
Capítulo 011
Ya a pocas cuadras del instituto me felicitaba a mí mismo por no estar llegando tarde.
—Además es un hermoso... —miré con atención las nubes que se estaban formando—. Nublado... —Un fuerte viento se coló por mi espalda baja—. Y al parecer algo ventoso... ¡Puta madre! ¡Esta helando!
«Al salir de casa parecía que el día sería soleado y caluroso, ahora de repente el putísimo cielo comenzó a tornarse oscuro y amenazante. Gracias madre naturaleza, hoy hará un frío horrendo y yo cuento con solo una camisa de verano»
Después de insultar mentalmente a nuestro hermoso universo, llegué al bendito instituto. Desde el incidente y posterior reconciliación con Kilian ya habían pasado varios días... ¿Reconciliación? Sonaba raro, pero de todas formas estaba feliz por ello.
Al cruzar el umbral de la puerta divisé a Frank sentado sobre la mesa, hablando de manera casual con Aaron y Sanna.
—¿Escuchaste que tendremos un nuevo profesor de música? —comentó mi mejor amigo.
—Sí, ojalá no sea tan estricto como el anterior —respondió Aaron.
—Me encanta música —añadió alegre la rubia.
—Somos dos —hablé uniéndome a la conversación.
—Eu —Frank me saludó con esa simple unión de vocales y miró a Matthew— Hey, hola, Matt —sonrió en su dirección y el recién nombrado levantó sus cejas y se acercó a nosotros—. Llegan temprano ¿Será por eso que hay mal clima? Arruinaron la armonía del universo —bromeó volviendo su vista a mí.
—Están en presencia de un milagro —contesté juntando las manos a modo de rezo y miré hacia arriba, a lo que Matthew apoyó ambas manos sobre mis hombros.
—Cálmate que capaz te nos regresas al cielo, santurrón —canturreó el rubio con una sonrisa irónica.
La profesora de literatura llegó, la clase concluyó sin inconvenientes y llegando el último recreo intuí que Kilian ya no vendría, motivo por el cual suspiré.
—Diablos ¿Por qué suspiro? —pensé en voz alta.
—Si no sabes tú —respondió Aaron parado frente a mí.
—Shhh, calla, estoy meditando conmigo mismo —comenté haciendo una mueca y sonrió audaz.
—Deja de meditar y vayamos a comer, monje budista —sugirió.
—Esta bien, bien. —Saqué mi almuerzo y nos dirigimos al mismo árbol de siempre.
Al parecer comparto el mismo coeficiente intelectual que mis amigos ya que Matthew olvidó su chaqueta, Sanna por alguna razón no trajo la suya y Aaron la olvidó en la pileta después de hacer natación a la primera hora, afortunadamente uno de sus compañeros se la regresó. Por ende Aaron, Frank y Melody estaban bien calientes.
Bueno, Frank estaba en su estado natural habitual.
Terminamos de comer justo a tiempo porque comenzó a lloviznar y salimos de la zona verde hacia el salón. No paré de reír durante todo el receso por las estupideces que decía Frank junto a su amiga con derechos de momento, de esas con las que tiene sexo y después de una pelea fingen no conocerse. La de este mes continuaba siendo Melody, una de las que ha durado más con su extraña relación liberal con mi promiscuo mejor amigo. Todo había sido agradable, pero me en el fondo deseaba que Kilian estuviese aquí con nosotros.
—Se puso muy frío... —Tiritó Sanna y su cabellera rubia se arremolinó con el viento.
Para ese instante Aaron ya se había quitado la chaqueta y colocado a ella antes de que terminase de hablar. Nunca entenderé por qué ellos dos no eran pareja, son los únicos que niegan la conexión que tienen entre ambos.
—Oye, Hun, Hun —susurró Matt antes de que entrásemos a matemática— ¿Lo notaste? Hoy no vino tu novio.
—¿Sí? Eso es porque tu papá no asiste a la escuela, debe estar en su cama donde lo dejé anoche —respondí irónico.
No creo que Matt sea del todo malo, pero por Dios que es un dolor de trasero con su humor retorcido. Posee una rara personalidad, sonriendo falsamente al bromear y decir cumplidos disfrazados de comentarios superficiales a sus amigos. A su vez, cuando se molesta con alguien sus ojos parecen como los de una víbora igual de venenosos que sus palabras. Me es extraño y debía admitir que en el fondo me agradaba que alguien tan singular y potencialmente hiriente nos considera sus amigos.
Obviamente no dejo que su estupidez me afecte y siempre tengo algo sarcástico para contestarle cuando dice puras pendejadas, o simplemente lo dejo ser y no le hago caso.
—Te has vuelto tan insolente, todavía recuerdo cuando estabas aprendiendo a cocinar y llorabas porque se te quemaban los dedos —contestó entre risas.
—Es que era muy difícil hacer p... —Hice un puchero y reaccioné— ¿Qué es lo que quieres? —Fui al punto.
—Molestarte, pequeño Hunter —afirmó con una gran sonrisa que me generó escalofríos.
—Sigue participando —respondí con la misma sonrisa, o eso intenté, replicar sus sonrisas requería como cinco pactos satánicos y una invocación.
—Chicos, aquí les entrego el anterior trabajo ya corregido —dijo el profesor sacando los apuntes de su portafolio—. Ah, también necesito que hagan este trabajo hoy y mañana me lo entreguen terminado.
—Oh profe... —Se quejó la morena que se sienta en el centro.
