I
Los tres se encontraban justamente en el estacionamiento, Park se encargaba de colocarle el seguro al auto donde habían bajado hace algunos segundos. Taehyung sacó dos cigarillos de su bolsillo para extenderle uno a su mejor amigo, Jungkook.
—¿Quien es esa chica que va por allá?—Preguntó Jeon mirándola sin ningún pudor, esta llevaba una falda que no llegaba a la mitad de sus muslos y una blusa que le quedaba muy bien.
—No tengo idea, supongo que es nueva—El mayor de los tres se encogió de hombros, su mano derecha sostenía el asa de su mochila encima de su hombro mientras que la restante se encontraba echando su cabello hacía atrás.
Y así era, la chica apenas hacía presencia en el instituto, por supuesto que esto no le agradaba del todo pero no tenía más remedio, debía obedecer a sus padres. Además, después de todo lo que había sucedido con Seok Jin en su antiguo instituto, le vendría bien conocer nuevas personas. Según sus padres. Pero, ¿como sabría en quien confiar?
—Mentiría si dijera que no es guapa—Taehyung mordió su labio inferior recorriéndola con la mirada llena de deseo. Si Jié se enterara de como la veía, lo odiaría al momento.
—Hagamos una apuesta—Comentó Jimin. Los dos chicos voltearon a verlo en cuanto término sus palabras. Detuvieron sus pasos justamente en donde se encontraban sus casilleros y fue una total coincidencia que la chica nueva estuviera frente a ellos conversando con la secretaria.
—Te escuchamos.
—Cualquiera de nosotros tres debe conquistarla, no lo sé, tratarla muy bien y demás. Y veremos a quien elige y claro, quien podrá llevarla a la cama—Sonrió en grande, los otros dos asintieron procesando cada palabra que salía de su boca. Les gustaba la idea.
—¿Que se supone que ganáremos?—Alzó ambas cejas el chico azabache.
—Un viaje totalmente pagado a donde gusten y...si cualquiera de ustedes dos gana, le entregaré mi auto.
—¿Tanto vale esa chica? Ni siquiera la conocemos a la perfección—Se quejó Taehyung. El rubio bufo y colocó los ojos en blanco al mismo tiempo que se cruzaba de brazos.
—Tengo mis razones, en fin, ¿aceptan o no?—Fue directo, los otros dos solo fruncieron el entrecejo al cuestionarse cuáles podrían ser sus razones. Jungkook movía la perforación que llevaba en su labio inferior pensando en cómo podría hacerla caer.
—De acuerdo, será fácil. Cualquiera desearía estar con alguno de nosotros—Dijo Taehyung aún mirándola, Jié leía con detenimiento el horario que le habían entregado junto a sus materias. Le causaba pereza realizar todo esto.
—Bien, supongo que deberían agregar una cosa más si yo ganó.
Kim y Jeon se miraron entre sí como tratando de descifrar la mente del otro.
—Una buena cantidad de dólares. Pero ya saben como funciona todo esto—Asintieron. No era la primera vez que esto sucedía, parecía que cada año elegían a una chica para "conquistarla" cuando en realidad, al último, sufría demasiado. Por eso mismo, personas los odiaban. Esto incluía los padres de algunas estudiantes cuando trataron de hacerlos pagar pero no pudieron con ellos. Es decir, aquellos tres tenían influencias que podrían sacarlos de cualquier problema en el que se meterían.
Jié solamente llevaba treinta minutos en el instituto y ya era elegida por Kijeopa. Así se dicen llamar. Cualquiera sabía lo que consistía cada año, algo así como los juegos del hambre. Pareciera que las chicas preferían no arreglarse ni verse bonitas para que ellos no las eligieran. Era todo un caos y algo verdaderamente horrible.
La chica empezó la búsqueda del cuál sería su salón de clases. Mantenía su mirada en la hoja que llevaba en sus manos hasta que sintió chocar con algo o más bien...con alguien. Alzo la mirada encontrándose con un chico alto y realmente atractivo. Lo que más le llamo atención fue aquella perforación en su labio, su cabello algo largo pero muy bonito y la vestimenta que llevaba completamente negra pero de una forma u otra, se veía muy bien. Le quedaba perfecto.
—Disculpa, estaba distraída—Realizó una reverencia rápida y desvió su mirada hacía el pasillo. Quiso irse del lugar incómodo pero dos manos empezaron su cintura la detuvieron.
—Hey, espera. ¿Como te llamas?—Sonrió coqueto, Jié trago saliva y empezó a colocarse nerviosa. No por el hecho de que tenia a semejante hombre frente a ella...o tal vez si pero ya sentía un temor en contra de los hombres.
