"Dos de ellos contaban con cargos por agresión sexual, pero todos poseían un largo historial delictivo, siendo prófugos hasta el día de hoy. Fueron hallados inconscientes en un terrible estado de salud, por lo que supuestamente se le atribuye este incidente a un conflicto con la mafia, un carter de la droga o pandillas, por la brutalidad del hecho"

Cuando mostraron las fotos de los delincuentes mis sospechas se confirmaron: los asquerosos sujetos del puente.

—Kilian... —aseveré entre dientes con tono de reproche.

"El mayor posee ambos brazos quebrados, el segundo con la rodilla dislocada y una severa rotura de ligamentos en la muñeca derecha, sin contar su pierna izquierda destrozada. Varias costillas rotas y sus rostros irreconocibles por la hinchazón. Pero lo que más me sorprendió fue el último paciente que atendimos, con el fémur quebrado en varias partes. Es el hueso más fuerte del cuerpo, casi nunca veo este hueso particular roto y menos de ese modo" añadió el doctor que era entrevistado por la chica del noticiero.

Mi rostro estaba fijo en la pantalla y no salía del asombro.

"Al recuperar la conciencia ninguno quiso dar declaraciones. Están esperando el juicio, pero la cadena perpetua es parte de los planes del fiscal..." continuó la reportera.

Recordé el momento en el que me dejó en el taxi y lo vi alejarse, lo que según yo fueron unos segundos de ausencia, resultaron ser varios minutos de completo descontrol hasta que recuperé la conciencia viéndolo junto a mí en el taxi ¿Eso había ido a hacer en ese momento?

Terminando mi analogía miré de manera asesina a Kilian.

—¿Qué? —soltó encogiéndose de hombros y dejando la bandeja en la mesita de luz junto a mí.

—¿Cómo qué "¿Qué?", Kilian? ¿¡Qué hiciste!?

Rodó los ojos y estiró su cabeza hacia atrás. Me sentí todo un padre reprendiendo a su rebelde hijo.

"Cuando los encontré en el puente uno de ellos repetía «es un monstruo, un monstruo» y llamé rápidamente a la policía..." añadió un señor mayor en la pantalla.

—No exageres —gruñó en dirección al aparato.

—El fémur, Kilian. En tres partes. El fémur —le recordé casi histérico por el asombro.

—Cuando salimos del agua y te vi... Te veías terrible, la sangre caía desde tu cabeza hacia tu rostro, no podías ni mantenerte consciente, pero a pesar de todo... me sonreíste. Quería matarlos. Quería romper cada maldito hueso de esos pedazos de mierdas.

«Peleó de esa forma tan brutal por mí ¿Enfureció hasta ese punto? Sé que esta mal que piense esto, pero me sentí un poco importante para él... No Hunter, esto no está bien bajo ningún aspecto, podrían haberlo lastimado»

—¿T-Tú estás bien? Todavía no se sana por completo el anterior corte en tu brazo —pregunté sobresaltado, tomando su brazo, levantando su remera, sujetando su rostro e inspeccionándolo, todo eso en una milésima de segundo, revisando que estuviese sano.

Negó varias veces con la cabeza mientras sonreía.

—Estoy perfectamente ¿Lo ves? No te preocupes, este tipo de heridas suele tardar en cicatrizar una semana o dos, a la tercera ya estará cerrada por completo.

Suspiré aliviado nuevamente, no morí ahogado para que este chico me mate de un ataque al corazón.

—Eran cinco contra uno, eso fue muy imprudente —insistí y se encogió de hombros.

—Su fuerza colectiva no les servía de nada ya que eran demasiado lentos. —Se le escapó una risa maliciosa— Aún así, me contuve y traté de calmarme... volver contigo era más importante que esas basuras. Además, le advertí a un señor que pasaba por ahí que había visto "un grupo de personas peleando en el puente" y le avisó a la policía.

Suspiré aliviado.

—Lo supuse... Sé que no eres como todos piensan. 

Las comisuras de mis labios subieron.

—¿Un psicópata asesino? —preguntó de forma obvia.

—Sé que no los dejarías morir ahí... Y no lo hiciste, le avisaste al hombre por algo.

Se encogió de hombros y su expresión gritaba "Soy peor de lo que crees"

—Aunque lo niegues, eres diferente a esas personas sin piedad o compasión. Tienes buen corazón. Eres una buena persona —sentencié.

—Pensar que soy bueno podría ser un error  —inquirió de forma intimidante, acercando su boca a la mía y disminuyendo cada vez más la distancia entre nuestros cuerpos—. ¿Estás seguro? Tienes tiempo de retractarte todavía.

—Estoy completamente seguro —respondí sin una pizca de duda.

