—Fue genial. De verdad la pasé tan bien hoy —admití sujetando a mi hermoso y nuevo peluche.

Que desconsiderado de mi parte dejar que él me regale algo el día de su cumpleaños, cuando yo no le di nada.

—Me alegro —se sinceró mirando mis ojos.

—¿L-La pasaste bien? —pregunté, apoyándome en su escritorio y dejando el objeto ahí.

—Claro, de lo contrario me hubiese ido —respondió con completa confianza, encogiéndose de hombros.

—Es verdad, así eres —pensé en voz alta y sonreí— ¿Dónde esta mi amado Dracarys?

—¿Mmh? —Levantó una ceja.

—Nuestro lindo gatito —articulé haciendo ademanes con las manos.

—Ah, Hunter junior —bromeó y estreché los ojos—. Debe estar allí —señaló arriba de una alacena en la cocina—. Le gusta dormir ahí.

Lo busqué y efectivamente así era, lo acaricié y dejé que siguiera durmiendo.

—Voy a tomar una ducha. —Me beso en la frente, dejó su móvil y billetera sobre la mesa de luz y así se dirigió al baño.

—¿Kilian? —inquirí recostándome sobre la cama.

Me puse de costado y detecté el delicioso aroma de Kilian «huele a su perfume» pensaba cerrando los ojos, estirándome sobre la superficie y respirando profundamente.

—¿Qué? —vociferó ya desde dentro del baño— ¿Quieres bañarte conmigo? —añadió burlesco y rodé los ojos.

—¿M-Me prestas tu móvil?

—Por supuesto —contestó con obviedad.

Tomé su móvil y abrí una pestaña incógnita.

Al hacerlo lo único que rondaba mi mente era la conversación que tuve con Kilian y el hecho de que claramente quería "acostarse" conmigo y no precisamente para dormir. ¿O después sí dormiríamos? ¿O de verdad me acompañará a casa? ¿Qué se hacía en estos casos?

Dios mío, lo que estaba a punto de Googlear era demasiado hasta para mí.

"Relaciones sexuales hombre con hombre"

Obviando las noventa y nueve mil páginas porno que aparecieron en la búsqueda, encontré varios mangas catalogados como yaoi, donde entré en unas pocas páginas que vi de manera breve y rápida. Seguí navegando y más porno gay. Explicaciones gráficas, comentarios y foros con dudas. Porno. Relatos eróticos. Mas porno. ¿Internet siempre tuvo tanta pornografía o yo no estaba muy enterado del tema hasta la fecha?

«Bueno, información es información» me dije a mi mismo viendo rápidamente algunos videos. Al ver esto me di cuenta que no me gustaban los hombres o mujeres en general, más bien me gustaba la idea de ser acariciado por Kilian. Al ver la pantalla no me excitaba, contrariamente, si imaginaba a Kilian y a mí con esa cercanía, rozando nuestras pieles, viéndolo sonreír de esa forma... eso me generaba un cosquilleo en la parte baja de mi abdomen. Quizá se debía a que fue el primer hombre que me atrajo o por ser él, por cómo me hacía sentir.

—A ver, a ver... aquí hay algo. Shahoo respuestas, te haré un altar.

Ok, esto era mucho para procesar, comentarios como "Relájate, deja que todo fluya", "si ambos se aman", etc.

Primero estaba el hecho de que estaba pensando en la idea de que Kilian y yo... bueno... eso. Y segundo, yo vendría a ser el pasivo y la idea no me desagradaba del todo. Es decir, me daba algo de miedo, pero no lo odiaba.

«Voy a sufrir algún tipo de derrame cerebral si sigo sobre exigiendo así a mis escasas y atrofiadas neuronas»

—Según lo que leí es relativamente fácil hacerlo... es decir. Parece fácil. Creo... —murmuré hablando solo— ¡Mierda! —exclamé dando vueltas en la cama, cubriendo mi rostro con la almohada y sujetando el móvil.

Un poco más nervioso y me daba un ACV.

—¿Te sucede algo o siempre sueles hacer estas rabietas cuando te dejan solo? —escuché la voz de Kilian junto a mí y del susto caí de la cama.

—Au, auch, diablos. —Me quejé frotando mi cabeza y lo vi de pie a mi lado, solo llevaba puesto un bóxer y estaba secándose el cabello con una toalla.

Cachetazo a mis nervios y el rubor ardió en mis mejillas.

—Oye... —Se agachó a ayudarme y su mirada se fijó en el móvil que había caído a unos pasos de ambos— ¿Qué estabas... —cuestionó y rápidamente me tiré sobre le aparato electrónico.