—Jung Jié—Respondió jugando con sus dedos.
—Vaya, bonito nombre. Jeon Jungkook—Extendió su mano, la chica la tomó algo dudosa. Estaba muy suave y le impresionó lo guapo que era hiciera lo que hiciera.
—Eh, gracias. Tengo que irme, fue un gusto Jungkook—Le dedicó una corta reverencia y lo esquivo para seguir su camino. Algunas chicas la veían y no entendía el por qué. No lo habían hecho cuando ella llegó.
Encontró su salón de clases donde al parecer todavía no llegaba nadie. Soltó un suspiro de alivio en cuanto tomó asiento en uno de los lugares al fondo. Una etiqueta con su nombre estaba en el, se ahorraban problemas con los alumnos por si querían discutir por sus asientos. Lo cual agradeció. De su mochila sacó su teléfono móvil para verificar sus mensajes de texto que probablemente su hermano mandaría. Sabía que de sus padres no recibiría pues siempre se encontraban ocupados con sus negocios y demás. Le daba igual.
Jung Hoseok.
Espero que tu nuevo instituto te reciba con los brazos bien abiertos. Pasaré por ti. Te quiero y no te distraigas
7:30 am.
Jié sonrió por el mensaje que había dejado su adorado hermano, era la única persona que podía tolerar. Después de todo, sentía que era la única persona que entendía lo que había sucedido con Seok Jin. Aquel nombre le causaba escalofríos y no quería saber de él ni por medio de una pintura.
Respondió el mensaje de su hermano y se mantuvo observando a los estudiantes pasar por fuera del salón de clases. Algunos corrían por lo tarde que era para sus clases y otros simplemente les daba igual lo que sucedía. En pocos minutos, sus «ahora» compañeros se hacían presentes. Miró a cada uno de ellos pero discretamente para no tener cualquier problema por si les molestaba que lo hiciera. Pero todo marcho bien, es decir, no tuvo ningún problema con nadie y simplemente se levantó de su asiento para presentarse y decir lo típico. Fuera de eso, trato de concentrarse.
El timbre había sonado por todo el instituto dando aviso que algunas personas debían salir de clases, como ella y sus compañeros. Se dirigió a la cafetería para pedir algo de comer que sea delicioso. Observó a algunos chicos que parecían llevarle un año o dos más. Pensó qué tal vez se trataba de los estudiantes superiores del edificio de enfrente. Tomó su comida que consistía en una hamburguesa con papas y refresco, el día de hoy quería y necesitaba comer alguna otra cosa que no sea saludable.
Busco con la mirada donde podría estar cómoda hasta que se detuvo en un lugar aislado donde se encontraba una pequeña mesa. Sus labios se ensancharon formando una pequeña sonrisa y camino hacía su destino. Depósito su teléfono móvil encima de la mesa blanquecina para después empezar a deshacerse de las envolturas. Miraba a todos los alumnos a lo lejos conversar, jugar y demás lo cual le pareció melancólico por pensar en sus antiguos "amigos.
—¿Eres nueva?—Una voz ronca y gruesa se hizo presente a su lado causándole un pequeño brinquito—Oh, lo siento, no quería asustarte.
—No te preocupes y si, soy nueva—Trago su comida, miró al masculino hasta que tomó asiento frente a ella sin preguntarle si podía hacerlo. ¿Acaso hoy era el día de toparse con chicos guapos? Lo que veían sus ojos era arte, sin exagerar.
El chico igualmente era alto, su cabello ondulado tapaban un poco sus ojos que podía ver que eran más que preciosos y parte de sus orejas. Unos labios delgados, rositas y un perfil sumamente perfecto.
—Un gusto, Kim Taehyung. ¿Eres un año menor?—Acomodó un poco su camiseta de botones causando que por poco y Jié haga caer su baba. Asintió atontada—Oh, me parece muy bien.
—Eh si, estoy en administración de empresas—Comentó, prosiguió a beber un poco de su Coca Cola. El chico frente a ella no dejaba de mirarla y sentía sus piernas flaquear.
—Es perfecta, estoy en arquitectura. Es algo pesada pero después de todo me encanta lo que hacemos, además, también tomó algunos cursos de administración debido a que mi padre desea que maneje sus empresas y demás, una locura total pero me agrada la idea—Apoyo sus codos en la mesa y después su mentón en la palma de su mano izquierda para mirarla mejor, Jié se sorprendió por lo rápido que tomaba confianza. Eso le recordó a Seok Jin.
Un recuerdo horrible del cual deseaba deshacerse. De todos.
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