Quedó en silencio, sonrió tan sutilmente que parecía incrédulo a mi afirmación y nuestros labios se unieron en un beso.

—Ah, joder —me quejé por el dolor en mi hombro.

—No puedo dejarme llevar contigo en este estado, así que recupérate rápido, niño.

Dicho esto bajó la intensidad del beso y portando su típica sonrisa maliciosa tomó distancia.

«No sé qué quiere hacer conmigo, pero tengo la sensación que estar herido en estos momentos es mi salvación de las garras de Kilian»

—C-Cállate, idiota. —Miré la derecha, guiado por un delicioso aroma y descubrí que Kilian había preparado huevos revueltos con arroz y tocino.

Por la conmoción olvidé lo relacionado con tener hambre. Me senté más erguido sobre la cama y empezamos a comer, al cabo de quince minutos ya la habíamos acabado. Para ser honesto estuvo bastante bueno.

—Gracias por la comida, estuvo deliciosa.

—Es lo único que se cocinar.

—¿Y cómo sobrevives?

—A base de huevos, tocino, arroz y delivery —sonrió sorpresivamente—. Desde que te conozco he comido mejor —dijo refiriéndose a mis almuerzos.

«Nota mental: preparar más comida de ahora en más, así él la trae a su casa y cena más nutritivo y variado»

—La cena... —recordé, mirando la hora en el televisor—. Son las nueve y treinta y tres de la noche... Yo le mandé un mensaje temprano a mi mamá diciéndole que pasaría a dejar un trabajo y volvería ¿No me ha llamado? Ella ya debería estar en casa.

Intentando razonar un poco la situación escaneé mi cuerpo en busca del móvil por pura costumbre, pero no tenía puesta ropa mía, llevaba puesto un short negro, supuse de Kilian, seguramente me los prestó porque mi pantalón estaba... mojado.

El móvil estaba dentro de mi bolsillo.

—Hablando de eso —mencionó abriendo el cajón de la mesita de luz y sacando mi pobre, amado y difunto teléfono móvil.

—Se mojó, ¿verdad? —pregunté, más como una afinación, entrecerrando un ojo.

Hizo una mueca de "Pues claro, Einstein, saltaste al agua con el aparato" o algo por el estilo.

Resoplé e intenté prenderlo, en vano.

—Ha muerto —afirmé con pesar y por dentro repetía "no llores, no llores, no llores".

—Lo siento, sé cuánto amabas tu móvil. Eres bastante impulsivo... —soltó, mirando mi cara de sufrimiento mientras mis pupilas estaban fijos en el objeto en cuestión.

—Lo sé, lo sé. Estoy pagando las consecuencias —respondí con pesar sacando la vista de allí para observar mi cuerpo herido y finalmente volviendo la vista a Kilian—. Pero... No me arrepiento de nada —finalicé con una gran sonrisa.

—Un chico bastante extraño. —Estuve a punto de objetar, cuando de repente lo vi, tenía su rostro apoyado sobre su mano derecha, ligeramente inclinado, mirándome con una dulce expresión.

Perdí completamente. Mis respuestas sarcásticas o evasivas no sirven contra esa mirada. Iba a abrazarlo sin razón alguna, pero su móvil sonó repentinamente y me provocó un preinfarto.

—¿Qué quieres? Sí, lo sé... —Escuché la voz de una mujer del otro lado del móvil—. Sucedió algo y no... —Kilian suspiró y frotó su sien, irritado—. Cállate y déjame hablar, mujer. Mejor. No, no iré porque surgió algo importante... Avísale al anormal por mí. Lo que digas. 

Colgó la llamada, sin importarle que la voz de aquella mujer siguiese hablando. Ni se inmutó por la reciente conversación, solo dejó el móvil sobre la mesa y volvió su rostro a mí. Claramente toda la curiosidad del mundo estaba encapsulada en mis ojos fijos sobre él.

—¿Intrigado? —preguntó triunfal.

—Pff, para nada. No me interesa en absoluto —mentí descaradamente.

—Como digas, pequeño proteccionista de animales —respondió burlesco, levantándose y llevando la bandeja a la cocina.

«La puta madre, soy endemoniadamente curioso y peor cuando se trata de Kilian. Pero no iba a admitirlo frente a él y llevar su ego hacia Júpiter. No. Jamás»

—Oye, Hunter, deberías llamar a tu madre y avisarle que no irás esta noche —gritó desde la cocina a medida que el agua desde allí corría y supuse estaba lavando la vajilla.

—Claro, préstame algún teléfono así la llam-¡Espera! ¿Q-Qué? ¿Dormir aquí? —pregunté inquieto y nervioso.

Kilian se asomó por la puerta y apoyo su peso en el marco de la misma.

