondí como nunca antes, lleno de sentimientos desbordantes e intentando ser más honesto con lo que quería hacer.
Acababa de experimentar algo completamente nuevo y extraño, pero de alguna forma me hizo sentir cómodo y protegido, sin presionarme, ridiculizarme o cohibirme, me guió amable e intensamente, eso me gustó mucho.
Me separé de él para tomar aire y sonrió, esa sonrisa me llenó el corazón y hablé sin pensar:
—De verdad le agradezco al cielo porque hayas nacido... feliz cumpleaños, Kilian Hemsworth —se sorprendió y por primera vez desde que lo conozco se vió conmovido.
—Gracias —musitó con una seriedad que me desconcertó, como si mis palabras fuesen algo desconocido para él.
Se tumbó sobre la cama junto a mí y respiró profundo.
—¿Te encuentras bien? —preguntó con tono sobreprotector, apoyándose sobre su codo y mirándome.
—Si, eso creo. —Cubrí un poco mi cara con las sábanas.
Él sonrió apacible y con un dejo de malicia.
—Somos hombres ¿Sabes? No deberías tener vergüenza. Además, ya te vi completamente desnudo, no tiene caso que te cubr... —Lo golpeé con la almohada sobre la cara.
—Cállate, idiota —espeté
Tenía razón... yo siempre me cambio de ropa frente a Aaron, Frank y quien sea en general, nunca antes me había molestado que mis amigos me vieran desnudo.
Hice una mueca de dolor por moverme bruscamente, me dolió más a mí darle con la almohada que a él. Mi pecho, hombros y ahora mi cadera dolían.
—¿De verdad te sientes bien? —insistió inspeccionándome de arriba abajo.
—Estoy bien, solo me duelen los golpes del accidente —respondí sonriendo.
—Oh... Entonces podemos ir por una segunda ronda —insinuó acercándose lentamente, como león a punto de atacar a un pobre animal moribundo.
—E-Esto... creo q-que el pecho me... me duele mucho y-y esto... mi hombro...
«Diablos, voy a morir»
Él comenzó a reír y yo estreche los ojos, me estaba tomando el pelo el hijo de perra.
—Sería muy abusivo de mi aparte exigirte tanto la primera vez.
—T-Tú, ya sabes, tú ya... ¿Estuviste con un hombre? —no sé por qué, pero quería saberlo.
—Claro —admitió y sentí una presión desagradable en mi pecho, era lógico, no era nada malo, no debía, pero me dolió y apreté los labios—. Contigo, ahora mismo —finalizó y mis ganas de llorar se volvieron en ganas de asfixiarlo.
—Ajá, que graciosito, no paro de reír —solté sarcástico y rió por lo bajo, acariciando mi antebrazo.
—No, he estado con varias chicas, pero es la primera vez que lo hago con un hombre.
—Ah... entiendo. —El alivio que me generó fue de lo más inmaduro que he sentido en mi vida, no era algo importante, lo importante era el hoy y ahora, y ahora mismo él estaba a mi lado... Aun así, una duda atravesó mi mente y hablé—: ¿Entonces por qué tenías lubricante?
—Oh eso... —frunció sus cejas como recordando algo irritante para él— Me lo dio un compañero de trabajo hace una semana aproximadamente.
—Eso no me deja tranquilo para nada —se me escapó.
Se le dibujó una enorme e inmadura sonrisa.
—¿Celoso? —soltó triunfal.
—P-Para nada.
—No tienes por qué preocuparte, ya te lo dije, me quedaré solo contigo —afirmó acariciando mi cabello como si yo fuese un niño pequeño.
—Eres un idiota. —Me besó y lo abracé.
—Este fue el mejor cumpleaños que he tenido —murmuró con una expresión nostálgica.
Lo que dijo hizo saltar mi corazón. Saber que estaba tan feliz, tanto como yo. me llenó completamente de felicidad y paz.
—De esta forma no olvidarás tu cumpleaños en el futuro —dije sacándole la lengua pícaramente.
«Me estoy volviendo un imbécil por este chico, pero por lo menos estoy consciente de ello»
Me moví y mi cuerpo se contrajo por el dolor. «Joder que tener mi primera vez acompañada por haber saltado de un puente no era una buena combinación para mi estado físico»
—Lo siento, Hunter —articuló besando mi frente—. No me gusta causarte dolor de esa forma, pero no puedo negar que verte suplicándome, con la boca semiabierta y esa expresión de placer y dolor me excitó demasiado.
