
Capítulo 004
Otro día iniciaba y, para no perder la costumbre, llegué minutos antes que terminase la primera hora.
Al entrar miré a mis amigos, levanté la mano saludándolos y fui llamado por el profesor antes de poder ir a mi asiento. Mis ojos vieron al final del salón y Killer estaba en su silla, con su capucha y audífonos puestos.
El profesor terminó de regañarme justo cuando la campana sonó.
—¿Te sientes bien? —preguntó Sanna, con sus dulces y claros ojos fijos en dirección a mi rostro.
—No dormí anoche, solo eso, no te preocupes —sonreí con tranquilidad.
—Nos vemos en la azotea —susurró Killer en mi oído, pasando por detrás de mí y casi provocándome un infarto.
«Dios ¿Qué tiene este chico con aparecer de repente? ¿Era ninja en su anterior vida?» pensé internamente.
—¿Estás en problemas? —preguntó Frank con seriedad y preocupación en su voz.
—No sabría decirte... —contesté mirando hacia la nada.
Hicimos una corta pausa y continué:
—Bien, en resumen: almorzaré con Killer —admití, con una dura sonrisa.
—¿Te obliga a darle tu almuerzo? Eso ya es muy bajo —comentó Aaron, con sus brazos cruzados en su pecho y el ceño fruncido, expresando con su cuerpo el disgusto por la situación que imaginó sobre mi almuerzo con Killer.
—En realidad yo me ofrecí... por así decirlo.
Todos se quedaron viéndome sin poder creer mi nivel de pendejez.
—Pero si serás idiota —exclamó Frank con ambos dedos en sus sienes, mientras Aaron se quitaba sus gafas y Sanna negaba con la cabeza.
—Creo que solo quiere vengarse por el incidente de la carpeta y me golpeará... Aun así, debo ir, ya que yo fui el que dijo lo de almorzar juntos.
—¿Quieres que vaya contigo? —Se ofreció a acompañarme Frank, con su voz seria y algo protectora.
—No, estoy bien. Ya saben, yo me metí en esto por mi cuenta. No se preocupen —dije tomando mi almuerzo y dirigiéndome a la azotea.
De camino a mi encuentro noté que mis manos sudaban y lo agitada que estaba mi respiración, la sinceridad de mi organismo era evidente. No era para menos, sabiendo con quién me reuniría en segundos.
—Creo que estaré bien... corro algo rápido, no tanto como Aaron, pero creo que podría huir a salvo —mascullé y reí para mis adentros—. Todo esto ocurre por no cerrar mi maldita boca —divagaba, de camino a mi funeral.
Subí las escaleras, abrí la puerta y no vi a Killer. Un gran suspiro de alivio salió de mi boca y ese alivió se esfumó inmediatamente cuando oí su gruesa voz:
—¿Asustado? —resonó justo detrás de mí.
Giré mi cuerpo y no había nadie; levanté la vista y estaba sentado arriba de la caseta. La maldita caseta. Eso era lo suficientemente intrigante para mí, de pensar cómo habrá subido sin un escalón o algo, pero recordé que estaba hablando del mismísimo Killer en el momento que de un leve salto quedó junto a mí.
—Ah —recapacité—. Entonces aquí estabas ayer también —dije en voz alta involuntariamente.
—Ajá, descansaba inocentemente, mientras un extraño sujeto allanaba mis pertenencias —respondió, sarcástico hasta la medula.
—¡Te digo que no es lo que piensas! —bufé—. Y si vamos a hablar del pasado, tú me hiciste quedar mal frente al profesor de matemática.
—Oh, cierto —soltó una risa burlesca, tocando con su dedo índice y pulgar su barbilla—. Acababa de despertar y como estaba de mal humor quería divertirme un poco.
«El muy abusivo esta admitiendo que lo hizo a propósito.»
—Mejor me voy —sentencié irritado, dando unos pasos en dirección a la puerta.
—Así que eres de los que prometen y no cumplen, que sorpresa —soltó provocándome y mirándome de costado.
Como el casi adulto responsable que soy, que no se deja influenciar por ese tipo de comentarios, obviamente lo ignoré y... ¿A quién engaño? La madurez no es mi fuerte y me senté abruptamente en el suelo, abriendo todo emputado mi recipiente con el almuerzo.
Este descerebrado no me iba a quitar el apetito, más aún si hoy preparé brochetas de carne y verduras.
Tomé una y antes de que pudiera comerla él se sentó junto a mí, estiró su cuerpo un poco, lo suficiente para adueñarse de la que era mi brocheta, acercando su rostro al mío, tomando mi muñeca y llevando dicha brocheta a su boca, mirándome fijamente a los ojos.
Mi mente divagó o me faltó oxigeno unos segundos, ya que sino no me explicaba por qué al verlo pensé «se vio realmente atractivo.»
«¿Atractivo? Es decir, atractivo de forma normal... ¿Normal? ¿Normal con respecto a qué? Tal vez quise decir "atemorizante", no es que me guste o algo así... Bueno, basta.»
Bajando de mis cavilaciones intenté tomar distancia, pero su hombro parecía mimetizado al mío y desistí, si lo hacía enojar o sentir rechazado con mi accionar esto podría tornarse más incómodo.
Me costó un poco respirar al tenerlo tan cerca, pero inflé mis pulmones valientemente y comí un bocado.
—Delicioso —articuló con una media sonrisa y llamó mi atención.
