CATORCE
—¿Cómo dices que dijiste?
—Lo que oíste: mantén tu cordura lo más que puedas, en el momento que llegues a tu límite, te daré un inhibidor de celo.
—¿Q-Qué? Yo creí que sería un entrenamiento como Karate Kid o protagonista de anime shonen, no algo... así —susurró lo último con su voz quebrada por la agitación que subía hasta su garganta.
El ardor de su cuerpo comenzaba a inundar sus sentidos peligrosamente.
—Presta mucha atención, porque la vida puede enseñarte muchas lecciones —advirtió el alfa—, pero yo haré que disfrutes aprenderlas.
—Al... K-Kilian —se corrigió al instante, queriendo detener sus impulsos de llamarlo alfa desesperadamente.
Su lado irracional quería oír que lo llamaste de ese modo, que de esos carnosos labios salieran súplicas necesitadas al son de "mi alfa".
Con ambas manos tomó la parte baja de su camiseta y jalando hacia arriba se deshizo de ella, exponiendo su gran torso al omega, liberando una cantidad limitada de feromonas, sabiendo que si se sobrepasaba, ese chico sentiría tanto placer por su estallido de feromonas, que no podría estar de pie.
—Esto es... No creo ser capaz, yo pensé que... —farfullaba y retrocedía lentamente, a medida que ese alfa avanzaba y el calor se removía dentro de él.
—¿Ya arrepintiéndote? Te advertí que te prepararas —aseveró contundente, lamiendo su cuello, mismo que todavía portaba el collar gracias a que al regresar del instituto olvidó quitárselo.
El dulzor de las feromonas se coló por su sistema, al ser un alfa de grado tan puro, pudo percibirlo de inmediato, incluso en boca se instaló un sabor similar a fresas y algo más.
—Carajo, de verdad eres delicioso —maldijo sintiendo su propia erección amenazando con surgir.
—Cielos —susurró Hunter y perdió gran parte de la razón cuando sus manos se movieron por sí solas, rodeando el cuello del alfa—. Es peor de lo que imaginé.
—¿Tan malo soy? —ironizó y Hunter hizo una expresión caprichosa con un puchero en su boca fruncida.
—Lo eres —refutó haciendo sonreír de lado al alfa.
—Y a pesar de eso, sigues aquí, no huyes de mí —dijo tan excitado por la idea de que permaneciera a su lado, que liberó un poco más de feromonas dominantes, estremeciendo a Hunter y perdiendo la fuerza en sus rodillas, siendo sostenido por Kilian.
Gimió con algo de incomodidad el ser presionado por esos grandes brazos que evitaron que cayera al suelo y lo miró directamente a los ojos.
—Hola —saludó tontamente, como si recién se vieran, como si estuviese soñando. Su sonrisa embriagada del aroma del alfa y su propio celo despertando ganaron por completo.
No era el único, el raciocinio de Kilian también flaqueó, mordiendo sobre ese resistente collar.
Quería arrancárselo.
Cuando el lado instintivo de Hunter se liberaba, Kilian sufría de una sensación de abstinencia que lo corroía por dentro, necesitaba dejarse llevar y que su omega fuese tan sumiso no ayudaba a su propia conciencia. Pero por el bien de ambos conseguía controlarlo.
Se deshizo de la camiseta que lo cubría sin ningún esfuerzo, sintiendo el plano torso de Hunter estamparse contra el suyo y acercarse peligrosamente a sus labios, como si ese milisegundo de separación fuese inaceptable para el menor.
Frotó su rostro en el cuello del alfa y mordisqueó, agradecido por la libertad que le daba ese imponente hombre. El omega estaba disfrutando tanto aquello que su celo aumentó, llevando su propia mano a su pantalón e intentando quitárselo, liberar esa erección que punzaba.
—No estás poniendo mucha voluntad, omega —demandó con voz tajante y el menor se encogió, humedeciendo sus ojos y sintiendo el rechazo.