—E-Eres un... —Me interrumpió.
—Estuve a punto de tomarte una foto.
—Cállate, pervertido. —Me paralicé al ver la forma en la que me estaba observando en ese momento. Amaba cuando me miraba de esa modo, aunque no entendiese bien la razón de esa cálida mirada, me fascinaba.
«¿Soy yo o se ve cada vez más atractivo?»
Besó suavemente mis labios y cerré los ojos, degustando su calor, la humedad en su interior y cómo lentamente se adueñaba del ritmo, dejándome desenvolverme a mi ritmo y poder seguirle el compás de manera inexperta. Su mano acarició mi cintura y me aceró a su cuerpo, acortando la distancia, sentí sus deseos por no estar apartado de mí y un jadeo salió de mi garganta.
Guardé este momento en un lugar especial en mi memoria.
«Diariamente conozco un poco más de él, tanto cosas buenas como malas, pero sinceramente, me gustaban todas las partes que componían a Kilian, cada una de ellas»
—¿Crees poder soportar esto? Porque te dolerá así cada vez que estemos juntos.
«¡Maldición! ¿Cómo hacen las personas homosexuales para tener sexo y no morir entonces? Moriré, definitivamente moriré en manos de Kilian.»
—Si no puedes, esta bien, lo comprendo perfectamente... —Lo interrumpí.
—¡Si puedo! —dije firme, frotando mi rostro en su pecho, como un gato—. Y-Yo puedo hacerlo.
Abrió los ojos, bastante asombrado.
—¿Sí? ¿Estás seguro? —preguntó curioso y algo burlesco.
—Claro que sí —«No es cierto, moriré, me va a partir a la mitad. Quiero llorar»
Intentó contener la risa, pero finalmente dejó salir una carcajada
¿Qué era tan gracioso?
—Es broma, no te dolerá siempre, es solo hasta que tu cuerpo se acostumbre a mí. —Su sonrisa triunfal me enfureció— Podemos continuar así te acostumbras más rápido. —Mordí con fuerza su pecho y gruñó.
Me levanté abruptamente de la cama, ignoré cualquier tipo de dolor y me dispuse a vestirme.
—Tú, imbécil, te estás burlando de mí cuando yo estoy siento sincero, te odio, suéltame —exclamé cuando tomó mis brazos.
—Era verdad cuando dijiste que eres más fuerte de lo que pareces —comentó sonriendo y sujetándome contra su cuerpo—, pero no más que yo.
Joder que era muy fuerte. Por momentos lo olvidaba, su amabilidad y caricias me nublaban la fuerza descomunal que poseía.
—Solo estaba jugando —su voz sonó juguetona y hasta arrepentida antes de besarme. Me resistí tontamente al beso, pero cedí finalmente.
—Tu sentido de la diversión es malévolo —respondí entre besos y ladeó su rostro, intensificando dichos besos e introduciendo esa suspicaz lengua en mí, derritiéndome a su magnífica manera de hacerlo.
«No puedo resistirme a Kilian»
Sorpresivamente la seriedad tomó lugar en su semblante.
—No me dejes, Hunter... no quiero estar sin ti —murmuró sin dejar de besarme a medida que descendía por mi cuello.
—Lo pensaré —contesté sarcástico, mordió con fuerza esa zona y succionó—. Auch ahh, me haces daño. —Se detuvo y apoyó sus labios en mi clavícula—. Aunque el mundo se vaya a la mierda, no te abandonaré, no te dejaré jamás, Kilian, lo prometo —dije rodeándolo con mis brazos. Los suyos se deslizaron por mí espalda y me abrazaron con fuerza.
Caí ante la tentación.
Caí por completo y si hubiese sabido que así se sentía caer, tan reconfortante y embriagador, me hubiese arrojado mucho antes.
ES QUE LOS AMO, SON DOS IDIOTAS BIEN PRECIOSOS ¶3¶
Tengan una hermosa semana, gracias por estar del otro lado♥
Pregunta random: ¿Qué edad tienen, mis amores?
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro