Jié corrió detrás del autobús que la llevaría al instituto, era una lástima que no lo alcanzara. Soltó un suspiro cansado y apoyó las manos en sus rodillas preguntándose porque precisamente su auto tuvo que descomponerse. Hoseok no podía transportarla debido a su trabajo, lo único que podía hacer es tomar el autobús. Aunque no le gustara.

Levantó un poco su mano para verificar la hora en el reloj que adornaba en su muñeca. Las seis cincuenta y cinco y ella debería estar en camino para poder llegar puntualmente. Empezó a caminar por si tal vez pasaba de nuevo el autobús pero en vez de eso, un auto en color negro con las ventanas polarizadas se hizo presente frente a ella. Soltó un brinquito en su lugar por el susto de escuchar las llamadas rechinar, sus manos empezaron a sudar en cuanto pensó que probablemente podría ser un secuestro.

Pero no, la ventana bajo dándose a descubrir a dos chicos, Park en el piloto y Taehyung a su lado. Expulsó el aire acumulado y llevó sus manos a su pecho.

—Hey, Jié. ¡Sube!—La llamó señalándole el auto con un cigarrillo en mano, la chica negó rápidamente. Por supuesto que no lo haría, preferiría mil veces perder clases o que no le permitieran el acceso que subirse a un auto con tres desconocidos. Ya lo había aprendido hace un tiempo.

—Oh vamos, llegarás tarde a clase y es probable que no puedas entrar. Confía en nosotros, linda—Mencionó Jimin, la chica volvió a negar decidida a no obedecer. Jié ya había pasado por mucho, había aprendido que no debía confiar en los hombres ni mucho menos cuando le dijeran palabras bonitas. Ella prefirió esquivar el auto y seguir su camino sin mirar atrás, no había de otra. Soltó un suspiro aliviada de poder haber salido de ese laberinto y que los chicos no le hicieran nada.

Ellos no volvieron a insistir, solo permitieron que ella se fuera por si sola, mirándola. Al menos por esa vez la dejarían respirar. Jung empezó a correr en cuanto vio a lo lejos la puerta del instituto a punto de cerrarse.

—¡Espere!—Gritó, el hombre de seguridad le permitió entrar y fue la última. Jié sintió alivio de haber llegado a pesar de que fueron diez minutos tarde, no era por mucho pero sabía que las clases ya habían empezado. Debido a ello, no se encontraban personas por los pasillos más que ella y algunos profesores.

Pero una persona le interrumpió su camino.

—Hola Jié—Taehyung frente a ella vistiendo un pantalón en color negro que se adecuaba perfectamente a sus piernas, camiseta blanca y una chaqueta de cuero negra con algunos dibujos que no le llamaban la atención. Como si fuera un chico malo. Además de su mechón en verde.

—Eh, hola. Me tengo que ir, voy tarde a mi clase...nos vemos luego—Trato de escapar pero él no le permitió. Las manos de la chica empezaban a sudar demasiado y los nervios parecían aumentar cada vez más, no quería que algo malo le sucediera. Tenía mucho miedo.

—Quería invitarte a comer después de clases, ¿que dices?—Sonrió en grande, ella negó con frenesí aferrándose a las asas de su mochila. Taehyung frunció el ceño por su respuesta, ninguna chica le había dicho que no.

Jié lo empujó sin ser brusca y siguió su caminar rápidamente para llegar al salón de clases. Cuando por fin lo hizo, soltó un suspiro de alivio y abrió la puerta para encontrarse con sus alumnos y el profesor mirándola. No tuvo mucho problema, solo tuvo que explicar un poco del porque había llegado tan tarde. Tomó asiento en su mesa banco, saco de su mochila  el cuaderno de la materia correspondiente. Su mirada se desvió al ventanal donde frente a su salón de clases estaban los tres chicos conversando entre sí. Por alguna razón sentía una desconfianza enorme en cada uno de ellos, sabía que no debía tratar de tener una "amistad". Mucho menos cuando ya había aprendido las consecuencias con Seok Jin.

No entendía porque esos tres chicos estaban detrás de ella todo el tiempo, pareciera que la seguían a todos lados. Jimin volteó su rostro para mirarla y dedicarle una sonrisa, la chica trató de devolvérsela pero estaba segura que parecía más una mueca. Ella lo miró con el ceño fruncido, reconocía su rostro de algún lugar pero no podía recordar con certeza.

Las clases pasaron volando, ella se sintió más liberada. Camino por los pasillos del instituto si tiendo la mirada en ella por alguna razón desconocida, con discreción bajo un poco su falda y aceleró el paso para salir de una buena vez del lugar. Frente a ella se encontraba su hermano con una gran sonrisa recargado en el auto, quien algunas chicas lo miraban.

—Que alivio que hayas venido por mí—Sonrió, antes de entrar al auto, un llamado le hizo voltear.

—¡Jié!—Jimin camino rápidamente hacía ella, Hoseok se colocó frente a su hermana antes de que se acercara más. Él lo miraba con molestia y el peli naranja con una sonrisa burlona.

—No te le acerques a mi hermana, ¿acaso no recuerdas lo que sucedió?

—No se de que hablas Jung—Soltó una risita, era más que obvio que si lo recordaba. Hoseok dio un paso hacía adelante para encararlo.

—Sabes perfecto de que hablo, quiero que estes lejos de mi hermana. ¿Como puedes ser tan descarado en acercarte a ella de esa manera?

Jié no entendía de lo que hablaban, ¿porque su hermano diría aquello? ¿Acaso tenía que ver con Seok Jin? Porque así parecía para ella. La chica trataba de recordar pero no había nada en su mente, solo parecía que su rostro lo conocía de algún lugar. Taehyung y Jungkook hicieron presencia en el lugar respaldando a su mejor amigo.

—Yo no tuve culpa, Kim fue el culpable de todo. Le dije una y mil veces que la dejara tranquila—Miró a Jié por algunos segundos y luego a su hermano. Hoseok negó con la cabeza y soltó una carcajada sarcástica.

—Park, hay pruebas en contra tuya. No me salgas con esto, aún no entiendo porque no estás en prisión. No es justo para mi hermana que estes vagando por cualquier lugar como si no fueras culpable de lo que sucedió.