Ahí notó que Kilian no estaba tocándolo, besándolo o haciendo nada en absoluto, de nuevo era él obligando a Kilian a corresponder sus necesidades.
—Te hice enfadar —sollozó angustiado al creer realmente que sería odiado por ser tan egoísta y ese golpe directo fue recibido justo en el blanco.
El alfa perdió un instante el control de sí y cuando lo recobró ya se encontraba besando los húmedos labios del omega.
—No es así ¿Me oyes? —admitió dejando repetidos besos en sus mejillas mojadas por las lágrimas—. Eres un omega muy dulce ¿Cómo podría enojarme por algo así?
Otro lugar húmedo y que requería atención se contrajo, sintiendo una punzada en su vientre y perdiendo por completo la racionalidad.
—Alfa —gimoteó presionando sus propios muslos ya con el pantalón a la altura de sus tobillos, esperando ser socorrido por él.
—Bien, es suficiente por hoy —decretó liberando su propia erección y juntando ambas, sonriendo egocéntrico cuando Hunter observó ansioso su miembro duro y cubierto por un par de erógenas venas cerca de la base.
Llevó ambas manos al trasero del omega y lo atrajo hacia sí, aplastando su erección contra la suya, presionando con morbo su cuerpo hacia adelante, oyéndolo gemir de placer y asombro. El simple rose violento de sus pieles era suficiente para que las extremidades de Hunter se tensaran y el aire escapara de sus pulmones.
Amasó con ambas manos las redondas nalgas del chico, adentrando con cada movimiento sus dedos a ese lugar rebosante de lubricante, untando dos de ellos por el borde y llevándolos hacia adelante, donde sus erecciones aguardaban en sus límites.
El lubricante del omega alrededor de su pene al masturbar a ambos al mismo tiempo, le daba la sensación al alfa de estar dentro del omega, de estar rodeado por esos deliciosos jugos, embistiendo hasta llegar al nudo.
Con eso en mente llegó al clímax justo después del omega, mismo que no estaba dormido esta vez, sino todo lo contrario, quería más.
Sonrió ingenuamente y beso sus labios, seguido tocó la esencia del alfa que había terminado sobre su abdomen y era inexplicable lo feliz que se hallaba al estar impregnado del aroma de Kilian.
—¿Significa que soy tu omega? —preguntó con ilusión y Kilian guardó silencio.
No encontraba una forma de explicarle las cosas sin que llorase o sobre reaccionara al estar en medio su celo que desborda sus emociones.
—¿Quieres serlo? —preguntó y lo levanto sujetando sus muslos, viendo su rostro un poco más alto que el suyo gracias a esa posición.
Asintió repetidas veces y con sus manos a cada lado del rostro de Kilian unió sus labios castamente. El alfa estuvo a punto de intensificar dicho beso y mandar las lecciones al carajo, bajando al chico sobre su erección y ambos dejarse llevar... pero era muy pronto, primero debía hablar de eso con el Hunter racional, corroborando que realmente le correspondiera y no solo en celo.
Ya en los brazos del alfa, Hunter comenzó a sentirse adormilado, acurrucándose entre su cuello y hombro. Caminó hasta la cama y quiso dejarlo ahí, sorprendiéndose por la fuerza con la que ese omega se aferraba a él.
—¿Por qué quieres dejarme? —preguntó preocupado—. Siempre me dejas. Te vas y me siento vacío... —El calor estaba abrumando su mente y llevo una mano a su pecho y otra entre sus piernas.
—Vacío aquí —dijo apretando el lado izquierdo de su pectoral—, y aquí —finalizó introduciendo su dedo medio, acción que desató un enorme olor a sangre en la habitación: Kilian mordió tan fuerte el interior de su boca que creyó necesitar puntos.
Hizo un sonido con la garganta, cubrió su rostro con una mano, tragó duramente y de la mesita de noche tomó un inyectable.
—Dame tu brazo —demandó inamovible y Hunter negó—. Obedéceme —aseveró con sus aterradores orbes luchando consigo mismo.
Hunter se encogió un poco y lo miró desde esa indefensa posición, casi llorando.