—¿Quieres ser tú el que le explique a tu madre que saltaste desde un puente y por eso estás en ese estado? —dijo señalando mis vendas con su dedo índice.

—P-Pero... y-yo...—joder, tenía razón.

Suspiré rendido.

—Aquí tienes. —Me extendió su móvil y lo tomé— Si se bloquea, el patrón es 1234.

—Tú imaginación esta plasmada en ese increíble y rebuscado código de bloqueo eh.

Hizo una mueca de "ja, ja, muy gracioso", se acercó, bajó a mi amado gato dejándolo en el suelo y se recostó junto a mí.

—H-Hola mamá.

—¿¡Dónde rayos estás!? ¡Te he estado llamando desde hace tres horas! —chilló haciendo que alejase el móvil de mi oído.

Kilian contuvo la risa hundiendo su rostro en la almohada.

—Ma...

—No te incluiré en la herencia después de esto... —seguía bufando y diciendo incoherencias.

—Comenzó a llover y me quedé en la casa de mi amigo.

Ella suspiró.

—Estaba muy preocupada, Hunter Rainhard ¿Sabes lo que sucedió a pocas calles de tu colegio? Hubo una brutal pelea... —interrumpí su monólogo.

Si supiera la verdadera historia detrás de eso, moriría de algún tipo de ataque.

—Lo sé. Llamaba para avisarte que no iré esta noche a casa, es peligroso salir a esta hora solo.

—Esta bien, amor, es solo que me preocupé porque era raro que no atendieras tu móvil.

—Si te preocupas tanto te van a salir arrugas, mujer, cálmate. Ah... sobre mi móvil, se mojó y murió.

—No, definitivamente no heredadas un centavo de mi herencia cuando muera.

—Ah, auh —gemí al sentir la lengua de Kilian en mi cuello.

—¿Estás bien, Hunter? —preguntó ella y el calor y nerviosismo en mi cuerpo se hizo presente.

—E-Eh sí, sí, estoy perfectamente —intenté alejar a Kilian, sin éxito.

—Ok, entonces nos vemos mañana ¿Sí?

Kilian mordió y succionó con fuerza la piel sobre mi cuello. Rápidamente cubrí mi boca con una mano para no emitir ningún sonido extraño.

—Ajam, nos vemos. Saluda a... Will de mi p-parte —«Maldito y sensual Kilian»

—Suenas raro, ¿Seguro estás bien?

«Lo mataré, definitivamente lo mataré»

—Es porqué... estoy viendo una película y-y me distraigo fácil, ya sabes cómo soy.

—Oh, entonces te dejo verla tranquilo, cuídate.

—Adiós... —colgué el móvil y empujé a Kilian —¡Eres un enfermo! ¿Si ella nos escucha?

—Nunca va a creer que estás en la cama con tu amigo —sentenció besando mi clavícula, cuello y subiendo hacia mi boca—. Además, es divertido molestarte —sonrió de lado.

Lo besé y mordí su labio con fuerza.

—Auch —se quejó divertido y paso la lengua por dicho lugar.

Le saqué la lengua y miré engreído.

—Te perdono por esta vez ya que estás herido, pero la próxima... no te irá tan bien, pequeño —me advirtió abrazándome y apoyando su barbilla en mi cabeza.

—¿Por qué me dices así? Si no estoy equivocado no eres mayor por tanta diferencia de edad, ¿no?

Mi pregunta lo sorprendió y pensó su respuesta.

—No lo sé con exactitud. —Estiró su espalda un poco y sentí sus músculos contraerse y estirarse, una sensación que me hizo apartar el rostro—. Tal vez es tu forma de pensar, jodidamente tierno a veces, ingenuo y hasta infantil, me genera la necesidad de mantenerte a salvo y conocerte cada vez más.

Quedé inmóvil ante aquello y me encogí todavía más entre su agarre. No lo había notado antes, pero tiene una espalda realmente ancha, rodeándome por completo con sus brazos y quedo pequeño a su lado.

Es un raro sentimiento al estar así con otra persona, con él, solo nosotros dos. No era confusión o ansiedad como creí que sería, ya que el tema de que ambos seamos hombres me ha estado enloqueciendo últimamente. Era diferente ¿Cómo explicarlo?... ¿Seguridad? ¿Protección? Definitivamente es lo más cercano a la paz absoluta.

No lo podía poner en palabras todavía, pero era seguro que no me desagradaba.

«Me gusta demasiado»

Subo un capítulo hoy porque... porque sí, tenía algo de tiempo y lo aproveché, eso pasó♥

Los amo, no olviden seguirme en mis redes si quieren que seamos más cercanos y conocerme un poco más(? Si no quieren, bueno, se intentó jajjaj ♥

♥Tomen mucha agua♥