—Gracias.
Extrañamente su comentario me alegró bastante.
—¿Tú lo hiciste?
—Si, soy bueno en la cocina —sonreí orgulloso y coloqué ambas manos en mi regazo—, ¿y tú, Killer?
Levantó sus cejas, para luego mostrar frialdad en esos gélidos ojos. No supe si fue por lo que dije o porque lo llamé Killer, pero se generó un silencio incómodo.
«Tengo que sacar algún tema de conversación, vamos, odio estos silencios» me dije a mí mismo y solté lo primero que se me vino a la cabeza:
—Ayer estaba revisando tus cosas porque creí que tendrías la carpeta de un típico asesino o psicópata. —Mi nula habilidad para sacar tema de conversación reluciendo con la intensidad de mil soles.
«Mátenme. Mátenme y libérenme de este sufrimiento llamado ser un idiota.»
Milagrosamente sonrió.
—Todos creen que soy un maldito enfermo —dijo entre risas bajas—, eso no me molesta, aleja a la gente aburrida de mí.
—Porque nadie se anima a hablar contigo —comenté cargando un tono de obviedad.
—Y aquí estás, comiendo con "Killer" —ironizó, tocando su labio sin borrar esa inquietante y arrasadora sonrisa.
—B-Bueno, siempre cumplo mis promesas, dije que vendría y aquí estoy.
—A pesar de tener miedo —afirmó con un atisbo de alegría.
—Pero... al hablar contigo me sorprende que seas tan "normal", no me asusta tanto estar aquí... solo cuando estás lejos.
Soltó una carcajada oyendo esto último.
—¿Cuando estoy lejos? —inquirió, contemplando mi rostro sin apartar los ojos ni por un segundo.
—Te ves aterrador, como aquella vez en el callejón —formulé a pesar de los nervios.
—¿Qué parte de mí te asusta? —continuó, esta vez con más seriedad en su rostro.
Esta vez pensé la respuesta durante unos segundos.
—Tus ojos —afirmé—. La forma en la que me miraste en ese instante me aterró. —Dejó caer un poco su rostro, como cuando un cachorro inclina levemente la cabeza.
—¿Antes del callejón no me temías? —Sus preguntas me generaban nerviosismo, pero no temor, era otro tipo de inquietud por la fuerte mirada que poseía este chico.
—Claro que sí, pero solo lo usual, intentaba estar lejos de ti por todo eso de preservar mí vida y el instinto de supervivencia que la gente suele tener —bromeé, pero estaba hablando con extrema sinceridad.
—Entonces para tus ojos también me veo como si fuera una especie de animal salvaje —afirmó.
—¿No lo eres? —pregunté y elevé una ceja.
Se encogió de hombros y luego sonrió maliciosamente, provocando que me encogiese en mi sitio sin querer.
Afirmativo: definitivamente este tipo era peligroso.
—Nunca te veo hablar con nadie ¿Y tus amigos? —Se me dio por preguntar.
—Me aburro rápido.
Me arriesgaba a suponer que no estaba siendo sincero, no fue como si lo asegurara cien por ciento, pero tenía una corazonada por la milésima de segundo donde sus ojos vacilaron.
—Mentiroso —dije accidentalmente en alto.
Giró su rostro hacia mí, sorprendido, para luego volverse distante y serio.
—¿Tú crees? —preguntó a secas.
—N-No quise decir eso, las cosas que pienso simplemente salen de mi boca sin darme cuenta.
—Lo noté, eres bastante directo —afirmó antes de soltar un suspiro.
—La mayoría odia eso... intento controlarme y cerrar la boca —dije con cierto pesimismo.
—Pues no te esta saliendo bien —esgrimió mostrándome una fugaz sonrisa.
—Cá-lla-te —demandé, separando en sílabas y apartando la mirada.
—No lo hagas... —Me sorprendí y volví mis pupilas a él, que miraba el cielo—. Me gustan las personas como tú.
Sentí algo de calor en mis mejillas al escucharlo y aparte la vista.
«¿Estaré por enfermarme? Últimamente me he sentido algo extraño, aunque eso sería inusual ya que mi sistema inmune es excelente.»
Terminamos de comer entre cortas charlas triviales, donde descubrí que es interesante pasar tiempo con él y tranquilamente nos dirigimos al curso.
«Resultó ser alguien con quien es fácil hablar, sumamente inteligente y razonable. Eso no quita el hecho de que es un poco agresivo, malhumorado, su sentido de "diversión" es malévolo, tiene un genio volátil y algo violento; pero no es un psicópata como creí y me agrada... un poco.
Caminaba tranquilamente a mi lado, por primera vez en años, pero se podía percibir su distancia característica y por la cual no había entablado ningún tipo de relación con él... hasta ahora. Después de compartir un almuerzo, descubrí algo nuevo del tan difamado Killer y no podía simplemente ignorar algo así.
Mi curiosidad era más grande que mis miedos y prejuicios ¿Qué más podría descubrir al pasar tiempo juntos?
Lo subo hoy porque en mi país (Arg.) volvimos a la fase 1 (encerrados sin poder salir, supuestamente por 9 días) Así que aproveché que estoy en casa para subir el capítulo antes♥
En fin, espero que todos se encuentren bien de salud y se cuiden mucho, ojalá en algún momento futuro relea esta notita y esto del Covid ya haya quedado muy atrás en nuestras vidas diarias.
Los amo, feliz fin de semana♥
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