«Oh por el amor de Jesucristo, él definitivamente no puede ver lo que yo estaba buscando en internet»

—Na-N-Nada. Cosas mías —dije presionando el teléfono con ambas manos y aferrándome a él.

—Quiero ver —respondió curioso, acercándose más y más.

Me alejé, todavía en el suelo, hasta toparme con la pared. Me negué rotundamente a dárselo y era ilógico ya que era su teléfono, no el mío, pero jamás admitiría lo que estaba buscando ahí.

—Se un buen chico y muéstrame.

—No es no. —Me negué desafiante.

—Me dicen a mí delincuente y tú estás robándome el móvil, que feo caso —siseó altanero, con sus filosas pupilas fijas en las mías.

Tomó mis brazos y los colocó sobre mi cabeza. Sujetó ambos con una sola mano y con la otra tomó el bendito móvil.

«¡Me lleva la puta madre que me...!»

—Oh... ¿Qué es esto? —expresó de forma sarcástica y con una ceja levantada.

Desvié la mirada y apreté los ojos con fuerza.

—S-Suéltame —logré decir a pesar de la agitación y vergüenza.

—Si querías saber sobre el sexo ¿No era mejor preguntarme?

No, rotundamente no.

—Puedo enseñarte —sugirió.

Al no recibir respuesta suspiró, me miró varios segundos y no comprendí que expresaban sus ojos, parecía estar analizándome, leyéndome atentamente y eso me estremeció. Me asustaba que supiese lo que quería, porque yo mismo estaba sorprendido de esto y no sabía cómo expresarlo correctamente.

—Si no vas a contestar no podré enseñarte la parte teórica... iré directo a la práctica —llevando su mano libre a mi rostro me obligó a que lo viese a los ojos y no pudiese evadirlo.

Me besó y deseaba corresponderlo, pero lo rechacé.

—N-No quiero —espeté y me aparté de su cuerpo.

Estaba mintiendo, en el fondo lo sabía, pero hasta la fecha nunca hablé sobre sexo con alguien porque nunca tuve deseos de tener relaciones con otros, mucho menos con otro hombre. Estaba ansioso y me negaba a decírselo.

Kilian juntó las cejas y apretó mis muñecas con más fuerza.

—¿De verdad? —Besó mi cuello y lo mordió bruscamente, haciéndome gemir—. Si eso es cierto, entonces ¿Por qué buscabas información sobre cómo tener sexo? ¿Alguna tarea escolar que me perdí? —ironizó y lo miré mal, para seguido apartar el rostro.

—No es asunto tuyo —gruñí y sus músculos se tensaron unos segundos.

—Ya para de escapar de ti mismo, solo estamos tú y yo... Sé honesto conmigo —susurró mientras bajaba su mano por mi abdomen, haciéndome estremecer, hasta llegar a mi entrepierna—. Hazlo conmigo.

—Y-Yo solo...

Leí algo que no podía sacar de mi mente.

No podía describir qué sentía Kilian por mí o ponerle nombre a mis nuevos y desconocidos sentimientos específicamente, dijeron que todo saldría bien si éramos una pareja que se amara. Ni siquiera somos una pareja.

—Es que no tengo ganas de esto —escupí semejante mentira.

Soltó mis muñecas repentinamente.

—Que no quieres hacerlo, dices —cuestionó a modo de afirmación, como si me diese una última oportunidad de retractarme y mordí mis labios para no contestar "No, siguiente pregunta".

Asentí no muy convencido y se separó de mi cuerpo de inmediato.

Eso me sorprendió, creí que insistiría, de hecho... estaba esperando a que lo hiciera, porque por mi propia iniciativa no iba a poder avanzar y contaba con su persistencia y facilidad de deducción a mis emociones.

Se levantó y buscó en su placar una camiseta negra.

—¿Qué haces? —pregunté curioso al verlo levantarse.

—Dijiste que serías honesto conmigo y ni siquiera estás intentándolo. Al diablo, buscaré a alguien menos deshonesto que quiera hacerlo conmigo, niño. —Me miró y volvió la mirada al placar en busca unos jeans.

Tomó algo de la mesita de luz, lo que creí que eran sus llaves y billetera, listo para marcharse.

«No, definitivamente no quería eso»

Abrí bien los ojos, lo miré con algo de angustia y un gran nudo en la garganta. No podía soportar la idea de que se acostase con alguien más.

—Eres un idiota —gruñí y lo empujé.