—Va a doler —lloró más que antes, pero en sumo silencio y la tensión en los hombros de Kilian desapareció, liberando muchas feromonas a modo de tranquilizar a ese pequeño omega.
—Si no te administro el inhibidor, podría hacer cosas que realmente te causarían dolor —pensó en alto con voz neutra.
Tomó su mano y sintió el sobresalto que eso le provocó, levantó dicha mano hasta su rostro y besó el interior de esta.
—¿No confías en que tu alfa va a cuidar de ti? —soltó aquello y la mente de Hunter se perdió completamente. Esas palabras hicieron al omega sonreír entre lágrimas, elevando sus comisuras y mostrando sus blancos dientes en una mueca sumamente dulce.
—Creo en ti.
Tomó la mano libre de Kilian con ambas manos, colocándola en su rostro y la frotó apaciblemente contra su mejilla.
—Eres mi alfa después de todo —habló con más lentitud y calma, había logrado tranquilizarse por la presencia y amable voz de Kilian. Seguido extendió otra vez su antebrazo y sintió la aguja perforando la piel.
—Esta hecho ¿Dolió tanto como imaginabas? —Hunter abrazó la cintura del alfa y se recostó justo a su lado, apoyando la frente contra su cadera desnuda.
—No dolió porque eres bueno en esto... eres bueno en todo... eres simplemente bueno. Buena persona —afirmó arrastrando un poco las palabras.
—Eso no es cierto —negó el susodicho y los brazos de Hunter lo presionaron un poco más.
—Mi alfa no es alguien malo —contradijo nuevamente y la mano de Kilian acarició su cabello.
No tenía sentido discutir con Hunter en ese momento, de todas formas, en el fondo de su corazón, esas palabras le dieron a Kilian una ínfima chispa de esperanza.
Al ver cómo su respiración se calmaba y perdía ante el cansancio, lo cubrió con las sábanas y mantas que estaban allí y sin moverse de su sitio soltó un suspiro.
Un suspiro largo y pesado, realmente cansado. Con ambas manos llevó su cabello hacia atrás y saboreó la sangre que seguía brotando de su boca.
—A este paso, para el momento que admitas consciente que quieres ser mío, tendrás que reconstruirme por partes —susurró y deslizó su lengua sobre sus dientes en una sonrisa dura, calmando su frustración.
Una frustración que iba en aumento.
Al ser un alfa exótico, su lívido era mayor, sus necesidades, impulsos y deseos también. Por lo que su autocontrol estaba matándolo de agonía, priorizando a ese omega sobre sus impulsos.
—Sé que es repentino, pero... —habló de la nada Hunter y se hizo una bolita sobre la cama, manteniendo sus brazos firmes en su lugar— ¿Vendrías conmigo hoy? Odio los hospitales, temo perder a mamá, odio ese olor, esa tristeza... contigo me siento seguro, ¿vendrías? Por favor, por favor —suplicó hasta que la mano de Kilian se posó en su frente, cerciorándose que descendiera su calor, y lo oyó aceptar su pedido.
Aunque no entendió bien qué cosa le estaba pidiendo, pero aceptó porque parecía algo importante para esa bolita debajo de las mantas.
—Duerme y recupera algo de energía, en unas horas te llamaré.
El omega asintió y se aferró a las sábanas, gustoso de percibir a Kilian sentado a su lado y el calor de su mano en su frente.
Continuará...
Buenasssss♥ Espero que estén felices y sino les dejo este capítulo a ver si sonríen♥
La bellísima portada actual es cortesía de @the_world_of_tuki y la amo♥
Estuve haciendo una donde aparecieran los cuatro (M, F, K y H), pero mi versión pirata de Clip Studio dejó de andar y no puedo recuperar mis borradores todavía xd las desventajas de ser pobre jajjaj Así que si no la puedo recuperar solo queda hacer todo de nuevo.
Miren que bello estaba quedando Frank y Matt por amor de Dios, y eso que al rubio lo detesto xd
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