—Los entiendo, sé que no les avise del trabajo. Lo que sucedió es que olvidé que la próxima semana tendré un viaje escolar con los otros cursos y como coordinador debo organizar todo. Les prometo que es un trabajo corto, pero tienen que entregarlo si o si mañana.
—Pero Sofía no vino hoy, profesor —dijo otro compañero.
—A los que faltaron, por favor, que un amigo se lo haga llegar a su casa.
Todos se pusieron de acuerdo en llevarle el trabajo a los que faltaron y el último de la lista quedaba pendiente.
—¿Quién le llevará el trabajo a Hemsworth, Kilian Hemsworth? —preguntó buscando voluntarios con la mirada.
A lo que todos parecían ciegos y sordos a su propuesta.
—Yo lo haré —hablé acercándome y tomando el bendito trabajo.
—Que valiente —comentó alguien que no distinguí.
—Shh, ahora son amigos.
Así comenzaron los susurros y comentarios por lo bajo.
—Es verdad, siempre están juntos...
—Genial, nuestro lindo Hunter domó a la bestia.
Parecía que los chismes sobre el famoso Killer eran el pan de cada día, pero esta vez se estaban pasando.
—Ya, basta —dijo el profesor— aquí tienes su dirección, no es muy lejos de aquí. Gracias Hunter, lo voy a tener en cuenta en tu calificación —me felicitó muy agradecido y algo preocupado.
—¿No me diga que usted también le tiene miedo? —pregunté incrédulo.
—Digamos que es un poco atemorizante.
Esto ya era el colmo.
—Él no es como todos piensan —afirmé tajante, hasta podría decir que algo ofendido.
No sé por qué lo sentí tan personal, estoy acostumbrado a que le tengan miedo. Debía ser la lluvia lo que me puso tan irritable al respecto.
Caminando hacia la, suponía yo, bella casa de Kilian; bajo la torrencial lluvia y maldiciendo la puta razón por la que a se le ocurrió faltar justo hoy.
—Jodida y hermosa lluvia —musité y guardé silencio cuando las gotas se detuvieron.
Miré arriba y había un paraguas cubriéndome.
—¿Paseando con este hermoso clima? —preguntó irónicamente una voz familiar.
—Claro, Kilian ¿No ves que hermoso y despejado esta el cielo? La gente ya no aprecia estas simples cosas —respondí con el mismo grado de ironía.
Sonrió, lo hizo un breve instante, pero joder que agradable fue verlo sonreír.
—Vamos a un lugar más cálido. Me desagrada el frío —soltó y llevó una mano a su bolsillo.
—Justo ahora me dirigía a tu casa —añadí caminando a su lado en dirección a su casa y levantó una ceja.
«¿Qué acababa de decir? Sonó como una especie de propuesta o acoso»
—Las hormonas te están afectando, niñito lujurioso —dijo burlesco.
—No, tonto, el profesor de matemáticas me dio un trabajo que tienes que hacer sí o sí para mañana.
—Podría haberme pasado una foto y lo hacía en casa.
Tenía razón.
—Ah, pero no tengo tu número —comenté haciendo el amague de sacar el móvil, para luego dejarlo dentro de mí bolsillo.
—¿Mmh?
Hizo una mueca de curiosidad que me enterneció unos segundos.
—Iba a sacar el móvil para agregarte, pero la lluvia sigue muy fuerte y si se llegara a mojar... —mis ojos brillaron peor que aquella vez que vi "Hachi: A Dog's Tale" e hice una mueca casi heroica pensando: "No, no lo permitiré".
Sin dudas notó mi expresión algo ridícula y rió en voz baja mientras llegábamos al pequeño puente, faltando cada vez menos para la bendita casa de Kilian.
—Eres increíble —susurró y negó con su cabeza.
Al verlo, desde mi perspectiva, caminando a su lado derecho, con su rostro a una altura mayor a la mía y su perfil levemente inclinado, sentí algo tan fuerte en mi pecho que contuve el aire unos segundos. Reaccioné finalmente, negué con la cabeza y contesté:
—Claro, soy genial —contesté enseñándole la lengua y calmando esa rara sensación en mi caja torácica.
—Aplasta su cabeza de una vez... —Se oyó la voz carrasposa y gruesa de un hombre a pocos metros de distancia.
Guiado por ese estruendo miré hacia adelante y para mi sorpresa había cinco hombres. Sus apariencias eran claramente las de delincuentes y malvivientes.
Creí que eran ebrios peleando y gritando idioteces sin sentido, así que estaba más que dispuesto a dar media vuelta e irme de ahí, pero Kilian no se detuvo, era como si no los notase o directamente no le importase en absoluto la presencia de esos sujetos.
Caminamos unos metros más, listos para seguir nuestro camino, atravesar el puente y que el día siguiese su curso... si no fuese porque lo que vi me dejó petrificado en el lugar.
Casi no actualizo hoy porque no estoy en casa, pero como buena mafiosa moví cielo y tierra para que EN MEDIO DE UNA RESTRICCIÓN HORARIA por el covid y todos los controles policiales ME TRAIGAN LA COMPU♥ jajsjsj
Dato random: mi gato me abandonó hace casi tres semanas, las malas lenguas dicen que me dejó por otra familia. Dato dos: me vieron tan mal, llorar tanto, llamarlo y esperarlo cada día y noche que adoptaron y me trajeron un gatito bebé para que me destraume por la desaparición mi hijo abandónico(? (ㆆ_ㆆ) *Estoy como el meme de Rafa Górgory, feliz y triste xd* ʕ◉ᴥ◉ʔ
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