El profesor se acercó a nuestros asientos y hundí la cabeza entre mis brazos, segunda vez que quedaré mal frente al mismo profesor.

—Esto... muchachos, si por lo sucedido no pudieron hacer el trabajo lo entenderé... Les daré tiempo hasta la tarde así pueden... —Kilian lo interrumpió sacando unas hojas de su mochila y las extendió sin expresión alguna.

—Aquí tiene. —El profesor las sujetó algo incrédulo, pero cuando las miró detenidamente sonrió.

—Excelente, los felicito. —Giró y siguió recogiendo los trabajos.

Levanté la cabeza más que sorprendido, todavía no entendía qué había pasado.

—¿Qué? —pregunté haciendo ademanes de confusión.

—Anoche cuando te dormiste me levanté, tomé una ducha, ordené la habitación e hice esa estúpida tarea. Te vi muy preocupado por ella ayer, así que pensé que te haría feliz que estuviese hecha. Aunque era una estupidez, fue muy senci... —Abracé a Kilian a media oración y froté mi rostro conta él.

—Eres genial, genial, genial. Te adoro. De verdad muchas gracias. —Cuando levanté la vista, su rostro quedó a centímetros del mío.

Se veía asombrado y expectante. Rápidamente lo solté y me acomodé en mi silla.

Kilian esbozó una sonrisa traviesa y mi corazón no paraba de latir. Bueno, si parara me moriría, pero se entiende el punto. Seguido apoyó sus brazos sobre la mesa y se recostó.

Terminamos de anotar los deberes, la campana del recreo sonó y mi compañero continuaba durmiendo sobre su mesa. Los chicos me llamaron, fui hacia ellos (que estaban en los asientos de adelante) y terminé contándoles todo lo sucedido... quitando todas las partes "románticas", por así decirlo.

Me regañaron por mis estúpidos actos impulsivos, con mucha razón, aunque al final comprendieron y se calmaron.

—Lo importante es que estás bien —dijo Sanna.

—Y... ¿Harán algo esta noche? —preguntó Aaron leyendo algo.

Me puse nervioso por las ideas estúpidas que me hicieron pensar esas palabras, pero rápidamente reaccioné que estaba hablando de "hacer algo" como amigos.

«Kilian me esta llevando al lado del mal, Santo Dios»

—Emm, no. ¿Por qué? —comenté confundido.

—Según esto —contestó levantado y enseñando que el libro que leía era el de asistencia e información personal que saco de vaya a saber dónde—, Kilian Hemsworth cumple años... hoy.

—¿Por qué tienes el libro de asistencia? —preguntó la rubia.

—Si yo no hubiese modificado la asistencia de Hunter y la tuya a lo largo de los años sobrepasarían el límite de faltas. Él por llegar tarde —me señaló— y tú por faltar —dijo encogiéndose de hombros.

—Yo lo descubrí en tercer año —añadió Frank dándole una mirada cómplice.

—Esperen ¿Hoy es su cumpleaños? —pregunté sin poder salir del asombro.

«¿Por qué no me dijo nada?»

—Sep, eso dice aquí —afirmó Aaron.

—Déjame ver una cosa —dijo Matt tomando el libro y leyendo algo.

Las clases finalizaron y no sé cómo Kilian puede ser tan inteligente si vive durmiendo en clase.

—Despierta —susurré.

Siempre somos los últimos en salir porque me cuesta despertarlo, aunque en el fondo siento que no es común que alguien duerma de esta forma ¿Por qué duerme tanto? Aunque debo admitir que me fascinaba verlo dormir.

Ahí va de nuevo, parece estar teniendo otra pesadilla. Muchas veces lo veo dormir en su asiento y fruncir el ceño o apretar los puños.

Acerqué mi mano y acaricié con dulzura su sedoso cabello. Besé su sien y me apoyé sobre su mesa, recostándome sobre mis brazos al igual que él. Su rostro volvió a mostrar una pacífica expresión y sonreí.