—¿Yo lo soy? —Tomó mi brazo— Tú eres el que espera ansiosamente a que lo presione y después se enoja o estalla, el que no es sincero con lo que dice y la forma en la que me mira. Yo debería estar enojado —aseveró ofendido.

—Cállate, si te da lo mismo hacerlo conmigo que ir a buscar a algún desconocido que quiera tener sexo contigo. —Tiré de mi brazo haciendo que me soltara.

—¿Por qué te molesta? —preguntó acercándose a mí.

—¡Pues es obvio! Porque tú me... —¿Por qué?

¿Por qué me irritaba tanto hasta el punto de querer llorar? ¿Por qué no quería que estuviese con otra persona?

Bajé la cabeza confundido y enojado.

—Solo quiero que lo digas —acarició mí cabeza con gentileza y acortó toda distancia—. También necesito de tu parte... —suspiró y pareció reflexionar algo en silencio—. Si me pides que me quede, Hunter, te prometo que me quedaré contigo. Solo contigo.

Levanté la vista y no pude describir la mirada de Kilian, una que nunca antes había visto en sus orbes.

—No quiero... que te vayas. —Apreté los labios y mi expresión suplicante se clavó en él.

—No pensaba hacerlo —confesó antes de besarme dulcemente y dejar lo que había tomado nuevamente en la mesita de noche.

Descubrí que era su cajetilla de cigarrillos y un encendedor, por lo que fruncí mis cejas en su dirección.

—Iba a salir a fumar y calmarme, a veces no encuentro la forma correcta de hacerte ver las cosas como las veo yo y necesito pensarlo un poco más a profundidad. Esta bien si no quieres hacerlo ahora mismo, pero me molesta que me mientas y me generan ganas de presionarte. Si te sientes inseguro puedo oírte, podemos hablar de esto, ¿Si no es conmigo, con quién lo hablarás sino?

—Es que todo es muy nuevo para mí —me defendí.

—También para mí —contestó por impulso y mi mirada incrédula casi lo hizo reír—. Bueno, no en el sentido que piensas, pero lo es.

No entendí qué quiso decir o a qué se refería y no entender me hizo sentir más ignorante.

—Es que... —Hice un puchero y tomé mis manos nerviosamente.

—Puedo esperarte lo que necesites, pero intenta decirme lo importante directamente. Si siempre dependes de que yo te lleve a tu limite para admitir tus sentimientos y deseos, puede ser peligroso, porque (aunque lo dudo) podría llegar a deducir mal tus deseos. Sin embargo, si lo dices con tus palabras y eres sincero, entenderé.

No sabía con exactitud qué ocurría conmigo, pero no podía seguir negando lo evidente: quería que se quedara, que me mirase solo a mí de esa forma... lo quería a él.

Por algo busqué esa información en internet, por algo no puedo rechazar sus caricias y me generaba tanta felicidad que me tocase, me besara y deseara de la forma en la que lo hace. Es directo y honesto con respecto a eso, nunca se calla lo mucho que quiere acortar nuestra distancia, cuánto disfruta mis besos y caricias.

¿Por qué yo dudaba? Kilian no iba a juzgarme, no iba a ridiculizarme por muy inexperto o tonto que pudiese ser en este tipo de situaciones, solo necesitaba decírselo y contar con su apoyo.

Me desorientaba y a su vez me era cómodo que fuese capaz de ver a través de mí sin ninguna dificultad, ver cosas que hasta yo mismo me negaba a asimilar y así dejarle la responsabilidad de mis elecciones a él, como si fuese menos responsable porque Kilian haga lo que en el fondo de mi corazón deseaba que ocurriera.

"No besé a un chico, él me besó a mí", "No tuve sexo con él, solo le seguí la corriente", "No lo amo desesperadamente, él me ama a mí", mentiras que dicen personas que tienen tanto miedo de sí mismos, que hieren a la otra persona. No quiero ser así.

Lo rodeé con mis brazos y hundí mi rostro en su cuello.

—Quiero hacerlo, solo estoy... jodidamente asustado —murmuré tratando de no tartamudear. 

En estos capítulos aparecen los moralistas extremos y la nueva inquisición online del siglo XXI, en fin, gente rompe bolas con tiempo libre xd

Voy a subir una nota de desahogo antes del próximo capítulo, o sea se viene el chisme boe jajajja. Porque no iba a decir nada al respecto, pero bueno, es mejor decirlo que pensarlo claramente :) agárrense de sus tangas que me puse modo psycho killer jajajja♥