—¿Piensas dormir todo el día? —pregunté amablemente.

—Acuéstate conmigo, Hunter —murmuró somnoliento, con su voz gruesa e intensa.

—Anoche lo hice, confórmate.

—No me refería a dormir —respondió abriendo sus ojos y mirándome intensamente.

—D-Deja de estar bromeando —miré mis manos, lleno de nerviosismo.

Me miró intensamente, suspiró y cubrió su rostro entre sus brazos nuevamente.

—Déjame dormir —demandó.

—Tengo que preguntarte algo —volvió a girar el rostro hacia mí.

—Suéltalo.

—¿Sabes qué día es hoy? —pregunté cruzando los brazos.

—Jueves... o martes, quizá.

—Fecha, Kilian, la fecha. Además, es viernes.

—No, no tengo idea.

—Es 13 de noviembre. Tu cumpleaños es hoy.

—Oh... cierto. Oye, tus dotes como acosador están avanzando, hasta sabes cuándo es mi cumpleaños —ironizó.

—¿Por qué no me lo dijiste? —pregunté algo ofendido.

—Olvidé que era hoy. Y tú tampoco me lo preguntaste.

—¿Cómo puedes olvidar tu propio cumpleaños? No es lógico.

—Nunca festejé esta fecha —articuló indiferente—, no es un día especial de todos modos.

«¿Qué? ¿Por qué? No entiendo»

—¿Y tu familia? —pregunté y al instante me arrepentí de haberlo hecho.

Kilian se irguió en la silla, miró al frente y ladeó la cabeza con una oscuridad particular en su semblante.

—Bueno, es complicado.

—S-Si no quieres hablar de ello lo entiendo... —dije desanimado.

—Solo tengo a mi padre —respondió de forma despectiva— y bueno, digamos que no nos llevamos bien.

Pasó las manos por su cabello y se estiró. La frialdad en su voz me hizo querer retroceder y no volver a sacar esa conversación a la luz, mas mi curiosidad no iba a permitirlo.

Nunca me había puesto a pensar qué tan complicada podía ser su vida. Aunque mi madre sea exagerada y dramática, siempre esta ahí para mí, al igual que mi odiosa hermana mayor y hermanito pequeño, Will.

Prácticamente no sé nada sobre Kilian y ya nos conocemos hace varias semanas. Siempre es tan confiado y orgulloso que no lo me percaté de muchas cosas, tal vez se sentirá...

—¿Te sientes solo? —pregunté ignorando cualquier tipo de sentido común.

«Debería cerrar la boca para variar»

—No. —Lo mire incrédulo y levantó una ceja.

Giré mi rostro y evité sus ojos.

—¿No me crees?

Volví la vista hacia él como diciendo "obvio que no".

—Dime ¿Extrañas a tu ex? —inquirió seriamente.

—¿Eh? No tengo ex y lo sabes ya que nunca tuve novia —¿Estaba evadiendo el tema?— Si no quieres hablar entonces... —Me interrumpió.

—No extrañas algo que no tuviste, Hunter —afirmó con su porte desafiante—. No me siento solo, de verdad no lo hago.

Me dolió escucharlo decir eso. Era bueno que no se sintiese solo, pero el contexto detrás de aquello era desgarrador.

Me acerqué a su imperturbable rostro y lo besé sobre sus labios. No sabía con exactitud el porqué, pero quería besarlo con todas mis fuerzas. 

Kilian sin pensarlo siguió el beso, su mano subió a mi mejilla y se plantó ahí con un tacto sutil y dominante, para luego descender hasta mi cuello y acariciar mi nuca, intensificando dicho beso como si entendiera la necesidad que me generaba su calor e increíble habilidad para despertar deseos que ni yo mismo sabía que podía tener.

Durante ese intenso momento olvidé completamente que estábamos en el instituto.

Grave error.

Creí que había subido el capitulo y me puse triste porque nadie había comentado, entro y RESULTA QUE NO LO PUBLIQUÉ JJKSAHDXISKHNIAK me falla